La historia de los Onidem y los Inus consta principalmente en dos grandes eras, las cuales se dividen en períodos: la primera era abarca 4 periodos y la segunda era actualmente se divide en 3.
La primera era estaba dominada por los Onidem, una especie que llegó de un lugar muy lejano, convocados para exterminar y controlar a los demonios que atormentaban a los seres que habitaban el planeta Narum. Los Onidem eran seres hermosos, altos, fornidos, nacidos para la guerra y muy buenos estrategas, además controlaban varias fuerzas de la naturaleza. Eran admirados por todos y cuando lograron correr a los demonios hacia lugares recónditos y matar a los que quedaban, se les otorgo a los Onidem las tierras que los demonios habitaban.
Durante años los Onidem ejercieron su poder a voluntad, eran señores de tierras fértiles, con grandes extensiones de matorrales, desiertos, bosques y selvas, las montañas nevadas eran los únicos lugares que ellos jamás habitaron. Al principio su enorme territorio estaba controlado por un solo señor Onidem, el descendiente directo del líder que derrotó a los demonios. Con el tiempo los Onidem empezaron a disgustarse con su líder, no porque fuera un tirano, sino porque ellos deseaban poder y la satisfacción de dominar. A pesar de su apariencia perfecta y habilidades sin precedentes, eran demasiado vanidosos, crueles, arrogantes y sólo deseaban gobernar a otros.
Esos anhelos provocaron guerras entre su misma especie y los otros seres con los que compartían el planeta, al grado que estos últimos se vieron forzados a construir un gran muro que los aislaba de los Onidem y sus guerras. Al final el líder fue derrocado y el territorio se dividió en naciones; los siguientes periodos se dividieron más que nada en base a las hambrunas o guerras que marcaban la destrucción de una nación, a excepción del último período. Durante aquella época ya había otras especies conviviendo con los Onidem, incluso se casaban con ellos y en algunas ocasiones podían llegar a tener descendencia. Una de las especies que vivían ahí eran los humanos, que gracias a los conocimientos de los Onidem podían viajar entre el planeta Tierra y el planeta Narum a través de portales naturales.
Uno de los más grandes y nefastos romances más conocidos entre dos especies, fue el de un joven príncipe Onidem y una humana, ellos se amaban con locura y aportaban muchos conocimientos entre ellos, ella les enseño a cultivar ciertas hortalizas de la Tierra, además de las matemáticas y conocimientos astronómicos; él le enseño a los humanos a usar la magia y la domesticación de especies de animales salvajes.
Normalmente esas uniones no tenían ningún problema, pero se trataba de un príncipe que tenía que casarse a como diera lugar con otro Onidem, así que sus padres lo comprometieron con otra chica y los casaron a la fuerza. Para cuando la joven humana se enteró de eso, ya era muy tarde y su furia fue terrible, al grado de querer buscar venganza y debido a los conocimientos que ella obtuvo de su antiguo amante, estaba segura de que podía derrocar a su nación, pero necesitaba la ayuda de los humanos y de sus nuevos poderes. Ella sabía que no había nada peor para alguien que se privado de lo que más amaba, por lo que su venganza inicio con una maldición usando los poderes mágicos que le había enseñado a los humanos y volvió a todos los Onidem seres inferiores que sólo eran capaces de usar sus poderes si hacían contratos con la naturaleza. A esta nueva especie se les conoció como los Inus, a partir de ese momento los Onidem dejaron de existir; ella también escogió los libros, pergaminos y cualquier documento escrito que hablará sobre las habilidades de los Onidem y se los llevó todos a bibliotecas escondidas que ella misma diseñó en todo Narum.
No fue muy difícil convencer a su grey y a otras especies de que los Inus seguían siendo especies peligrosas y que en algún momento podían provocar una gran guerra con los humanos, después de todo ninguno tenían alguna habilidad especial comparada con los Inus, que podían usar el fuego a voluntad, transformarse en animales, controlar las tormentas eléctricas e incluso usar magia. Incluso introdujo la idea de que los Onidem habían sido en realidad aliados de los demonios para conseguir el territorio que ahora ocupaban y someter a todo el planeta juntos. Así fue que comenzó una guerra que se pensaba diseñada para acabar con los Inus, pero realmente inició como una riña amorosa. Durante esa guerra también se añadieron otros problemas, tal como los humanos queriendo dominar los territorios de los Inus y gobernar en sus palacios, también se buscaba explotar las minas y traer animales y vegetación de Narum a la Tierra. El plan de ataque era sencillo, acabar con los grandes líderes Inus que quedaban, quitarles la materia prima para sus armas, despojarlos de agua y destruir sus ciudades sagradas.
A pesar de que los Inus se esforzaron por recuperar sus habilidades, los humanos de Narum se volvieron capaces de usar la magia, la guerra se convirtió en la supervivencia del más fuerte y al final fueron capturados muchos Inus, la especie casi queda aniquilada, la mayoría de los Inus asesinados fueron hombres y así se pensó que la especie estaría condenada. Fue entonces que la humana que había provocado todo este problema al ver el sufrimiento que su coraje había causado, dio indulgencia a los Inus que quedaban, afirmó que ningún humano volvería a pisar Narum y que la relación de los Inus con otras especies ya no debía de ocurrir, puso una maldición sobre todos los que fueran descendientes de los Inus con los humanos hasta el fin de los tiempos, claro que dicha maldición jamás se supo de qué trataba y hasta la época actual, se cree que dicha maldición jamás existió.
Como última actividad de la humana (ahora considerada por todos los Inus como el ser más poderoso que se haya conocido), decidió irse con su gente a la Tierra y cerrar todos los portales, pero con el tiempo se descubrió que uno de ellos seguía abierto e incluso se temió que la humana hubiera regresado a Narum a matarlos a todos, algo que jamás se pudo comprobar.
A partir de entonces comenzó lo que se conoció como la segunda era y el primer periodo fue de cómo los Inus tuvieron que adaptarse a su nuevo estilo de vida, ya no nacían con poderes, sus conocimientos habían casi desaparecido, su tierra estaba destruida, las ciudades en ruinas y ahora su aspecto físico difícilmente se asemejaba a lo que alguna vez fueron. Los Inus y Onidem nunca fueron tan diferentes de un humano, sólo que vivían casi 3 veces más, sus ojos les permitían ver por grandes distancias, el cabello de todos siempre era del mismo color así como sus ojos, cabello color negro y ojos color azul marino casi negro (un color que no existe en los ojos humanos), los parpados se unían a mayor distancia. También nacían con marcas en el cuerpo que parecían tatuajes sin color, pero se decía que esas marcas contaban historias o dictaminaban el futuro de ellos, sus rostros eran largos y de nariz respingada, también tenían grandes uñas, casi como garras. Sus hombros en lugar de ser redondeados como los humanos, terminaban casi siempre en punta, por lo que parecían tener cuchillas cuando tenían la ropa encima; aunque quizás eran las orejas lo que más resaltaba de la nueva figura de los Inus, pues eran de dos tipos: oreja de rosa (dobladas hacia atrás) o semi-rectas (la parte de hasta arriba doblada hacia el frente). Las de los Onidem sólo habían sido rectas y redondas en la punta.
El primer periodo en la historia de los Inus, se caracterizó por la forma en que esta nueva especie casi extinta tuvo que aprender a sobrevivir con lo que tenían, ya que al encontrar dificultades para realizar contratos con la naturaleza, estos se volvieron más dependientes de sus propias habilidades y se dedicaban a ser mineros, agricultores, pescadores o escribanos, casi no hubo políticos. Lo que definió la supervivencia de la especie fue el cómo la vida pudo abrirse camino para ellos, las parejas que se formaban del mismo sexo podían tener hijos. Al volverse Inus básicamente fue como si su cuerpo evolucionara y tenían que adaptarse a las condiciones que los rodeaban, sus cuerpos comenzaron a producir sustancias que en el momento indicado y con la pareja adecuada, podían tener descendencia y fue de esta forma que la especie pudo sobrevivir. Las relaciones homosexuales en un principio no eran tan bien vistas, pero al presentar una ventaja tan importante como la reproducción, muchos cambiaron sus puntos de vista, dándose cuenta de que era el amor lo que les daba la oportunidad de tener una familia. Este primer periodo culminó con la formación de grupos de Inus que comenzaron a dividir todo su territorio en pequeñas naciones, formándose un total de 10 pequeños países.
Para el segundo periodo, se dieron alianzas y matrimonios entre los líderes de esas micronaciones y los límites de estas fueron cambiando, también se formaron nuevas ciudades que fungieron como espacios religiosos, de ciencia, militarizados, de comercio o producción de textiles, comida y ganado. Pero al estar las ciudades tan especializadas en una sola cosa, hacían que los viajes a otras ciudades fueran muy largos, también eso significaba que el poder se concentraba solo en ciertas naciones y otras quedaban a merced de las poderosas, nació la discriminación entre los que eran ricos y los que no poseían nada, se cerraron muchos caminos de comercio, la gente comenzó a quedarse sin materias primas o peor, sin comida. Los políticos no sabían qué dediciones tomar y quedaban a merced de sus concejales que solo veían por sus propios intereses. De nuevo sobrevino otra guerra, se formaron 4 grupos importantes en todo el territorio Inus, los cuales atacaron a las grandes ciudades y reabrieron las rutas comerciales, llevaron los conocimientos de cada ciudad a las otras, permitieron que cada ciudad fuera multidisciplinaria y distribuyeron las riquezas de los más poderosos entre los pobres. Debido a esto, a los líderes de dichos grupos se les concedió el nuevo título de reyes y reinas, formándose así las últimas casas gobernantes y naciones, entrando al actual periodo.
Durante el tercer periodo, los líderes decidieron la porción del territorio que les correspondía y partieron hacia sus nuevas naciones, buscando donde establecer las capitales. Las nuevas naciones tomaron como límites las montañas, selvas o bosques más emblemáticos y para sus nombres usaron los cuatro puntos cardinales en la lengua Inus: Nasdoba (norte), Naseradem (sur), Nashanan (este) y Nasilak (oeste), "Nas" significa país. Los líderes tuvieron que elegir dónde colocar sus capitales, algunos como los reyes de Nasilak y Naseradem eligieron ciudades que ya estaban en ruinas y las reconstruyeron, la reina de Nasdoba y el rey de Nashanan eligieron una bahía y las laderas de una montaña, respectivamente.
Durante casi 20 generaciones, las cuatro naciones disfrutaron de una merecida y duradera paz, tratándose de ayudar mutuamente a la primera señal de problemas y quizás ninguna nación fue tan prospera como la de Nashanan, las aguas cálidas que llegaban a sus costas les permitían tener una mayor diversidad de especies para pescar, sus bosques eran los más extensos y si alguien deseaba atacarlos, sólo podía ser del lado oeste o el sur, pues hacia el este había mar y al norte grandes cadenas montañosas que se extendían por miles de kilómetros. También era la nación más respetada, pues sus leyes estaban hechas para que todos estuvieran en equidad de derechos, fomentaban la educación a lo largo de toda la vida y sus ejércitos sólo se dedicaban a salvaguardar a la nación en momentos de desastres naturales, también permitían la libertad de expresión, lo que le dio a todos sus reyes y reinas una fama envidiable. Incluso el esposo del primer rey Nashaniano había diseñado el escudo de las cuatro naciones, el cual todos los integrantes reales debían de usar, resaltando el símbolo individual de la nación que representaban.
Nashanan también era la capital más famosa por su ubicación, se le conoce actualmente como la ciudad de cascadas o el refugio, este último nombre nació cuando el primer rey buscaba un lugar para su capital, viajo tan al norte de su territorio, que termino con su gente exhausto, hambriento y débil a las orillas de un gran lago que desembocaba hacia el este en tres enormes cascadas, quedó tan maravillado por el lugar que decidió construir ahí su capital. Con los Nashanianos que controlaban la tierra, logró sacar del fondo del lago el suelo lacustre y volverlo un puente inclinado por el cual caía agua de los nuevos ríos que habían creado y que salían de la montaña, este puente conectaba la orilla sur del lago con la ladera de la primera montaña al norte. Las montañas eran la famosa línea de defensa de Nashanan hacia el norte, las impenetrables montañas blancas, cubiertas de nieve y neblina que hacían de ellas un lugar inhóspito, pero a sus pies después del lago, un gran bosque se alzaba dando paso a tierras fértiles que se usaron para cultivo y ganado.
Después de haber creado el puente de tierra y rocas que dividió al lago en dos partes, se colocaron dos puestos de vigilancia en los extremos despuente y al final se optó por construir la capital en la ladera de la montaña. Lo primero que se construyó fue una gran muralla blanca de bordes azules y de 200 metros de altura colocada casi a 100 metros arriba del lago, haciendo de esto un enorme precipicio y muro defensivo. Dentro de la muralla con un área de 100 kilómetros cuadrados, la ciudad estaba organizada de forma que cada calle estaba compuesta por canales de agua, en las partes de tierra estaban las construcciones que flotaban sobre los ríos, parecían balsas flotantes pero muchas de ellas tenían cimientos en la misma montaña, los canales subterráneos estaban diseñados para ser el sistema de drenaje, mientras que los superficiales eran para transporte y obtener agua. Al centro de la ciudad se encontraban las plazas, parques, cuerpos de seguridad y comercio. Las casas rodeaban el centro y también había pequeños parques, con algunos centros ceremoniales y mercados. Al sur (y donde estaba el puente de tierra y rocas), estaba una enorme puerta de ladrillos con un arco bastante grande hasta arriba, al norte de la ciudad estaba el palacio de gobierno que, a pesar de ser muy grande, sólo una sexta parte era ocupada como residencia para los reyes y sus hijos, el resto de la construcción estaba dedicado a todos los órdenes y departamentos de gobierno a nivel nacional. Detrás estaban las estatuas de los reyes más importantes de Nashanan.
Se construyeron también 7 salidas de emergencia en caso de que aquella enorme ciudad fuera sitiada, dos de esas salidas estaban a los costados de la enorme muralla, una estaba camuflajeada como entrada y salida de comercio, con un enorme riel y un túnel. Más allá del puente de tierra el lago todavía se extendía a través de un río tributario hacia otro lago más pequeño y al centro de este, un islote que era ocupado para cultivo. Dicho lago estaba rodeado de otras tres montañas de casi 200 metros de altura, de las cuales caían dos grandes cascadas que alimentaban a los lagos antes mencionados. Las montañas estaban cubiertas de bosques de pino y en sus orillas hacia las cascadas, estaban construcciones dedicadas a algunas viviendas y a los cuerpos de seguridad y militares que fungían como primeras líneas de defensa de la capital. En la montaña central se encontraba el cuartel general de los soldados Nashanianos, donde entrenaban todos los días técnicas de salvamento y hacían prácticas de supervivencia en las heladas montañas, los abundantes bosques, los peligrosos riscos y los enormes lagos.
Otro de los principales atractivos de Nashanan eran sus actividades mineras, pues al estar tan cerca de las montañas ellos podían extraer gran variedad de minerales preciosos, destacaba entre ellos uno de color azul brillante tan duro como el diamante y de gran tamaño (casi 20 metros de altura), era usado como arma y a pesar de estar por todo ese territorio, era muy raro verlo en posesión de alguien, pues era tan duro que muy pocas herramientas podían romperlo y darle forma, por lo que este fue de los pocos objetos que eran para los más ricos. Dicho mineral se volvió la insignia de Nashanan al grado que formó parte de su escudo y se encontraba también colocado en la base militar central. Más allá de esta base se encontraba otra planicie y luego el bosque. El puente que rodeaba el lago pequeño también subía hasta unirse a la planicie de la base militar. La única forma para entrar a Nashanan era por el puente, pasando por varios puestos de vigilancia, ya que la base militar sólo estaba en las pequeñas montañas que no conectaban a ningún lugar.
La ciudad estaba dedicada al agua pues era el elemento que el primer rey Nashaniano controlaba y con el cuál le dio forma a la enorme ciudad. Sus enseñanzas fueron trasmitidas por toda su descendencia, pero ser tan pacifistas los volvió un blanco fácil, más ahora que se ha desatado una nueva guerra, donde Naseradem le ha declarado la guerra a las otras tres naciones, con la intención de ganar más territorio. Nashanan se levantó en armas contra los del sur, pero sus reyes han muerto jóvenes al ser tan inexpertos.
Actualmente Nashanan, un país de 4 millones de Inus, está siendo gobernado por la reina Senka (12º generación de reyes de Nashanan) y su esposa Tou, las cuales deben de ir a las batallas constantemente, dejando a su hija, la princesa Federer, sola al cuidado de los concejales.