Taehyung llegó a la casa de Jeongguk y tocó el timbre.
El menor abrió la puerta encontrándose a el menor de los Kim viendo las flores en su patio.
— Mierda... — Susurró. — Mierda, mierda, mierda... — Decía sin parar cuando Taehyung lo notó y fue hacía él.
— Kookie. — Abrazó al menor. — ¿A dónde vamos hoy? — preguntó. — Espero que no te moleste, tenía algo planeado.
¿Cómo lo había olvidado?. Era sábado en la tarde, el mismo momento en la semana que siempre salían juntos.
— Tae. — Se alejó del mayor y lo miró apenado. — Olvidé por completo avisarte. Hoy salgo con unos amigos, hyung.
— Yo... Oh bueno, ¿A qué hora vendrán? — Taehyung no se había desanimado por completo, pensaba esperanzado que podían pasar al menos un rato juntos.
— No debe faltar mu— La voz de Jeongguk fue interrumpida por el sonido de la corneta de una camioneta.
Ambos chicos voltearon, viendo como se bajaba el vidrio dejando ver a Mark, un chico que Taehyung reconoció de la escuela pero de clases mayores.
Yugyeom también bajó su ventana saludando y haciéndole señas a Jeongguk.
— Son ellos Hyung, lo lamento.
— No, no pasa nada. — Rió el mayor negando. — Ve con ellos.
— Gracias Tae. — A diferencia de lo que esperaba el mayor, Jeon se alejó a la camioneta sin más.
Cuando Jeon se montó en la parte de la maleta junto a otros tres chicos que iban recostados ahí, pues todo el auto estaba lleno.
— ¿Ese era Taehyung? ¿No quería venir? — Preguntó Jinyoung después de saludar al pelinegro.
— No, no le agradan las fiestas, creo que tenía algo que hacer.
Mientras tanto Taehyung tiró las entradas para la feria en el primer bote que encontró de camino a casa.