Serena se levantó con pesadez después de haber estado de rodillas vomitando en el escusado, su rostro estaba un poco pálido y sus mejillas sonrojadas, tomó la toalla y después de echar agua a su rostro se limpió, ella salió del cuarto de baño encontrándose con su madre en el pasillo quién le miró preocupada.
—Cariño, te levantaste de repente de la mesa —le dijo colocando su mano en el hombro de la rubia.
—Perdón, es que me dio mucho asco la comida y termine vomitando —comentó con una sonrisa nerviosa.
—¿No quieres ir al médico? —Preguntó acomodando los cabellos de su hija con delicadeza —se cumplen cuatro días desde que te noto que estás un poco enferma —agregó pero la rubia negó con una sonrisa.
—Empecé a sentirme asi después de todo lo sucedido con Darien, terminamos en malos términos y eso me afectó bastante, es todo —le justificó con tranquilidad —te prometo que estaré bien —añadió para luego dirigirse a la planta baja, Ikuko le observó detenidamente para después suspirar y seguirla.
[...]
Los Tsukino se encontraban en el campo de entrenamiento, Kenji e Ikuko observaban a sus hijos quienes entrenaban sus golpes contra unos sacos colgados.
—¿No has notado los padecimientos de Serena? —Le preguntó a su esposo por lo bajo.
—Me preocupa, pareciera que está agotada la mayoría del tiempo, casi no come y padece de vómitos —respondió Kenji con seriedad notando que su hija comenzaba a respirar agitada conforme atacaba aquel saco.
—Kenji, esos síntomas me parecen familiares —le susurró a su esposo quien dirigió su mirada a su mujer quien mostraba nerviosismo.
—¡Serena! —Gritó de pronto Sammy a lo que la pareja volteo enseguida notando como su hijo se encontraba al lado de su hermana que estaba inconsciente en el suelo, ambos padres corrieron a ambos.
—Cariño, ey —le llamó Kenji tomando sus manos mientras Ikuko se colocaba a la cabecera y colocaba con delicadeza la cabeza de su hija en sus piernas.
—Toma en tus brazos a Serena y vayamos al auto —le dijo Ikuko elevando su mirada hacia su esposo con seriedad —esto me esta preocupando —Kenji asintió y cargo en sus brazos a su hija para dirigirse al auto, Ikuko y Sammy se miraron entre sí con preocupación para después seguir a la cabeza de la familia hacia el coche.
[...]
Serena bajo del auto en silencio siendo seguida por su familia quienes se dirigieron a la puerta de la casa.
—Serena... —Articuló Ikuko viendo a su hija quien desvío su mirada con seriedad.
—Iré a dar una vuelta al parque, necesito un respiro —dijo Serena con seriedad y antes de que alguno pudiera decir algo ella se encaminó a la avenida.
—¡Serena! —Le llamó Kenji con intención de ir por ella pero su esposa colocó su mano en el hombro de él deteniéndole.
—Sólo... —Tomó una bocanada de aire —dale su espacio —terminó por decir Ikuko con dulzura a lo que el señor Tsukino asintió entrando a la casa junto a su hijo, Ikuko dirigió su mirada a la avenida para después adentrarse a la casa.
[...]
Serena había mandado un mensaje a sus amigas por el chat diciendo que sería bueno reunirse en el parque logrando recibir una respuesta confirmatoria por parte de todas.
Ella duro algunos minutos en el parque caminando tratando de despejar un poco los nublados pensamientos que pasaban por su cabeza, de pronto un ligero malestar la albergó seguido de un escalofrío que la hizo voltear instintivamente hacia atrás encontrándose con personas nada agradables.
—Chiba Darien... —Musitó la rubia con cierto desdén mientras de manera inconsciente colocaba su mano izquierda en su vientre plano.
—¿A que se debe su hostilidad, querida? —Le preguntó con ironía aquel pelinegro.
—No voy a jugar a esto —murmuró irritada dando la vuelta para irse pero Mariko la interceptó.
—Admito que fue malo que todo se descubriera rápido —dijo con fingido tono de aflicción, la rubia de un solo movimiento se apartó del centro mirando a ambos de frente.
—No estoy nada dispuesta a permitirles que me quiten el Cristal —habló la rubia con firmeza mientras sentía como el parque iba quedando sin gente de la nada.
—¿Quién dijo que no nos lo darás? —Cuestionó una voz masculina a su espalda haciendo que Serena girara precipitadamente encontrándose con un chico castaño quién de improviso lanzó una patada dirigida a su abdomen, Serena interceptó aquel golpe rápidamente y correr cierta abrumación evitando el impacto, ella enganchó sus manos a la pierna de aquel sujeto y apoyándose en su eje la rubia logró desequilibrarlo y tumbarlo lejos de ella.
—¡Te dije que no la subestimes, Kirigaya! —Le gritó Mariko con irritación.
—Es interesante si la chica es fuerte —murmuró con sorna el castaño levantándose del suelo para consiguiente acercarse a una rapidez descomunal a la rubia apuntando su puño al abdomen de la chica quién en acto reflejo logró volver a bloquearle, Serena con esto lanzó un buen golpe al chico a la altura de la yugular desorientandolo y dándole oportunidad a Serena a apartarlo de ella, está vez Darien, Mariko y Kirigaya intentaron llegar a ella en conjunto cuando una lluvia de flechas de fuego que los interceptó.
—Intenten tocarla y los quemare vivos —amenazó Sailor Mars mientras les apuntaba con su Saeta Llameante.
—Me parecía extraño que aún no hicieran acto de presencia —expresó Darien con burla.
—Debiste rezar de que no apareciéramos que me encargaré de darte una buena paliza —dijo Sailor Uranus quién trono los dedos de su mano derecha y miró con desdén al pelinegro.
—Traicionar a nuestra princesa es un gran pecado, no esperes misericordia —habló Sailor Pluto con tranquilidad mientras apuntaba su cetro granate a sus enemigos.
—De verdad que quieren a su princesa —murmuró Mariko con ironía —lastima que pronto la perderán —sonrió ladinamente.
—Pasa primero sobre nuestro cadáver —musitó Sailor Júpiter entre dientes.
—Hecho —afirmó Mariko con burla —¡Estén de pie penumbras de las almas en pena y acaben con mis enemigas! —Exclamó con fuerzas provocando que la tierra temblara, los árboles se sacudieran con frenesí y las aves se alejaran volando despavoridas.
Un montón de sombras emergieron del suelo rodeando a las guardianas del sistema solar, Serena se transformó rápidamente al mismo tiempo que Sailor Saturn y Salir Venus la protegían del ataque de dos sombras.
Una feroz batalla empezó entre las guerreras, aquellos seres y sus principales adversarios, Uranus y Neptune se lanzaron directo sobre Darien quién había intentado atacar por la espalda a Sailor Moon, del otro lado Saturn y Pluto se encargaron de Kirigaya quién al ver que Darien había sido interceptado pensaba atacar a la guardiana de la luna, las Inners se encargaron de mantener a raya a aquellas sombras mientras Sailor Moon y Mariko se encontraban peleando cuerpo a cuerpo lanzando uno que otro ataque de poder en el transcurso.
—No te dejare ganar —le dijo Sailor Moon con determinación.
—Yo ganaré, te lo aseguro, reclamaré ese cristal y después voy a lograr reinar
—dijo Mariko preparada para atacarla.
—¿Y que ganarías con ello? —La rubia esquivó otro de los golpes pero ya estaba cansada haciéndose notar en su ceño fruncido.
—Poder, respeto.... Todo —le respondió Mariko con simpleza.
-¡También ganarías soledad! ¿Eso es lo que quieres? —Agregó intentando distraer a Mariko para lograr invocar su cetro.
—¡Cadena de amor y belleza de Venus! —La guardiana de Venus logró atrapar y encadenar a las sombras.
—¡Fulgor del agua de Mercurio!/¡Trueno de Júpiter!/¡Saeta llameante! —Gritaron al mismo tiempo las guardianas de Mercurio, de Júpiter y Marte quienes con aquel ataque lograron acabar con las sombras.
—Grito mortal —Kirigaya fue golpeado por el ataque y Saturn lo encerró en su campo de fuerza.
-¡Maremoto de Neptuno!/¡Tierra, tiembla! —Las guerreras de Urano y Neptuno derribar a Tuxedo Mask quién perdió su transformación.
En el momento que ellos fueron derrotados Mariko se distrajo y esa fue la oportunidad para Sailor Moon, sacando su cetro invoco su ataque.
—¡Dulces luz de estrellas de las Sailor Scouts! —Invocó la guerra de la luna su ataque.
—¡No! —Exclamó Mariko con desespero, entonces la luz del ataque la envolvió totalmente y empezó a desintegrarla, en el momento que se hacia cenizas el cuerpo de Kirigaya también iba desapareciendo ya que después de todo él... Solo era una creación de ella.
Una vez desapareció Sailor Moon perdió su transformación y las Sailors se acercaron a ella rápidamente preocupadas al notar su tez pálida.
Mientras Darien era retenido por Uranus y Neptune.
—Les dije que no ganarían... —Le dijo Serena a Darien mirándolo a los ojos después se dio la vuelta dándole la espalda para mirar a las demás —Vayamos al templo, decidiremos qué hacer con él en el lugar.
—No... —Susurró Darien con la mirada al suelo mientras una sonrisa sombría se asomaba por sus labios. —No lo harán —dijo con determinación para luego lograr zafarse del agarre de Neptune y Uranus, rápidamente sacó un cuchillo de su saco abalanzándose sobre Serena con gran rapidez la cual instintivamente se giró enseguida para tomarlo de las muñecas con sus dos manos intentando que no le lograra encajar aquel arma en su cuerpo, las demás se quedaron paralizadas sin saber que hacer en aquellos segundos en los que el se abalanzó, ella lo bloqueó y donde después... Un gritó en medio de ese tensó silencio se escuchó.
[...]