-¿Clara?, que bueno que me respondes.
-Annie, Hola. Dime ¿Que sucede?.
-Este, estoy con Vinitza. Voy camino a su casa.
-¿Con Vinitza?, ¿Pero, Porque?.
-Abuela!, había una señora en la casa de mi tío Poncho, se burló de mi. .-sollozando-. Annie llegó y yo le pedí que me llevara a casa.
-¿Annie, eso es así?.
-Lamentablemente si clara, luego hablamos, creo que a Alfonso no le gusto la idea, le pregunté a Viniza que quería hacer. No quiero dejarla aquí, ella tampoco lo quiere. Aún estoy a la vuelta del edificio, no quería pasarlos a llevar.
-Gracias, yo estaré esperandola aquí en la casa, luego conversamos las dos. Tranquila, tu estas haciendo las cosas bien.
No, no podía llegar y arrancar con Vinitza independientemente tuviese rabia, ellos son su familia. Y jamás pasaría por encima de ellos, mi misión de re hacer mi vida, hermosa en otro lugar, falló de todas maneras, aún que ver a Poncho con otra mujer partió literalmente mi corazón, no me arrepentiria jamás, ayudar a Vinitza y aportar en mis últimas horas alrededor de todo mi caos.
Quedan 5 horas un para mi viaje, me encargué de dejar a Vinitza a Salvo, a clara tirando humo por las orejas con lo que había sucedido, le conté hasta del golpe de Box que le lancé a la Bitch. No quise seguir ahí, Alfonso en cualquier momento llegaría, lo intuía, obviamente estaba como un loco cuando me fui con la niña, aunque de cierta forma me sorprendió lo calmado que estaba cuando Clara lo llamó y estaba de lo más tranquilo. Aún confía en mi.
Me despedí después de dejar a Una Vinitza feliz con sus regalos y con lágrimas en los ojos a la despedida, le juré, prometí, y re jure que volveríamos a vernos, que la extrañaría y que siempre hablaríamos por teléfono.
Llegue rendida a mi departamento, no quería nada, tenía la sensación se que un camión hubiese pasado por encima de mi, hace varios días que llevo con malestares estomacales.
No quería viajar así, debía saber que sucedía,y si era realmente lo que yo sospechaba.
Todo había sucedido demasiado rápido para que mi cabeza lo procesará de buena manera.
Estaba embarazada, si así sin más, estaba esperando un bebé de Alfonso Herrera. Y ya nisiquiera estabamos juntos, mi sorpresa fue el triple mayor cuando me lo informaron ya que yo tomaba pastillas anticonceptivas, y mi doctora me explicó que una de cien mujeres tienen el riesgo de quedar embarazada, y justo fue mi caso, no podía ser mi vecina, o otras 98 mujeres, debía ser yo.
Aún no lograba salir de mi estado de Shock cuando una llamada inesperada llegó hasta mi, el fiscal que llevaba el caso de mi padre decidió contactarse conmigo y oportunidad de declarar, y lo hice, así sin más, no era mi carga, no era mi crimen, no era yo quien debía pagar por algo tan malo como eso.
En un par de horas debía irme al aeropuerto, y aún no lograba arracar el auto, aún no se que pasa conmigo, con mi vida. ¡VOY A TENER UNA HIJ@!. Y su papá me acaba de reemplazar por otra.
Mientras emprendida rumbo a casa, las lagrimas hicieron su trabajo glorioso, recorrían mi cara como una llave abierta la sensación de angustia que habitaba mi pecho era incontrolable y ya nisiquiera podía respirar.
Al llegar a mi casa tiré todo lo que tenía a mi paso, todo me recordaba a él, la cocina, el baño, TODO. rompí cada plato, cada jarrón, vaso, espejos, todo.
Debía irme ya, sólo quedó la imagen que reflejaba mi corazón, todo se había acabado, y yo debía irme, vender el departamento, volver y comenzar de nuevo con una pequeña parte de él a mi lado, para siempre.
Encima de mi cama deje su perfume, lo único con envase de vidrio que sobrevivió al huracán, y junto a él, el resultado de mis exámenes, mañana vendrían del bien raíz a limpiar y comenzar con las citas para la venta del departamento, este era el fin.
Desde hoy comenzaba una nueva vida.
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-Clara: de verdad que no lo puedo creer, ¡Ella se va Alfonso!. ¿Como puedes dejar ir a esa chica?, por alguien como si hermano. Me alegro que se valla lejos de ti.
-Poncho: ¿A que te refieres con eso?.
-Clara: se fue de viaje, de hecho para esta hora debe estar llegando a su destino.
-Poncho: ¿y esperaste todo un día para decírmelo?.
-Clara: ¿Para que?, ¿Para que te siguieras comportandote como un patán con ella?.
-Poncho: debo ir a buscarla, abuela. Ella no se puede ir, debo decirle que todo fue un error.
-Clara: Ya es tarde Alfonso, yo no puedo hacer nada más.
-Poncho: claro que si, no debo perder el tiempo.-entra Vinitza-.
-Vini: Abue...-Ignorando a Poncho-. ¿No te ha llamado Annie?, dijo que iba a llamar cuando llegase.
-Clara: No aún cariño, pero no te preocupes no a de tardar.
-Vini: Si verdad.- se va-.
-Poncho: ¿Sigue enojada, verdad?.
-Clara: ¿Tú que crees?.
-Poncho: No lo puedo creer, le falle a las dos y de la peor manera.
-Clara: Por Vinitza, no te preocupes te ama demasiado como para no perdonarte, aún que si está muy molesta por todo lo que haz hecho, al igual que yo. Pero si quieres cambiar las cosas deberías apurarte.
Estaba hasta el cuello, todo estaba mal, Anahí había emigrado de mi vida, sin retorno. Vinitza me odiaba, y con toda la razón, Josefa era una amiga que había conocido antes de que murieron mis papás, el conflicto fue que Vinitza y Anahí llegaron el momento en que ella salía de bañarse y yo iba entrando. NADA HABIA SUCEDIDO ENTRE LOS DOS. pero las circunstancias estaban en mi contra, y era hora de recuperarlas.