NIKLAS I (Let me love you)

By may_be_may

127K 7.7K 2.3K

Libro #1 Él está destruído por dentro. Ella tiene una vida casi perfecta. Él está resentido consigo mismo... More

Prólogo.
Capítulo 1: Último mes en Colombia
Capítulo 2 : Adiós vida.
Capítulo 3: "Ningún chico encontraría algo sexy en ti, ni siquiera ese vestido"
Capítulo 4: El chico arrogante de la tienda de ropa
Capítulo 5: -¿Nadie te ha dicho que torcer los ojos es de mala educación?
Capítulo 6: ¿Estás segura de que tienes cerebro?
Capítulo 7: Por favor que no sea un nunca más.
Capítulo 8: Los Neumann
Capítulo 9: Navidad.
Capítulo 10: La gran gala (Parte I)
Capítulo 11: La Gran Gala (Parte II)
Capítulo 12: Olvidar.
Capítulo 13: It's over.
Capítulo 14: Me gusta.
Capítulo 15: ¿Puedo sentirme feliz y contenta después de todo esto?.
Capítulo 16: San Silvestre.
Capítulo 17: Nochevieja
Capítulo 18: Año nuevo, vida nueva.
Capítulo 19: Hablemos
Capítulo 20: Tú mereces algo mucho mejor
Capítulo 21: ¿Puedes hacer algo por mí en este momento?
Capítulo 22: ¡Al diablo con la amistad!
Capítulo 23: Púdrete en toda tu mierda y déjame en paz
Capítulo 24: Me estás volviendo loco
Capítulo 25: ¡Dormiremos en el sofá!
Capítulo 26: Él no sabe manejar este tipo de situaciones.
Capítulo 27: Déjame correr el riesgo
Capítulo 28: ¡¿Esperan a alguien?!
Capítulo 29: Papá.
Capítulo 30 : ¿Qué sucede?
Capítulo 31: Lo que quiera la princesa.
Capítulo 32: Where are you now that I need ya?
Capítulo 33: No eres nada.
Capítulo 34: Celos
NOTA DE AUTOR : Feliz Navidad 2016!
Capítulo 35 : Let me love you (Déjame amarte).
Nota de autor: ¡Importante!
Capítulo 36: ¿A qué le temes?
Capítulo 37: Me estoy enamorando perdidamente de ti.
Nota de autor: Capitulo 37 para el miercoles.
Capitulo 38: Verdades.
Capítulo 39: Julia
Capítulo 40: Es complicado
Capítulo 41: Café Bistro.
Capítulo 42: ¿Error?
Nota de Autor: ¿Y el capítulo 43?
Capítulo 43: Por tonta.
Él, el chico que no merecía amor.
Capítulo 44: Y tú me importas mucho más.
Capítulo 45: Me sacas de quicio.
Capítulo 46: Feliz cumpleaños querido y viejo amigo, Nik.
Capítulo 47: Una parte de mi yo del pasado estaba volviendo.
¡Book-Trailer!
Capítulo 48: Podría besar a esta mujer toda la vida si era necesario.
Capítulo 49: ¿Recuerdas todo eso?
Capítulo 50: ¿Era todo resultado del dichoso Karma?.
Capítulo 51: ¿No podría ser tan malo cierto?.
Capítulo 52: Él sabía perfectamente a lo que estaba jugando.
Reto a mi personaje principal : Willi Heine.
Capítulo 53: Estaba destrozado, la quería de regreso.
P E R S O N A J E S
Nota de autor: Final de la novela
Capítulo 55: ¡Despídete de ella!
Capítulo 56: Te amo y siempre lo haré
Epílogo
Segundo libro.
Niklas (As long as you love me)
Encuentrenme en Sarahah
Regresé, me extrañaron?
Una explicación a todos mis lectores

Capítulo 54: Aquí el tigre...La manada está a la espera.

1.3K 68 82
By may_be_may

"El amor verdadero hace milagros, porque el mismo es ya el mayor milagro".

-Amado Nervo.

—Heine— pronunció mi apellido con voz decidida. El eco de su voz retumbaba en el lugar, impotente como siempre había sido ella. Sonreí en su dirección—Santiago— prosiguió a saludar a mi amigo, quién sin pensarlo dos veces frunció el ceño y resopló como muestra de lo desagradable que encontraba el hecho de ser llamado de esa manera.

—Gabriel, Edra, es Gabriel—respondió con fastidio.

Lo fulminé con la mirada.

Edra estaba aquí para ayudarnos y el muy mugroso pretendía arruinarlo todo con sus tonterías. 

—Neumann, Neumann—respondió la chica—¿Por cuánto tiempo estuvimos juntos? ¿2 años?—preguntó. Gabriel ni siquiera se inmutó en responder— Entonces debes saber que siempre me ha gustado más llamarte por tu segundo nombre—inquirió.

Sí, habían estado juntos aproximadamente durante dos años; ella había sido sin duda el primer amor de mi amigo.

Y es que... ¿cómo no?

Edra era extremadamente segura de sí misma y bastante desafiante. Robaba las miradas de todos cuando atravesaba la puerta de algún lugar y era la envidia de todas las mujeres por su extravagante belleza.
Su cabello negro largo y oscuro y su piel blanca y brillante cómo un diamante, eran llamativas para cualquier persona con dos dedos de frente.
Su apellido imponía miedo a dónde fuera y había heredado sin duda el temperamento tan firme de su padre. Pero Edra, contraria a éste– y lo digo porqué la conozco hace mucho tiempo y he sido testigo de ello– tenía un corazón de oro que impartía justicia e intentaba remendar los daños que su padre siempre hacía.
Ella quería a Vasil pero estaba en desacuerdo con su actuar. Sin embargo éste, después de la muerte de su esposa, sólo tenía ojos para su adorada e impertinente hija. Él sabía la opinión  de Edra sobre sus "negocios" y varias veces–muchas para ser sinceros– se echaba para atrás con algunas decisiones a causa de las peticiones de su hija. Esta chica solía ser muy convincente; pero otras más, continuaba con su cometido a pesar de las advertencias de su hija alegando que... "Una vez estás en este negocio, ya no puedes salir de aquí tan fácilmente". Si había una cosa que –a parte de Edra– era debilidad para Vasil, era el Dinero.

Pero ya no estamos juntos, mujer—respondió mi amigo.

Eso no quiere decir que mi gusto por llamarte así haya cambiando, San-ti-ago—respondió alargando el segundo nombre del ya bastante enojado Gabriel.

Ciertamente a veces se enojaba por estupideces. Se enojaba bastante rápido.

Y eso Edra lo sabía.

Y era precisamente eso lo que le causaba gracia.

Maldito y delicado Gabriel— respondió con una sonrisa dibujada en sus labios.

Tú sigues siendo la misma que pretende tener la razón todo el tiempo—resopló Gab.

La chica levantó una ceja y seguidamente fulminó con la mirada a mi amigo.

Felix, Bastian, Bill, dos chicos más y yo, permanecíamos parados contemplando esta ridícula escena como estúpidos espectadores.

—Es que...— quiso continuar mi amigo pero lo interrumpí.

—Es suficiente, niños de párvulo.

La verdad es que me causaba gracia y adoraba a Edra por hacerlo enojar tan rápido. Era bastante entretenido, pero este no era el momento ideal para entretenimientos.

Necesitaba saber qué había averiguado Edra sobre Salomé,si es que había llegado a averiguar algo.

La chica dedicó su atención a mí y me sonrió con cierta lastima en su expresión. Pero antes de comenzar a hablar del tema principal de este encuentro, dirigió su mirada hacia un bastante fastidiado Bastian, en medio de dos de los chicos, acompañado también de Bill y de Felix, que como siempre parecía no entender absolutamente nada de lo que sucedía.

—¿Quienes son?— interrogó.

—Soy Felix— se adelantó a responder éste y caminó rápidamente hacia Edra, tomó su mano para luego, plantarle un beso en esta— A tus órdenes, reina bella.

¡Maldita sea!
¿Reina bella? ¿En serio Felix?

Edra lo miró divertida y se notaba que peleaba internamente con no soltar una carcajada.

—Pero que caballeroso—comentó con ironía—Deberían aprender de él— inquirió dirigiéndose a Gabriel y a mí. Mi amigo no dudó en poner los ojos en blanco y se dejó caer en una silla, como si se diera por vencido, como si todo fuera un caso perdido.

Felix sonrió con orgullo y nos miró con cierto aire de superioridad.

¿Se puede ser tan idiota?

Si no peleara tan bien como lo hace, ni siquiera estaría aquí conmigo.
Pero para mi suerte–o mala suerte–era un excelente peleador a pesar de parecer un palillo. Pero su derecha era impresionante.

—El caballero aquí, es Felix, es el mejor amigo de Willi—expliqué—Él es Bastian, no tiene importancia alguna—proseguí, ganándome una mirada de desprecio de Katz—Él es Bill, un gran amigo y los chicos son Thomas y Joseph, también están aquí para ayudar—continué—¿Tienes información para mí?— pregunté sin rodeos.

Me hubiera tomado el tiempo para saludarle y preguntarle sobre su vida, pero tiempo es lo que menos tenía y al parecer ella lo sabía, porqué sin molestarse se sentó en uno de los sillones de aquel despacho viejo y me invitó con la mirada a sentarme también.

—Efectivamente están en Falkensee—comenzó a decir—Pero no están en la cabaña de papá— la miré confundido— Hay una capilla en la calle principal del pueblo, está bastante destruida y abandonada, a las afueras hay un gran letrero que dice "Se vende", estoy segura que la encontrarás sin problemas—señaló—Nik...

Asentí.

—Le he preguntado directamente a papá sobre ella—confesó.

Mierda eso no era bueno, Vasil sabía que Edra y nosotros nos entendíamos muy bien y por ende sospecharía de los que serían nuestros siguientes pasos

—No temas, Niklas– dijo posando su mano en mi hombro para tranquilizarme, debió haber notado mi tensión— Escuché una conversación que sostuvo por teléfono dónde hablaba acerca de tu chica y él lo notó, por lo que aludió mis preguntas a mi interés por aquella llamada— explicó.

—Está bien, Nik—intentó tranquilizarme Gabriel—¿Qué más?

—En esa capilla hay una habitación en el segundo piso, que antes era utilizado para las confesiones o algo así...algo así dice en la puerta. No recuerdo con exactitud...pero ahí está ella—hizo una pausa— cincuenta metros a la redonda hay una camioneta negra con vidrios polarizados, ahí están dos tipos: Abrahael y Ron. Siempre están ahí. El primero es cinturón negro en Karate pero no se le dan bien las armas y el segundo es bueno en las armas, pero un completo principiante en pelear a puño limpio. Se complementan los dos, por eso están juntos. Ellos controlan cualquier movimiento que se haga en el vecindario y que pueda significar alguna amenaza para su plan—explicó. Edra estaba más que informada sobre cada paso que daba la gente de  en su papá.

¡Bingo! Eso sería de gran ayuda.

Era jodidamente fría y calculadora cuando debía serlo, de tal palo tal astilla.

—Ya tienes un plan— dije, fue más una afirmación que una pregunta.

La chica sonrió con satisfacción y levanto una ceja segura de sí misma. Seguidamente asintió.

—Estás que ardes, nena— mencionó Felix.

¿Porqué cada vez que abría la boca lo hacía para decir una estupidez?

Ciertamente ahora supe porqué Gregor y él se entendían tan bien. Los dos eran unos tarugos, pero de igual manera eran nuestros amigos.

Sí, leyeron bien. También consideraba a Gregor Schmidt como mi amigo.

En realidad justo en este momento, había abierto los ojos y me había dado cuenta de todas las personas que me rodeaban y que era importantes para mí. Pero nada tenía sentido o estaba completo sin ella.

—Vuelve a atreverte a llamarme nena y juro que saldrás de aquí infertil, insolente—respondió Edra amenazante y yo estaba seguro que así sería.

Felix se quedó callado–pensé que eso no era posible–pero Edra era lo suficientemente intimidante para lograrlo. Reí internamente por la expresión de aturdimiento reflejada en el rostro de Felix.

—Entonces cerebrito— comentó Gab— ¿Cuál es el plan y qué necesitamos?

Edra lo fulminó con la mirada ante su bastante molesto calificativo pero en vez de ponerse a discutir con él, me miró con complacencia dándome la certeza de que lo que estaba tramando era realmente serio y que podía funcionar.

No pudimos haber tenido mejor idea que acudir a ella y a su astucia, una que sólo podía venir del cerebrito de Edra Vasil.

— Necesitaremos más hombres, hombres con huevos y pantalones bien puestos, cautelosos. No quiero nenitas en todo esto— agregó mirando fijamente a Felix— Si no hay agallas, serán hombres muertos. El plan es bastante sencillo si se lleva a cabo con sagacidad. De lo contrario, pueden irse olvidando de salir ilesos de todo esto—ahora se dirigía a todos los que estaban ahí— Tú— señaló con su dedo índice a Bastian— ¿Eres Katz no es así?

—Sí— respondió Bastian un tanto aturdido. Le había llevado por sorpresa semejante señalamiento tan directo— ¿Po...por...porqué?—titubeó.

—El tal Lukas te tiene entre ceja y ceja, al parecer piensa que eres el único que podría dañar todo su plan y llevarlo a la mierda. Por lo que veo, no se equivoca— dijo sonriente. Hasta a mí me intimidaba esa sonrisa maliciosa de Edra.

Bastian tragó saliva algo confuso.

—Mientras estés de nuestro lado, no te pasará nada— aseguré. De cierta manera se lo debía.

—Perfecto, señoritas. Entonces ahora les diré con exactitud todo lo que sé y más les vale que tengan cojones. Yo también me estoy jugando el pellejo con esto— aseguró la chica— Nik, Gabriel, necesito hablar con ustedes dos...— Nos miró frunciendo el ceño—...a solas.

—Al menos ya me llamas Gabriel— señaló mi amigo triunfante.

—Haré un par de llamadas— me susurró Bill al oído— ¿Me dirás a quien llamar?

—Confío en tu criterio, Bill— respondí, era así—Sólo asegúrate de comunicarte con Esteban, dile que lo quiero aquí con Gregor en cuánto antes, que no llamen la atención de nadie y que le reiteren a Melanie que si tiene alguna novedad, debe llamarnos de inmediato— ordené.

Daba todo por tener a mi hermano a mi lado. Pero Willi hacía tan solo unos días que había salido del hospital y aún estaba bastante débil.

Necesito que mantengas a Melo al margen de todo esto. Ya hemos hablado con Edra, tiene un plan, ya la conoces. Te informaré de cualquier novedad. Espero que te sientas mejor chango—Nik.

Estaré atento. Mel está en casa de Salomé. Papá me llevará a regaña dientes para allá, en silla de ruedas y con enfermera a bordo...ya lo conoces ;). Ten cuidado Niklas—Willi.

Por primera vez en la vida le daba la razón a papá. Willi no debería salir de casa, por ningún motivo. Sin embargo yo lo conocía y sabía lo testarudo que podía llegar a ser, más si se trataba de apoyar a Melanie. Así que una silla de ruedas y una enfermera no me parecían exagerados.

~•~

Ya a solas con Edra, su expresión cambió de inmediato. Ya no me miraba divertida o con ese gesto de seguridad.

Estaba preocupada.

—La he visto, Niklas— comenzó a hablar.

Mi corazón se detuvo por una milésima de segundo y mi mente quedó en blanco por un instante.

¿Se refería a Salomé?

«Claro que se refería a Salomé, pedazo de imbécil»

—¿Cómo que la has visto?—preguntó mi amigo al darse cuenta de que yo era incapaz de articular palabra alguna.

La mirada de Edra se paseó entre Gabriel y yo, para luego posarse más que todo en mí.

—Te dije que le había preguntado directamente a papá sobre la chica, lo obligué que me dejara verla. Nunca,Nik...nunca mencionó que se tratara de tu chica. Nunca mencionó que estabas metido en todo esto— dijo— Supongo que es consciente del aprecio que les tengo a ustedes dos— sus labios se curvaron levemente.

—¿Co..cómo está?— titubeé.

—Está devastada— lo sabía— pero es muy valiente, ella está más preocupada por ti que por ella misma, Nik— dijo casi en un susurro— Ella es muy hermosa.

Sí que lo era, para mí era la mujer más hermosa que mis ojos había podido apreciar.

Cómo la extrañaba.

Extrañaba sus abrazos y sus palabras de aliento. Su sonrisa y la seguridad que me daba me hacía sentir valioso.

—Teme que actúes impulsivamente y te pongas en peligro; teme que todos se vengan en contra tuya. No le falta comida Nik, tampoco está siendo maltratada. Ese no es el plan de papá...ya lo conoces, él sólo quiere su maldito dinero y no más. Pero papá hizo un trato con Lukas... una vez tenga el dinero en sus manos, Lukas decidirá que hacer con la chica, él decide si la devuelve o no. Le dio su palabra.

—¡Maldito sea tu padre!— grité enfurecido—¿Su palabra? ¿Entonces ahora decide ser un puto hombre de principios y cumplir con su palabra? ¡Juro que en cuanto acabe con Lukas perseguiré a Vasil hasta el infierno si es necesario y lo mataré con mis propias manos!

Le di un golpetazo a la pared, provocando que las comisuras de mis dedos se ensangrentaran. Me importaba una mierda el dolor o el ardor. Todo lo que dije, lo dije en serio.

—Nik, hermano, tranquilízate ¡Maldita sea!— gritó.

Edra seguía de pie sin ningún tipo de expresión en su rostro.

Mi respiración era pesada y mi cabeza daba vueltas. Estaba desesperado. Quería tirarme el piso y llorar como una niña al que le han quitado su muñeca.

No sabía qué hacer.

—No puedes tú solo contra el mundo, Niklas— agregó Edra— Nik, sé que mi padre es un maldito, pero es mi padre y a su manera siempre ha tratado de darme lo mejor— prosiguió— Es por eso que estoy aquí, quiero que saques a esa chica de ahí. Sea lo que sea que haya pasado entre tú y Lukas, ella no es culpable de nada. Además no quiero que mi padre cumpla con su palabra, no quiero que Lukas decida hacer con esa chica lo que le plazca. No quiero que lleguemos hasta tal punto, porqué quienes saldrían perdiendo serían tú y esa chica...y todos los que estén dispuestos a ayudarlos. Sé que te llenarás de rabia y te irás en contra de mi padre, de Lukas y del mundo. Pero ¡No puedes contra el mundo!. Así que con esto solo intento evitar perder a un gran amigo, porqué de cierta manera así te veo—concluyó.

La miré a los ojos sin saber qué decir.

Llevaba años sin hablar con Edra, pero a decir verdad siempre tuve presente que tanto Gabriel cómo yo, siempre contaríamos con su apoyo. Ya nos había ayudado a salir de aquella mierda una vez y ahora estaba dispuesta a ayudarnos nuevamente, yendo en contra de su padre–una vez más–.

Gabriel me miraba expectante y yo sabía lo que estaba esperando que saliera de mi boca.

—Lo haremos a tu manera— dije después de unos segundos de razonar.

—Perfecto—respondió Edra.

~•~

— ¡Quiero que me escuchen con atención!— exclamó Gabriel— Ya les hemos explicado dos veces lo que debemos hacer. El plan se debe llevar a cabo tal cual como se ha planteado, de lo contrario son hombres muertos, si ellos no los matan, los mataré yo— hacía mucho tiempo no veía a Gab en ese roll y ciertamente no lo había extrañado. Sentía como si hubiésemos regresado unos tres años atrás, con la diferencia de que esta vez éramos mucho más maduros—Nadie está obligado a estar aquí, así que el que tenga miedo o lo que sea que no haga sino más que estorbar, puede ir agarrando sus cosas e irse por donde vino—hizo silencio a la espera de que alguno se echara para atrás. Nadie lo hizo.

Éramos un poco más de quince hombres, incluyéndonos a Gabriel y a mí. Gregor y Esteban habían llegado hacía unas dos horas y después de ellos, Bill con el resto de los chicos.

Edra había encargado a dos de sus escoltas que cuidaran de Bastian y lo alejaran de todo este caos que estaba por desatarse. No queríamos arriesgar nada, y yo le había dado mi palabra.

Después de que la chica nos contara detalles del lugar y posiciones en las que se encontraban los hombres de su padre, escuchamos el plan que tenía en mente e hicimos unas cuántas mejorías. Bastian había ayudado en eso. Inteligente si era, había que reconocerlo.

—No sé cómo agradecerte todo esto—le dije a Edra, quién no esperó un segundo para abrazarme. Al principio fue incomodo pero luego correspondí el abrazo.

—No cometas una testarudez Nik. Terminarías en prisión.

(...)

Entré a la habitación en donde se estaban alistando todos los chicos.
Todos estaban concentrados en lo que estaban haciendo.

Yo ya no tenía miedo.

Al menos sabía que Salomé estaba bien, que no estaban siendo unos malditos con ella. Pero debía sacarla de ahí en cuánto antes.

Miré a mí alrededor y contemplé a todas las personas que me rodeaban, todos estaban aquí para ayudarme. Algunos ni siquiera conocían a Salomé, pero estaban aquí porqué sabían que era importante para mí.

Que ciego había sido todo este tiempo desvalorando la vida que me había tocado.

He perdido tanto, pero en realidad he ganado el doble y hasta ahora no lo había visto de esa manera.

— Tenemos un problema— entra Joseph seguido de otro chico, cuyo nombre no recordaba, pero lo había visto antes con Bill y su combo.

—¿Qué sucede?— preguntamos Gregor y yo al unísono.

— No tenemos suficientes armas, Heine. Si se arma la de Troya estamos en desventaja— explicó.

—¿Dónde está Edra?— preguntó Gabriel— ella sabe donde podremos encontrar más.

—Ya lo tengo todo bajo control— escuchamos decir a la chica con total seguridad, quien se adentraba en la habitación.

—Está chica es puro fuego— concluyó Felix.

Era hombre muerto.

Edra se acercó a él y le dio un puñetazo.

Auch.
Eso dolió.

Para nuestra sorpresa Felix se repuso del golpe y la miró con lujuria.

— Así me gustan, bravitas y difíciles— espetó.

Edra frunció el ceño en su dirección.

¿Olvidé mencionar que esta chica practicó Taekwondo?

Se acercó más a Felix y yo ya me pinté vestido de luto enfrente de su tumba. Pero para sorpresa de todos le regaló una sonrisa y seguidamente lo besó con pasión. Con demasiada pasión para mi gusto. Oh, cielos Dios...¡era una exageración!

—¡Búsquense un maldito cuarto!— se quejó Gregor— No quiero ver pornografía live.

Solté una carcajada ante la expresión de asco que se adueñó de su rostro.

Como si el nunca hubiera hecho lo mismo...

—¿Están listos?— preguntó Esteban. Estaba más que preparado y yo sabía que él, su fuerza y astucia serían de gran ayuda. Habíamos logrado mejorar mucho más el plan gracias a él.

Cómo Edra Vasil ya había mencionado, habían dos tipos que merodeaban aproximadamente a cincuenta metros del lugar. De esos se encargarían Bill,Joseph y dos chicos más. Se harían pasar por un par de borrachos y aprovecharían el descuido de esos dos para dar el golpe bajo.

Si todo salía bien, nos enviarían una señal para continuar con el siguiente paso. Y así sucesivamente. Por último actuaríamos Gabriel , Gregor, Emil (uno de los mejores hombres de Bill), Felix, Bill nuevamente y yo.

¿Qué porqué Gregor estaba en la fase final?

Era un malditamente buen peleador y además–sorprendentemente– también nos contó, que solía irse muy seguido de caza con su padre, así que manejar un arma no sería problema para él. Contaba con que se la jugaría toda por Salomé, de eso estaba seguro.

~•~

Todos estábamos en nuestras posiciones. Listos para empezar con nuestro plan.

— Tienen sólo unas cuántas horas hasta que lleguen los demás a hacer el cambio de turno— explicó Edra antes de salir de ahí— No sé nada sobre Lukas, ni dónde está, ni lo que trama. Necesito que estén atentos. Tienen que ser rápidos, maldición, Flash debe ser una tortuga ante ustedes. Si los demás llegan antes de que ustedes puedan salir, son caso perdido. Serían minoría, teniendo a los hombres de las dos jornadas al mismo tiempo y tendrían que enfrentar a los gemelos Kozlov y créanme, no quieren hacerlo. Por eso les aconsejé que mejor los enfrentaran en este turno y no en el siguiente.Esos dos no tienen compasión de nadie y no dudarían en matar a Salomé si eso fuese necesario.

Sabía a la perfección quienes eran.

Y les tenía jodido miedo. Me doblegaban en peso, en altura, en fuerza, prácticamente en todo.

Esperando que llegara la hora acordada para empezar con el plan. Empecé de nuevo a aferrarme a Dios y contemplar todas las posibilidades que tenía.

¿Debí mejor haber llamado a la policía?

Sólo esperaba que el plan funcionara, sólo esperaba que fuéramos lo suficientemente sigilosos cómo para tener éxito.

La casa estaba rodeada por todos lados y definitivamente no tenía ni puta idea de dónde se encontraba el desgraciado de Lukas. Éramos mayoría por unos dos o tres hombres. La diferencia no era tanta, sin embargo de algo debía de servir ¿No?.

Si tenía que morir para salvarla, lo iba a hacer. Iba a asegurarme que saliera ilesa de esto.

— ¿Todos en posición?— escuchamos decir a Bill desde el otro lado del Woki Toki.

—Aquí el tigre...La manada está a la espera, repito, la manada está a la espera, cambio— respondió Gregor con total seguridad.

¿Qué diablos?

Le quité de un sopetón el aparato de sus manos. Debía estar bromeando.

Felix soltó una carcajada.

—Excelente hermano, eso pudo haber venido de mí también— señaló.

¿No les dije antes? Eran tal cual par de idiotas.

—Bill, soy Nik. Estamos listos—respondí.

—Oh, hey...Gracias a Dios eres tú. Diez segundos para iniciar fase uno— repitió.

—Entendido—contesté.

— Diez, nueve,ocho, siete...—comenzó a contar Felix.

—¡Cierra la maldita boca!— ordenó Gabriel.

Solté una leve carcajada.
A lo mejor no había sido tan buena idea meter a Felix y a Gregor en esto.

—Fase uno iniciada— escuchamos decir a Bill.

La hora había llegado.

Día cinco.

Así es, habían pasado cinco días desde la última vez que vi a mi familia o a Nik.

Cinco días encerrada en este cuchitril.

Cinco días comiendo basura. Porqué si bien es cierto, nunca dejaron de traerme comida pero me daba asco con tan sólo mirarla. Además de que había perdido el apetito.

Hacía unos días llegó una chica, Edra, creo que era su nombre y me dijo que no temiera, que saldría pronto de aquí. Me dio la impresión de que no era una de ellos. Me dio la impresión de que Nik estaba detrás del hecho de que ella estuviera ahí y de cierto modo eso me dio esperanza, pero a la vez no pude evitar sentir temor.

No quería a Nik metiéndose en problemas, ya tenía suficientes.

Lukas me escribió para vernos, yo sólo quería hablar con él y llegar a un acuerdo. Pero al fin de cuentas nunca llegamos a nada. Nunca nos pusimos de acuerdo sobre lugar, hora ni nada por el estilo. Sólo me dijo que estuviera atenta cada vez que saliera del College, que no quería verme con nadie porqué no se acercaría a hablarme.

Y eso hice.

Melanie se había ofrecido a llevarme a casa y le mentí diciéndole que Nik iría por mí. No se sintió bien hacerlo, pero debía correr el riesgo.

Salí ese día de clases y decidí caminar un poco en vez de tomar el autobús. Ya no me perdía en la ciudad.

Sin embargo mientras caminaba, comenzó a llover y yo no estaba preparada para enfrentarme con el agua, así que decidí caminar hacia la próxima parada de buses.

Estaba empapada y no quería enfermarme–cosa que me solía pasar de inmediato, si no tomaba precauciones–Maldije más de una vez y me arrepentí de no haber aceptado irme en el carro con Mel.

Era obvio que el maldito de Lukas no iría precisamente ese día a hablar conmigo.

Estando en plena parada de buses, vi los horarios en la pantalla y concluí que el bendito bus tenía retraso. Ni modo, me figuró sentarme a esperar.

—¿Salomé?—escuché decir a un chico en un Porsche rojo.

No pude evitar torcer los ojos y resoplar al ver de quién se trataba.

Markus— dije sin entusiasmo, regalándole una falsa sonrisa.

—¿Qué haces aquí sola y ...mojada? Que descuidado es Heine con su novia— respondió. El tono insolente de su voz me fastidiaba.

No debería importarte—espeté.

¿Porqué siempre estás a la defensiva conmigo? Lo qué pasó en la fiesta ya pasó, yo entendí perfectamente que estás con Niklas—respondió tratando de sonar sincero. Sin embargo seguía fastidiándome su presencia—Déjame acercarte un poco a tu casa.

¿No tienes nada más que hacer?— pregunté.

¿Qué puede ser más importante que ayudar a la novia de un gran amigo?—dijo con ironía.

Yo sabía a la perfección que no eran amigos.

—Gracias, pero esperaré por el bus— dije dándome la vuelta e ignorándolo.

Parece que el bus ha cancelado su recorrido— dijo.

Miré la pantalla de los planes de llegada. ¡Santa Teresa de Calcuta! ¡Señor de los milagros! ¡Esto era pagar por mis pecados!. Todos los horarios del bus estaban cancelados y la lluvia se había intensificado.

Entonces caminaré—dije decidida.

Deja de ser tan cabeza hueca, yo no muerdo. Además de que creo que Nik me mataría si se llega a enterar que dejé que su novia querida se enfermara en medio de la lluvia.

Solté un fuerte resoplido. A este paso no llegaría nunca a casa.

Abrió la puerta del copiloto al verme divagar en mis pensamientos y dudar.

Estoy empapada, mojaré tu auto.

Se secará luego, Salomé.

Y fue así cómo me monté en el auto del desagradable de Markus, por mi mala costumbre de no poder decir que no.

Eso es todo lo que recuerdo, después de montarme en ese vehículo, desperté aquí.

En medio de estas cuatro paredes.

~•••~

¿Que opinan de Edra? ¿Dónde estará Markus? ¿Será que Lukas lo mató para poder secuestrar a Salomé? ¿Otra víctima más de este psicopáta?

Foto de Edra Vasil:  Emeraude Toubia (Actriz Líbano-mexicana)

~May

Continue Reading

You'll Also Like

978K 51.3K 37
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
104K 6.5K 43
[NO ES NECESARIO LEER EM O SSM PARA ENTENDER ESTA NOVELA, SIN EMBARGO, SIGUE SIENDO PARTE DE LA TRILOGÍA, POR LO QUE SALDRÁN PERSONAJES DE LOS OTROS...
102K 5.8K 54
Una nueva vida, en la gran ciudad. Un cambio de aires que todos necesitamos alguna vez. Y un destino que nadie puede adivinar. Siempre creí que la mo...
115K 8.6K 26
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...