London.
Los ojos de aquel hombre me miran con desprecio, me aparto de él, pero él sigue viniendo hacia mi, tengo miedo, no quiero que me golpee, mis heridas aún no sanan.
— ¡Por favor Edgar perdoname! —Le imploro, pero lo menos que hace es escuchar mis plegarías.
— ¡Tu no tienes perdón mujer! — Miro a mi alrededor y el espacio es muy pequeño.
No tengo salida.
Mis lágrimas salen, es lo único que se hacer... Llorar... Pero Edgar se enoja, y me agarra por el cabello, dejando que sus ojos queden a la par con los mios.
— ¡Me duele!
— ¡Callate maldita sea! Ya me tienes cansado con tus malditas equivocaciones.
— Edgar por favor escuchame — Su cara se tensa, mi corazón late sin control, mi miedo a él, crece.
— ¡Yo no te voy a escuchar! ¿Es que eres medio bruta? ¡No debiste encerrar a Esmeralda!
— Y-yo pensaba que te iba hacer feliz.
— ¡Lo menos que estoy es feliz!
Edgar me deja en el suelo, cuando veo que se voltea, corro hacia la puerta, pero esta, esta trancada.
Maldición.
Ahora que hago, es como estar en una jaula con un león apuntó de devorarte.
— Edgar, dejame salir — Se queda en silencio, hasta que por fin escucho un pequeño quejido.
— Te vas a quedar aquí, quieras o no, voy a ver como soluciono este problema — Edgar sale de la habitación, dejando que mis pensamientos vengan a mi y ataquen mi cabeza.
Emily.
— ¡Saquenme de aquí! — Golpeo más fuerte la puerta, pero nada pasa. Estoy encerrada, no se donde me encuentro, no se donde esta Esmeralda, lo último que recuerdo es que vi a London y todo se volvió negro.
Veo cada rincón de esta habitación y me recuerda algo...
En verdad no recuerdo.
¡Joder! Mi pobre gato ya se habrá muerto de hambre.
¡No llores Emily Miller! ¡No llores!
Le quiero caer a coñazos a London, pero sinceramente me da miedo pelear con una muerta. Escucho unos pasos que se aproximan para donde yo estoy, me coloco en un rincón de la habitación esperando a que alguien entre, pero me sorprendo al ver que es una pequeña niña de ojos cafés.
— ¿Esther? — Dice la pequeña.
Salgo de aquél rincón y quedo en frente de ella, me examina y esta vez dice:
— Tu debes ser Emily, tiempo sin verte — ¿Que? ¿Esta niña me conoce?
— ¿Espera? ¿Me conoces?
— Claro, eres la hermana de Esther — Ella me da la mano y con gusto se la acepto — Me llamo Alicia, pero tu me conoces como Regina.
¿¡Regina!?
Emm.... En verdad no recuerdo.
— ¡Claro si Regina! Tiempos.
— Era la muñeca que te encontraste aquella vez — Ya recuerdo.
— Entonces Alicia o Regina ¡Sacame de aquí! — Le agarro por los hombros y la sacudo, a lo que ella respondo con una bofetada.
Joder, para ser tan pequeña tiene mucha fuerza.
— ¡Mira Emily! Quedate quieta, afuera de esta habitación podras encontrar lo mas espantoso ¡Lo mas traumante! Mejor quedate aquí y espera a que piense en un plan.
No me quiero quedar aquí por más tiempo, necesito salir de este lugar cuanto antes, voy a esperar a que se descuide para poder salir corriendo. Veo que Alicia se dirige a un rincón, donde se queda quieta por unos segundos ¡Este es el momento Emily! ¡Dale!
Salgo corriendo de esa habitación cuando escucho a lo lejos como la pequeña niña comienza a gritar, iba a correr más rápido pero algo me detuvo, mi pies estaba trancado ¡Maldición! Y justo cuando casi iba a escapar de ese lugar. Cuando agacho la mirada para ver donde rayos metí la pata, veo que mi... Mi... Pies esta metido en una ¿¡Cabeza!? Si joder, ahora que me doy cuenta hay cuerpos de personas por todo el lugar ¡Por Dios! ¡Donde estoy! El olor a sangre ya estaba inundado mis fosas nasales, veo a lo lejos como una niña de cabello marrón esta colocada de un árbol, pero lo peor era que aún estaba viva, estaba luchando para poder mantenerse con vida, ella cae al suelo y se pudo escuchar como sus huesos se rompieron, me desespero al ver que una mano que ni se de donde salió me agarra la pierna, lo único que puedo hacer es romperla, haciendo que toda esa sangre me manchara la cara, puedo ver como unos pequeños píes se paran al frente de mi, es la pequeña niña que acabo de ver, sus ojos esta completamente negros, su cabello marrón estaba todo despeinado, su sonrisa era totalmente macabra,y su hermoso vestido de color blanco ya había cambiado a carmesí.
— ¿Eres otra víctima de Edgar? — dice la dulce voz de la pequeña, pero en verdad su apariencia no era nada agradable.
— Yo... — No podía decir ni una palabra, la piel de su cara se estaba cayendo, dejando ver sus hueso, de repente, ella cae al suelo, dejando solo polvo.
Muy bien Emily, mejor vete a la habitación y deja que cualquier cosa pase, prefiero mil veces estar ahí.
Esmeralda.
Aún no puedo creer que London me ganara ¡Yo soy Esmeralda! Y no me dejo ganar por nadie ¡¿Que me paso?! ¿¡Por que mi fuerza física me traicionó!?
Trato de quitarme las cadenas que tengo en mis brazos y piernas, pero es en vano. Escucho que alguien viene y de inmediato me doy cuenta que esas grandes pisadas es de la persona que tango admiro
Edgar Black
La puerta abre dejando ver su robusto cuerpo, fijo mis ojos en su rostro y esta como siempre, el ríe al verme tan indefensa.
— Esmeralda — Mi corazón acelera al oír su voz
— Qué — Digo sin ninguna expresión en mi cara, pero en mi interior me estaba muriendo de la arrechera.
— ¿Asi te diriges al hombre más perfecto del mundo? — Río ante su comentario.
— De perfecto no tienes nada, pareces una copia barata de los kens.
Su sonrisa desaparece, y su cara se tensa, se que para el es un insultó que le digan que no es "Perfecto"
Soy perfectamente imperfecta.
— Mejor vamos al punto, sabes que el apocalipsis ya empezó, pero para yo poder seguir con mi maravilloso plan necesito aquella gema verde.
Esa gema verde tengo años que no la veo, en verdad ni sé adonde está.
— No se donde esta esa gema, y si la tuviera, te juro que no te la daría.
— Bien, como no quieres colaborar ¿Por que no le hacemos algo a Alicia o a Emily?
¡Joder no!
— ¡No toques a ninguna de las dos! — Siento como una lágrima rueda por mi mejilla, Edgar al verla pone su dedo en mi mejilla y se lo lleva a la boca.
— Por alguna extraña razón tus lágrimas tienen un sabor dulce, entonces Esmeralda ¿A quien quieres que asesine primero? — No podía hablar, las lágrimas ya me estaban inundado — Bien — Edgar se acerca que saca de mi bolsillo mi teléfono.
— ¡No mi I Phone 7! — Logro decir entre hipos.
— Ya vengo querida, pero no vengo solo — Su maldita sonrisa la detesto, sale de la habitación y mi única compañía son las voces...
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¿Que hará Esmeralda?
¿Que le pasará al i Phone 7?
¿Quien quiere que muera primero?
#TeamAlicia.
#TeamEmily.
#QueSeMueranLasDos.
Faltan 6 capítulos para que "Mi Gemela 2" llegué a su fin.
Este en mi capítulo favorito :)