Los gritos de todos los días me despiertan, rendida, me despierto y me siento en la cama para verlos con todo el odio posible.
-Se hace tarde-es todo lo que dice el par y me lanzan ropa a la cara.
Finalmente, después de unos segundos de filosofar sobre mi miserable vida, me levanto arrastrando mi alma hacia el baño para hacer lo de todos los días, cuando termino bajo escuchando como se enciende un auto y se marcha, tomo una pera y salgo. Los gemelos, mi mellizo y Chris se encuentran en mi auto, como siempre.
-¿No tienes auto o qué?-le reclamo, él se ríe mientras enciendo el auto.
-No encendió
-¿Y tu hermana?-pregunto mientras pongo el auto en marcha.
-En el auto de Will
-Con Tristan-decimos mis hermanos y yo con una sonrisa, Chris asiente.
-¿Supieron algo de los Malik?
-no-contestan distraídos.
-Shawn me dijo que su madre los dejo ahí como castigo-digo riendo.
-¿Y tú por qué hablas con el calzón ese?-reclama mi mellizo.
-Porque puedo y quiero
-Pero es un Malik-ruedo los ojos.
-Pero él no es como ellos...
-¡Chicos!-todos volteamos a ver a Daniela.
-¿Qué pasa?-pregunta Evan.
-¿Es cierto lo que están diciendo?
-¿Qué es lo que dicen?-preguntamos.
-Que metieron a la cárcel a los Malik sólo para obtener su popularidad-ruedo los ojos y la tomo por los hombros asustandola un poco.
-Dani, eso es una completa estupidez, ¿Puedes decirme donde está la persona que comenzó el rumor?
-Necesitamos aclarar algunas cosas-dice mi mellizo y asiento.
-Ummm...no lo se...-dice temerosa.-Ustedes dan miedo...
-Son completamente inofensivos-dice Will riendo como un galán.-nos vemos chicos-se despide con la mano y una sonrisa en el rostro dirigida a Daniela.
-Los veo en la cafetería-dice Tris.
-Los amo perras-dice Evan y se va como todo una diva.
-A veces me pregunto si es gay-decimos. Daniela se ríe por eso.
-Los veo en literatura-dice ella despidiendose con un beso.
Sólo quedamos los gemelos, Aidan, mi mellizo y yo.
-Nosotros tenemos libre-los gemelos nos sacan la lengua.-vigilaremos a los gemalos-dicen sonriendo y se van.
Volteamos a ver a Aidan.
-¿Qué? No me vean, caminen o llegaremos tarde-dice empujandonos.-James también está en ésta clase, ¿Coincidencia, no?
-Claro-decimos mientras nos miramos.
Ese maldito hijo de puta, por su maldita culpa mi auto parece vomito de unicornio por dentro, me la va a pagar el maldito rubio oxigenado de mierda.
Okey, tranquilizate Alissa.
Justo en la entrada del salón nos encontramos con el susodicho, los tres lo observamos fijamente, pero él sólo me observa a mí.
-¿Qué tal te fue ayer ojona?-dice sonriendo, sólo me dan mas ganas de golpearlo por ser un idiota con los apodos.
-Primero: que malo eres para los apodos, segundo: que malo eres para hacer bromas, aunque si me sorprendiste, tercero: te odio, cuarto: voy a romperte la cara en cualquier segundo si sigues sonriendo de esa estúpida manera
Me observa por unos segundos más y suelta una risa burlona provocándome aún más. Doy un paso hacia él dispuesta a golpearlo, pero mi mellizo me toma de los hombros mientras que Aidan se interpone en medio de ambos.
-No vuelvas a meterte con mi hermana maldito oxigenado, porque te la vas a ver conmigo
-Soy rubio natural, cabello de caca
-¡Mejora con los apodos rubiecito!-gritamos mi mellizo y yo.
-¿Entendiste maldita rubia?-Aidan coloca un dedo sobre su pecho, James mira su mano y vuelve a verlo.
-No me toques-la aparta bruscamente.-ustedes cometieron el error de acercarse a mi hermana, se aguantan, ¿o qué? ¿necesitan de su mami?-dice burlón.
Aidan molesto le da un golpe en la mandíbula y éste cae al suelo al instante, rápidamente y con miedo tomo a Aidan del brazo para evitar hacer más grande el asunto.
-Hermano, puedes meterte en problemas-susurro mientras lo alejo, observo a James y le doy otro golpe en las piernas.-esto me lo debias, que tu hermana aprenda a defenderse
Mis hermanos me dan golpecitos en la espalda orgullosos y entramos al salón. Todos nos observan y comienzan murmurar entre ellos, el profesor sólo nos hace una seña para sentarnos.
Vamos al rincón, algunos nos siguen con la mirada, están comenzando a hartarme.
-Profesor, ¿Me deja dar un pequeño mensaje?-digo con voz de niña buena, el profesor deja de hacer lo que hace para verme y asiente, vuelve a escribir en el pizarrón.
Las miradas me siguen hasta quedar frente a ellas, todos se acomodan en sus asientos interesados por lo que voy a decir.
-Seguro ya todos saben mi nombre, pero lo diré una vez más, soy Alissa Miller una de los ocho, y subo aquí para dejarles algo muy en claro-todos están atentos, el profesor seguro que envidia mi trabajo.-ya nos han llegado rumores sobre nuestra relación con los Malik, todos son una bola de mierda por cierto-todos me observan con asombro y al profesor también, me giro un poco para ver su reacción ante mí palabrota, pero incluso él me presta atención, así que vuelvo a lo mío.-bueno, quiero decirles algo muy importante que todos deberían tener en cuenta, la escala de popularidad creada por una cabeza hueca en las escuelas es una mierda, no es real y no debería ser considerada real, todos somos iguales les guste o no y pelear por algo estúpido como eso es... Estúpido; nosotros no queremos nada de eso, es una pelea que no les incumbe a ustedes, sólo a nosotros asi que por favor dejen de meterse en la vida de otros y metanse en la suya, gracias-con una sonrisa bajo y voy a mí lugar.
Los miembros comienzan de nuevo haciéndome rodar los ojos. Parece que les dije que metieran toda su maldita cabeza a nuestra vida.
-Eres increíble-me dice una chica a dos bancos de distancia, le sonrío falsa y volteo a ver a mis hermanos.
-Hermanita, estamos orgullosos-dicen sonrientes.
-Muy bien jóvenes, resuelvan las ecuaciones, dos por suma y resta y las otras dos por la regla se cramer, las quiero para hoy-ordena el profesor al terminar de anotar en el pizarrón.
¿qué mierda es la regla de cramer? ¿suma y resta? Moriré.
-¿Necesitas ayuda?-me dice una voz tímida frente a mí, observo a la chica de cabello rubio y ojos verdes con una sonrisa de alivio.
-Porfavor-digo en modo de suplica, ella sonríe y gira su silla para quedar más cerca.
-Primero tienes que eliminar una de las incognitas
-Una de las incógnitas...-murmuro con seriedad. No tengo ni puta idea. Ella me observa seria.
-Creo que ésto será largo-
murmura después de un
suspiro.
Lo mismo pienso yo.
-Chicos ella es Olivia-digo presentando a la amable rubia que me ayudo en matemáticas.
-Hola...-saluda con timidez evitando la mirada de todos.
-Hola, yo soy Dani-dice amablemente mientras sonríe.
-Kelvin y Bruce-dicen al mismo tiempo.
-Tristan-sonríe.
-William, pero sólo dime Will-le guiña un ojo, ella se sonroja inmediatamente.
-Evan-sonríe.
-Y a ellos ya los conoces-señalo a Paul y Aidan, ella asiente, y tomamos asiento.
-hola chicos-todos llevan su mirada detrás de mí, yo me giro y veo a Derek, sonrío.
-Siéntate-él me sonríe y toma asiento junto a Paul, quien lo saluda con un choque de puños.
-Cada vez somos más-dice Kelvin sonriendo.-bienvenido a la familia Derek-el mencionado sólo sonríe.
-¿Se imaginan si nos mudamos de nuevo?-dice Bruce.
-¿Qué pasaría?-dice Tris pensativo.
-Creo que, nos extrañarian-respondo.-Derek y Dani apenas nos conocen, Olivia se acaba de integrar, a ellos no les importaria mucho supongo
-¿Chris y Mad?-dice Will.
-¿Nosotros qué?-dice Madison sentandose junto a Tris y Chris junto a Evan.
Creo que necesitaremos una mesa mas grande.
-Nos van a extrañar-responde Evan.
-¿Se van?-preguntan ambos asustados.
-Sólo es una suposición-aclara Daniela.
-Oh no...-oigo murmurar a Olivia, volteo a verla con el ceño fruncido.
-¿Qué pasa?-pregunta Evan robándome las palabras.
-Los hermanos Malik...ellos siempre... Me molestan mucho... Excepto Shawn, él siempre es amable, pero los demás...
-Estás con nosotros, no te preocupes pequeña rubia-dice Aidan sonriendo, ella se sonroja. Pero que tierna.
-¿Qué parte de es nuestra mesa no entienden?
Todos volteamos a verlos, excepto Olivia.
-Yo sigo sin encontrar su nombre-digo sonriendo. El rubio llamado, Logan, me observa con odio.
-Nosotros llegamos primero que ustedes, así que es nuestra-dice uno de los gemelos rubios.
-Oero dejenme recordarles que esta mesa le pertenece a la institución no a ustedes, por lo tanto, podemos sentarnos aquí-dice Derek.
-¿Qué hace la rubia hueca en la mesa?-dice Perrie mirando con desprecio a Olivia, Daniela y yo nos levantamos al mismo tiempo.
-Mira quien lo dice-defiende Daniela.
-¿Qué te da el derecho de dirigirte de esa manera a la chica?-le reclamo casi a gritos, James se coloca frente a mí, miro sobre si hombro a la perra ignorando su inquietante mirada.-no eres más que nadie rubiecita, no puedes andar pisoteando la vida de los demás sólo porque se te hinchan los ovarios, dejala en paz
-Tú no me vas a decir que hacer, si yo quiero, claro que puedo hacerle y decirle lo que quiera
-Pues no será así mientras esté con nosotros-doy un paso pero las manos de James en mis hombros me detienen, es cuando mis ojos se dirigen a los suyos.
-Suelta a mi hermana-dice Will detrás de mí.
-Solo alejo a la salvaje de mi hermana-responde James sin apartar su mirada de la mía, le doy un rodillazo y cae al suelo hincado, sus hermanos hacen una mueca de dolor.
-Salvaje tu abuela-digo.-ya vayanse de aquí
-No queremos problemas-termina mi mellizo.
-Cobardes-murmura Connor.
-¿Qué has dicho?-decimos mis hermanos y yo.
-Lo que han oído, Miller-dice Logan.-pudieron evitar lo de ayer, pero no se escaparan de ésta
-Huy que miedo-dicen los gemelos, mis gemelos.
-Están advertidos-dicen los gemelos rubios y se van con su manada.
Shawn levanta a James del suelo, James me observa con odio y formula con sus labios un; " te odio", sonrío.
-El sentimiento es mutuo-digo y le enseñó el dedo del medio, vuelvo a sentarme.
-Si todos los días son así, que aburricion-comenta Tristan.
-Sí-decimos todos.
-Gracias-murmura Olivia.
-¿Por?-preguntan mis hermanos.
-Por defenderme-sonríe.
-Nadie te tocara un solo mechón rubio, te lo aseguramos-dice Evan sonriendo.
Ese James...si sigue metiendose conmigo le va a ir muy mal, puedo se mujer y un poco más baja que él, pero sé defenderme gracias a las practicas a las que mi padre me obligo a meterme, así que soy peligrosa si lo deseo. Voy a destrozarle la cara a ese hijo de puta y voy a cortar cada mechón rubio de su cabeza.
No sé que tengo contra los rubios, mi mellizo es igual, pero con mujeres, es raro, somos raros.
Recuerdo cuando estábamos en preescolar, Paul pedía a mi padre que comprara chicles antes de llegar a la escuela, y en la hora del recreo se los pegaba a las niñas rubias para que al día siguiente fueran con el cabello corto. Le divertía demasiado, sigo sin entender.