Ambos entraron a su habitación, Xavier le dio las gasas y ungüentos que le habían dado en la clínica, y se sentó en la orilla de la cama, ella se sentó junto a él y con ternura y mucho cuidado comenzó a poner el ungüento en sus heridas, él observaba con detenimiento sus gestos, su rostro, como mordía sus gruesos labios por el nerviosismo, tal vez de hacerle daño, o de no hacerlo bien.
- Esta perfecto. La interrumpió y ella lo observo con culpa en la mirada.
- Te duele?.
- Un poco, solamente. Sonrió y le acomodo un mechón de cabello.
- Gracias. Sonrió.
- Porque?.
- Ya sabes. Se encongio de hombros. - Por todo esto, por no irte.
- shshsh. Colocando su dedo suavemente sobre sus labios. - ya te dije que no es nada, estoy aquí porque quiero. Acariciando sus labios de seda, Ella formo una sonrisa con sus labios.
- Me encantas, cuando sonríes. Ella se volvió a sonrojar. - Eres hermosa, un ángel, eres irreal.
- Deja de decir bobadas, si no me sentire importante. Basilo.
- Eres importante, te amo. Susurro, ella solo sonrio y continuó curando su otro brazo, ella no podía decir aun si lo amaba, tenia muchos sentimientos que la confundían, el beso de Mark hacia unas noches atrás, pero por otro lado estaba que podía ser él quien mato, o ayudo a matar a su padre, y el enmascarado y sus amenazas y posesión, y ahora Xavier su ternura, protección, él de cualquier manera era el indicado, pero y el bebé?, de alguna manera ella lo veía con un impedimento entre ambos.
- Listo. Sonrió.
- Crei que te perdía.
- Que dices?.
- En tus pensamientos. Evolet bajo la mirada.
- Es que estoy muy confundida, Xavier, a mi me encantaría aceptar tu petición. Y el sonrió contento. - Pero. Bajo la mirada. .
- Pero?.
- En otras circunstancias, no te quiero amarrar a un niño que no es tu hijo, y a este riesgo.
- No me amarras a nada. Se acerco a ella y la abrazo, quedando ella entre sus piernas, sentado en el borde de la cama.
- Yo quiero estar aquí, con tigo, antes que el bebé apareciera, no creas que es lastima, no esto es de antes, solo que era un tonto, un bobo y no crei jamas que te fijarias en mi. Ella lo miro con ternura.
- Seria imposible no hacerlo, eres lo mejor que me ha pasado.
- Entonces, que nos detiene?. Con felicidad en sus ojos.
- Creo que nada. Sonrió.
- Solo nosotros mismos podríamos detener esto. Se encogió de hombros. - Y mientras tu no me detengas, solo la muerte podrá detenerme de estar a tu lado.
- No digas eso por favor, no quiero que mueras. Lo abrazo y él a ella, beso su cabello y su frente.
- Vamos a dormir.
- Quedate con migo.
- Luego, temo lastimarte. Se separo de él y beso su mejilla, le sonrió. - Descansa, sueña con ángeles.
- Con tigo. Le guiño el ojo.
- Esta bien. Se puso de pie y camino a la salida, se detuvo en la salida y antes de salir le dio una ultima mirada y una enorme sonrisa, que causo en él miles de emociones, cerro la puerta tras de ella y camino a su habitación mas segura , muchos de los malos pensamientos e inseguridades habían desaparecido con aquellas palabras, había comprendido de una vez por todas que no era lástima, y que si él quería estar con ella eran por sentimientos reales, y no por capricho, lastima, sexo o obsecion, ahora solo quedaba que ella perdiera la desconfianza, y comenzara a sentirse mas tranquila y menos temerosa, y empezara a corresponder también su cariño, se sentía tan lastimada que temía volver a dejar su cariño en cualquier mano, y también temía en el fondo no corresponderle y lastimarlo, pero debían arriesgar.
Se metió en su cama y se acurrucó para dormir, estaba cansada habían sido días muy agotadores y reveladores, y con muchas asuntos por resolver, en un instante fue cayendo en un sueño profundo.
Eran las seis de la mañana y Evolet se removía inquieta entre las sabanas, era notable que estaba teniendo un sueño no muy ameno.
En el sueño, se veía a si misma recostada en un verde césped,(lo se es extraño verte a ti mismo en un sueño). Observaba las estrellas, una persona estaba a su lado y conversaban muy tranquilamente, mientras se tomaban de la mano, a la distancia que estaba no podía observar el rostro de quien la acompañada, sin duda sabia quien era conforme se fue acercando escucho su conversación.
- Jamás creí que él amor no tendría un rostro. Mientras observaba entre la oscuridad de la noche las estrellas, recostada en el césped.
- Te sorprendería, el amor puede tener mil formas o ninguna.
- Y será de verdad esto amor, y no solo una erupción de hormonas en mi cuerpo?.
- No lo sé, eso debes de decírmelo tu, yo se lo que siento por ti, pero lo que sientes por mi no te lo puedo decir.
- Que sientes por mi?
- Yo te amo.
Ella volvió su mirada a él, pero esa máscara en su rostro no le dejaba ver mas que su mirada reflejada en sus ojos.
- Y tu , tu que sientes?.
- No lo se, es extraño amar a alguien sin rostro.
- Entonces si me amas.
- Yo no dije eso.
- Si lo dijiste, dijiste que era extraño amar a alguien sin rostro.
Ella volvió su mirada al cielo, y cuando quiso responderle el desapareció, dejando como siempre un tulipán para ella, ella lo tomo con su mano y abrazándolo a su pecho .
- Te amo. Susurro para si misma.
Después que se presencio a si misma en la escena, siguió el hombre quien camino por un sendero con arbustos a ambos lados, la luna era la única guía que tenia, lo siguió y justo cuando estaba acercandose, él se detuvo y ella con él.
- Que quieres? . Pregunto él.
- Quien eres?.
- No quedras saberlo. Con voz seca, hasta frío contenían sus palabras.
- Porque me sigues?.
- Eres mía.
- Si, si soy tuya entonces porque no me dejas verte?. Susurro mientras se acercaba lentamente.
- No busques Evolet, en veces es mejor dejar todo quieto y solo dejarse amar.
- Pero yo quiero saber quien eres. Decidida.
- Te dije que no, no seas curiosa.
- Afrontare las consecuencias.
- Pero yo no quiero que lo hagas.
Ella puso una mano en su hombro y lo volteo, a través de los hoyos se podían ver sus párpados cerrados, y ella podía sentir la tristeza a su alrededor.
- Debes de conformarte con mi amor.
- No puedo amarte, no lo haré hasta no saber que hay debajo de esa máscara. Él suspiro.
Ella tomo su mascara y la retiro lentamente, pero la oscuridad que había no le permitía verle, y como tenia el rostro bajo se creaba una sombra que mas lo impedía, ella tomo su mentón para que la luz de la luna le diera mejor visión, quedo sorprendida al ver su rostro, no podía ser él, se aparto y corrió entre los arbustos hasta que una raíz la hizo caer en un charco.
Dio un grito desgarrador y se sentó en la cama, con su corazón latiendo a mil por minuto, comenzó a recordar su sueño minusiosamente, pero justamente no podía recordar quien era ese hombre, maldijo en voz alta al no poder recordar su rostro, observo la habitación, con algo de desesperación, en ese momento entro Xavier corriendo y detrás de el su abuela intentanto correr.
- Que sucede. La abrazo.
- Soñé con él, pero pero no recuerdo su rostro.
- Shhshs, tranquila es solo un sueño, no debes de relacionarlo con la realidad.
- Traeré un té de tilo. Con preocupación salio de la habitación.
- Y que tal si, si tiene algo que ver con todo esto?. Aferrada al cuerpo de él.
- Solo significa que no es el momento de saberlo, es todo, tranquila que daremos con él, y ya toda esta pesadilla terminara.
- Esta bien. Tranquilizandose con el latido de su corazón, el beso su cabello, y ella sonrió sintiéndose amada.
- A ese paso me convertiras en una consentida.
- Seras mi consentida, mi bebé, pero luego cuando este el bebé tendrás que sederle tu lugar a él o ella, porque necesitara mas mimos. Sonriendo.
- Sera que merezco todo esto?. Se apartó de él y lo miro a los ojos.
- Mucho más. Le acomodo el cabello revoltoso y sonrió. - Ahora sabrás de todo lo que un hombre que ama puede llegar a hacer. La jalo a él, y dio un casto beso en sus labios, el cual Evolet correspondió con ternura, ya se estaba acostumbrando a sus cálidos besos, la humedad se hacia parte de sus labios, y un calor recorría sus cuerpos.
- Aquí esta tu té mi niña. Interrumpiendolos, ambos se separaron y la abuela se quedo en una pieza, y tapó su boca con su mano libre. - Lo siento, lo siento, que metiche soy, interrumpi su.. Se devolvió y luego volvió a entrar y puso el té sobre la mesita de noche con nerviosismo y salio de la habitación, Xavier y Evolet se miraron y soltaron a carcajadas.
- Creo que asustamos a Ivonne. Entre risas.
- No te burles, pobre seguro en sus tiempos no se veía eso. Riendo, él volvió a besarla.
- Tienes razón, te traeré tu té. Se puso de pie y camino a la mesita, Evolet lo observaba sonriente, cuando de pronto Xavier golpeo con fuerza la mesa, haciendo que ella se asustara.
- Lo sabia. Gruñó.
- Que sucede?. Se puso de pie y camino a él, tapó su boca con ambas manos, sorprendida. - No puede ser. El celular de ella sonó y corrió a contestarlo, mientras él hacia un puño el tulipán que había dejado.
- Hola.
- Buenos días hermosa. Ella puso los ojos como platos. - Te gusto mi regalo?.
- Como sabias que estaba aquí?.
- Siempre se donde estas. Xavier miro su nerviosismo.
- Dejame tranquila.
- Jamás, eres mía. Irónico.
- No te pertenezco, deja me tranquila.
- Ya te dije que no lo haré, me perteneces, dile a ese perdedor que lo usas solo por comodidad, dile que no me sacas de tu cabeza, y hasta sueñas con migo. Soltó una risa macabra y ella solo bajo la mirada triste.
Xavier tomo el teléfono.
- Deja tus bromitas maldito, daré con tigo así sea lo último que haga. Furioso.
- Ay mira, como siguen tus heridas. Riendo.
- Deja tranquila a Evolet.
- No, te dije que es mía. Xavier apretó su mandíbula furioso.
- Daré con tigo así sea lo ultimo que haga.
- Si así lo quieres , seré lo ultimo que veas. Corto la llamada, y Xavier se contuvo de no lanzar el móvil, Evolet lo abrazo fuerte.
Ojala les este gustando, quiero pedirles un tiempo para subir los siguientes capítulos, estoy algo enferma y la mente no me da para escribir nada, no logro concentrarme bien, así que apenas tenga algo lo subiré, prometo tratar de sorprenderlos !!! Gracias 😉😉