⌈Confianza ❀ HopeV⌋

By Dhayanavhope

4.9K 671 651

❇ O.S ❝ Porque tú te encargaste de acabar con la poca confianza que quedaba en mí.❞ ❇HopeV ❇Final triste ❇Yo... More

❥ ANTES DE LEER

❥ CONFIANZA

4K 570 648
By Dhayanavhope

Porque tú te encargaste de acabar con la poca confianza que quedaba en mí.

Miro las calles vacías y las gotas de lluvia cayendo desde el cielo. Las personas están buscando un techo para no mojarse, pero yo no soy uno de ellos.

Mis lágrimas ya han logrado mezclarse con la lluvia y ahora la única evidencia que queda de haber llorado son mis ojos ligeramente hinchados y rojos.

Mi ropa, al igual que mi corazón, está fría y mojada. No quiero seguir de pie en este parque, pero tampoco quiero regresar al departamento en el cual guardamos tantos momentos juntos.

Los columpios están mojados y vacíos, dando una expresión de tristeza y soledad, algo que ahora siento al estar fuera de tu alcance.

Recuerdo que antes tú y yo pensábamos en niños, pensábamos en tener una familia numerosa de casi seis o siete hijos. Rio al ser consciente  de que nada de eso se va a poder cumplir. Solo me queda soñar y pensar que algún día tú estarás frente a la puerta de nuestro departamento, la tocarás despacio y yo como el idiota que soy, te abriré, te miraré y en cuestión de minutos estaremos besándonos, en cuestión de minutos te perdonaría y volvería a abrir mi corazón para que tú lo tomes, te lo quedes, hagas con él lo que quieras.

Más lágrimas caen de mis ojos y se pierden en mis mejillas, ya mojadas por la lluvia. Sé que parezco un loco o incluso un idiota por seguir aquí, de pie, y estar esperando que regreses por mí, por algo que ya no te sirve. Sé que hago mal al rechazar a Yoon Gi diciendo que sigo contigo cuando no es así, sabiendo incluso que ya no volverás a mi vida y que posiblemente él es el escape de este sufrimiento.

Mis labios están resecos e incluso partidos, el frío está logrando carcomer mi cuerpo y de a poco las ganas de seguir viviendo se me van.

Quiero que estés a mi lado, que la dejes a ella y regreses conmigo, quiero que vuelvas a darme esa confianza que antes tenía al estar contigo, que vuelvas a decirme lo hermoso que soy y lo buena persona que puedo llegar a ser si me lo propongo.

Solo quiero que me vuelvas a amar como antes.

Porque creí amarte y creí que tú me amabas, pero solo fue una simple ilusión para ti.

Aún recuerdo la manera en la cual descubrí la verdad. Recuerdo por todos los lugares que pase para llegar a casa, nuestra casa, caminé por este parque mientras los niños reían y jugaban con sus padres. Me les quede viendo por un rato y pensando en que en un futuro no muy lejano podríamos adoptar, podríamos tener niños corriendo por el departamento. Al terminar de admirar a esas familias, volví a caminar hasta llegar a aquel lugar que antes solía llamar hogar.

Un ramo de flores descansaba en mi mano derecha mientras que en la otra sostenía la pequeña cajita que contenía nuestro futuro.

Aquel día el departamento se sentía más frío e incluso se veía más gris, pero no hice caso a ese pequeño detalle, caminé con optimismo hasta nuestra habitación, optimismo que cayó al suelo cuando te vi con ella. Estaban en nuestra cama, en la cama donde nosotros dormíamos, donde solíamos entregarnos el uno al otro... donde en ese entonces le hiciste el amor a ella.

Tanto el ramo de flores como la cajita cayeron al suelo, haciendo un gran eco que resonó por toda la habitación. Te detuviste al igual que ella y al mirarme pude notar la lástima que reflejaba tu mirada. La lástima que me tenías.

Lágrimas cayeron de mis ojos y no te dije nada, solo salí del lugar y me senté en el sofá, esperando que tú terminarás con ella para que nosotros pudiéramos hablar.

Me mantuve mirando un punto perdido en la pared hasta que el cielo se oscureció y las gotas de lluvia aparecieron al igual que tú, interrumpiendo mi vista.

Recuerdo todas las palabras correctas, pero dolorosas, que usaste para terminar con nosotros. Tú la amabas a ella y por más que estuvimos cerca de un año juntos, jamás lograste olvidar lo que eras... un hombre. Sí. Eso eras y yo también lo era, pero eso no impidió que nuestro amor creciera... o eso pensé.

Al día siguiente te marchaste y a los dos meses ya estabas convirtiéndola en tu esposa. Me mandaste una invitación con la excusa de que yo era tu mejor amigo y tenía que estar presente en el día más importante de tu vida, pero no fui. No me presenté por el dolor de verte con otra, no me presenté porque sabía que podría cometer un gran error que afectaría esa ceremonia al igual que nuestra amistad.

Si no logró olvidarte es por todos los momentos maravillosos que me hiciste pasar, por las hermosas frases y palabras que pronunciaste en mi nombre y porque no quiero perder aquella confianza que me entregaste.

Hace un año que no nos vemos, pero las noticias siguen llegando. Ahora vas a ser papá. Te felicito. Estoy seguro que serás un gran padre y un gran ejemplo a seguir para ese niño.

Muchos de nuestros amigos te han felicitado, Ji Min insiste en que vaya a verte, pero no quiero. No quiero llorar en frente tuyo y rogarte que regreses conmigo. No quiero perder la poca dignidad que queda en mí.

Nam se va a casar y al igual que tú, me envió una invitación. Jin, en cambio, está más que devastado. Él amaba mucho a Nam, ellos se amaban hasta que todo se arruinó en su relación, al igual que en la nuestra.

Tal parece que todos estamos destinados a sufrir en algún momento.

Yoon Gi sigue insistiendo en salir conmigo, sé que muy en el fondo sabe de nuestra separación, pero no quiero verlo ni mucho menos relacionarme con alguien. Solo te quiero a ti.

Dime qué hice mal... dime si puedo solucionarlo y tenerte de nuevo a mi lado.

Esa confianza ya desapareció y no quiero entenderlo.

¿Te digo algo?

La confianza que me entregaste la primera vez que dijiste que me amabas se ha ido y no sé cómo recuperarla.

Aquella confianza que tenía en mí y en mi físico ha desaparecido. Es por eso que no salgo con nadie. Es por eso que ahora pienso que soy el ser más despreciable y horrible del mundo, es por eso que tú ya no me amas ¿cierto?

¿Por tal razón me dejaste por ella?

Nuestro lugar favorito siempre va a ser el parque, siempre construimos buenos recuerdos ahí.

Mis ojos siguen perdidos en un punto fijo que no se dónde está. Mi vista sigue ardiendo por no haber pestañado, pero ese pequeño dolor desaparecerá, en cambio, el dolor que llevo en el corazón, jamás lo hará.

Mis pies están entumecidos, pero con las pocas ganas que tengo, emprendí camino. Ahora entiendo que tú te fuiste de mi lado por lo terrible que llegué a ser contigo.

Tal vez debí hablarte más en vez de estar trabajando, tal vez debimos salir con más frecuencia o quizás debimos adoptar para que así no te fueras de mi lado.

Mis labios se curvan en una sonrisa sin voluntad y pienso en la felicidad o el amor que debe estar entregándote ella.

Al menos uno de los dos será feliz.

El cielo está gris, pero eso no significa que nuestro ánimo será de ese mismo color.

Tenías razón, tus palabras​ siempre fueron llenas de optimismo y por más que quise decirte que en esta vida no todo era felicidad, nunca pude. Siempre me enseñaste el lado bueno de la vida, pero al ya no estar a mi lado, solo siento, veo y vivo la soledad y la tristeza en carne propia.

En estos momentos quiero desviar mi camino y llegar a tu casa, decirte que aún te sigo amando y rogar por tu perdón, aunque no tengas nada que perdonar. Pero no puedo, no soy tan egoísta para quitarte toda la alegría que estás viviendo ahora mismo.

Si algún día nos separamos, promete que tratarás de recuperarme.

— Te lo prometo — palabras que susurré al viento. Palabras que ahora no tienen validez, que jamás llegaré a cumplir porque ya no estaré contigo.

Escucho los gritos de las personas, el claxon del auto y el freno en seco que este hizo al tratar de detenerse.

Al tratar, pero no lograr.

Ahora ya no siento nada, ahora todo es silencio, puedo ver a las personas rodearme pero ya no logró escuchar nada.

Porque este puede ser el comienzo del verdadero fin.

Mi mano está cálida al lado tuya, puede arropar a la tuya y sin algún problema convertirse en solo una.

Nuestros problemas desaparecieron hace meses y sin darnos cuenta volvimos a estar juntos. Volvimos a ser como antes.

Ya ni recuerdo el porqué discutíamos o el porqué desperté en el hospital después de medio año de estar en coma. Solo recuerdo el haberte visto durmiendo en el sofá del dormitorio. Estabas tan sumido en tu profundo sueño que escuché claramente como mencionabas mi nombre para luego despertar.

Nuestras miradas cruzaron y sonreíste sin pensarlo, al igual que yo.

Ambos nos sonreímos y de pronto te vi al frente mío, con tus manos en mi rostro y con esa sonrisa tan peculiar que desmotraba más que felicidad, demostraba amor, sinceridad... confianza.

Desde ese instante supe que nunca más volveríamos a separarnos.

Rio por mis tontos pensamientos y sigo admirando las hojas caídas de los árboles, tu mano sigue junto a la mía y esta es una situación muy reconfortante para mí.

Observamos a los pequeños que juegan y corren por los columpios y gran parte del parque.

— Quisiera tener bebés — palabras que salieron de tu labios y que muy pronto yo cumpliría.

— Los tendremos — aseguré. Tú me sonreíste y cuando pensaba sellar aquella promesa con un beso, sentí algo contra mis zapatos. Baje de inmediato la mirada y me encontré con una pelota. Tú también la miraste, me sonreíste y sin esperar por mucho, lo recogí.

— Al parecer a alguien se le perdió — una sonrisa apareció en mis labios, pero aquello no duró por siempre.

— En realidad no — miraste por sobre mi hombro.

Al voltear me encontré con un pequeño, se me hacía conocido e incluso juraba haberlo visto en otro lado, pero no era así.

Le sonreí y me agache hasta quedar casi al mismo tamaño que él. Este me miró con temor, pero se hubo acercando hasta tocar su pelota. Y finalmente me sonrió.

— ¡MingSu! — gritaron.

Levanté la vista y pude notar a un joven muy apuesto y con traje caminando hacia mí.

Te miré y pude notar la desesperación reflejada en tus ojos. Reí y me coloqué de pie para poder mirar al padre del niño.

— ¡MingSu, te dije que no hablaras con extraños! — le regañaron.

— En realidad yo encontré su pelota y tenía que devolvérsela — dije en defensa del pequeño.

Aquel joven me miró y después de cargar a su hijo, abrió sus ojos en par.

— Ho Seok — pronunció mi nombre con emoción.

Reí apenas, sin saber de dónde conocía a ese hombre.

— Mejor vámonos — me susurraste.

Te miré y tomé de tu mano para esta vez mirar al desconocido. Este cambió su expresión de inmediato, ahora ya no parecía tan emocionado, en cambio, demostraba algo de tristeza y al parecer, un tanto de enojo.

— ¿Acaso no me recuerdas? — murmuró él.

Te miré, esperando alguna pista o algo que me dijera de quién se trataba. Pero no me dirigiste ni la mirada.

El hijo de aquel señor ya se removía en sus brazos y a los pocos segundos lo bajó para que el pequeño corriera hacia una mujer, que también lo llamaba.

Sonreí al ver tan bella familia, mi pecho comenzó a doler de forma extraña y fue en ese momento que tomé tu mano con más fuerza e importándome muy poco el hecho de que estemos en público, la besé, justo en el dedo anular, lugar donde llevabas el anillo de compromiso que te había dado tres meses atrás.

El extraño nos miró con desconcierto y levantando su mano, señaló el anillo que reposaba en tu dedo.

— ¿Acaso se van a casar? — preguntó incrédulo. Ninguno contestó. No tenía que contar mi vida privada a todo el mundo, mucho menos a un extraño como él. — ¡Contéstame Yoon Gi!

Pronunció tu nombre, tú no contestaste nada.

— Tal vez seas un amigo de YoonGi — hablé por fin. Tal vez sí era un conocido tuyo. Le sonreí, extendiendo mi mano e increíblemente mi pecho dolió aun más.— Me llamo Ho Seok, soy su prometido y muy pronto nos casaremos. Espero verte en nuestra boda — pronuncié a pesar de la incomodidad en mi cuerpo al ver que no aceptó mi saludo.

Baje lentamente la mano sin saber qué decir o cómo expresarme después de aquellas palabras.

— Tae, amor tenemos que irnos — habló la mujer, llegando hasta nosotros. — a MingSu le hará daño tanto frío y el bebé está pateando mucho.

Miré su vientre hinchado y solo en ese momento me di cuenta de su embarazo.

El pequeño iba de la de su madre y me miraba con curiosidad. Solo atine a sonreír y ver a mi prometido.

— ¡Diablos! — gritó. — ¿¡Ho Seok no me recuerdas!? — volvió a gritar ese hombre.

Le volví a sonreír, temiendo esta vez por ambos. Su esposa me miró mal y luego de tomar el hombro de su marido, este logró calmarse.

— Vámonos Ho Seok — fue lo único que pronunciaste en un susurro.

Mantuve nuestras manos entrelazadas y dando una pequeña reverencia como despedida, emprendí marcha. Sin embargo, no pude dar más de dos pasos, pues ese hombre me detuvo y su esposa no hacía nada más que me matarme con la mirada. Yo no lograba entender nada.

— Ho Seok ¿Qué te sucedió? ¿Qué te hizo, Yoon Gi? ¿Sabes quién eres, en realidad? Dime qué diablos sucede aquí.

Ese hombre ya me estaba dando miedo, pero no quise decir nada. No quería parecer mal educado.

— Yo no lo conozco — dije de la forma más distante.

Él me miró confundido, pero al último optó por soltar mi antebrazo y esta vez dirigirse a mi novio. Lo protegí con un brazo por instinto. No podía confiarme de este loco.

— ¿Qué mierda le hiciste a Ho Seok, pequeña puta?

Mis ojos se abrieron en par y rápidamente alejé a YoonGi de ese idiota.

— Señor, yo no lo conozco y al parecer mi novio tampoco, así que por favor déjeme pasar. — dije tranquilamente.

Tú seguías con la cabeza baja y apretando mi mano con mucha fuerza.

— ¡Ho Seok reacciona! ¡Nosotros éramos novios, nosotros tuvimos algo anteriormente...! ¡Diablos! — sus brazos se fundieron en mis hombros. Ahora sí tenía miedo.

Miré a su esposa, esperando recibir ayuda, pero ella solo lloraba y se aferraba a su pequeño que al parecer no entendía nada de la situación.

Suspiré y miré los ojos avellanas de ese joven. Eran bellos e incluso me recordaban un lugar hermoso, pero al parecer mi mente lo había bloqueado.

— ¡Ho Seok, soy Tae Hyung! ¡Acuérdate de mí!

Incliné mi cabeza, tratando de pensar en los lugares que visité o en las situaciones que viví, pero en ninguno de ellos estaba presente ese tal Tae Hyung.

Mi cabeza ya comenzaba a doler y un nudo se formaba en mi garganta. Quería llorar y la razón no la sabía.

— Ho Seok... acuérdate de mí, de nosotros, acuérdate de nuestra relación.

Bajé la mirada y el brillo del anillo se distinguía en mi dedo anular como en el tuyo. Y al mirar a ese, todavía, extraño una sensación reconfortante ingresó en mi cuerpo, pero no hice ni dije nada más que...

— Suélteme, yo no lo conozco — susurré con firmeza. Él me soltó y tan pronto como me encontré liberado, caminé contigo a mi lado.

Ambos no dijimos nada en todo el trayecto a casa, a nuestra verdadera casa.

Mi vida es mejor cuando tú no estás, Tae Hyung. Mi vida es mejor cuando creo no recordarte. Mi vida está yendo bien desde que desperté y vi a Yoon Gi en el hospital y no a ti. Mi vida tiene sentido desde que estoy con Yoon Gi.

Miro a Nam Joon, al parecer alguien sí terminó bien. Jin carga a su bebé y Nam le sonríe cálidamente. Ambos terminaron bien.

Agradezco mucho el hecho de que Nam escapara de aquella boda y fuera a buscar a Jin, aquel día. Agradezco tanto el que al menos una pareja sí haya sido feliz después de todas las dificultades.

El juez sigue hablando delante de nosotros y al mirar a Yoon Gi, puedo notar la felicidad que siente al estar en el altar junto a mí, esa felicidad que tú sentiste años atrás, ahora yo la puedo sentir.

El mundo da vueltas, ayer te tocó ser feliz, hoy es mi turno.

Miro de reojo hacia los invitados y me encuentro con tu mirada y también con tu familia, la familia que tú formaste. Te sonrio al igual que solía hacerlo cuando éramos novios y susurro tu nombre.

Abres los ojos en par y antes de que me des una respuesta miró al frente y contestó la tan esperada respuesta.

— Acepto

Todos aplauden.

Nam y Jin son los primeros en felicitarnos, les sigue Ji Min con su novio, Jung Kook y por último vienes tú.

Tu esposa abraza a Yoon Gi y le susurra un claro "felicidades", hace lo mismo conmigo y la verdad se lo agradezco.

Veo que abrazas a Yoon Gi y este solo rueda los ojos. Al parecer siguen sin tolerarse.

Es mi turno de abrazarte y al hacerlo solo susurro:

— Gracias Tae Hyung...

Mis palabras quedaron en el aire y después de separarnos me dedico a besar y mimar a mi esposo.

Nos abrazamos mutuamente y colocando mi mentón en su hombro, logro escuchar sus palabras

— Lo recuerdas, ¿cierto? — me pregunta mi ahora esposo.

Sonrio mientras te miro y asiento

— Claro que lo recuerdo. Siempre lo recordé, pero del que decidí enamorarme fue de ti.

No miento del todo, pero igual lo hago.

Quiero creer que la confianza sigue aquí, aquella confianza que me entregaste, pero no es así. Esa confianza ya se fue y ahora solo quiero hacer feliz a la persona que se encargó de cumplir tu promesa: estaré siempre contigo, en las buenas y en las malas.

No quería que terminará en YoonSeok pero es que mi mente comenzó a volar y de pronto me di con esto.

Por cierto algunas no entenderán el O.S, pero el que en realidad narra la historia es Ho Seok y Tae Hyung es el que lo hace sufrir. Al fin y al cabo, Ho Seok finge no recordarlo para así autoprotegerse o al menos, intentarlo.


Gracias por leer. Lxs amo.♥

Continue Reading

You'll Also Like

1.3K 92 5
En ese momento, parecía tan lejano que incluso sabía a sueño. Como si aquellos tiempos no hubieran pasado. A pesar de tener pruebas palpables de ello...
1.3M 65.7K 100
ᴛᴜs ᴘᴇǫᴜᴇɴ̃ᴀs ʜɪsᴛᴏʀɪᴀs ᴄᴏɴ ʟᴏs ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs ᴅᴇ ʟᴀ sᴀɢᴀ ᴅᴇ ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ❥︎ -ᴀᴅʀɪᴀɴ ᴘᴜᴄᴇʏ -ᴀʟʙᴜs sᴇᴠᴇʀᴜs ᴘᴏᴛᴛᴇʀ -ʙɪʟʟ ᴡᴇᴀsʟᴇʏ -ʙʟᴀɪsᴇ ᴢᴀʙɪɴɪ -ᴄᴇᴅʀɪᴄ ᴅɪɢɢ...
14.5K 1.5K 19
Destruiría cualquier lugar del mundo para que no tengas más remedio que quedarte donde estoy yo. Personajes extraidos de "Entendido profesora". Pas...
758K 50.5K 200
Los cómics no me pertenecen. Fueron elegidos para su deleite ヘ⁠(⁠ ̄⁠ω⁠ ̄⁠ヘ⁠) Créditos a todos los creadores de los cómics Y créditos al creador o cread...