¿El mejor sabor de helado? Tú...

Zara_Black

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¿Novia? No, gracias. Lástima que el resto de sus amigos si pensasen que necesitaba una novia con urgencia. N... Еще

Sinopsis
1. El anuncio
2. El anuncio II
3. Señor, dame paciencia
4. Primera cita
5. ¿Admirador secreto?
6. Cinta aislante
7. ¿Hay algo más divertido que molestar?
8. Una futura promesa de ¿boda?
9. "Una importante investigación"
10. Matt vs Triz
11. Matt vs Triz (2º round)
12. El anillo perfecto
13. Hermanos
14. Helado
15. Estado: shock y profunda negación
16. Me niego a que me gustes
17. De luto
18. Admirador ya no tan secreto
19. ¿Chismosos? ¿Nosotros?
20. Yo no fui
21. Cita triple
22. ¡No me gusta!
23. Encuentros inesperados
24. Preocupado, estoy preocupado
25. Tiempo de espionaje
26. Aceptación
27. El esguince
28. ¿Qué le pasaba?
29. Plan de conquista
30. Góngora y sus sorpresas
31. Enfrentando miedos
32. Quiero conmigo
34. Friendzone
35. Cuando los planes salen bien
36. ¿El mejor sabor de helado? Tú
"EMSHT" en librerías a partir del 13 de DICIEMBRE de 2018

33.No me gustas. Ni un poco.

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Zara_Black

(Matt)

Miró con seriedad a Will y éste puso los ojos en blanco antes de cruzar los brazos sobre su pecho.

―Te repito que yo no fui—contestó Will con desgana por enésima vez desde que lo había acorralado en los aparcamientos de la facultad de Arquitectura—. Ir dejando notas amenazantes no es para nada mi estilo.

―En eso tengo que darle la razón—apoyó Nora y Will le guiñó el ojo.

―Además, este rostro necesita ocho horas de descanso, no voy a perder horas de sueño para colarte una estúpida nota amenazante—indicó Will mientras saludaba a un par de alumnas que lo saludaban con emoción, por lo que puso los ojos en blanco.

―Pues anoche debiste dormir mal porque juraría que estoy viendo un grano en ese rostro—dijo señalando la frente de Will que rápidamente empezó a mirarse en el espejo retrovisor.

―¡Esa maldita bruja, mi cara es sagrada!—reclamó Will con enojo mientras se frotaba la frente, miró a Nora y ambos rieron.

―Pues si él no ha sido, ¿quién te dejó la nota? —le preguntó Nora y él se encogió de hombros antes de ponerse a pensar.

―No pudo ser Pablo, no creo que nos mintiera a la cara y ahora que lo pienso, no pega nada con su personalidad...

―¿Pensabas que había sido Pablo? —preguntó Will en tono burlón—. Dejarte una nota amenazante es algo demasiado osado para él, es un medio alumno de Quevedo, no le pidas tal nivel de valentía.

―¿Medio alumno?—preguntó Nora con interés.

―Así les decimos a los que no estuvieron desde el principio en Quevedo—explicó Will—; Pablo fue transferido cuando yo estaba en el último año, al parecer el director de su instituto robó el dinero o no sé qué... ese año trasladaron a muchos alumnos a Quevedo.

―Esta historia me resulta familiar—dijo en voz baja pero no le dio importancia ya que Will continuó hablando.

―¿Y qué decía la nota? —curioseó Will.

―Mantente alejado de ella. Atentamente admirador secreto—contestó y Nora le dirigió una mirada divertida. ¡Sí! Había obviado la parte de "Os vi ayer" pero si lo decía, Will preguntaría y no pensaba decirle que Triz y él se habían besado. Bastante tenía ya con los comentarios de Nora y sus propios pensamientos para unir también las burlas de Will.

―Obviamente esa nota fue hecha para que no te alejases de Triz y odiases a Pablo en cuanto lo conocieses—dijo Will y tuvo que darle la razón—. No es por nada pero tiene toda la pinta de ser una estratagema de vuestras hermanas, ellas son las únicas que serían capaces de ir dejando notas amenazantes por ahí.

―No han sido Dafne y Ann—respondió rápidamente Nora.

―Opino lo mismo—dijo con seriedad. Si Ann lo hubiera visto besarse con Triz, su hermanita no le hubiera dejado una simple nota, no, su hermana hubiera ido a por él sin piedad.

―Pues empiezo a quedarme sin sospechosos—habló Will para luego saludar a un par de alumnas que le sonreían con descaro—. Lo que tengo claro es que no ha sido nadie de Quevedo, tuvo que ser alguien de Góngora.

―¡Eso es!—respondió Nora con la misma sonrisa que tenía cuando descubría al asesino de sus libros—. ¿Tienes la Tablet?

―Sí—dijo sacándola de su mochila, Nora la tomó y se apoyó sobre el coche de Will algo que también hicieron ellos que se colocaron cada uno en un lateral, Nora encendió la Tablet y se conectó al wifi de la Universidad, luego fue al Skype y buscó entre sus contactos hasta que encontró a Héctor—. Really?

―¿Ese no es el novio de Triz que huyó? —preguntó Will.

―No huí, a mi padre lo trasladaron—respondió un adormilado Héctor de muy mal humor—. ¿Y qué mierda... ¡oh, oh!

―¿Oh, oh? —inquirió levantando una ceja, Héctor les sonrió con inocencia.

―Puedo explicarlo—contestó Héctor rápidamente.

―Más te vale que esa explicación sea convincente—dijo entre dientes viendo como Héctor se frotaba el rostro con fuerza para luego sentarse en la cama.

―Lo hice por Triz—dijo Héctor con solemnidad.

―Siempre es por una mujer—añadió Will.

―Ahórrate tus comentarios de Doctor Corazón, ¿quieres? —dijo de mal humor, Will río y los tres volvieron a mirar la pantalla donde Héctor bostezaba—. ¿Por qué?

―Porque sabía que con esa nota me aseguraba que odiases a su admirador secreto antes de conocerlo y que pasases más tiempo con ella—explicó Héctor, Nora y él se miraron, a esa conclusión habían llegado minutos antes.

―Sigo sin entender por qué—dijo y Héctor bufó.

―Porque te besó—recordó Héctor con tono acusador, tosió con fuerza y escuchó como Will reía—. Triz puede estar muy loca pero no te besaría para disimular y evitar que la reconozcan en una de sus investigaciones.

―¿Esa fue su excusa para poder besarte?—curioseó Will y le dirigió una mirada de odio—. Me declaro su fan.

―Llevaba tiempo sospechando que podría estar empezando a tener sentimientos hacia ti, pero cuando la vi histérica y fuera de sí por haberte besado, estuve completamente seguro. Triz se había enamorado de ti—explicó Héctor—. Así que tenía que pensar una manera para obligarla a estar contigo y que se diese cuenta de sus sentimientos... y bueno, lo mejor que se me ocurrió fue que te dejaran una nota amenazante de parte del admirador secreto...

―Para que así se pusiese en plan sobreprotector y quisiera estar todo el rato con ella—terminó Nora.

―Exacto—dijo Héctor.

―Usando su exagerado sentido de protección contra él, bien pensado—intervino Will con orgullo, Héctor asintió—. Me caes bien.

―Me siento manipulado—murmuró con rencor.

―Si no te hubieras dejado llevar por los celos hubieras llegado a este razonamiento mucho antes—señaló Will—. Ir dejando notas amenazantes no pegaba con la personalidad de Pablo.

―Yo no me he dejado llevar por los celos—negó con efusividad.

―Claro que no, él sólo estaba preocupado—dijo Nora pero no le sonó como que lo estuviera defendiendo.

―Preocupado de que le robaran a su chica—indicó Will con burla.

―Cállate—ordenó de mal humor haciendo que Will se riese—. Y claro que me preocupo, puede que Pablo no me dejara ninguna nota amenazante, pero estuvo acosando a Triz durante un mes. No es de fiar.

―Por enésima vez, no estuvo acosándola, era su admirador secreto—dijo Nora con voz cansada.

―Llámalo como quieras, pero ese tipo no es para ella—dijo de mal humor provocando que sus amigos sonriesen y lo mirasen.

―Creo que todos los presentes tenemos bastante claro quién es perfecto para ella—apuntó Will ganándose una mirada asesina de su parte.

―Tu grano cada vez se ve más—indicó señalando el rostro de Will que hizo una mueca horrorizado y comenzó a frotarse la frente mientras maldecía a Angy; río divertido y volvió a mirar la pantalla para ver como Héctor lo miraba fijamente—. What?

―Nada, es sólo que veo que las camisetas de videojuegos están funcionando—dijo Héctor levantando las cejas significativamente y él bufó.

No era sólo que las camisetas estuviesen funcionando, era que toda Triz en su conjunto estaba funcionando. Sus ojos, su sonrisa, sus pecas... toda ella estaba volviéndolo loco.

Estaba tan jodido.

―No te haces una idea—murmuró Nora con diversión ganándose una reprimenda de su parte.

―Y tiene suerte de que Triz no haya seguido el plan de Dafne y tratase de chantajearlo con helados y videojuegos—contó Will y él abrió los ojos alarmado.

―¿Dijiste el plan de Dafne? —curioseó nervioso pasando la mirada de Will a Nora—. ¿Dafne y Ann saben que le gusto a Triz?

―Y no sólo eso, hasta crearon un grupo de WhatsApp, "hagamos que Matt me suplique salir con él"—dijo Will sacando el móvil para luego fruncir el ceño—. Me han echado, ¡esto es lo que pasa por poner a Annalise de administradora!

Shit! Shit! Shit!

Ann y Dafne ayudando a Triz, Kyle y José con un vídeo de él y Triz besándose, ¿algo más que pudiese salirle mal?

―Están a punto de sacarte de una patada de la negación—murmuró Héctor con una sonrisita burlona.

―Yo no estoy en negación—negó pero al ver el brillo malévolo en los ojos de Héctor se arrepintió de hablar.

―¿Eso quiere decir que admites que sientes algo más que una simple amistad por Triz?

―Admito que me vuelve loco—respondió intentando ser evasivo pero Héctor se limitó a sonreír.

―Si no te volviese loco, no sería Triz—aseguró Héctor con un poco de melancolía.

―No escucha, piensa antes en sus reportajes que en su seguridad y bienestar, trepa árboles como si pensase que es un mono, no para de seguir a la mafia por lo que he tenido que sacarla dos veces de la cárcel por seguir a policías infiltrados, es una cabezota incansable—enumeró con frustración— y conduce de pena.

―Y aun así te gusta—afirmó Héctor ganándose una mirada de odio de su parte—; no me lo puedes negar, tienes la misma mirada que Triz cuando habla mal de ti.

―Cierto—apoyó Will—; y también suenas como si trataras de convencerte más a ti mismo que a los demás.

―Deberíais hablar con Triz para tener una sección de consejos amorosos en el periódico—dijo medio molesto ante tanto psicoanálisis, pero ninguno de los dos se ofendió por el comentario, de hecho Will hasta se quedó un rato pensativo como si valorase el trabajo.

―No sé acerca de dar consejos a los demás, pero sí sé darle consejos a mis amigos—Héctor lo miró con amabilidad—; tú y Triz siempre habéis tenido cierta chispa juntos, puede que no os dierais cuenta hasta ahora, pero siempre ha estado ahí y yo llegué a tenerte algo de manía por ello.

Intentó intervenir pero Héctor levantó la mano y lo mandó callar.

―Está superado, no te preocupes—dijo rápidamente Héctor—. Pero mi odio por ti volverá y con mucha fuerza si la rechazas por la pendejada de que sólo sales con chicas mayores que tú. Te gusta Triz, hasta un maldito ciego podría verlo, así que no seas idiota y daos una oportunidad, ella está poniendo todo de su parte para sacarte de la jodida negación y que admitas de una vez que la quieres. Porque la quieres, pones cara de enamorado cuando hablas de ella, sólo eres terco como el demonio.

Parpadeó sorprendido por la efusividad del discurso de Héctor, mientras que Will tosía para esconder su risa y Nora le guiñaba el ojo.

―¿Algo más que añadir? —preguntó con un poco con miedo.

―Sí, supera tu maldito estrés postraumático para que puedas llevarla a sus investigaciones, su manera de conducir da miedo—afirmó Héctor y él miró a Nora.

―¡Ves que no son cosas mías! —exclamó contento para luego mirar a Héctor—. Y yo no tengo estrés postraumático.

―Si, y tampoco te gusta Triz—indicó Héctor con burla.

Ambos se miraron fijamente y fue una situación un poco extraña hasta que Héctor sonrió. Él puso los ojos en blanco y asintió.

Silenciosamente le había dado su bendición para salir con Triz. Sin lugar a dudas Héctor era un gran tipo y en cierto modo le alegraba que estuviera en México, si aún estuviese allí, esa chispa entre Triz y él nunca habría aflorado.

―Dile a tu compinche que disfrute de su apacible vida mientras pueda—indicó con voz tranquila.

―¿Compinche? ¿De qué hablas? —preguntó Héctor haciéndose el distraído.

―Del pobre desgraciado al que convenciste para que me dejase la nota—dijo cruzándose de brazos—; y no creas que tú vas a librarte por estar en México.

―Triz se ha comprado un conjunto de ropa interior de Batman—dijo Héctor e inmediatamente cortó la llamada, él miró la pantalla en negro tratando de asimilar la nueva información. Realmente no sabía si estaba más enfadado porque Triz le hubiera enseñado eso a Héctor o emocionado por la futura imagen de ella usándolo.

Sacudió la cabeza y se dio cuenta de que Nora y Will lo observaban con mucha curiosidad.

―Me voy a comprar algo para desayunar, ahora vuelvo—dijo Will para marcharse rápidamente causando suspiros entre muchas de las alumnas que llegaban a los aparcamientos.

Suspiró y se rascó la nuca mientras Nora apoyaba la Tablet en sus piernas. Ambos se quedaron en silencio y fue algo que agradeció. Necesitaba unos minutos para pensar y asimilar toda la conversación Héctor.

Escucharon como más alumnos llegaban pero ellos siguieron allí, apoyados sobre el capó del coche sin hablar.

―Está bien, me gusta, Triz me gusta—afirmó en voz alta por primera vez, se frotó la nuca con frustración y cerró momentáneamente los ojos—. He intentado por todos los medios evitarlo pero no he podido, toda mi resistencia se va al traste cuando la veo.

―Te comprendo mejor de lo que crees—dijo Nora con voz seria.

―No puedo creer que me haya pasado esto a mí—dijo con estrés.

Escuchó a Nora reír con fuerza y el gruñó frustrado.

―Te lo dije, no puedes elegir de quién te enamoras—canturreó Nora golpeando sus hombros para luego mirarlo, él suspiró y la miró.

―Soy un Kyle—afirmó con depresión.

―Eres un Kyle—dijo Nora dándole la razón.

―Necesito un gigantesco helado—dijo malhumorado haciendo que su amiga volviese a reírse.

―Luego te compro uno—indicó Nora con diversión.

―Estoy enamorado de Triz—repitió con consternación llevándose las manos a la cabeza.

―Lo sé—dijo Nora.

―Pero enamorado de "prefiero un beso contigo antes que un helado"—aseguró haciendo reír a Nora.

―Sólo tú podrías decir algo así.

―Sigo sin saber cómo pasó... nosotros éramos... y ahora... Estoy tan jodido—murmuró en voz baja con depresión—. Y por cierto, desde que Héctor lo mencionó, no paro de pensar en si es cierto que se compró ese conjunto de ropa interior de Batman.

―Estoy bastante segura de que sí lo hizo—apuntó Nora por lo que él gimió consternado, ahora su imaginación se volvería loca.

―Nora, no me ayudas—masculló mirando mal a su mejor amiga.

―A quién quiero ayudar es a Triz, le está poniendo mucho empeño a eso de conquistarte—contestó su amiga.

―Pues según ella yo no le gusto. Ni un poco—dijo sin poder evitar sonreír al recordar las palabras que Triz le había dicho tras el beso que se habían dado frente a Góngora. Lo había devorado como si fuera el único helado en mitad de una ola de calor y luego le negaba de forma rotunda que sintiese algo por él a pesar de que todo su cuerpo la contradecía—. Por cierto, ¿sabías que investigó a Tania?

―Lo suponía, es lo que suele hacer cuando se pone celosa—dijo Nora y él asintió—. Y que haga eso es en parte tu culpa.

―¿Mía?

―Tú la animabas a que investigase a las chicas que se acercaban a Héctor.

―Porque era divertido verla en plan detective—respondió sin ningún tipo de remordimiento—, y gracias a eso descubrimos quién le pasaba información a Quevedo.

―¿Y qué descubrió de Tania?

―Nada—contó mientras metía las manos en los bolsillos—; por lo que se frustró y me llamó idiota por estar en negación.

―No puedo culparla.

―Yo tampoco—dijo levantando la cabeza para mirar al cielo, a continuación miró a Nora—; creo que he pasado demasiado tiempo con José, se me ha pegado su lentitud para darme cuenta de las cosas.

Nora le golpeó el hombro con fuerza y él río.

―¿Recuerdas que tiene un vídeo tuyo besándote con Triz, cierto?—recordó Nora y él bufó.

―Como olvidarlo—murmuró con irritación recordando la tardecita de miradas de superioridad moral que le había dirigido Kyle ayer—. ¿Era necesario pasárselo a Kyle?

―Piensa que podría habérselo pasado a Ann—indicó Nora.

―Sí, eso hubiera sido un millón de veces peor—dijo con rotundidad para luego mirar a Nora con interés—. ¿Cuánto tiempo habéis estado conspirando contra mí?

―No conspirábamos contra ti, sólo queríamos que te dieras cuenta de que te habías enamorado de Triz—contestó Nora y él levantó una ceja con escepticismo, si Dafne y Ann estaban involucradas eso era una conspiración en toda regla—. Will hasta escribió un plan de conquista.

―Uno muy bueno, por cierto—dijo Will apareciendo frente a ellos con un cartón con tres cafés, le entregó uno a Nora, otro a él y se quedó con el tercero—. Pero la ingrata de tu hermana lo tiró a la basura.

Recibió el café y tomó un sorbo mientras veía como Will se apoyaba sobre el capó al otro lado de Nora, sonrió con malicia y carraspeó. El modelo le lanzó una mirada de reojo y él sacudió la cabeza hacia Nora, Will asintió y él sacó el móvil.

―One, two... ¡kiss! —exclamó Will y ambos besaron las mejillas de Nora mientras tomaba una foto. Nora gritó asustada e inmediatamente su rostro se volvió tan rojo como las cabinas de Londres.

―Esto me pasa por bajar la guardia—se lamentó Nora dirigiéndoles miradas furiosas, él río y examinó la foto, estaba un poco desenfocada pero aun así Will había salido perfecto, Nora lucía sorprendida y sonrojada y él se veía bastante bien. Sin pensarlo dos veces la subió al grupo de whatsapp acompañada de muchas caritas sonrientes—. ¿No estarás subiendo esa foto a... ¡Matt!

―¿Qué? Al menos yo no he puesto que me encantan los ménage à trois y que deberíamos repetir lo de hoy—dijo señalando a Will que sonreía contento.

―¡Will! —regañó Nora sonrojada a más no poder.

―¡Oh sí! Me encanta cuando gritas mi nombre—susurró Will con voz seductora y Nora entrecerró los ojos con furia hasta que vio algo tras Will que llamó su atención. Él miró y sonrió al ver a Angy, Bel y Cris bajar del coche de Helena.

―Eh Angy, ¿sabías que Will es el motivo por el que tienes que hacer horas extras en la heladería? —gritó Nora e inmediatamente Will se puso pálido.

―¡Tú! ¡Sabía que era culpa tuya, lo sabía! ¡Os dije que era su culpa! —gritó una furiosa Angy mientras daba grandes zancadas hacia ellos, luego se colocó frente a Will dispuesta a gritarle pero tras mirarlo comenzó a reírse—. Tengo que llamar a Triz, al parecer los unicornios no se han extinguido.

Will se frotó la frente y le dirigió una mirada de odio a Angy que no paraba de reírse.

―Hola—los saludó Bel con emoción llegando hasta ellos—. ¿Qué tal? Matt estoy tan contenta de que por fin pudieras conducir aunque sea un coche de choque, estábamos todos tan preocupados por ti, te juro que ayer mientras te veía en el coche con Triz no paré de morderme las uñas por el nerviosismo, pero lo hiciste genial. Evan y yo estuvimos de acuerdo en que lo estabas haciendo muy bien y que fuiste muy valiente, y en cierto modo gracias a ti Evan y yo hablamos con más normalidad, bueno por eso y porque nos emocionamos con todo lo de la pedida de Dan a Sonia, ¡van a casarse! ¡No puedo creerlo!

Asintió haciendo como que escuchaba a Bel, esa chica hablaba tanto....

¿Y ella había estado ayer en Góngora? Ni cuenta se había dado. Aunque tampoco se sintió culpable, la tarde de ayer había sido bastante estresante, había descubierto que le gustaba a Triz, se habían vuelto a besar lo que lo dejó K.O por unos breves segundos, José lo había grabado todo, Dan le había pedido matrimonio a Sonia y él se había enfrentado al estrés postraumático que no tenía. Sí, demasiadas cosas como para percibir que Bel también estuvo allí.

Vio como Helena y Cris llegaban y los saludó con la cabeza.

―¡Te digo que esta noticia es falsa!—escucharon gritar a Dan mientras señalaba el móvil—. ¡Yo no tengo ninguna ETS!

―¿Y por qué Triz iba a publicar que sí la tienes? —preguntó Sonia cruzándose de brazos.

―Y yo qué sé, ¡es Triz! —gritó Dan desesperado.

―Pues hasta que no te hagas pruebas médicas y salgan negativas, a mí no me tocas ni con tu yeso falso—ordenó Sonia y Dan se llevó las manos al pelo con desesperación mientras caminaban, una vez que llegaron hasta ellos Sonia se sentó al lado de Nora tras darle un empujón a Will y luego lo miró—. Antes de venir vimos a Mario y Miguel debatiendo si bajaban o no a Pablo del árbol, atraparlo en una red para que no se acercase a Triz, eso es pasarse.

―Se atrapó él sólo, yo no hice nada—dijo viendo como todos lo miraban con escepticismo—. ¡Que no hice nada!

―Celoso—tosió Dan.

―Mantén una distancia prudencial de diez metros, no queremos que nos contagies tu ETS—dijo moviendo la mano para indicarle a Dan que se alejase

―Os digo que es mentira, ¡estoy sano!—reclamó Dan mirando fijamente a Sonia.

―Lo creeré cuando me traigas pruebas—indicó Sonia, Dan resopló frustrado y todos rieron.

―¿Vamos a desayunar? Aún queda un rato para que empiecen las clases—preguntó Cris a Dan que asintió con fuerza.

―La comida nunca dudaría de mí—dijo Dan mirando con rencor a Sonia que puso los ojos en blanco.

Poco a poco todos fueron levantándose y caminando hacia la facultad de Derecho, aunque Damien y Dafne ya no peleaban, por alguna razón, ese edificio se había vuelto algo así como su lugar de encuentro.

A mitad de camino vio como Nora se detenía y lo esperaba con el móvil en las manos.

―Me han sacado a mí también del grupo—dijo Nora mirándolo fijamente, ambos sabían lo que significaba eso, sus hermanas iban a soltar toda la artillería pesada contra él y no quería que Nora se involucrase. Lejos de intimidarse sonrió con malicia y Nora negó con la cabeza—. ¿En serio?

―Come on! Será divertido—dijo frotándose las manos—."Hagamos que Triz me suplique salir con ella".

―Triz ya está suplicando que salgas con ella—inquirió Nora.

―Pero no me lo ha dicho, me ha dicho que no le gusto. Ni un poco—recordó levantando el dedo—. Venga, sólo hay que darle un pequeño empujón y lo soltará todo, es pésima guardando un secreto y lo sabes.

―Me apunto—exclamó Will y ambos voltearon sorprendidos para ver como un animado Will levantaba la mano con entusiasmo—. Estoy con Matt, Triz está a un suspiro de soltarlo todo, no hay sino que leer tu sección en su periódico...

―Y quieres ver como Ann fracasa—añadió Nora.

―Eso también, nadie tira a la basura mis planes de conquista—contestó Will, ambos miraron a Nora y ella levantó las manos en señal de rendición.

―¡Está bien! —aceptó Nora—; hagamos que Triz te suplique salir con ella.

―Eres la mejor—dijo abrazándola.

―Rubito pederasta, aleja tus manos de MI novia—al escuchar el grito de José estrujó a Nora entre sus brazos mientras su amiga se revolvía; en cuanto José llegó a ellos tiró de Nora y la alejó de él—; ¿y qué tratabais de hacerle esta mañana?

Protestó José lanzando rayos por los ojos tanto a él como a Will que se hacía el loco y saludaba a sus fans con besos volados.

―¿Cuándo vas a romper con él? —preguntó Will distraídamente para hacer rabiar a José, algo que consiguió.

―No vamos a romper—respondió Nora con tranquilidad tomando la mano del castaño para tirar de él hacia el edificio, no obstante José la obligó a detenerse para plantarle un beso que subió la temperatura de todos los presentes en el aparcamiento.

―Siempre igual—murmuró Evan entre risas al ver como un orgulloso José se separaba de una sonrojada Nora.

Negó con la cabeza y se dirigió junto a Evan y Will a la cafetería. Una vez allí no le fue difícil localizar a sus amigos, pero como siempre le pasaba últimamente a la primera persona que identificó fue a Triz. La periodista estaba sentada junto a su hermana y Pablo, caminó hacia ellos y a medida que se acercaba le fue más fácil reconocer la camiseta que llevaba Triz.

Sonrió con malicia justo cuando ella levantaba la mirada y lo veía. Detectó un pequeño brillo de felicidad y mucha determinación.

―¡Atrapaste a Pablo en una red! —lo acusó Triz mientras él admiraba lo bien que le sentaba su camiseta negra en la que se veía a Cloud de Final Fantasy; y cuando decía "su" se refería a una camiseta de su propiedad. Ann se la había regalado el año pasado por su cumpleaños y ahora pretendía usarla en su contra.

―La verdad es que se atrapó a sí mismo—contestó sentándose frente a ellos—; si tu admirador secreto es torpe, yo no tengo la culpa.

―¡Eh, Matt! Tienes que llamar a Tania, ayer fue a verte pero cuando llegó ya estabas durmiendo—dijo Dan en voz alta mientras se comía un sándwich de tres pisos, él lo miró confundido y luego miró al frente para encontrarse a unas Ann y Triz con cara asesina por lo que no pudo evitar reír.

Y ahí estaba el por qué Triz había publicado que tenía una ETS.

Dan no había parado de insistirle con que saliese con Tania, miró hacia Dan con interés, la verdad es que era raro que le insistiese tanto con que saliese con ella. Tenía que hablar con él porque su insistencia no era para nada normal.

―Oye, oye... es que te lo buscas—indicó Dafne mientras Damien que tenía el brazo estirado tras ella asentía con energía.

Miró a Triz fijamente y luego se estiró hacia atrás. Tenía que admitir que verla usando una de sus camisetas era de lo más excitante y encima ahora por culpa de Héctor no paraba de darle vueltas a qué tipo de ropa interior estaba usando. Además, habían venido con Pablo para claramente ponerlo celoso, debía admitir que sus tácticas eran buenas pero en esto de las estrategias, él era el mejor y Triz nunca había sido buena guardando un secreto.

Sonrió con malicia y se recostó en el asiento sin dejar de mirar a Triz.

"No me gustas. Ni un poco."

Claro, y a él tampoco le gustaba ella. Ni un poco.



  

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