Tres meses y medio después...
-¿Estás seguro de que estás bien?- la rubia de ojos color amatista miraba a su amigo, el cual se encontraba recostado en una de las camillas del hospital. Como ya se cumplieron, oficialmente, los nueve meses de embarazo, Scott decidió internar a Bonnie, pues el parto de los bebés podría ser algo... Doloroso para él, por lo que debe tener un poco de anestecia en "esa zona", y para que esté lo suficientemente preparado, fué internado. Lleva al menos cuatro días ahí metido.
-Ya me has preguntado eso treinta veces, Chica. Si, estoy bien... Aunque no siento el trasero- se quejó, haciendo un puchero, provocando unas risillas en su amiga.
-Cuando todo acabe, lo volverás a sentir- rió. En eso, escuchó como alguien más entró a la habitación, resultando ser la madre del chico- debo irme, iré a hacer las compras con mamá. Adiós Bonnie- se despidió del chico y de la mujer con una sonrisa y un ademán, para luego salir de la habitación.
-Hola mamá- sonrió a su madre.
-Hola cielo- con dulzura, besó la frente de su hijo- ¿Cómo te sientes?
-Esto bien, creo- miró la puerta, con esperanza en sus ojos- ¿Has visto a Bon?
-No, nadie lo ha visto aún. Pero aún intentamos dar con él- miró con tristeza a su hijo, pues es muy duro para él. Bon no ha aparecido desde hace tres días. El peli-morado suspiró con pesadez- oh, amor, no te pongas así. Debe estar haciendo algo realmente importante en estos momentos...
-¿Más importante que el nacimiento de nuestros hijos?- las lágrimas amenazaban con salir, le dolía que Bon no estuviera a su lado en un momento tan importante como este. En eso, sintió un fuerte dolor- a-ah...
-¿Qué sucede? ¿Te encuentras bien?- la mujer adulta miró preocupada a su hijo, pues tenía una clara expresión de dolor.
-Y-ya vienen...- susurró.
-¿Qué? Amor, no logré entenderte- el oji-rojo ahogó un grito de dolor, para luego mirar a su madre.
-¡Los bebés ya vienen!- exclamó. La oji-celeste reaccionó al instante, llamando a Scott. Los trillizos están por nacer. Rápidamente, el peli-negro entró a la habitación, para así llevar, junto a su equipo, al peli-morado hacia la sala de partos. Pero, a unos segundos de entrar, Bonnie reaccionó- ¡No pienso entrar ahí sin Bon! ¡Arg!
-Lo lamento, Bonnie. Pero no hay tiempo. Si esperamos a Bon, podría ser peligroso para tí y para tus bebés- Scott se acercó al chico.
-¡No quiero ir sin Bon! ¡No quiero, no quiero, no quiero!- lloraba mientras hacía una especie de berrinche, ya que no podía moverse mucho por las contracciones.
-¡Bonnie, entiende! ¡No podemos esperar a Bon!- el médico no sabía qué hacer, se notaba que Bonnie no aceptaría entrar allí sin su pareja. Aunque... No creo que ese berrinche sea necesario ahora.
-¡Conejito!- un peli-celeste, realmente agitado, se acercaba apresuradamente hacia su pareja- p-por favor, p-perdoname. Puedo e-explicarlo todo- habló temeroso, mientras sujetaba la correa del bolso (de hombre, obviamente) que llevaba con él con una mano, y con la otra sujetaba la mano de su pareja.
-¡Volviste!- a como pudo, abrazó a su novio, llorando- me preocupaste mucho... S-si hice algo malo, p-por favor perdóname...
-¡No, no, no! No hicieste nada malo- se apresuró a decir, extrañado, pués esa no era la actitud que su conejito tenía usualmente- yo... L-lamento haber desaparecido, pero fué para...- se vió interrumpido por un grito ahogado por parte del oji-rojo, alarmandolo- ¿C-conejito? ¿Q-qué ocurre?
-¿¡Tú qué crees, idiota!? ¡Estoy a punto de dar a luz!- gritó furioso.
-Ese es el Bonnie que conozco y amo- rió nervioso.
-Me alegra que hayas vuelto, Bon, ¡Pero si no nos apresuramos, las cosas se pueden complicar!- Scott ya estaba entrando en desesperación.
-¡C-claro, claro! ¡V-vamos!- dicho esto, los médicos (y enfermer@s) entraron a la sala, acompañados del peli-celeste. Rápidamente, prepararon a Bonnie.
-Ag... Esto me dolerá más que cualquier cosa en toda mi vida. Si no me ayudas con tu habilidad de sanación después de esto, te juro que te castro- miró amenazante a su novio, el cuál estaba utilizando un traje parecido al de los enfermeros, pués no podía entrar con ropa normal a una sala de partos.
-Por supuesto que utilizaré mi poder contigo- sonrió- Aún quiero vivir- murmuró, aunque, de igual manera, el peli-morado logró escucharlo.
-Mantén eso en mente. No creas que seré paciente cuando no quieras ir a ver a los bebés en la noche solamente porque tienes sueño- lo fulminó con la mirada, provocando que su contrario riera nervioso. Las contracciones se hicieron presentes, pués el primero de los trillizos ya estaba ansioso por salir- ¡Arg! ¡La puta padre! ¡Duele!
-Tranquilo, estoy contigo- extendió su mano, la cual fué tomada por Bonnie rápidamente, provocando una mueca de dolor en su rostro- s-solo... R-respira- habló entre pequeños chillidos de dolor. Pués el peli-morado desahogaba su dolor presionando la mano de su pareja. Bonnie comenzó "respirar". ¿Han visto la Era De Hielo 3, cuando Diego le ayuda a Elie a respirar mientras daba a luz? Bueno, pués así es como se encuentran ambos conejos. Los gritos de dolor se hicieron presentes, en señal de que el primer bebé se acercaba.
-¡Arg! ¡Duele, duele!- se quejaba, mientras algunas lágrimas se escapaban de sus ojos.
-¡Aquí viene el primero!- una enfermera chilló alegre.
-Preparate para pujar, Bonnie. Puede que te duela, así que asegúrate de seguir respirando- advirtió Scott, ganándose una mirada de odio de parte del peli-morado.
-¡Ya sé que me dolerá más, pendejo! ¡No es necesario que digas lo obvio! ¡¡Arg!!
-¡Ay, ay, ay, ay! ¡Mi manita!- el de mirada esmeralda se quejó doloroso.
-¡Tú no te quejes, estúpido! ¡¡Yo soy el que va a dar a luz a tres bebés, idiota!!
-¡Lo siento, lo siento!- se lamentó rápidamente, mientras veía como algunas lágrimas saliar de los ojos de su conejito, y algo de sangre que su entrada, la cuál estaba realmente dilatada. Unos segundos más de dolor fueron necesarios, para que después se pudiera escuchar el llanto de un bebé.
-¡Es una niña!- anunció Scott, mientras un enfermero se llevaba a la bebé para poder darle un rápido baño, obviamente, con agua tibia- va una, faltan dos.
-Tú puedes, amor. Faltan dos más, puedes hacerlo- besó con dulzura y cuidado a su pareja. Bonnie no logró responder, pues el siguiente bebé no dudó en seguir a su hermana.
Y así, nacieron los otros dos bebés, en el orden de: niña, niña y niño. Luego del parto, los médicos se llevaron a los bebés, pués debían asegurarse de que nacieron sanos antes de entregárselos a sus padres. Ahora, Bon y Bonnie se encuentran en la habitación de antes, esperando a sus hijos.
-¿Ya no te duele tanto?- con suavidad, acarició los cabellos morados de la "madre" de sus hijos.
-No, ya no tanto... ¿Seguro que no puedes hacerlo de una manera más... Efectiva?- miró al peli-celeste con ojos de cachorro. Bon solo suspiró.
-Me encantaría, pero solo puedo curar por completo cuando estoy en F.M.D., y sabes que no debo transformarme en lugares así.
-Lo entiendo, no pasa nada. Al menos... Estás aquí- tomó la mano del de piel morena, quién depósito un suave beso en la parte superior de esta.
-Gracias por esperarme- sonrió.
-Siempre lo haré- Bonnie sonrió de la misma manera, mientras su mirada se posaba en el bolso que traía su novio- ¿Qué llevas ahí?
-Oh, es la razón por la cuál desaparecí. Es...- nuevamente, se vió interrumpido. Esta vez, eran Scott y un par de enfermeras; cada uno traía uno de sus bebés.
-Felicidades, chicos. Son los bebés más sanos y hermosos que he visto en toda mi carrera- el peli-negro se acercó a la pareja.
-¿Puedo cargarlos?- extendió sus brazos, demostrando que en serio quería cargar a sus bebés.
-Por supuesto- con cuidado, le entregó a los trillizos. Bonnie, con algo de dificultad, cargó a los tres bebés- los dejaremos a solas- sonrió, para luego salir de allí junto a las enfermeras que lo habían acompañado.
-Míralos, cielo. Son nuestros bebés- miró con gran dulzura al fruto de su amor- ¿Por qué no cargas a uno? Es algo difícil tener a los tres- sonrió.
-Oh, c-claro- con suma delicadeza, levantó y cargó al único varón, como si fuese de vidrio- son... Son perfectos- ligeras lágrimas de alegría resbalaban por sus mejillas, enterneciendo a Bonnie.
-Aw, amor, estás llorando- sonrió, viendo como el peli-celeste intentaba limpiar sus lágrimas.
-¿Cómo no hacerlo? Somos padres... Ahora tenemos tres hermosos bebés- miró a los trillizos, los cuales comenzaban a abrir sus ojos. La mayor, tenía unos bellos ojos de color rojo carmesí, piel clara y cabellos celestes; la de en medio, poseía ojos verdes esmeralda, y sus cabellos eran de un tono lila claro, junto a su piel ligeramente pálida; y el menor, con cabellos tanto morados como celestes, nacido con heterocromia, pués su ojo izquierdo es de color verde y su ojo derecho es de color rojo- ¿Cómo les pondremos?
-Bueno, para las niñas yo estaba pensando en... Melanie y Yazmín- miró a las pequeñas, las cuáles rieron al escuchar sus nombres, contagiando a su madre- creo que les agrada... ¿Y si tú nombras a nuestro niño?
-E-está bien- miró al bebé entre sus brazos, el cuál lo miraba fijamente, curioso- Eathan...- susurró, mientras el pequeño soltaba unos adorables balbuceos.
-Es... Perfecto- Bon se acercó a su pareja, junto a Eathan- Melanie, Yazmín, y Eathan... Nuestros tres grandes logros.
-Oh, eso me recuerda...- con delicadeza, le entregó el bebé a Bonnie, ayudándolo a colocarse de una manera en la que pueda sostener a los trillizos fácilmente. Buscó en su bolso, sacando dos objetos: un medallón en forma de corazón, y una especie de bola de nieve- logré conseguir esto para tí- le mostró el medallón, el cuál era de oro. Abrió el medallón, del cuál, salió un holograma. En el holograma, se lograba apreciar cada bello momento que ellos pasaron juntos; desde el día en el que se conocieron, hasta el día en el que se enteraron de que tendrían trillizos.
-Bon, esto es... Hermoso- habló maravillado, mientras su pareja le colocaba el medallón en el cuello con delicadeza.
-Y no sólo es eso- le mostró la esfera de nieve, vacía- esta, es una esfera mágica del recuerdo, de un solo uso. Sólo existen seis en todo el planeta... Y quiero guardar este momento en ella- miró sonriente a su conejito, quién le devolvió el gesto.
-Y... ¿Cómo lo harás?
-De esta manera- dicho esto, besó los labios del peli-morado, mientras los pequeños los veían curiosos. Bonnie simplemente cerró los ojos, y siguió el beso. Al separarse, se sorprendió de lo que vió; en la esfera, que antes se encontraba vacía, ahora estaba guardada la imagen de hace unos segundos- ahora, podremos guardar este recuerdo por siempre- levantó con cuidado la esfera del recuerdo, admirandola mejor. Guardó con cuidado el objeto dentro de su bolso, para luego mirar a su novio, y madre de sus hijos- te amo...
-Y yo a tí...- unieron sus labios nuevamente. Y, al separarse, se dieron un dulce abrazo, con los bebés en medio de ellos. Sin duda, son una hermosa familia.
[...]
¡Y, oficialmente, doy por terminada esta grandiosa historia! Pero ojo, esto no se acaba aquí, pues, ¡Aún falta la segunda temporada!
¿Qué? ¿Creyeron que acabaría aquí? ¡Pues, se equivocaron!
¡Nueva vida, nuevas aventuras! ¿Qué será lo que les espera a esta peculiar familia?
También quería agradecerle a mi queridísima amiga Foreversonamy que fué la que me ayudó con los diseños. ¿Que cuales diseños? ¡Pues, estos mismos!
¡Estos son los diseños oficiales de los trillizos en la segunda temporada! Yo no sé ustedes, pero yo los AMÉ desde el primer momento en el que los ví.
Pero, antes de irme, aclararé una dudilla que anda rondando por ahí...
Sí, si poseen sangre de vampiro. Pero los detalles los sabran a como se vaya desarrollando la segunda temporada.
¿Qué otra cosa debía mostrar?... ¡Oh, sí!
¡Les presento la portada oficial de 'Aventura En Familia'!
¿Qué les parece? ¿Les gusta? Pues, más vale que les guste, porque pasé tres horas malditas peleando con el jodido editor para que me quedara bien. Casi lanzo mi celular por la ventana.
Estupidas apps que quieren mandarse solas...
En fin, yo me iré despidiendo. Pero antes, aclaro que no publicaré la segunda temporada inmediatamente, primero me dedicaré a avanzar bastante a 'Just A Game' y en una nueva historia que publicaré. Yo les avisaré cuando tenga la fecha de publicación.
Bueno, creo que es todo.
¡Nos vemos, mis queridos pandas! 💜
-Fiona 🐼