Narrator's POV's:
Cada letra de cada palabra que estaba plasmada en la página, y también el cómo pasó todo que le fue contado por su compañera de batallas y clases, hacia que el dolor y el remordimiento surgiera dentro del primogénito Agreste.
¿Como es que no se había dado cuenta antes? Al fin ya tenía la respuesta a sus dudas.
Y todo fue un malentendido.
-Tengo que hablar con Alya de esto.-Dijo él sintiendo su piel siendo recorrida por pequeñas gotas de sudor. El armario del conserje no era el mejor para ocultarse.
-Espera.-Lo detuvo la peliazul.-No le reclames a Alya. Ella realmente está arrepentida.
"Porque hablé con ella ésta mañana"
Adrien dio un fuerte suspiro.
-Bueno, entonces tengo que decirle a _____ que soy Chat Noir.-Dijo él pasando su mano por su pelo ligeramente mojado por el sudor.
-¡Espera, Adrien!-Dijo una pequeña kwami saliendo del bolso de Marinette.
El muchacho se sorprendió.
-¿Tu kwami?
-¿Tú qué crees?-Rodó los ojos cruzándose de brazos.
La pequeña carmesí resopló.
-Nadie más debe saber que eres Chat Noir.-Le apuntó al modelo.
-Tikki tiene razón.-Dijo Plagg saliendo de su camiseta y quedando a lado de su vieja amiga.-Es muy riesgoso.
-Pero yo le mostré mi identidad a Mackenzie.-Marinette frunció el ceño.
El gato y el portador del Miraculous abrieron los ojos.
-¿¡Qué ella qué!?-Exclamó el minino a la mariquita.
"Oh, vaya..."
Mientras tanto, la joven carpintera estaba teniendo pequeñas tutorías de su mejor amiga en el aula de ciencias.
A pesar de que le explicaba una y otra vez, ella simplemente no entendía el la ecuación.
-Mira, _____...-Suspiró Dawson volviendo a retomar lo explicado anteriormente.-Tienes que multiplicar esto por esto para después dividirlo.-Dijo apuntando a su cuaderno el cual contenía las ecuaciones que seguían en blanco.
-¿Y cómo le hago para lo otro? No entiendo.-Lloriqueó frustrada.
Gómez rodó los ojos y suspiró.
Tomó su mochila y la abrió sacando su cuaderno de ciencias. Buscó la página del trabajo y se lo pasó a la morena quien tenía el ceño ligeramente fruncido.
-¿Qué?-Cuestionó la solista.
-¿Qué crees que haces?
-Pasarte los apuntes.-Dijo obvia.
-Me doy cuenta de eso.-Rodó los ojos.-Quiero entenderlo; así no me ayudas a aprender.
-Sólo copia y luego te explico con calma y tiempo.-Dijo dejando la libreta a su lado.
Ella rió ligeramente y empezó a copiar los apuntes del cuaderno que le había prestado. _____ sabía que podía contar siempre con ella en cualquier cosa; como es en viceversa.
-Bueno, iré por algo de comer. Estoy hambrienta.-Dijo la pelirrosa parándose y caminando a la puerta.
-De acuerdo. Aquí te espero.-Le sonrió antes de que saliera.
Ya estando sola, sacó su teléfono y sus auriculares para luego seleccionar una canción para que ésta sea reproducíada mientras pasaba los apuntes.
You'll Be Back de Hamilton estaba siendo reproducida mientras escribía; e inconscientemente, cantaba y movía su pie al pie de la letra.
Al terminar de apuntar, guardó su cuaderno y el de Mackenzie para empezar a bailar al ritmo de la canción.
Ya estando al final de la canción, ella accidentalmente tumbó la mochila del modelo, dejando que de ésta salieran los papeles que había visto en la mañana.
Al principio creyó que se trataba de cosas de modelos; contratos y más contratos. No sabía exactamente qué más hacían ellos a parte de modelar.
Cada hoja contenía un pequeño párrafo.
Ella por su curiosidad, empezó a leer.
Pero se dio cuenta de que no era nada de lo que creía, e hizo que su corazón latiera lo más que pudiese.
Y en cada hoja, en la parte superior, tenía su nombre escrito, haciendo que el sentimiento sea más fuerte.
"El primer día que te vi,
Me enamoré de tí,
Y al fin conocí,
El color carmesí..."
"Dos pequeños cristales,
De color avellana,
Los miro y me hipnotizan,
Hasta el amanecer de la siguiente mañana..."
"Oh mi chica morena,
Tan orgullosa y serena,
Quiero estar junto a ti,
Sentado en la arena..."
"Basta de versos y rodeos,
Porque te escribo aquí,
Lo que en realidad quiero..."
"Oh ma dame,
Sé que esto no rima,
Pero aquí simplemente vengo a decir;
¿Podría usted aceptar mi amor?..."
Ella sentía sus lágrimas salir.
Adrien había escrito aquellos versos para ella.
Para que fuese su novia.
Con amor abrazó los papeles. Se quitó los audífonos y fue en busca del muchacho para decirle cuanto lo quería; que sí quería ser su novia.
No lo encontraba.
Hasta que oyó la puerta del conserje abrirse.
Ella se escondió detrás de una columna al darse cuenta de que era Adrien; estaba ligeramente sudado, cosa que lo hacía verse muy sexy.
"Adrien..." pensó con amor.
Pero entonces vio que no estaba sólo.
Marinette salió junto a él de igual manera.
Su corazón paró por un momento.
"No... No es cierto..."
-Nadie tiene saber lo que pasó ahí adentro.-Dijo la azabache tratando de acomodar su cabello mojado.
-Vaya los problemas en los que me he metido. -Dijo el modelo resoplando ligeramente.
-Por favor, Adrien. No le digas a nadie. Ni siquiera a _____. Dale más tiempo.-Sonrió ligeramente la azabache.
-De acuerdo. Nos vemos después.-Dijo él despidiéndose de la panadera para que ambos tomasen caminos distintos.
Al estar la carpintera sola, sus lágrimas brotaron de repente.
Arrugó las hojas de papel y se recargó en la columna para deslizarse y caer en el suelo.
Un pequeño aleteo se oía proveniente.
Era un akuma.
Y éste se posó en los papeles arrugados de su mano.
Una figura de neón apareció frente a su cara llena de lágrimas.
-Te han roto el corazón y te han traicionado. Le Charpentier, dejame ayudarte a cambio de algo...-Dijo aquella voz masculina dentro su cabeza.
Como pudo, se paró de donde estaba y sus ojos mostraron dolor y furia.
-Ten por seguro que te pagaré, Hawkmoth después de cobrar venganza.
Y dicho eso, el aura violeta y negra se esparció por su cuerpo, transformándola en Le Charpentier.
•••
Read you later (?
-May.