¿Podré con tanta sobreprotecc...

De pauliiaa___

567K 36.7K 19.2K

Antes que nada, que sepas que esta novela está protagonizada por los hijos de los personajes de "Del internad... Mais

Sinopsis.
Reparto.
Capitulo 1.
Capitulo 2.
Capitulo 3.
Capitulo 4.
Capitulo 5.
Capitulo 6.
Capitulo 7.
Capitulo 8.
Capitulo 9.
Capitulo 10.
Capitulo 11.
Capitulo 12.
Capitulo 13.
Capitulo 14.
Capitulo 15.
Capitulo 16.
Capitulo 17.
Capitulo 18.
Capitulo 19.
20. Reparto (nuevos).
Capitulo 21.
Capitulo 22.
Capitulo 23.
Capitulo 24.
Capitulo 25.
Capitulo 26.
27. Preguntas y respuestas I.
28. Preguntas y respuestas II.
Capitulo 29.
Capitulo 30.
Capitulo 31.
Capitulo 32.
Capitulo 33.
Capitulo 34.
Capitulo 35.
Capitulo 36.
Capitulo 38.
Capitulo 39.
Capitulo 40.
♥️Nota♥️
Nueva novelaaaaa.

Capitulo 37.

11.3K 818 707
De pauliiaa___


DALLAS POV.

– ¿Dónde está Dylan? – preguntaron mis tíos Luke y Madison acercándose a mí con el ceño fruncido. Nadie más escuchó esa pregunta, ya que se saludaban y hablaban entre ellos a saber de qué.

– Dylan no está aquí – respondí simple y serio – Tienen que escuchar cómo hemos terminado aquí, así que mejor siéntense con los demás. Lo contaré todo – expliqué tratando de evitar el contacto visual con ellos dos.

Me coloqué en pie delante de todos ellos como si fuera a dar una conferencia. Ellos escuchaban con atención cada palabra que salía de mi boca.

– Como sabéis, hoy llegaban a la casa dos nuevas personas – comencé – Nos repartimos los trabajos para estar más organizados. Skyler se quedaría sola en casa, recogiéndola. Yo no pude enterarme de que Dylan se había escapado de su deber y había ido también a la casa... Ambos estábamos peleados porque él seguía sin respetar a Skyler – suspiré y decidí contar solamente la parte importante – Cuando los demás llegamos a casa, Dylan no estaba. Fuimos a la habitación de Skyler y la encontramos tirada en la cama, llena de golpes que Dylan le había dado con un cinturón. Había sangre por todas partes.

Al decir esas palabras, todos soltaron un grito.

– Eso no es lo peor – continué con la historia – No solo le dio golpes con ese cinturón, no – negué con mi cabeza – Dylan le violó. Le violó y fue entonces cuando comenzó a golpearla. Después, salió de la casa y aún no sabemos dónde diablos está.

Antes de que el resto de la familia pudiera decir algo al respecto, apareció el mismo con el que había hablado antes, y dijo –: Veo que ya estáis todos reunidos. Veréis, sois los padres los que decidís las personas que se pueden enterar por mis palabras de lo que le ocurre a Skyler, y también decidís vosotros aquellas personas que pueden pasar a verla.

– Todos – respondieron mis padres al unísono, asintiendo con su cabeza – Por favor, explíquelo ante todos los presentes... Todos tienen derecho a saber... – pidió mi madre con los ojos cristalizados.

Mi tío Luke se mantenía con la mirada en un punto muerto, mientras que mi tía Madison estaba llorando, sujetando uno de los brazos de mi tío mientras lloraba en él. Sé que se sienten decepcionados y sin saber qué hacer. El doctor nos hizo pasar a todos a una gran sala. Ahí n estaba Skyler, pero el médico iba a hablar.

– Antes que todo, les tengo que hacer una pregunta – dijo el medico mirando otro de sus tantos papeles – ¿Sabíais que Skyler tenía problemas? Es decir, descubrimos los cortes que ella misma se había hecho en los brazos, ¿eso lo sabíais? – preguntó.

– Dios mío, se está repitiendo justamente la misma historia – escuché como susurraba mi tía Cat, la cual estaba justo a mi lado. Pero los demás, se miraban entre ellos sin saber qué decir.

– Yo sabía de sus cortes – respondió en un susurro su mejor amiga, Harper. En cuanto dijo eso, todos giramos nuestras cabezas hacia ella. De pronto, Jake y Connor dijeron que también sabían que ella se cortaba.

– Tengo que admitir que yo me enteré hace unas semanas – comentó mi tío Marco recibiendo miradas, de nuevo, por parte de todos. No me lo puedo creer. Él cuando estuvo aquí lo sabía, y actuó como si no pasara nada. Unos segundos más tardes, la sala se encontraba llena de gritos y llantos.

– ¡Familia Anderson! No se desesperen por favor, tengo muchas cosas que contarles y que explicarles – exclamó el doctor levantándose de su asiento. La gente dejó de gritar, y aunque los llantos no paraban, le escuchaban con atención de nuevo – No pueden enfadarse con ella por el tema de los cortes, hemos tenido ya muchos pacientes así, y no pueden sacarle el tema hasta que ella esté preparada. Así que por favor les pido que se calmen y vuelvan a tomar asiento.

Ellos susurraban cosas entre sí, cosa que me ponía aún más nervioso. Pero obedecimos y volvimos a sentarnos. Antes de todo esto, le estaban echando una gran bronca a mi tío Marco por no decir nada acerca de lo de los cortes, pero supongo que él no tiene la culpa, y entiendo que Skyler le pidió que no dijera nada. Él prefirió guardárselo, y ya está.

– Skyler ya está despierta, pero antes de pasar a verla tengo que avisarles de unas cuantas cosas – el doctor suspiró – Todavía estamos examinándola, pero existe una gran posibilidad de que Skyler haya quedado embarazada, así que sois vosotros lo que decidís si queréis que aborte o no.

Existe una gran posibilidad de que Skyler haya quedado embarazada... Mi hermana embarazada, por una violación de su propio primo a sus dieciséis años.

– No puede ser, ¡no puede ser! – exclamó mi madre rompiendo en llanto – ¡No puede estar embarazada! No por su culpa... ¡Ella no está preparada para algo así! – rompió en llanto. Todos la observábamos atentamente, hasta que ella pronunció unas últimas palabras – Yo boto por el aborto.

– No, Ariadna – le respondió completamente serio mi padre – No es una decisión solo tuya, ¿sabes? Y esto es algo que tenemos que hablar con ella. Y además, nos acaban de decir que aún la están examinando y que cabe una posibilidad de que esté embarazada. Ni si quiera lo saben con certeza y tú ya estás diciendo que tiene que abortar. Piensa un poco más las cosas, maldita sea – bufó separándose de su esposa mientras se llevaba las manos a la cabeza.

– No es el momento más indicado para hablar sobre este tema, señores – dijo el doctor con voz firme y seria – Podrán pasar a verla, pero les aconsejo que no le digan absolutamente nada de la posibilidad del embarazo. Aún no, primero dejen que se recupere. Tiene vendajes por varias partes de su cuerpo. En ambos brazos tiene unos pequeños huesos rotos, pero es doloroso, así que tened cuidado. La última cosa, intenten no llorar cuando le vean, eso le afectará bastante. Sean bastantes cariñosos con ella, y apóyenla en las decisiones que tome.

Aunque todos nos encontrábamos en una especie de shock por lo que dijo el doctor antes, nos levantamos de nuestros asientos. Logré ver cómo mi tío Luke le decía un par de cosas a mi padre, y luego se marchó. Deduje que iba a buscar a Dylan, no lo sé. O a la policía, quién sabe.

Cuando entramos a otra sala, aún más grande que la anterior, allí estaba ella. Estaba tumbada encima de la camilla. Lo peor, es que estaba dormida.

– No le despertéis, dejadla descansar – habló el médico mirando la hora en su reloj. Eran casi las cuatro de la tarde – Acaba de quedarse dormida hace unos minutos. Pueden quedarse en esos sillones, pero dejadla que se despierte sola – hizo una pausa – Buenas tardes – se despidió para después, dejarnos solos en aquella habitación.

– Luke ha ido a buscar a Dylan por la ciudad... Si no le encuentra, llamará a la policía – explicó mi padre pasándose las manos por el rostro – Igualmente, aunque le encuentre, ese chico va a enfrentarse a la policía...

– Basta, Nick – le respondió sin dejar de llorar, mi tía Madi, la madre de Dylan – Él es mi hijo, yo decido qué hacer con él...

– No, Madison, pienso denunciar a tu hijo – dijo esto último con cierto tono de ironía – Si tanto te importa ahora tu hijo, haberle educado mejor. Mira cómo ha terminado, siendo un puto violad... – mi padre no pudo terminar la frase, ya que mi tía Madison le pegó una fuerte bofetada.

– No vuelvas a decir una cosa así, Nick, tú no tienes ni idea de cómo he criado yo a mi hijo, así que no te atrevas a volver a hablar así de Dylan o de mi – le respondió está dejando el llanto de un lado. Maldita hipócrita – Somos Luke y yo los que decidiremos lo que hacer con él, no tú, ¿escuchaste?

– Luke ni siquiera es el padre biológico de Dylan, ¿escuchaste? – contraatacó mi padre masajeando la parte de su rostro que anteriormente había sido golpeada. Los demás abrieron los ojos como platos al escuchar aquella noticia – Ah, ¿qué ninguno sabía nada de esto? Bien, os lo contaré. Resulta, que cuando Madison era una maldita perra y estaba tratando de conquistar a Luke solo para aprovecharse de nosotros, ella se acostaba con más hombres. Dylan no es hijo de Luke, es hijo de otro imbécil con el que Madison se acostó, pero nunca dijo nada.

La gente empezó a hablar entre sí cuchicheando cosas como si fueran unas malditas viejas. Yo sólo trataba de procesar lo que acabo de escuchar.

– Yo tuve muchos secretos en mi infancia y adolescencia, Madison, ¿te creías que no me iba a enterar de algo así? Claro que lo iba a averiguar, y mucho más si se trataba de mi propio hermano – escupió mi padre mirando a Madison con furia – Esta me la estaba guardando para el mejor momento, y creo que este fue perfecto – alzó ambas cejas cruzándose de brazos.

– Siempre te he odiado, Nick – susurró mi tía Madison – Me vuelvo a la ciudad, si Skyler despierta, le dicen de mi parte que se pudra en el infierno – dicho esto, salió de la habitación dando un leve portazo.

– Maldita zorra – dijo mi padre acercándose a la camilla de mi hermana. Se sentó allí y no dijo ni una palabra más, hasta que la ira invadió su sistema – Su puto hijo salió a ella. Mierda. Ojalá Luke cuando regrese se entere de todo de una maldita vez. Mi hermano no es el jodido padre de Dylan – continuó con su dilema levantando cada vez más la voz.

– Cariño, relájate, por favor – pidió mi madre colocando una mano sobre el hombro de mi padre, para tranquilizarlo así – Hay que tratar de estar tranquilos para no despertar a Skyler, ¿recuerdas? Tiene que descansar...

{...}

Nos habíamos quedado dormidos en aquella habitación. Antes, mi tío Luke había llegado. La policía está buscando a Dylan, él no le encontró. Mi tío estaba bastante mal por ello, pero cuando preguntó por su esposa Madison, se armó una bastante grande. Se enteró de que él no era el padre biológico de Dylan, pero aún así, él va a exigir una prueba de paternidad cuando encuentren a mi primo, para asegurarse.

Nuestros amigos se quedaron dormidos mucho antes que mis familiares, pero finalmente, estamos prácticamente roncando, ya que Skyler no ha despertado aún.

Unos minutos más tarde, no hizo falta nada más que una leve tos por parte de mi hermana, que había despertado, para que todos nosotros lo hiciéramos también. Ella abrió los ojos bastante despacio, pero no pude evitar sonreír de felicidad, ya que al fin había despertado, y estaba bien. Pero el único pensamiento que cabía ahora en mi cabeza, era el tema de que podría estar embarazada... No, no y no. No. Tampoco debemos nombrarlo, así que debo olvidarlo por unos minutos.

Cada uno se levantó para decirle unas palabras de ánimo y unos abrazos. Ella se sorprendió bastante cuando vio a toda la familia aquí, y creo que eso hizo que se alegrase aún más, ya que una pequeña y débil sonrisa se formó en su rostro. Yo esperé al último momento para abrazarla.

– Mi niña – susurré tratando de poner una sonrisa en mi cara – Siento mucho no haber estado allí para ti, enana, lo siento – susurré mientras la abrazaba con todas mis fuerzas, aunque ella no podía más que apoyar sus delicados brazos sobre mi espalda – Yo te prometí que Dylan no te haría absolutamente nada, y no pude cumplir mi promesa, lo siento tanto por no haber estado allí... No te volveré a dejar sola nunca, pequeña, nunca – dejé un suave beso sobre su frente y me separé unos pocos centímetros de su rostro, para mirarle a sus lindos ojos.

– No te preocupes, Dallas, estoy bien – susurró con las pocas fuerzas que tenía. Al escuchar su voz se me partió el corazón. Eran las primeras palabras que pronunciaba desde que despertó, y sonaba tan débil y delicada...

Iba a hablar, pero mi madre se me adelantó –: Cariño mío, ¿tienes hambre? ¿Sed? ¿Frío? ¿Calor? Dime cualquier cosa que te pase y llamo al doctor, hija. Bueno, aunque igualmente iré a avisarle, quédate aquí y no te muevas – habló atropelladamente para en un rápido movimiento, salir de la habitación.

– Ya empezamos – le respondió mi hermana suspirando y echando su cabeza hacia detrás, causando algunas pocas risas por parte de los demás. En menos que canta un gallo, mi madre llegó prácticamente trayendo de la corbata al doctor hasta aquí.

– Bueno, señorita Anderson, veo que despertó – habló el doctor fulminando con la mirada, intentando disimular, a mí madre por la forma en la que le trajo hasta la habitación – Eso nos alegra a todos, no lo dude. Enseguida una nuestras enfermera le traerá un poco de comida y bebida, debe comerla toda. Y, en un rato después volveré. Debe pasar junto con sus padres y su hermano a una sala, para hacerles unas cuantas preguntas a cada uno. Traten de no armar mucho escándalo, por favor. Buenas tardes – explicó, y finalmente, se fue de nuevo.

– Ya oíste, debes comerlo todo – hablaron con tono autoritario al unísono mi madre y mi tía Cat.

– Si, como tengo tanta hambre – respondió está rodando los ojos y sonriendo hipócritamente – ¿Alguien puede decirle a las enfermeras que me traigan una maldita pastilla para el dolor? – preguntó sin siquiera mirarnos a los ojos. ¿Qué le pasa? ¿Por qué está así de borde con todos? Suspiré levantándome de mi sitio y sentándome en un pequeño hueco que había a su lado, en la camilla.

– ¿Podrías al menos hablarnos bien? Hemos venido de muy lejos solo para verte a ti, Skyler – le reprochó nuestro padre. No, esto es malo. Siempre que mi padre, Nick, se cabrea con alguien, lo paga con cualquier otra persona. Y ahora está enfadado con Dylan, Madison y a saber con quien más.

– Bueno pues si no estás a gusto aquí te puedes marchar de nuevo – respondió mi hermana de la misma manera. Sin que nadie viera mi gesto, posé mi mano sobre la suya para darle ánimos y fuerza.

– No puedo marcharme, el doctor necesita hablar conmigo. Además, ya el concierto se suspendió – contraatacó mi padre en su defensa. Mis tíos Marco, Scott, Tyler y Cat se habían ido a la cafetería para tomar algo. Luke estaba hundido en sus pensamientos, y mi madre había ido a pedir la pastilla al doctor. Nadie podía defender ahora a mi hermana, ya que los demás miraban su conversación como si se tratase de un partido de tenis. Pero si hace falta, la defenderé.

– Entonces, si tan poco te importaba, ¿para qué demonios viniste? – preguntó dejando de mirar un punto muerto de la habitación. Ahora miraba desafiante a nuestro padre.

– No quería decir eso, dejémoslo así y se acabó. Solo te pido que te comportes bien con nosotros. No sé qué demonios te pasa ni por qué estás así, pero todos nosotros estamos aquí para ayudarte y apoyarte, así que lo mínimo que puedes hacer es hablarnos bien. Fin del tema. – respondió mi padre dando por hecho que la conversación se terminaba. Pero, aun así, Skyler continuó hablando.

– Creo que tengo todo el derecho para estar así – contestó mi hermana incorporándose aún más en la camilla, para quedar prácticamente a la altura de su padre. En ese mismo instante, aparecieron por la puerta todos los demás, que por lo que entiendo, escucharon la última frase de Skyler – ¿No crees, papá?

Ni mi hermana, ni mi padre, ni nadie más pudo seguir hablando, ya que dos enfermeras entraron a la habitación, dejándonos en un incómodo silencio.

– Aquí está la comida, hermosa. Les traigo una tarjeta a cada uno de los visitantes para que puedan ir a la cafetería siempre que quieran y poder comer gratis, ya que según lo que el doctor nos ha dicho, pasarán bastante tiempo aquí. Y también te traje la pastilla, pequeña. Espero que el dolor se pase rápido – finalizó la enfermera dejando una bandeja, que contenía la comida de mi hermana, encima de la camilla. Después, se fue.

La comida que le había traído no se veía ni mucho, ni poco apetitosa. Se veía normal. Eran dos croquetas de a saber qué, un poco de ensalada de lechuga y tomate, y un pequeño trozo de tortilla. Más, obviamente, un vaso de agua.

– No me gusta la idea de tener que quedarme "bastante tiempo aquí" como ha dicho esa señora – me susurró Skyler en lo que los demás hablaban entre sí – Pero por otra parte, quiero permanecer en este hospital el mayor tiempo posible – la miré con el ceño fruncido – Así no tendré que ver a Dylan y no me hará daño de nuevo.

Cuando dijo eso, sin pensarlo le dije que todo iba a ir bien a partir de hoy, que Dylan probablemente tendría problemas y obviamente no le dejarían estar con Skyler, y quién sabe si al menos le dejarían vernos a nosotros y a sus amigos. Se ha metido en un gran lío al hacer lo que hizo. Pero, yo, aprovechando que nadie más nos prestaba atención, no pude evitar mirar las marcas de sus brazos. Ella no se había percatado de que la miraba así, simplemente meneaba la comida de su plato sin intención de probarla.

– Sky... – susurré sin apartar mi mirada de sus cortes. Cuando ella levantó la cabeza, y me vio ahí, tan quieto mirándolos, abrió exageradamente sus ojos y rápidamente se los tapo un poco con la bata que le había prestado el hospital – Lo siento... Yo, simplemente no pude evitar mirarlos... Lo siento...

– No, lo siento yo – susurró ella – No recordé que estaban a la vista de cualquiera... No tenían que haberse enterado de esto... – negó con su cabeza bajando la mirada – Pero igual, a Dylan no le importaron... – trató de susurrar para sí misma, aunque con facilidad logré escucharlo.

Escuchar de nuevo el nombre de mi prima me recordó de nuevo a una única cosa. El embarazo, maldita sea. Los cortes, maldita sea. La violación, maldita sea. Sus golpes, maldita sea. Esto es demasiado para ella, y para todos nosotros.

– No le nombres a él y yo no nombraré a tus... marcas – le respondí intentando utilizar la palabra adecuada – Si no hablamos de él probablemente las cosas vayan mejor – me encogí de hombros. Ella no me respondió y continuó mirando su plato de comida con asco – Oye, esas croquetas tienen muy buena pinta, y estoy muy seguro de que la tortilla va a estar mucho más rica que la de mamá – traté de animarla, pero ella solo negó con su cabeza en respuesta, para después hablar.

– No tengo hambre – contestó simple alejando un poco de su cuerpo aquella bandeja.

En ese preciso momento, Jackson se alejó de nuestros amigos sin que ellos lo notarán mucho. Mi hermana y yo observábamos atentamente cómo iba a buscar una silla y se colocaba al lado opuesto de la camilla que estaba yo.

– Hola, princesa – saludó a mi hermana con una pequeña sonrisa y colocando sus brazos sobre sus muslos – Tienes suerte de tener comida, yo me estoy muriendo de hambre, y eso parece estar bastante rico – habló intentando lograr lo mismo que yo, que comiera algo, pero parecía una misión imposible. Ella no tenía hambre.

– Si quieres puedes comértelo, además tienes una tarjeta con la que puedes comer todo lo que te plazca gratuitamente – le respondió ella suspirando – Miren, por favor, no lo intenten. Si no tengo ganas de comer, no me van a aparecer por mucho que digan que se ve rico... Les agradezco su esfuerzo y preocupación, pero no – largó otro suspiro.

Jackson y yo nos miramos mutuamente, pero él desvío su mirada y dejó caer el peso de su cuerpo sobre la silla, como si estuviera cansado. Tal vez, si le traigo algo rico a mi hermana de la cafetería, se lo coma. Solo tengo que ir y mirar de todas las cosas que hay, lo que le gusta, y traérselo. Genial, Dallas, pensaste algo inteligente.

– Voy a la cafetería un momento, me está entrando a mi un poco de hambre – mentí en lo que me levantaba de mi asiento. Avisé también a algunos de mis tíos y salí de la habitación. El hospital, de verdad que era extremadamente grande. Es uno de los mejores de aquí, por lo que también es uno de los más caros. Pero vamos, a mi familia le sobra dinero como para pagar todo esto unas trescientas veces.

Comencé a recordar cosas que haya comido mi hermana últimamente. Ella es algo especial con la comida, y no le gustan muchas cosas, así que creo que es por eso que no quiere probar lo que le llevó la enfermera. Tengo que buscar cosas que ella haya comido últimamente, porque otra de las cosas que tiene mi hermana, es que cambia de gustos rápidamente. Por ejemplo, hace un más de un mes, hicimos una comida familiar, en la que hubo macarrones con salsa de zanahoria. A ella le fascinó, pero después, quisimos hacerlo hace un par de semanas en la casa, y ella se negó rotundamente. Dice que ahora odia ese plato de comida. Sus gustos cambian demasiado.

Hoy, que yo sepa, ella no ha comido nada. Ayer, de desayuno tan solo cogió una rebanada de pan con mantequilla, y no quiso comer, ya que decía que le dolía el estómago. Por la noche solo se comió un yogur. Ahora que me fijo, ella, hace un par de semanas, solo come ese tipo de cosas. Cuando hacemos un desayuno especial, como hot dogs, por ejemplo, ella no se come más de medio.mSiempre pone la excusa de que le duele el estómago. Últimamente no la estoy viendo comer, pero ella dice que simplemente le cogió manía a que le vean comer, por lo que come a solas. Pero nunca falta nada en la nevera. Ni en la despensa tampoco...

Mierda. Que no sea lo que estoy pensando, por favor. Ella también no, no puede estar pasando. Vale, Dallas, tranquilo. Solo son suposiciones estúpidas.

SKYLER POV.

Claro que no iba a probar esa comida. Aparte de que tiene una pinta horrible, aunque ellos lo nieguen, no puedo comer. He tratado de evitar comer, hace un par de semanas, pero hace días que no utilizaba esa navaja para hacerme daño a mí misma. Quizás así, deje de cortarme y a la vez, pueda adelgazar unos kilos.

No pueden imaginarse todas las veces que ellos me insultaron con la misma palabra. Gorda. Eso nunca saldrá de mi cerebro, ya que aparte de que soy bastante insegura conmigo misma, y aún más con mi cuerpo, era verdad. También, hubo una época en la que mis tíos me llamaban "gordita". Sé que ese es un simple apodo cariñoso que le ponen muchas personas a otras. Pero yo decidí tomármelo mal. Es algo que nunca he hablado con nadie, y que he tratado de evitar y olvidar, pero me fue imposible cuando hace unas semanas, mi primo Dylan me volvió a llamar gorda. Y como yo no soy capaz de ignorar los comentarios de esas personas, me hacen muchísimo daño. Y no voy a comer esta comida grasienta de hospital. Eso nunca.

– Skyler, debes comer aunque sea un poco, por favor – pidió mi primo Jackson, el cual se encontraba sentado a mi lado – Me conformo con que te comas una de esas croquetas, un poco de ensalada y la mitad de esa tortilla. Debes comer, Sky...

Mi primo había insistido con eso mismo desde hace un buen rato, y yo ya me estaba hartando. Pero mejor que él sea el único, a que estén encima de mi mi familia o amigos para que coma, ¿no?

– Lo haré – respondí cansada de su insistencia – Pero que te quede claro que sólo lo haré para que cierres el pico, Jackson – finalicé fulminando con la mirada a mi primo. Él levantó los brazos en son de paz en lo que volvía a echarse hacia detrás en la silla. Se había salido con la suya – Maldito... – susurré causando unas risas por su parte.

Cogí de nuevo el tenedor, y partí un trozo de croqueta. Es de jamón, y no se ve para nada apetecible. Sé que luego me arrepentiré de esto, pero metí aquel trozo en mi boca. Lo mastiqué lentamente al principio. Hacía varios días que no comía este tipo de comida. Todo habían sido yogures, queso, leche o pan. Y debo admitir que no está tan mal, pero con el simple hecho de pensar que esta cosa puede estar caducada y que por eso está tan blanda, me echa para atrás.

– Esta asquerosa – dije mirando a Jackson con cara de asco. Mi primo suspiró, se acercó hacia mi plato y cogió la otra croqueta y le dio un gran bocado. Tan grande que acabó con la croqueta entera. La masticó rápidamente y luego me miró con una de sus cejas alzadas.

– Esta rica, confirmado – habló colocando ambos brazos encima de mi camilla, colocándose así más cerca de mi. Luego, suspiró – No me gusta ponerme así, pequeña, pero te tienes que comer esa croqueta y la tortilla o me terminaré enfadando... – alargó nervioso, tratando de controlar sus palabras. Obviamente, le respondería, pero mi estado es crítico y no puedo iniciar una discusión, ya que ganaría él. Así que como acostumbraba a hacer, no tuve más remedio que hacerle caso.

Yo sabia a la perfección que él no se iba a enfadar conmigo en estos momentos, le conozco más de lo que él cree. Solo lo dice para intentar asustarme, y que así le haga caso y terminé de comer. Pero nunca se enfadaría conmigo por una tontería así, no desde que cambió.

– ¿A que no está tan mala? – preguntó mientras observaba como mastica a muy lentamente el resto de mi croqueta. Negué con mi cabeza dándole a entender que me gustaba, aunque para mí, estaba asquerosa.

Unos minutos más tarde, cuando estaba comenzando a comer mi croqueta, el doctor entró a la habitación, haciendo callar a todos los presentes. Menos a los que estaban dormidos, que eran algunos de mis amigos, y mi tío Luke. Por otra parte, mi hermano aún no había regresado de la cafetería.

– Veo que aún no has terminado tu plato de comida, jovencita – fue lo primero que dijo el doctor. Con esas simples palabras, los adultos miraron hacia mí y comenzaron a echarme la bronca por no haber comido. Pero es su culpa por no haberme vigilado, ¡ja! – Lo siento mucho, pero tuviste tu tiempo. La sala ha quedado libre y después tenemos que hablar con más pacientes. Es su turno de hablar. Les iré llamando por turnos e Irán pasando a la sala. Comencemos contigo, Skyler, acompáñame, por favor – pidió el doctor.

No muy segura, me incorporé lentamente en la camilla. Cuando mis pies descalzos hicieron contacto con el suelo tan frío, sentí escalofríos. Me levanté y me estiré levemente, aunque el hacerlo dolía, por la cantidad de golpes que tenía en todo mi cuerpo. Me acerqué hasta unas de mis zapatillas y me las coloqué. Cuando di mi primer paso, tengo que admitir que casi caigo al suelo, pero pude estabilizarme en el último momento. Me despedí de los demás, y comencé a seguir al doctor Paul.

Él iba unos metros por delante de mí, caminando muy seguro de sí mismo. El doctor tendría no más de cincuenta años. Era bastante alto, canoso y con unas enormes gafas negras. Él, cada cinco pasos aproximadamente, saludaba a algún paciente o a sus familiares. Por lo que veo es bastante conocido.

– Ve a esa sala, necesito coger unos papeles y enseguida regreso – dijo señalando una puerta blanca, para después meterse en la que supongo que es su oficina.

Hice lo que me dijo y entre en esa habitación. Habían dos sillones y una mesa entre ellos. Me senté en uno y observe mi alrededor. Hay cuatro cámaras, una en cada esquina, y me inquieta que no dejen de moverse. Sobre la mesa hay unas galletas y unos frutos secos. En eso, el doctor Paul entra en la sala.

– La conversación que vamos a tener será grabada, ¿vale, Sky? Te voy a hacer una serie de preguntas, y tendrás que responder con sinceridad – asentí con la cabeza rápidamente – Créeme que en esta sala han estado todo tipo de personas. Han dicho la verdad, otras han mentido en todo, pero siempre termina saliendo la verdad, y te prometo que va a ser mucho más fácil si tus nos respondes con sinceridad, ¿de acuerdo?

Asentí con la cabeza en respuesta y me coloqué algo mejor en mi asiento para estar más cómoda. Estaba realmente nerviosa.

– Empecemos – hizo una pausa observando sus papeles – Antes de que pasara todo lo de tu primo Dylan, ¿eras virgen? – preguntó. Ay madre, esta va a ser una muy larga noche.

¿Les están gustando estos capítulos en el hospital o se hacen muy pesados?

Ya se está acercando el final...

Continue lendo

Você também vai gostar

La Gordita Abi De bernini🌸

Ficção Adolescente

139K 6.2K 16
«El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma. » Víctor Hugo Abigail Eaton solía ser constantemente...
191K 15.7K 31
Encuentra tu destino en el corazón de un hombre lobo... Lana Paterson vuelve a su pueblo natal, Fallstreet, con un solo objetivo en mente: descubrir...
826K 50.2K 42
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
Acordes menores De Sofía

Ficção Adolescente

320K 12.3K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...