— ¿Por qué siempre que tenemos una cita, llueve? —preguntó Yein con rabia, removiendo duramente el maquillaje de su rostro—. ¿Nuestra relación es tan sombría?
—Tal vez —dijo Yoongi, quitándose la chaqueta e inclinándose para besar su sien—. No frotes tus ojos tan duro. Eso los irritará, y ni siquiera tú luces bien con los ojos rojos e hinchados, Rojo.
—Quiero que te retractes —replicó—, me vería genial con los ojos rojos.
Él se acercó hacia la chica, depositando un gentil beso sobre su cuello.
— ¿Sabes qué otra cosa se te vería increíble?
Su mano se deslizó por la parte inferior de su muslo. Yein contuvo la respiración y se aferró a la superficie de su tocador para mantener el equilibrio.
—Pervertido —apenas susurró.
—Te encanta —Yoongi contestó antes de levantarla en brazos y llevarla a la habitación.