Las noches más largas se hacían, odiando tan solo el hecho de levantarse cada mañana y notar la ausencia de cierto castaño no ayudaba, y es que a pesar de lo ya dicho no se compara a los primeros días. Odiando toda su existencia y maldiciendo su desgracia, pensando en las cosas que pudo o no haber hecho, arrepintiendose de cada palabra que salió de su boca aquel día y llegando al punto de pensar en acabar con todo.
Tal vez lo único que lo mantenía cuerdo fuese la esperanza que alberga en su pecho de volver a ver sus ojos marrones de Guchi brillar con tanta intensidad como la primera vez que le conoció...o tal vez no. Y es que la situación a simple vista parecía mejorar, pero dentro del mundo de Tsukishima todo se derrumbaba, tanto era así que botellas en su habitación no hacían falta.
Por ellos mismo, la preocupación de Kuroo aumentaba... Temiendo por la salud del ex-jugador de Karasuno, sin embargo ¿Qué más podía hacer? Por mucho que quisiese ayudar no podía acercarse, la agresividad de Tsukishima aumentaba con cada día que pasaba, su corazón se cerraba más y más...
(...)
—¡MALDITA SEA! ¡Abre la puerta Tsukishima!— gritaba afuera del departamento del rubio, escuchaba murmullos pero no le importaba.
—¡Déjame en paz de una vez...!— su voz sonaba rara, fácilmente sabia que había estado tomando.
—A Yamaguchi no le hubiera gustado ver esto... — susurro.
—Él ya no está...— Kuroo intento hablo pero fue interrumpido por un golpe —¡Él no volverá! ¡Ya no lo volveré a ver cada mañana con una sonrisa! Tampoco escuchare su molesto "Tsukki" de todos los días... él ya no estará más... — leves sollozos se escuchaban al otro lado de la puerta.
—Tsukishima lo siento tan...
—¡No puedes sentirlo! Es estúpido decirlo en esta situación... ¡Siento como si hubieran arrancado mi corazón del pecho y lo hubiesen aplastado en el piso sin piedad alguna!— Kuroo se sorprendía con cada palabra que salió de la boca del rubio, a pesar de estar ya pasado de latas podía mantener cordura en su cerebro.
—Pero si tan solo me dejases entenderte... Tal vez yo....
—¡¿Qué más quieres saber?! Antes creía saber que era la soledad sin embargo, me doy cuenta que nunca fue así ¡Cada segundo de mi vida se la dedique a Yamaguchi! Él estuvo siempre conmigo, aun sabiendo lo cretino y directo que era...— Kuroo escucho el cerrojo de la puerta abrirse, pudo ver finalmente al Tsukishima actual... Alguien sin vida, un rostro ojeroso y lleno de dolor, y lo que más le dolía al pelinegro... La sonrisa que tenía acompañada de varias lágrimas que salían de manera incontrolable de sus ojos —Yo... Realmente no puedo vivir sin él...— y cayó al suelo.
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Ha pasado mucho tiempo :'v
Realmente no había tenido tiempo, luego mi vida dio un giro de 180° y pues me cuesta acostumbrarme a la nueva rutina que tengo, luego problemas, falta de inspiración y bueno, ya da igual.
El punto es que ya extrañaba escribir y recién que tengo algo de tiempo de libre e inspiración aprovecho a sacar lo mejor de mi para ustedes
¡Muchas gracias por llegar hasta aquí!
Próxima actualización menos dolorosa (?)