Si usted ha sido brutalmente roto, pero todavía tiene el valor de ser gentil con los demás, entonces usted se merece un amor más profundo que el océano"
Acción Poética Colombia.
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Agarré un vaso de plástico, me serví café y comencé a beber esa deliciosa bebida.
Me siento por unos minutos en la silla de madera...
Dejo caer aquél líquido en mi garganta. Que delicia.
Me pongo a pensar en mi. Me llamo Emily Miller, tengo 22 años, estudio dos carreras para después estudiar otras dos más, no tengo familia, solo tengo una hermana que esta muerta pero por alguna razón ella esta aquí conmigo, no se que carajos voy hacer.
Agarro la mano de aquella mujer difunta, la tenía fría y estaba pálida.
Obvio estaba muerta.
Los ojos de mi tía están abiertos, ella siempre a querido morir con los ojos abiertos. Me di cuenta que el amor entre mi tíos eran infinito, ellos habían pedido en el pasado, ser enterrados juntos, que mal que mi tío se volvió cenizas, pero eso se arregla con una escoba, una pala, y un frasco.
Entraba y salían personas, todos tenían expresiones diferentes, algunos estaban tristes, otros asombrados, y algunos se le reflejaban la alegría.
Hasta habían personas que me señalaban, ya que era la heredera de los millones de mi tíos, pero eso no los va a regresar a la vida, así que los done todo.
Nah mentira... Tampoco soy tonta.
Suelto la mano de esa mujer.
— Hola Emily — Dice Derek quién aparece de repente.
— Hola Derek — Lo quería abrazar, pero eso no es lo mio.
— ¿Estas bien, Emily?
— Si, estoy bien, solo quiero irme a casa, las malas vibras me están llegando — Derek me observó por un momento, y en unos segundos ya estaba alrededor de mi cuerpo...
Jamás me habían dado un abrazo tan...
Familiar.
— Creo que tu y yo somos iguales de fríos, también odio los abrazos pero esta vez es diferente — ¿Que? Y como este hombre sabe que no me gustan los abrazos.
— ¿Como lo sabes? — Pregunto.
Él lo piensa por unos segundos y dijo — Tu tío me lo había dicho.
Oh bueno, ya no tengo esa loca idea de que él era un psicópata que me espiaba.
No creo.
Siento el teléfono vibrar en mi pantalón, era un mensaje de Esmeralda.
Esto jamás salé bien
WhatsApp.
Esmeralda: ¡Derek!
Emily: Si, ¿Que tiene? :/
Esmeralda: Nada, solo que me parece conocido
Emily: ¿A ti también?
Esmeralda: Seh, ahora si, quiero que nos veamos en la plaza a las 12:00 am ¡Tengo un dato importante!
La dejo en visto y sigo hablando con Derek.
Amo dejar a las personas en visto.
— Entonces ¿Nos vamos? — Dice Derek agarrando mi bolso.
— Si.
(***)
Llegamos a la casa y todo estaba en completo silencio, faltaba la voz chillona de mi tia, los pasos de mi tío, todo falta en esta casa.
— Emily, yo me tengo que ir, pero llegaré en unos minutos — Dire Derek
— Bueno, estaré durmiendo.
— Esta bien.
Quedo sola en aquélla mansión.
Sola...
Me tumbo en el mueble y agarro mi teléfono, comienzo a revisar los mensajes de las personas que me dan el pesame y solo contesto con un: Gracias :')
Odio a esas personas, por que coño deben existir esas personas, por que no agarrar una pistola y matarlos a todos.
Fuéramos un mundo mejor.
Aún que acabaríamos con la mayoría del mundo, aunque no importa ¡Menos contaminación!
Cuando ya tenía los ojos casi cerrados escuchó unas risita fastidiosa, una risa que me parece conocida. Me levanto y comienzo a buscar de donde viene esa risa, hasta que me doy cuenta que viene del sótano.
Las risas se volvieron más fuertes, y el miedo que tenía por dentro comenzó a salir.
Quise salir corriendo pero algo me tenía ahí, en frente de esa puerta toda mal gastada. Aún las risas estaban, me estaban volviendo loca.
Las risas cesaron, y ahora se escucha el completo silencio hasta que siento una pequeña voz en mi espalda que conozco a la perfección.
Marcos...
— Emily, cargame — Me derrite esa voz, el siempre me pedía que lo cargara, ese era como su encanto — Emily Cargame.
Cierro mis ojos y volteo, cuando los abro ya no se encuentra nadie...
Hasta que siento unas diminutas manos en mi cara.
— Adivina quién soy.
Las risas venían de todos los lugares, pero el más fuerte era del sótano..
Ya las pequeñas manos se habían quitado de mi cara, en realidad no me sorprende.
Narrador omnisciente...
Por ese pequeño hueco que estaba en la puerta de madera, se podía ver la mismísima oscuridad, Emily tomo todo el aire posible y entró a esa habitación. Con pasos sigilosos bajaba las escaleras para no hacer ningún tipo de ruido, pero ese intento fue en vano, ya que la madera estaba vieja y podría oírse un horrible ruido. Emily determina la habitación. Era muy pequeña, las paredes estaban llenas de grietas y moho, el suelo se estaba desmoronando, y no hablar del techo, pero lo más raro de todo era que había un olor a sangre. Puso su mano en la pared buscando el dichoso corruptor de luz, no había al parecer, a Emily se le ocurre una mejor idea, con las manos temblorosas agarra el teléfono.
Busca el corruptor de luz de nuevo.
Nada...
Pero algo pasa, el aire esta muy tenso, y el olor a sangre se hace más fuerte haciendo que Emily se lleve sus manos a la nariz.
Siguió caminando por todo el sótano.
Estaba cansada de buscar la razón de esos sonidos, así que se fue retirando con pasos lentos a la puerta, pero algo le llamó la atención.
Unos dibujos que al princiypió eran inocentes, que después se hicieron más demoníacos.
Las cabezas sueltas, los brazos sueltos, sangré en esos dibujos, pero...
Ese color carmesí no era causa de una crayola.
Acercó su dedo a el dibujo y efectivo, era sangre.
Iba a gritar cuando de repente escucha un llanto, para Emily, ese "llanto" era similar al de su pequeño hermanito Marcos.
Pero todos sabemos que él no es una buena persona.
Emily voltea su cabeza y pudo ver un bulto que estaba en la esquina del sótano, aún ese lugar daba miedo. Era tan pequeño y tenebroso.
Emily fue caminando hacía ese bulto, pero algo pasa.
Ella pisa algo...
Cuando baja la mirada encuentra un dedo.
El miedo ya se apoderó de Emily, estaba temblando, quería correr pero no podía.
A Emily le estaban cayendo pequeñas gotas carmesí, hasta una le entró en su boca.
Cuando alzo la mirada vio el cuerpo de una mujer rubia.
No tenía brazos por alguna razón.
Las gotas caían a montón, la mujer de repente abrió los ojos, pero no tenía ojos.
— A la verga — Dijo Emily.
Emily estaba en shock. También pudo observar que el cuarto estaba lleno de muñecas de porcelana, que la miraban fijamente.
Volteó la mirada a ese bulto.
Pero ese bulto estaba tomando forma humana, hasta que Emily lo vio.
Sus labios carmesí, sus ojos marrones, y su cabello marrón, tenía en la mano una "Barbie"
— Emily — Dijo Marcos — Mira. — Agarró la cabeza de aquella muñeca y la separó de su cuerpo, lo más extraño de todo era que a la muñeca le salía un líquido rojo.
Marcos camino hacia Emily.
Pero Emily al fin reaccionó y salió corriendo, pero Marcos era más rápido que ella, le agarra los pies haciendola caer al suelo, Emily patea su cara pero era como una piedra. Marcos con sus pequeñas pero letales uñas le rasguña toda la ropa a Emily, el aire cada vez estaba más tenso, ya toda la ropa de Emily estaba en suelo.
— ¡Ayuda! — Grita Emily, pero como se ve, nadie la puede oír.
— Ya vas a ver Emily Miller, vas a pagar por todo ¡Por todo! Además nena vos éstas sola por el mundo.
La luz de explota, no podía ver absolutamente nada, hasta que siente que algo le cae a Emily.
Y ese algo era el cuerpo de esa mujer.
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¿Que pasará?
¿Que hará Emily?
¿Sera esto verdad?
¿Argentina o España?
Perdón por el repentino cambio de narrador, es que no quería dejarlos esperar hasta el próximo capítulo.