El comienzo del todo.
-De acuerdo, mañana ayudaré con la clase infantil de repaso-Yuuri suspiró y salió del recinto.
Llevaba varios años dando clases, le encantaba lo que hacía, pero esperaba tener el sábado entero para descansar, puesto que había sido una semana llena de trabajo.
Podía negarse, podría haber dicho al director que buscara otra persona que pudiera impartir los cursos de repaso. Podía decir que no al director, pero no podía negarse a los niños.
Por eso se dirigió a su hogar y se dispuso a descansar, ya dejaría los demás deberes para el día domingo.
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-Buenos días, mi nombre es Katsuki Yuuri, seré su profesor el día de hoy -hizo una reverencia y los demás niños saludaron a coro -Me gustaría saber sus nombres, ¿Podrían presentarse?-.
-Mi nombre es Javier Fernandez y mi amigo se llama Yuzuru Hanyu -habló un niño que se encontraba en la parte trasera del salón, junto a él otro niño levantaba la mano.
-Un placer Javi y Yuzu -ambos niños sonrieron ante los apodos cariñosos.
-Mi nombre es Jean-Jacques -habló un niño sentado hasta delante.
-Mucho gusto, pequeño JJ -el niño sonrió enormemente.
-Mila y Sala -dijo una niña peliroja, señalando a otra niña.
-Un gusto conocerlas, señoritas -las niñas gritaron de emoción ante lo dicho.
-Otabek Altin -susurró otro niño, que se encontraba al lado de JJ.
-Beka, encantado de conocerte -Yuuri sonrió y el niño también lo hizo.
-No puede llamarle Beka -se quejó JJ, abrazando a Otabek -Solo yo puedo llamarlo así -.
-Entendido, entonces te diré Ota ¿te parece bien? -el niño asintió y JJ besó la mejilla de su amigo. Yuuri sonrió ante el gesto de esos dos.
-Yuuri-sensei mi nombre es Phitchi y él es Seung Gil -un niño pequeño habló levantando su mano en gesto de saludo, el niño a su lado también levantó la mano.
-En honor conocerlos, Phitchi y Seung -los niños tomaron su lugar y Yuuri se dispuso a empezar con su clase.
-Lamento la tardanza -habló un joven, recargado en la puerta, con la respiración agitada, seguramente llegó corriendo.
-¿Puedo ayudarle en algo? -habló Yuuri de manera amable, sonrió al ver a un pequeño escondido entre las piernas del otro sujeto.
-Mi nombre es Viktor Nikiforov, el es mi hijo Yuri, no hace mucho nos mudamos a este lugar, el director cree que es conveniente que asista a los cursos de repaso para que pueda nivelar su conocimiento con los alumnos de aquí -.
-Entiendo, un placer conocerte Yuri, mi nombre es Yuuri Katsuki y seré tu profesor -le dedicó una sonrisa al pequeño, pero este pareció apretar el agarre que tenía en las piernas de su padre.
-Vamos pequeño, sabes que tienes que hacerlo -Viktor se agachó, quedando a la altura de su hijo y acarició su mejilla.
-¿Puedes quedarte? Solo por hoy, por favor -susurró el pequeño rubio.
-Un placer, mi nombre es Jean-Jacques y el es Otabek, podemos ser amigos, así no estaremos solos -Jean le dedicó una gran sonrisa y Otabek sonrió sutilmente.
-Yuzuru y yo también podemos ser tus amigos -gritó otro niño.
Y así todos los demás se fueron presentando ante el rubio, diciendo que podrían ser todos amigos, para que así nadie estuviera solo.
Pero aún así, Yuri parecía no querer soltar a su padre.
-Señor Nikiforov, a mis niños y a mi nos encantaría compartir esta clase con usted y su hijo -Yuuri sonrió y les cedió el paso a ambos.
Entre risas, juegos, actividades y anécdotas, la clase del profesor Yuuri se pasó volando.
El pequeño rubio había sido apodado Yurio debido a tener el mismo nombre que el profesor, pero este lo había aceptado de buena manera, ya que se lo habían puesto sus nuevos amigos.
-Vamos JJ tu puedes -gritaron unos niños, en apoyo a su amigo.
-Yurio, demuéstrale de que estás hecho -gritaron otros.
-Tu puedes pequeño -gritó el señor Nikiforov, emocionado por la competencia en la que se encontraba su hijo.
-Ya saben la reglas, el primero que conteste de forma correcta las cinco sumas y restas que están en la pizarra, será el vencedor de día de hoy -habló el profesor, sonriendo emocionado por la alegría de sus pequeños alumnos.
-Buena suerte Yurio -ofreció su mano en gesto amistoso.
-Buena suerte JJ -tomó la mano de su amigo y le dio un apretón.
-Tu puedes Jean -gritó de manera avergonzada el pequeño Otabek, ganándose gritos y aplausos por parte de los demás en manera de burla debido al apoyo que este daba a su amigo.
-Bueno, recuerden que no pueden voltear a ver y que nadie puede decir las respuestas -todos los niños guardaron silencio -¡Comiencen!
Yurio tomó la delantera al responder las dos primeras con facilidad, JJ lo alcanzó de manera rápida, la tercera operación era una resta, ambos chicos estaban estancados, por ello Yurio decidió avanzar a la cuarta para así dejar al último la que se le complicaba contestar. Jean respondió la tercera, aunque no muy seguro del resultado. Pasó a la cuarta y vio que su compañero solo le falta la tercera, por ello se apresuró a contestar las dos restantes.
-Bien, han terminado al mismo tiempo, he revisado los resultados de las operaciones y me complace anunciar que ha sido un empate -Yuuri se hizo a un lado cuando vio que todos los niños se acercaban corriendo para felicitar a sus amigos.
-Eres un gran profesor -habló Viktor, sonriendo ante la alegría de los pequeños.
-Me gusta mi trabajo, me gusta verlos sonreír, me gusta ser el tipo de maestro al que respetan y quieren por lo que es, no por tenerle miedo -habló Yuuri con una sonrisa.
Viktor no puedo evitar pensar que esa persona era maravillosa.
-Buen trabajo Yurio -felicitó Otabek, dándole un abrazo al rubio. Este aceptó el gesto un poco tímido.
-Felicidades Jean -Otabek besó la mejilla del mencionado, como premio por haber ganado.
-Dedico esta victoria a mi querido Beka, quien ha estado conmigo desde que tengo memoria -Jean abrazó a su mejor amigo y los demás gritaban de emoción.
Yurio no pude evitar pensar que eran raros, ya que nunca había visto a dos amigos tan cercanos y que se dieran ese tipo de muestras de afecto.
Entonces, en medio de todo el alboroto, se escuchó el timbre, dando por terminado la jornada escolar de ese día.
-Fue un placer estar con ustedes hoy, que tengan bonito día -se despidió Yuuri al ver salir a todos los niños.
Los niños se despidieron uno a uno de su amado profesor, por primera vez sintiéndose tristes de que la escuela haya terminado.
-Fue un placer conocerlo, profesor Katsuki -Victor ofreció su mano.
-Lo mismo digo, señor Nikiforov- estrechó la mano que se le ofrecía y luego revolvió los cabellos del rubio -Nos vemos después.
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Yuuri se encontraba en su bello hogar, la semana había sido menos intensa que la anterior, así que debía aprovechar el día para hacer sus deberes hogareños.
Entonces el teléfono sonó.
-Director Feltsman, ¿en qué puedo ayudarle? -habló Yuuri.
-Puedes venir lo más rápido que puedas -la voz del director indicaba que estaba muy molesto.
-¿Sucede algo? -preguntó preocupado.
-Hoy Yuko se ha presentado a dar la clase de repaso y los niños han proclamado huelga hasta que tú no aparezcas, han hecho un alboroto en el salón, dicen que no se quedaran quietos hasta que tú llegues -el director se encontraba desesperado y se podía oír los gritos de los niños, exigiendo a su Yuuri-sensei.
-Voy lo más rápido que puedo -colgó el teléfono, tomó sus cosas y se dispuso a ir a la escuela.
Ya reprendería a los niños por el alboroto. Pero eso sería después de un gran abrazo a cada uno, después de todo él había considerado pedir dar la clase de ahora en adelante. Esos niños eran unos angelitos a los cuales no se podía evitar querer.
Comenzamos con esta aventura. Espero y me acompañen para saber que le depara el futuro a nuestro querido sensei.
Cabe aclarar que trataré de actualizar lo más seguido posible, aunque no prometo nada. Espero comprendan esto y tengan paciencia conmigo.
Los quiero mucho, nos leemos en la próxima. ByeBye. 💖