Querido Mateo.
Razón #15: Tu obsesión por el licor.
Un trago, dos, tres...
Una noche, por simple curiosidad llegué a contar cada trago, más de diez cervezas en una fiesta. ¿Tienes problemas con el alcohol y nunca me lo mencionaste? No digas nada, no era necesario...me di cuenta con el pasar del tiempo.
No había fiesta o noche en donde no salieras con olor a alcohol. Restaurantes, fiestas e incluso, en la universidad te sentí muchas veces ese olor tan repugnante.
Maldito el día en el que te encontré.
Con cariño.
Camila.