The Arrangement

By majofernandezs

992 67 62

Shelley Hennig, una ex- adicta a las drogas, es forzada a aprender cómo sobrevivir sola a una edad temprana... More

Nota
Parte 1: Capítulo 1: Ten fé
Parte 1: Capítulo 2: Relaciones pragmáticas
Parte 1: Capítulo 3: Nueva Vida
Parte 1: Capítulo 4: Decepciones
Parte 1: Capítulo 5: La asistente (1)
Parte 1: Capítulo 5: La asistente (2)
Parte 1: Capítulo 5: La asistente (3)
Parte 1: Capítulo 6: Sorpresa
Parte 1: Capítulo 7: Aspiración antigua (1)
Parte 1: Capítulo 8: El acuerdo (1)
Parte 1: Capítulo 8: El acuerdo (2)
Parte 2
Parte 2: Capítulo 9: Paparazzi
Parte 2: Capítulo 10: Papá Dylan
Parte 2: Capítulo 11: Lidiando con la mejor amiga sobreprotectora
Parte 2: Capítulo 12: Charlas de habitación

Parte 1: Capítulo 7: Aspiración antigua (2)

31 3 1
By majofernandezs

''Now if you're talking body, you are the perfect one so put it on me, swear it won't take too long...'' - Tove Lo (Talking Body)

Luego de un tedioso viaje a casa, entré a mi silencioso hogar y luego de una realización repentina de que apenas había comido algo, me aventuré hambrienta a la cocina. Me di cuenta de que no tenía nada para comer, así que decidí dar un paseo hasta el pequeño restaurante que vi en la carretera camino a casa.

Antes de salir me cambié a zapatillas deportivas negras, un par de jeans azules y una camiseta sin mangas debajo de mi cardigan color índigo. Até mi cabello en una simple coleta alta y rocié un poco de perfume en mi cuello. Apagué todas las luces y cerré la casa con llave para después meter las llaves dentro de uno de mis bolsillos traseros al igual que mi billetera.

El corto ''paseo'' se convirtió en una larga caminata y cuando finalmente llegué al restaurante, estaba aliviada de que siguiera abierto. Me formé en la fila, contemplando si ordenar algo pequeño para llevarme a casa porque definitivamente no iba a comer sola ahí.

-Hola, que te gustaría ordenar?- dijo una alegre mesera.

-Me podrías dar una hamburguesa y una ensalada para llevar?- pregunté amablemente.

-Por supuesto- dijo la mesera y me entregó mi recibo.

Caminé hacia un lado del mostrador, esperando pacientemente a que mi orden estuviera lista y mis ojos observaron toda el área antes de posarse sobre la única persona que creí que nunca volvería a ver en mi vida.

Traté de pensar en alguna manera de escapar pero no pude hacer nada, él estaba muy cerca. Se estaba dirigiendo hacia dónde yo me encontraba parada y traté de cubrir mi rostro con mis manos pero ya era muy tarde.

Su mirada se encontró con la mía y sus ojos brillaron al reconocerme.

-Shelley?- preguntó y escaneó mi cuerpo de pies a cabeza.

Una sensación de ardor retumbó dentro de mi cuerpo gracias a su mirada escrutadora.

-Hola, Sam. 

Frente a mi se encontraba mi ex novio de la secundaria, él único novio real que he tenido para ser honesta. Todas las cualidades físicas que tenía habían mejorado con los años. Sus brazos estaban más musculosos, su piel se veía más suave y su cabello estaba en buenas condiciones. Usaba un atuendo casual que verías usar a una persona que practica jogging : Pantalones deportivos, una camiseta de deporte y tenis. 

Igual que antes, era sexy. Muy sexy.

Se me hizo agua la boca y mis dedos morían por tocarlo. Uno pensaría que cómo pasó mucho tiempo mi amor por él hubiera disminuido, pero era realmente lo contrario.

-Ha pasado mucho tiempo. Dónde has estado desde...- preguntó, callándose antes de terminar de formular la pregunta.

-No te preocupes, puedes decirlo. Desde que fui a rehabilitación. Conseguí un trabajo cómo publicista.- dije y sus ojos se abrieron.

-Bueno, aquí es cuando iba a tratar de impresionarte con mi trabajo, pero qué podría superar a eso?

-Muchas cosas. Qué has estado haciendo?- pregunté y me sonrojé.-Cómo trabajo, me refiero. 

Él se rió.

-Trabajo aquí.- respondió.

-Cómo mesero?- pregunte indecisa.

Sam no parece la clase de chico que atiende a las personas, pero tendría sentido el que pensara que mi trabajo era superior al suyo.

-No, tonta- se rió.-Soy dueño del restaurante.

Ahora era mi turno de estar sorprendida.

-Wow.

-No es tan genial cómo suena. Es mucho trabajo duro y...

-Señorita, su hamburguesa y su ensalada para llevar- dijo el mesero apareciendo de la nada. 

-Gracias- respondí y tomé el ecológico paquete café.- Creo que ya debo irme.- le dije esta vez a Sam.

-Al menos déjame acompañarme a tu auto.- dijo él.

-Oh, uhm, voy a volver a casa caminando- hablé tímidamente.

-Bueno, no mientras esté aquí. Voy a llevarte a casa, espérame un momento.- dio sin siquiera preguntarme porque sabe que de otra manera rechazaría la oferta. -Eddie, cerrarías esta noche por favor?- le preguntó al mesero que me había atendido.

El mesero asintió y Sam levantó un puño en el aire en señal de victoria. Reí por lo cómico que se veía mientras realizaba el juvenil acto.

-Venga por aquí señorita Hennig.- dijo Sam guiñándome un ojo.

Él me guió hacia su pulcro y brillante Ferrari negro, y cómo el hombre de buenos modales que es, abrió la puerta del pasajero para mi con facilidad.

Un par de minutos después, llegamos a mi casa y lo invité a pasar por un café. Es lo menos que podía hacer luego del esfuerzo que él hizo en traerme a casa a salvo.

Hablamos por tanto tiempo que se sentía cómo si nunca fuéramos a acabar. Nos pusimos en literalmente todo lo que había pasado desde que dejé la secundaria, y me quedé admirada por la manera en la que él había madurado a través de los años. 

-Así que luche los primeros meses cuando abrí cuando abrí la sucursal aquí, pero con el marketing correcto los clientes empezaron a venir. No es tan popular cómo mi sucursal en Washington pero me está yendo bien. Por qué estás mirándome de esa manera?- preguntó, tomándome desprevenida. 

-Sólo estoy pensando... tu novia debe estar muy orgullosa de ti.- dije y me sonrojé.

-Uhm, no tengo una novia. De hecho no he salido con nadie desde... bueno... ti.- habló y sus mejillas se tornaron bastante rojas.

-Pero acaso Leigh y tú no...?

-Leigh! Dios, no. Preferiría morir, no gracias.

Me reí por su comentario, él me sonrió, pero luego su rostro se tornó serio.

-He pensado mucho en ti. Aún te sigo amando.- dijo y puso su mano sobre la mía.

He estado sola por tanto tiempo que mi cuerpo anhelaba por el amor de un hombre. Mi corazón se aceleró y podía sentir la atmósfera cambiar alrededor de nosotros.

-Yo nunca dejé de amarte- hablé con suavidad pero él me escuchó.

-Ni siquiera después de que yo...

-Ni siquiera ahí.

Él se veía asombrado.

-Probablemente debería irme- dijo.

Mantuve mi expresión facial neutra mientras me ponía de pie y él hacía lo mismo.

-Deberías- dije asintiendo con la cabeza de acuerdo con él.

-Pero no quiero hacerlo- dijo y una traviesa sonrisa apareció en su rostro.

De repente, él estaba en frente mío, nuestros labios separados simplemente por centímetros y nuestras narices tocándose. Sus pupilas se dilataron con lujuria y su respiración se aceleró. Hice la primera movida y lo besé.

Sus labios se sentían celestiales sobre los míos y yo los saboreé mientras pasaba mis dedos por su cabello. Él me levantó y me puso sobre la mesa y yo envolví mis piernas alrededor de su cintura instintivamente. Él se inclinó hacia adelante, sus manos sujetaron mi cintura y comenzó a besar mi cuello. Podía sentir su erección en la parte interna de mis muslos y escuchaba cómo su respiración salía en jadeos.

La diosa en mi interior se sintió victoriosa al ver que lo estaba excitando de esa manera.

-Dónde. Está. Tu. Cama.- dijo, separando las palabras entre besos.

Apunté hacia el pasillo y él me levantó con facilidad. Posé mis brazos con fuerza sobre sus hombros con miedo de caerme y grité cómo un pequeño gato. Él se rió, lo que se sintió cómo música para mis oídos, y las esquinas de sus ojos se arrugaron. Abrió la puerta con mi espalda y la cerró con uno de sus pies. Me saqué mis zapatillas cómo reflejo.

-No soy pesada?- pregunté, genuinamente sorprendida por la manera en la que era capaz de cargarme sin hacer esfuerzo.

-Por favor, eres tan liviana cómo una pluma.- dijo y eso hizo maravillas con mi ego.

Lo besé en los labios para demostrarle mi apreciación y podía sentir su sonrisa debajo de la mía.

Me depositó en la cama y se quitó su camiseta. Si pensaba que se veía sexy con la camiseta puesta, créanme cuando les digo que se veía aún mejor sin esta puesta. Pasé mis dedos a través de sus abdominales y él tembló por mi tacto. Quitó mi moña de mi cabello y yo lo sacudí salvajemente, cómo un caballo sacudiendo su crin. 

Nuestros labios se juntaron una vez más, sus manos subiendo por mi espalda y las mías posadas en su abdomen.

Él me quitó mi cardigan junto con mi camiseta y los lanzó al suelo junto a su camiseta, dejándome desnuda de mi cintura para arriba, con sólo mi sostén de seda negro cubriendo mis pechos.

Repetimos la misma rutina: Labios juntándose, labios separándose, ropa cayendo al suelo hasta que los dos estuvimos desnudos con nuestros cuerpos entrelazados en la oscuridad.

Era mi primera vez teniendo sexo y estaba contenta de que fuera con él.

Por primera vez en un largo tiempo, dormí con una colosal sonrisa en mi rostro.





*Traducción de la novela en inglés: ''The Arrangement''.

*Autora original: @SmartiesHb

*Prohibido copias y/o adaptaciones.



Continue Reading

You'll Also Like

309K 27.8K 40
Carla era la típica adolescente que fantasea con ser amada. La que sueña con un lindo chico o chica que la haga sentir mariposas a. Por otro lado, Pe...
79.5K 8K 61
👁️⃤ 𝘖𝘯𝘦-𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘴, 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 𝘦 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 con los personajes de la serie: «🇬 🇷 🇦 🇻 🇮 🇹 �...
232K 23.5K 60
Rose Weasley era muy distinta a sus hermanos, no era valiente, osada o revoltosa, en cambio, era tranquila, con una alegría contagiosa, siempre dispu...
55.1K 3.3K 21
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...