... Pero salió huyendo después.
El viento soplaba lívidamente contra su rostro mientras trataba de calmar su rítmico corazón que por impulsivo logró congeniar, provocándole la irritación en sus mejillas por el pleno invierno. Está sentado en una banca vieja y sucia, lejos de todo el incesante barbullo que era su área de trabajo. Desde que JongIn se declaró frente a todos gay y tras dejar en claro que estaba enamorado de él, el caos que vino después no se pudo arreglar.
Todos parecían haber salido de la expectación que se prolongó demasiado tiempo ante la inminente sorpresa de enterarse que el señor Kim había ocultado su sexualidad por mucho tiempo y por consiguiente haberse enamorado de él siendo que ambos mantenían disputas de odiarse; pidiendo explicaciones como si ellos tuvieran que ver en todo lo que se había dicho, como si tuvieran el derecho a saber la vida de éstos al derecho y al revés, algo que odió KyungSoo desde que todas las miradas se posaron en él por explicaciones que ni siquiera pensaba darlas, ya que si JongIn no lo hacía por la simple razón de que era muy reservado con su intimidad, ¿por qué él debía darlas para no quedar mal ante ellos?
Agradecía un poco la ayuda de SooJung por aclarar las lagunas, escuchando atentamente cómo ésta le decía a todos que no era de su incumbencia la relación que tenían con JongIn y que los únicos responsables de todo eran ellos mismos por alzar rumores erróneos y hacer que JongIn llegase a esas circunstancias. Se sintió de repente muy abrumado al tener tantas miradas que juzgaban a JongIn y al mismo tiempo calificarlo a él como un mentiroso.
No soportó mucho, ni siquiera se quedó a escuchar las frías palabras del moreno en cuanto se separó de él, porque prefirió escapar de todo ello como un día le había enseñado su hermano hacer cuando sintiera que lo se estaba ahogando. Estaba feliz de que JongIn haya confirmado su relación frente a todos, pero aun así se sentía como que lo hizo por obligación al ver su alteración por los rumores. Entendía que el moreno lo amara pero KyungSoo creía que fue un grave error divulgar a los empleados, por no decir a todo el hospital, que estaban en una relación.
Jugó con sus manos enguantadas, mientras su celular vibraba en el bolsillo de su abrigo. Intuía que era JongIn, más no quiso confirmarlo. Honestamente pensaba dejar que las cosas se calmaran, que el caos y los cuestionarios cesaran, y una vez sentir que había pasado una eternidad poder volver por sus cosas y marcharse a su casa. Eso estaba pensando ahora, debía descansar y pensar en lo que luego sucedería si aquello llegara a los oídos de los Kim.
Tomó una bocana de aire y trató lo mejor posible en de no sacar su celular y atender los llamados. Cuando ya se cansó de sentir su cadera vibrando como quinientas veces, y luego de contarse seguidamente los autos que pasaban rápidamente al frente de él y las personas se aglomeradas para esperar el colectivo, atendió estúpidamente la llamada de BaekHyun.
—Déjame en paz.
—Sólo quería avisarte que JongIn va ahora mismo hacia allá —KyungSoo al oírlo, se encogió de hombros, acertando que su amigo le dio su ubicación—. ¿Por qué te fuiste? JongIn me contó que lo hiciste sin siquiera decirle a dónde te ibas.
—No me dio tiempo a hacerlo. ¿Sabes? Tener a tantos pidiéndote un resumen de todo estaba agotándome demasiado. Les interesa más la vida de JongIn que las propias, y por increíble que suene, deberían fijarse en ellas no en la nuestra como si ellos fueran nuestros familiares.
—Estás molesto.
—No... estoy atemorizado. Siento terror de que me detengan en los pasillos para hacerme preguntas. Lo he visto en muchas ocasiones, esa vez en la que Lay confirmó su relación con JunMyeon y ambos tuvieron que cargar con las preguntas de muchos. E incluso, preguntas incómodas porque si no mal recuerdo en ese tiempo el hospital no se comportaba bien ante una pareja homosexual, o al descubrir que había una allí.
—Pero lo de ustedes ya es formal y no creo que sea como esa vez —aseguró suavemente.
KyungSoo suspiró levemente, mirando el cielo bañado en nubes. Se avecinaba una tormenta. Qué ironía.
—Es lo mismo, Baek. Pero en este caso están los padres de JongIn. Hace unos días quería que esto fuera público, no podría vivir en forma secreta por mucho tiempo, pero ahora ni siquiera me importa un comino mis sentimientos.
—Estás diciendo estupideces.
—¡Hubiera querido que fuera secreto! Sabes que no soporto la injusticia de sentirme acosado por todos y menos que los Kim se enteren y no perdonen a su propio hijo.
—Realmente me decepcionas, KyungSoo. Posiblemente los Kim sean homofóbicos pero eso no quiere decir que tomen abruptamente la sexualidad de su hijo. Según la vida y el tiempo, la sociedad va cambiando y no creo que todos aun quieran vivir en sus mentes cerradas. Todos tenemos un límite y cuando la sociedad comienza a acostumbrarse puede arreglarse.
KyungSoo increíblemente se sintió un poco relajado al oír las palabras de su amigo. Inevitablemente sonrió, tan solo un poco.
—Me has cambiado al BaekHyun limado.
—Sigues diciendo estupideces —se ríe en la otra línea—. KyungSoo, iré a cerrar ortos ahora mismo. ¿Recuerdas a la universitaria Isa, la extranjera, la que estudia enfermería y viene a visitarnos para aprender? Bueno, iré a matarla. Encontré mensajes de ella en el celular de ChanYeol. Deséame suerte. ¡Ah! ¡Y suerte!
—Suer-... —y no pudo acabar porque la llamada se cortó prontamente antes de que siquiera pudiera completar la palabra. Estaba rezando por Isa, esa muchacha de cabello castaño y ojos azules, porque BaekHyun no se convertía en una persona amable, usaba sus conocimientos de ginecólogo para ahuyentar personas.
Se inclinó un poco para guardar su celular y vio la sombra de alguien acercándose lentamente hacia él, y luego fue cubierto por ésta completamente. Era JongIn. Podía reconocerlo con el recuerdo de ese perfumen tan dulce o por esos zapatos negro perfectos que decía a gritos cuán caros eran. Tembló alzando la cabeza, y se encontró de repente con el suave y pacifico rostro de este.
—Vamos a cenar ésta noche —se sentó junto a él. JongIn estaba con las manos dentro de su abrigo y con la boca cubierta por la bufanda abusadamente gruesa, donde claramente sólo se podían ver las comisuras de sus labios al sonreír.
—¿Cómo estás tan tranquilo? —Es que no podía creerlo, se veía tan normal y seguro que KyungSoo no podía verse más humillado. Estaba ahogándose en un vaso de agua—. ¿Por qué? —preguntó refiriéndose a lo anterior—. ¿Por qué no me previste?
JongIn suspiró y se acomodó a su lado, acercándose a su cuerpo en busca de calor. Tomó su mano cuidadosamente y la acarició por encima de la tela del guante.
—Sabía que te ibas a poner mal con todos esos rumores, que por cierto fue parte de la bocaza de algunos de los enfermeros que me vio con SooJung. La fui a buscar porque tenía que hacerse un chequeo de embarazo, pues no sabía por qué no le llegaba el periodo y su apetito aumentó, hasta subió de peso —KyungSoo tembló. ¿Un bebé de JongIn?—. Y todo se malinterpretó.
—¿No-no está embarazada?
JongIn hizo una mueca.
—Aun no lo sé —se encogió de hombros mirándolo con ternura—, pero no te alarmes si llega a estar porque no puede ser mío.
—¿Cómo estás tan seguro?
—No he tenido relaciones con ella desde hace un año, por lo que sé que no sería mío. Y aparte, estaría de semanas o de un mes si llegase a estarlo. No lo sé exactamente. Por amistad y gran cariño fui a ayudarla con pedirle cita yo mismo para estar seguro, ya que TaeMin no pudo acompañarla por su gira.
—¿Quién es TaeMin?
No entendía nada.
JongIn sonrió dulcemente.
—Es tema aparte.
—Está bien —masculló mirando hacia otro lugar que no fueran los ojos del menor—. JongIn... ¿por qué no me dijiste lo que ibas a hacer?
—Porque se dio en el momento, KyungSoo —ante la expresión dolida del mayor, aclaró—. Iba a confirmar lo nuestra pese a quien le pese, no importaba todo este malentendido de esta mañana, igual lo iba a hacer. Pero ver que la cosa se forzó a ser de otra manera, tuve que aclararlo ahora más que nunca. Lo supe porque me estuviste esquivando toda la mañana y fue horrible de tu parte, hyung.
—Yo no...
—No te preocupes, lo entendía de todas formas. —Bajó la vista para enfocarse en la mano del mayor, jugando con ella para después abrigarla dentro de su abrigo, bien amarrada a las propias.
Al menos KyungSoo se sentía aliviado con eso, sin embargo estaba asustado. ¿Qué pasaría con los padres de JongIn? Ante el cambio de expresión de KyungSoo, el menor carraspeó sabiendo lo que en la mente de su ahora oficial pareja pasaba.
—No te preocupes por ellos ahora. Mamá quizás esté días sin hablarme, pero lo entenderá. MinGyu es razonable y no está de acuerdo a lo que mi familia implanta, así que él no es problema.
—¿Y tu padre?
JongIn se quedó callado, bajando la mirada con una notable preocupación. KyungSoo sabía que el señor Kim no era la persona más amable de la tierra y su odio contra las personas que no siguen la ley de la vida va más allá de una simple homofobia.
—Él... no lo sé. Papá... uh, no lo comprenderá. No acepta lo desconocido y es un hombre fiel a su orgullo y apariencia, por lo cual aceptar que tiene un hijo gay no está en sus planes. Posiblemente fuera a arder el hospital cuando escuche por allí sobre lo que están diciendo de mí, me defenderá a escudo y puño, porque él no creerá en ellos hasta que yo le diga la verdad. Pero después... cuando sepa..., no lo sé, con él es difícil de saber pero ya te harás un idea.
KyungSoo se acercó rápidamente, sacando la mano en donde estaba, la acarició. Se inclinó un poco y dejó un casto beso sobre ella, besando amorosamente su mano. Estando fuera de un lugar cerrado, a la luz del día y a la vista de todos, no podía mostrarse muy detenidamente y lo poco que podía hacer era eso, besar su mano o acariciarla. Debían ser reservados.
—KyungSoo —este lo miró a los ojos—, ¿me seguirías aceptando cuando no tenga nada que ofrecerte? ¿Seguirías amándome cuando quede completamente solo? ¿Lo harías?
KyungSoo no dudó en responder. Sonrió.
—Lo haría sin importar en dónde estés parado, si aquí o a millones de años luz. Estaría contigo siempre, JongIn.
—Pero no tengo ya nada que ofrecerte.
El mayor no pudo evitar reír, de verdad que no quería hacerlo en un ambiente poco produciente, pero se rió suavemente ante lo que decía JongIn. ¿Es que no entendía? Vio la tristeza en el menor y se arrepintió de haberse reído de algo que se supone era algo serio.
—JongIn, no soy una mujer que trabaja de ama de casa o algo por estilo, tengo algo que también puedo ofrecerte. Puedo trabajar, puedo hacer cosas para ayudarnos mutuamente, pero no es necesario que pienses de esa manera; no debes ofrecerme nada porque ya me has ofrecido mucho —lo tomó del mentón ignorando lo que un principio aseguró y dejó un suave beso en los labios del menor.
—KyungSoo...
—No hace falta el dinero cuando hay química, ¿lo sabes verdad? —pronunció lentamente, aferrándose a la mano del moreno—. Voy a estar contigo y sabes que no podría hacerte falsas promesas cuando he estado muriendo por ti desde hace mucho.
JongIn esta vez, con las mejillas rojas y viéndose desconocido de esa manera tan adorable y sumisa, algo que amó el mayor, sonrió enternecido.
—KyungSoo, te amo.
—Yo también te amo.
Y era verdad, KyungSoo no se habrá enamorado en vano y menos por alguien que en su momento fue prohibido. JongIn debía entender que lo amaba y que a pesar que se quede sin casa, sin ropa o hasta sin un título por el cual luchar, siempre lo iba a tener a su lado. No importaba si había que enfrentarse a su padre, que es el miedo de todos cuando algo sale a la luz. Tampoco importaba realmente quedarse sin nada y en la ruina, uno podía levantarse de ahí y salir a flote nuevamente sí quería de verdad salir. Quizás el miedo de JongIn era quedarse sin su familia, ser menospreciado por su padre; y tener a su madre y hermano para él no era suficiente, él necesitaría a la persona que realmente le enseñó muchas cosas.
Enfrentar los problemas era lo mejor y KyungSoo lo entendía; escapar de ellos podría ser peor que poder enfrentarlos. Y si los dos estaban juntos, quizás el señor Kim reconsideraría las cosas. Aunque... ¿podría? KyungSoo trataría de ser el sostén del menor cuando el quiebre llegara, estaría ahí para él hasta que ya no pudiera más.
KyungSoo quería seguir el resto de su vida cuidando del corazón de JongIn.