Woods Kiss.
Barbara's POV.
-¡Un beso! ¿En qué estabas pensando, Barbie? -Papa exclamo al borde de irse de Australia y venir a Inglaterra.
-Lo siento, ¿si? -Exclame. -No pretendía besarlo.
-Podías hacerlo en un lugar más privado, Bárbara. ¡No al frente de la oficina del director! -Papa se sacó sus lentes y se pasó las manos por la cara. -Te suspendieron, Barbie. ¿Sabes que significa eso?
-Si -Susurre. -¡Pero lo juro...!
-No, Barbie. -Papa negó con su cabeza. -Pensé que podrían sobrevivir un mes, pero apenas llevan dos semanas. ¡Dos!
Nunca había recibido un regaño de papa, y hizo me hizo sentir mal. También me sentía mal por besar a Drew, quien ahora estaría haciendo sus maletas para volver a Nueva Zelanda.
No quería que se fuera.
No estaba enamorada, ni siquiera me gusta, pero Drew se había convertido en alguien importante para mi. El es mi mejor amigo.
Me sentía culpable por hacer que Mía y Tara también sufrieran.
Me sentía culpable por todo, y escuchar a papa no lo mejoraba.
-Barbie... -Papa susurro. -No llores, si.
Estaba sollozando. -Lo lamento -Cerré la pestaña cortando la llamada por Skype.
Me levanté lentamente y me tire en la cama gritando a más no poder. Sentí mi garganta quemar pero no me importo, siempre arruinaba todo.
-¿Bárbara? -La voz inconfundible de Harry me hizo salir del trance.
-¿H-harry? -Susurre entrecortadamente. -¿Qué haces aquí?
Llevaba el uniforme de fútbol y estaba sudado a más no poder, sostenía su casco protector en su mano derecha y respiraba entrecortadamente.
-Mía me mando a buscarte -Harry entro a la habitación. -¿Estas bien?
-No. Vete -Solté cortante.
Escuche como Harry bufaba. -Se lo de la suspensión, Barbara.
-¿Y...? ¿Vienes a restregarme en la cara que al fin te desharás de nosotras? -Bufe cabreada.
-Nunca lo haría -La voz de Harry sonó gruesa. -Todo fue un error, mira ahora, soy amigo de tu gemela.
Me sentí mareada con solo escucharlo. -Vete.
-Como sea, llamare a Mía -Escuche como Harry cerraba la puerta de un portazo.
No aguante más y estalle en un mar de lagrimas, maldita sea. Me levanté tambaleante y camine hasta la puerta la abrí y tuve que entrecerrar los ojos a causa de la luz.
Mire a el pasillo derecho y solo encontré millones de puertas cerradas.
Camine apoyandome en las paredes hasta que al fin llegue a las escaleras, puse un pie en un escalón y el otro en otro escalón.
Baje así pero ni iba por la mitad. Mire hacia abajo donde Harry sostenía su teléfono y hablaba duramente.
«No quiero que se vaya» fue lo único que pude captar de la conversación.
Puse un pie en otro escalón pero no me di cuenta de lo tal lejos estaba y caí en falso, mi cuerpo choco con las escaleras y así mi cabeza, y todo yo. La visión la tenía nublada, al fin todo paro y me encontraba en el suelo boca arriba respirando entrecortadamente, tenía un fuerte dolor de cabeza.
«¡Bárbara! ¡Barbara!» la voz de Harry sonó lejos a pesar que podía ver -nublosamente- su rostro a centímetros del mío. «¡Mamá!» Harry grito.
Luego sentí varios pasos retumbar en el suelo de mármol. Sentí algo líquido en mi cabeza, estampe mi palma allí y al separarla la mire, ahogue un grito al verla cubierta de sangre.
La directora apareció y consigo mi memoria desapareció.
Mia's POV.
El partido hasta el momento iba a mi favor, nuestro equipo iba ganando. Cada vez que anotaban sentía una oleada de felicidad pero luego desvanecía al ver el rostro de Michaels.
Niall ya había anotado, y Harry también aunque este último desapareció de la cancha. Tomlinson el mejor amigo de Harry entro en sustitución del ruloso, y resulto ser muy bueno.
A mi lado, esta Trent con su novia, una simpática rubia irlandesa, Gretta. Gritaban conmigo cada vez que anotaban y hasta nos reíamos cuando el equipo de Cambridge fallaba.
A mi otro lado, tal vez estaba el gay más simpático de este universo, estaba solo sin embargo parecía estar entretenido mirando al que escuche llamarle, Shawn. Un jugador de Cambridge. Inmediatamente congeniamos. Thomas o como le gusta que lo llamen «Tommy», estaba tan entusiasmado con la idea de tener un hermano gemelo que le conté que yo tenía una, casi desvanece.
O en sus palabras, «Me muero muerto».
Los del Cambridge eran muy malos, como había dicho Niall. De hecho, podían ser modelos pero no jugadores. ¿Que?, son guapos.
Uno en especial, me había llamado la atención, no parecía concentrado en el juego, ni parecía querer estar allí. Carson -según su uniforme- parecía estar en otro mundo.
En el descanso le dije a Tommy que me esperara y salí corriendo detrás de Carson.
-¡Hey, tú! -Le grite pero ni me miro, a cambio la mayoría de los de Cambridge me miraron, consigo... Cameron. -¡Carson! -Grite antes que Cameron se adelantará y viniera hacia mi.
Carson me miro un poco asustado, le hice señas de que viniera y el corrió hacia mi.
-¿Hola? -Exclamo con un ceño fruncido.
Un relámpago de recuerdos me golpeo al ver aquella conocida cara.
-¿Aaron? -Dije ahora sintiéndome más confundida.
-Si. ¿Nos conocemos? -Aaron pareció tragarse una risilla.
-¡Claro que si, estúpido! -Exclame. -¡Mía Palvin, verano 08! ¡Scouts! -Susurre la última palabra.
Aaron pareció buscar en sus recuerdos aquel verano. -¿Mia? -Abrió sus ojos.
-¡Hey! -Le salude más confiada.
-Mucho tiempo, eh Mía -Aaron sonrió.
-Si -Exclame emocionada. -Esto es demasiado raro, encontrarte aquí en Londres.
-Si, volví luego de aburrirme de mi familia -Aaron se encogió de hombros.
Era cierto, Aaron ya tenía la edad suficiente para valerse por si mismo. Sonreí.
-No puedo creerlo -Hablé mirando de reojo a Cameron que parecía estar concentrados en nosotros.
-Ni yo -Aaron soltó una risa. -El chico de allá nos ve -Señalo con la barbilla a Niall.
Niall me hizo muecas absurdas y me despedí de Carson y volví con Niall.
-¿Qué pasa Niall? -Sonreí.
-¿Lo conoces? -Señalo a Aaron quien discutía con Cameron.
Oh no.
-Um, si. Vivía en California -Sonreí preocupadamente, no quería problemas entre Cam y Aaron.
Niall se levantó y volvió a la cancha al escuchar el silbido de el coach.
Faltando varios minutos el partido se dio por concluido, y así mi gran celebración. Habíamos ganado limpiamente. Baje impotente a felicitar a los de nuestro equipó, topandome con Aaron quien le abrace, con Taylor quien me saludó -Y ni puta idea de quien es- y con Cameron al cual fue ignorado olímpicamente por mi.
-¡Liam! -Llame al muy borracho amigo. -¿Y Niall?
Liam señalo el bosque. -Corrió hacia allá -Hipo tomando de su trago.
Y allí me encontraba yo, en medio del bosque a las 1:34 de la mañana con la lamparita del iPhone buscando a Niall.
-Viejo, esto parece el bosque de Harry Potter. -Exclame para mi misma. -¡Sal, Voldemort! ¡Espectro-Patrunus! -Exclame levantando mi celular.
Mierda, ahora estoy loca.
Una risilla me hizo pegar un gran grito pero ceso al ver a Niall sentado en una gran roca tirando piedritas al lago haciendo una secuencia de tiros.
-¿Estas bien? -Susurre mirando su semblante melancólico.
Niall negó con su cabeza ahogando un sollozo.
-¿Estas llorando? -Y allí estaba la pregunta más estúpida que alguna vez pude hacer.
Sin esperar respuesta lo abrace fuertemente sintiendo sus latidos ahogados.
«Un ataque de pánico» mi subconsciente aviso.
Lo apreté entre mis brazos como la vez pasada pero nada paso. Presa por el miedo me separe de Niall. Estaba pálido, y decaído.
-Niall, mírame -Hablé levantando el mentón de Niall.
Niall levantó su mirada rojiza y sin decir ninguna palabra más estampo cuidadosamente sus labios con los míos.
Mi pulso salió disparado a mil y sentí como el de Niall se unía al compás del mío creando una sinfonía que ni el mismísimo Beethoven pudiera comprender.