"Ahora siento tu frio temor de permanecer sentado en una esquina, adiós"
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Narra Sora:
- ¿Qué hora es? -Mire mi reloj y eran las 4, todas mis extremidades me dolían. Con un porcentaje de esfuerzo me levanté, me sentí tan débil, tenía la ilusión de estar intacta, esta se esfumo cuando mire mi reflejo en el espejo, lo único que veía eran mis saciables miedos.
En una forma más explícita, mi perfil tenía el color pálido en el cual resaltaban las heridas, esta tenía hinchazón, todavía palpitaba a su ritmo, la palabra herida fue muy poco para lo que tenía, observando mi cuerpo solo conseguí crear más escalofríos, mi vestidura se veía demacrada, en mi torso había un enorme moretón, con los clásicos colores oscuros.
Cualquier frágil movimiento me podía destruir, solo conseguía sentirme más decepcionada, tenía miedo de salir.
Sin embargo, no sabía de mi hermano, no quería darle importancia a eso, así que solo conseguí ponerme una sudadera.
Empiezo a girar la perilla, con cuidado de no hacer ruido, alrededor de esto pude notar que fuera de mi puerta habían botellas de alcohol tiradas.
-Este idiota lo hizo otra vez...-Suspiré a mis adentros, entonces salí del cuarto, y me dirige al cuarto de Hermes, me detuve en este, pero no estaba.
Respiré profundo, deseando lo mejor, el último lugar al que fui, el patio trasero.
(Fin de narración de Sora)
Ahí estaba, sentado en el columpio con la cabeza baja.
-Hermes...-Dijo Sora con una pausa al final –
¿Qué haces aquí? – Dijo Hermes-
-Perdón? ...No crees que me debes algo? -Dijo Sora en tono de pregunta, Hermes cerró sus ojos con fuerza, se levantó del columpio.
-Eres una idiota¡¡¡-Hermes empezó a llorar, no de miedo o tristeza, sino de coraje- No debiste defenderme, yo soy el HOMBRE, no tú.
-Lo hice por mamá...-Sora respondió con rabia-
-En serio? Ella no está, ella murió. Todo esto es tu culpa, papá está deprimido y tú lo haces enojar con tus estúpidas respuestas...Estoy harto, solo quiero desaparecer-Hermes se volvió a sentar, consiguiente hubo un silencio, Sora estaba petrificada, ella había estado viviendo con la idea del pasado, no pudo hacer nada más que marcharse, subió corriendo las escaleras, estas tenían vidrios, los cuales ignoro, termino por destruir las botellas tiradas.
-Es increíble...Yo soy la que sufre, y todo es mi culpa esto es INCREIBLE¡¡- Sora empezó a hablar con ironía, llevaba sus manos con fuerza hacia su cabeza.
¿Por qué? ¿Tan mala soy?, no puedo seguir...NO PUEDO¡¡
¿Porque me haces esto Amy? ...Te extraño, la casa huele a alcohol, todo está mal.
(Pensaba Sora)
Lo que en el inicio eran palabras en su cabeza, se convirtieron en acciones consecuentes, comenzaba lanzando cualquier cosa a su alcancé, seguía gritando entre lágrimas. Quedó en el suelo con sus dos manos sosteniendo su cabeza, tenía un fuerte dolor en su abdomen.
Su oscuro pelo negro tocaba finamente el suelo, Sora deseaba el frió sentir de una ducha.
La fría agua se deslizaba por su espalda moreteada, empezaba a ver como el agua se hacía oscura, rápidamente cayó al suelo temblando, sintió por inercia que iba a morir, quería desquitarse pero no sabía cómo, entonces todo su cabello se vino encima de su cara.
La descarada mente de Sora empezó a jugar con ella, la obligo a tomar las tijeras y olvidar aquella etapa
No quería seguir viviendo con ello en mente.
Sin dudarlo, abrió fríamente las tijeras, tomo su cabello...Y lo corto, al principio no le importo, sentía que no era suficiente, porque realmente no era suficiente, entonces corto más y más, hasta que abrió los ojos.
El paraíso del suelo repleto de mechones negros, este la derribo, puso sus manos en su boca, estaba horrorizada, y lloro, pero esta vez haciendo un ruido sonoro, nadie estaba en casa, nadie la podía escuchar, el sollozo venía potente desde su garganta, soltó las tijeras y estas hicieron eco en el baño, abrazo sus piernas recargando su cabeza en ellas.
No paraba de temblar, veía sus brazos y estos estaban intactos, no quería dejar una marca tan grande, ¿Será esta una nueva forma de cortarse?
Narra Sora:
-Nadie me volverá a hacer esto...No lo permitiré, nadie hará que me lastime, nada me perjudicará- Me levanté del suelo, mi ropa seguía mojada, me dirigí al espejo, me miré fijamente, cada vez que terminas de llorar sueles mirarte al espejo, sueles ver tus ojos rojizos y tus pestañas mojadas.
Me desafiaba con la mirada, esta era profunda y solitaria, empecé a observar fijamente cada centímetro de mi rostro, no soportaba ver más que moretones y cicatrices.
-Lo usual es que las chicas de mi edad tengan la piel perfecta-No me veía hermosa, ni mucho menos especial, no había logrado nada en mi vida.
Deje el espejo para irme a mi cama, no había comido nada en días, lo cierto es que no había nada, Robert no trabajaba, solo teníamos lo que dejo mi madre, no era tanto.
¿Qué hago? Estoy perdida, Hermes idiota...
Entonces vino a mi cabeza una idea, me quede mirando fijamente la ventana...Era oportuno lo que pensaba, pero al menos podía comenzar de nuevo, yo no merecía tal futuro indeseable.
(Fin de narración de Sora)
-Es lo correcto Amy? -Dijo Sora masajeando su frente, no lo pensó más y se levantó de su cama, tomo una mochila que estaba debajo de su cama, abrió todos los cajones de su ropero, tomaba cosas sin mirar, fue al baño e hizo lo mismo, vació todo el botiquín, cerró la mochila, se cambió de prendas, sabía que por un tiempo iba a estar fuera, se puso lo más abrigador, después bajo sigilosamente las escaleras, no había nadie.
Fue directamente a por el dinero de su madre, agarró lo suficiente para un cuarto.
Pero un ruido la interrumpió, la puerta estaba recibiendo varios golpes, con ello descifro que era su padre, así que subió rápido las escaleras, entro a su cuarto y cerró la puerta sin llave, escuchaba que abajo estaba su padre borracho, por ultimo escribió una pequeña carta para su hermano y la coloco sobre la cama, abrió la ventana y con esto dio por terminado una etapa más.
Hermes...
Perdóname, no he sido prudente, sé que tú eres fuerte y lograras tener un futuro exitoso, yo por mi parte no he podido aguantar que Robert siguiera llenándome de cicatrices, por favor come bien, todo este tiempo aplica lo que te he enseñado, no permitas que nadie se meta contigo, eres muy valioso así que por favor...Resiste.
Sé que nos encontraremos, anticípalo.
Te quiero
-Sora, tu hermana.
-Espero y te pudras, no quiero volver a verte. -Arrugó la carta y la aventó por la ventana.
"Cortarse el pelo es la nueva navaja"
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