Medio kilómetro de distancia

Av iwillsaveyoutonight

1.4M 109K 52.4K

¿Qué pasa cuando un ángel pierde la memoria, se topa con un demonio y cae? ¿Quién cambia a quién? Una mentir... Mer

Sinópsis
Relación tóxica
Epígrafe
Para ti
Prefacio
Capítulo 1
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capitulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 8
9. El comienzo
10. ¡Por un demonio...
11. ... lo que faltaba!
12. Nutella con fresa.
13. Diabólica tentación
14. Las rosas son rojas.
15. El juego de Victorious
16. ¿Por qué lanzas tus misiles?
17. Círculo vicioso | Parte I
18. Círculo vicioso | Parte II
19. Yo fui tuyo y tú mía
20. Sucesos inesperados.
21. Maritza Engel.
22. Perfume barato
23. Se cierra un capítulo
24. El primer día sin Katherine
25. Lluvia de espuma | Parte I
26. Lluvia de espuma | Parte II
27. El baúl de los sueños
28. Tres sobres de azúcar
29. Calle de ensueño
30. Solo quédate con él si...
31. Te sigo amando, Maritza.
32. La nostalgia es un perra
33. Elévame hasta tocar el cielo, Luca
34. ¿Y qué es lo que quieres, Luca?
35. Buena mierda
36. Triángulo amoroso
Cien mentiras
¿Dónde mierda está el sol?
37. Sal en la herida
38. ¿De dónde te conozco?
39. Chanaje
40. Y vuelve el perro arrepentimiento
41. Un cigarillo y dos corazones rotos.
42. Whisky y malas decisiones

Capítulo 7

27.2K 2.4K 510
Av iwillsaveyoutonight

Me siento algo nerviosa ahora que estoy de tras del volante, y no es por el hecho de conducir eso lo se hacer perfecto, es por que conduciré como Torretto, a 300 kilómetros por hora.

Pondré mi vivía en peligro solo por la excitación del momento, deberé ser estúpida.

Ladeo y me topo con la mirada de Nathan, éste me mira divertido y serio a la vez, raro pero así es. Mis manos empiezan a sudar y las palmas me pican, también soy consciente de que llevo vestido y por eso me lo enrollo entre mis muslos para que este no se levante mientras manejo. Trago duro, desvió mi mirada y observo el panorama. 

La carretera esta completamente sola pero se que no es una carretera desierta, mas bien es una poco frecuentada, cosa que agradezco que Nathan ya tomado en conciencia. 

Doy unos suspiros y por si las dudas saco mi celular y escribo un mensaje de texto algo rápido

Querido Heissen: 

Nathan me va a enseñar a conducir como a ti te gusta, casi a mil por hora. Por si las dudas y llego a morir, haz expandir un rumor diciendo que mis senos son mas grandes de lo que se ven y que Nathan y yo tuvimos sexo en exceso y que no morí virgen. Oh, casi lo olvido... le dice a Bambi que yo fui quien rompió su vestido turquesa pero que no fue en mal plan, fue porque soy una gorda, no me entro por un costado y se rompió. No quise decirle porque me dio pena, y también quiero disculparme contigo porque le había dicho que tu fuiste y por eso rompió tu camisa del Barcelona.

Sin mas que decir, los amo y los veré en le infierno.

En dado caso de que no llegue a morir, ignora este mensaje.

Orgullosa de revelar mi pecado y pedir perdón, guardo el móvil y volteo a ver a Nathan, él también esta guardando su móvil y su mirada choca con la mía, nos hablamos con ellas y nos preguntamos que si estamos listos y sonreímos en asentimiento. 

Enciendo el motor del auto y ¡por Dios! apenas me acaba de caer el veinte de que estoy en un ferrari, me siento tan poderosa y mi padre estaría extasiado si viera esta belleza, no se mucho de carros pero un ferrari no es cualquier carro, claro esta. El moto se escucha sensacional y saber que voy a dejar caer mi pie en el pedal y salir a todo golpe, hace que la respiración se me acelere y la adrenalina corra en mi, eso hace que recién ahora comprenda como es que a estos chicos les gustas dichas carreras.

— Relájate. —advierte Nathan. — Sí, esto se hace con adrenalina y se trata de dejarse llevar, pero cálmate estas alterada y no vas a pensar con claridad, tienes que estar serena, completamente tranquila y centrarte en tu mente, pero sobre todo, en tu seguridad.

El chico pone su mano sobre la mía que esta sujetando el volante, el motor sigue encendido pero no he hecho ningún movimiento, saco el aire que mis pulmones estaban acumulando y lentamente me voy relajando.

Mi respiración se vuelve normal y todo se vuelve normal. Nathan me mira divertido y esta de lo mas relajado como si este fuese su mundo y por un momento recuerdo de quien no se quien es realmente, así que muy posiblemente este sea su mundo.

— ¿Vas a este tipo de carreras muy seguido? 

— ¿Ilegales? —carraspea.

— Sí. — Aveces —contesta seco.

— Estoy lista.

— Muy bien, risitos. —suspira y me mira, solo me mira y yo lo maldigo por dentro, cuando mi respiración ya estaba controlarse viene este y me mira con esos ojasos que ¡Jesús, no son de este mundo! — Tengo que cuidarte, no quiero que te mates. —asegura y yo me quedo patidifusa.

No entendía el porque de ese comentario hasta que sus pecho pego de lleno en mi cara y su brazo se estiraba para tomar el cinturón de seguridad que estaba a un costado mio y se me olvido ponerme, pasa sus musculosas y sexys manos por donde estoy para jalar el dicho cinturón y al final lo aprieta fuerte y lo engancha en donde debe ir para que yo no salga disparada por el parabrisas. 

— Gracias, siempre lo olvido. 

— Pues a partir de hoy no lo olvides. —dice, meloso. 

— ¿Y ahora? —pregunto. No quiero morir, aparte de que él dijo que me ayudaría.

— Muy bien, primero conducir normal como siempre lo has hecho, tienes que conocer tu terreno primero. —hace una pausa larga y después prosigue — después, tendrás el escenario para ti. 

Lo miro. Me mira. Sonrió. Sonríe, y mi loca yo interna empieza a gritar como loca.

— Andando, risitos.

Hago lo que me dice, arranco el auto y ¡mierda! me siento poderosa con tremendo auto, conduzco despacio y en recto. Nathan dice que tengo que visualizar bien mi perímetro y eso hago, miro todo al mi alrededor pero con la vista centrada al frente. Avanzamos como un kilometro hasta el momento, desde el punto de partida y según me dice Nathan esa es una distancia prudente para un recorrido.

— Ahora de vuelta, pero esta vez incrementa tu velocidad solo un poco. —Nathan me mira fijamente y agrega — sin miedo, estarás bien.

Mi corazón empieza a bombardear fuerte y siento la adrenalina corre por mis venas.

— Okay, aqui vamos. —digo en un susurro mas para mi que para él.

Habia salido en 120, cosa que Nathan llamo patético pues este auto corre más y aseguro ser la primera vez que esta en un auto a esa velocidad. Dijo que fuera de apoco aumentando a 200 y eso hice, mis uñas se aferran al volante como si no hubiera mañana, mi respiración aumenta y los latimos de mi corazón están disparándose. El auto apenas comenzaba a correr que cuando menos lo pense ya habíamos llegado al punto de salida.

Quiero mas, mucho mas. 

— Vamos mas rápido. Quiero mas terreno.

— Tranquila, pero esta bien, mantente en 200 en linea recta.

Dicho y hecho eso hago. Piso el pedal otra vez y siento que no hay mañana, me siento dueña de mi vida, ahora soy yo quien decide si sigo o me tengo. Solo yo.

La adrenalina se hace presente y todo mi cuerpo empieza a vibrar y querer más, sin pensarlo mucho, dejo caer mas mi pie al pedal, mi pie esta duro y piso con fuerza como si quisiera matar a una cucaracha. Mi vista nunca se aparta de la pista, no soy consciente de nada ni de nadie.

— ¡FRENA! —grita mi copiloto, claramente cabreado.

Hago lo que me pide, bajo la velocidad y freno bruscamente.

— ¿Que pasa? Lo estoy haciendo increíble ¿no lo vez?

— ¡Lo estas haciendo toda mal! — se queja. — No puedes aumentar de ese modo la velocidad, ni mucho menos aferrándote al volante de ese modo, tranquilízate. No te dejes llevar solo por la adrenalina. Eres tu contra el mundo, no el mundo contra ti.

¿Por que me grita?  ¿Y que onda con su metáfora? 

Me cabrea que me griten.

— ¿Cual es la diferencia? ¡Es lo mismo!

— La diferencia es que si el mundo esta contra ti, te puedes hundir. Pero si tu vas contra el mundo, entonces no hay opción, siempre ganaras. 

Quede peor, ¿eso que tiene que ver? si lo único que hago es conducir.

— No comprendo. 

— Claro que no comprendes. Solo de ver como manejas, se que estas cabreada con algo. Manejas como una loca, como si quisieras morir en lugar de liberarte. —vuelve a gritarme.

— ¿Que yo que? Maneje sensacional. 

Nathan sale del auto y cierra de un portazo que hizo que toda yo me estremeciera, llega hasta mi puerta y con una seña dice que me corra de lugar y eso hago pero con cuidado no quiero que mi vestido se levante y le muestre a Nath mis boxer de la pantera rosa. él me mira y no puedo evitar sorprenderme con su cambio de humor, inmediatamente de estar enojado paso a estar contento por no decir feliz. Y solo rezo por que su cambio de humor no se deba a que miro mi ropa interior.

Sin mas, comienza a conducir primero lento y después mas rápido con solo su mano izquierda en el volante. Cuando siento que aumento de golpe la velocidad, ambas manos ya están en el volante pero no en un agarre fuerte si no en uno suave pero firme, Nath se gira hacia mi y dice con voz seductora

— Te voy a mostrar como se conducir, risitos.

— ¿Me mostraras tu metáfora? —digo sarcástica.

— Mejor, tú me la dirás a mi. —responde y me guiña un ojo.

Por mas que quiero evitarlo no logro dejar de pensar en ¡Que sexy se ve tras el volante!

Nathan conduce como si fuera todo un experto, su semblante es tranquilo y serio, su mirada esta oscurecida pero llena de ilusión. Y tenia razón, él conduce como si fuera él contra el mundo y nadie mas, como si fuese una paloma libre.

Todo pasa tan rápido y tan lento a la vez.

Nathan frena de golpe, gracias al cinturón no salí disparada por el parabrisas si no, otra historia seria, éste voltea hacia mi y me mira malicioso. — ¿Lo vez? —chasquea su lengua. — Así se maneja.

— Inténtalo de nuevo. —ordena.

Nos cambiamos rápido de lugar y vuelvo a intentarlo, según él estoy manejando con enojo y así puede a ver un accidente pero yo no miro tal enojo, se me hace que esta drogado o algo e imagina cosas.

He hecho aproximadamente 9 vueltas y a Nathan nada mas no le doy gusto en nada, para mi que lo hago mejor que él y no me quiere decir. Se siente humillado. O tal vez la esta alucinando soy yo.

No lo sé realmente pero se siente también echarle la culpa a los demás.

— ¡Lo haces mal! —grita, dando un gran portazo a la puerta que hace que me sobre salte. — ¿Por que no simplemente haces lo que te digo?

— Pues porque quiero ir mas rápido. —le respondo algo exasperada. — ¿Por que quieres que conduzca tan despacio? Eso ya lo se hacer, ahora quiero ir rápido. Ya estoy sintiendo la adrenalina que ustedes sienten —y es cierto, cada que manejo como una Dominick Torretto todas mis emociones incrementan un 200 por ciento. 

Mi siento fabulosa, pero mi parte consciente sabe que es una locura manejar así en cualquier otra parte que no sea en un lugar solo como este de solitario, llevamos como 1 horas y 20 min aqui y solo tres máximo 5 carros han pasado en todo este tiempo.

— Tienes que dejar que la adrenalina fluya dentro de ti, pero tenerlo en capsulado, puedes matarte o matar a alguien si no te concentras. —me dice en tono incordio. 

— Y como diablos hago eso!?

— Eso se siente, no se "hace"

Rodeo los ojos y solo puedo pensar una cosa: Este es el hijo del Sr. Miyagi.

Suspira y yo también lo hago. Que complicado puede llegar a ser este chico, ya ni yo que soy mujer.

Ni modo tengo que utilizar el tip que me dio Bambi hace un tiempo: "O lloras o lo haces rabiar".

A cabrearlo se a dicho.

— ¿Acaso tienes miedo? —alzo una ceja, Nathan suela una carcajada seca.

— No seas ridícula por Dios, he manejado tres veces mas rápido que lo que tu lo estas haciendo y en curvas peligrosas.

¡Uy, uy! curvas peligrosas.

— Entonces no des lata y déjame intentarlo una ultima vez, porque sino ¿para que aceptaste enseñarme si no me dejarías hacerlo?

Niega con su cabeza y se toca su cara frustrado. Al principio le hizo mucho ilusión y ahora parece que se arrepiente...

— Y no sabes cuanto me arrepiento, te hubiera llevado a la heladería mejor como lo tenia planeado. —lo sabia. Suspira y saca un cigarrillo. — pero te di mi palabra y suelo cumplirla... así que andando. —se gira hacia mi y apuntándome con su cigarrillo, advierte — Es la ultima, de ida y regreso.

¡Venga!

— Esta bien. —sin mas, vuelvo a poner el coche en marcha.

Nathan abrió la ventana para poder expulsar el aire del cigarro por allí y este no se quede dentro del coche, el aire pega de lleno por mi lado izquierdo y se siente genial, otra vez esa sensación a locada vuelve a mi y quiero gritar, ir mas rápido, me siento como una paloma, un águila, un halcon. Me siento libre.

Sin poderlo evitar una risita traviesa se escapa de mis labios y Nathan susurra un <chiflada>, y es correcto me siento como una chiquilla chiflada haciendo una travesura.

Quiero hacer lo que Nathan hizo hace rato y creo que voy hacerlo, soy toda impulsos y pues ya que, mas vale pedir perdón que pedir permiso. 

Tomo una gran cantidad de aire y aqui voy... aferro mis manos al volante y Nathan ladea a mi dirección, encarco una ceja y le lanzo una sonrisa maldosa, tal como el lo hace. Sabe perfectamente lo que haré porque abre tanto sus ojos como si quisiera que estos salieran de su lugar y sin darle tiempo a que me reproche algo o demás, giro el carro para dar una vuelta, tal como en las películas, tal como Nathan lo hizo. Por un momento siento que el carro se va a volcar y me maldigo internamente, pero para mi fortuna —o desgracia, ya que eso da a lugar a que Nathan me mate— eso no ocurrre y el carro se mantiene firme con las cuatro llantas en el suelo, freno de golpe porque no me lo creo y necesito tomar un poco de aire, la impresión de lo que hice y de lo que pudo a ver pasado es mucho muy grande. Salgo del coche sin siquiera mirar a mi copiloto, necesito sacar todo el aire que estaba reteniendo.

Una vez afuera me recargo en el cofre del auto pero este esta caliente, no se si por el sol o por el motor, pero aun así esta caliente y avanzo unos pasos cuando Nath sujeta mi muñeca y me gira con brusquedad.

— ¡Estas loca! ¿coño te pasa? —grita, su rostro esta sumamente rojo y sus ojos se oscurecieron por completo. — ¿querías matarnos?

— En primer lugar bájale a tu cuento y me vas soltando —le respondo, serena. Odio que me griten y menos alguien que ni siquiera conozco —ahora si verdad Kathy, pero cuando te lo comías con la mirada ¿que?— se que me pase un poco pero no por eso dejare que me grite o maltrate. — ¡sueltame!— ordeno. Nath me mira y su mirada también es dura.

Su agarre no es muy fuerte pero si no le paro en alto de una vez después sera lo mismo. Nathan parece entrar en si y me suelta, pero aun esta cabreado y se que en parte tengo la culpa, fue estúpido lo que hice, sin siquiera saber hacerlo o preguntarle.

 — Lo siento ¿okay? fue una imprudencia ¡lo sé! —balbuce, y agacho mi mirada, tal como siempre hago cuando la cago.

— ¿Es que tu no piensas? ¡Pudimos vernos volcado! —replica. —Tan seriecita que te mirabas, cuando acepte pense que llorarías y al final te arrepentirías, y yo quedaría como todo un experto ante ti. —farfulla. Espera ¿el dijo que?

— ¿Querías impresionarme? —bromeo. — Pero ya va, pense que te gustaba el peligro.

Me mira, me mira y me mira. Su semblante es vuelve serio y esta mas tenso que nunca.

— ¿No piensas en lo culpable que me hubiera sentido si te pasara algo?

¿Le importo? 

Si Katherine, si. Le importas tanto que daría su vida por ti sin importar que te conoció ayer. 

Estúpida. Y como si supiera de telepata y leyera mi mente, comenta

— Y ni siquiera es por ser tu, no te ilusiones. —auch. — Es por el hecho de que estas conmigo, no soportaría una muerte por mi culpa, no una mas...

¿Una mas? ¡Dios! HEISSEN  ¿donde estas? 

— ¿Mataste a alguien?—susurro mas para mi que para el, pero el lo escucha perfectamente bien.

— No —dice seco. —Olvídalo. —carraspea.

Ambos nos quedamos callados por unos minutos cortos, yo, porque no se que decir, ahora me doy cuenta de que Nathan es una persona muy extraña, misteriosa y eso me gusta, pero a la vez me asusta pero bah, la mayor parte de las cosas que nos asustan a los seres humanos son las que mas nos gustan.  Como las películas de terror o los libros de Stephen King.

Un sonido de celular me saca de mis pensamientos y debe ser el de Nathan por el mio esta dentro del coche junto con mi bolsa y no podría escucharse hasta acá aparte de que tengo Cold Water del Justin y la que suena es una electrónica que desconozco el nombre.

Daniels suspira, saca de su bolsillo el celular y sin siquiera ver quien le llama prosigue a contestar pero no sin antes decir

— Dame un segundo. —y se aleja unos cuantos pasos.

Mientras el habla con quien sea que hable, yo me dispongo al carro y buscar mi celular. Lo saco de la bolsa y para mi desgracia o fortuna tengo un mensaje de Heissen.

Querida Alexis, nombre de chico:

Gracias por tu sinceridad, y si estas muerta ojala te estés quemando en el infierno y si no, ni te preocupes que traeré el infierno, ¿como fuiste tan perra de hacerme eso? ¡era mi camisa autografía por Messi!  ¿sabes cuantos golpes de fans y fotógrafos recibí antes de que siquiera pudiera decirle Hola a Messi? Me debes una bien grande.

PD: Tu disco de Maroon 5 sufrirá las consecuencias junto con tu camisa de SWS.

PD: Dulce, venganza. Espera la de Bambi.

¡Mierda! ¡La madre que lo pario! Tengo que largarme de aqui antes de que encuentre mi disco autografiado por Justin Timberlake.

Escribo rápido y breve.

Heissen, cosa bella hermosa:

Te dije que si no moría lo ignorarás. Pero se que no lo harás, así que te digo le pasa algo a una de mis cosas y haré que lambas las suela de mis zapatos pedazo de Donald Trump mal hecho. 

Te quiere, (si le pasa algo a mis chiquitos) tu peor pesadilla.

Guardo mi celular, sin esperar respuesta alguna. Nathan llega por detrás de mi y dice

— Tenemos que irnos. —encantada de la vida, asiento con la cabeza. — ¿Te apetece ir a una comida conmigo?

Espera ¿él dijo que?

— Yo.. yo.. he.. —suelto un suspiro que hace que se mueva un mechón de mi rostro, Nathan sonríe ansioso por mi respuesta. — ¿Comida de que?—curioseo, algo recompuesta.

— ¡Tranquila! no te llevare con traficantes y venderé tus órganos. —masculla. — Solo quiero que me acompañes, por favor, recuerda que teníamos un plan de 5 cosas que haríamos, bueno, yo tenia.  —ladea y mira la el auto. —  o al menos antes de que intentaras suicidarte y llevarme como efecto colateral.

Sonrió.  ¿Nathan o mi disco de Maroon 5, mi camisa de SWS y mi disco de Timberlake? ¡Chetos!

— ¿Es muy necesario?

— Si no quieres no, pero me encantaría que me acompañaras. —articula, con esa hermosa sonrisa de lado.

¿Como decirle que no a sus sonrisa de Ian Somerhalder? 

— De acuerdo. —acepto. —pero vayamos a mi casa primero, necesito salvar a alguien. —Nathan me mira interrogante pero no pregunta mas, y yo... yo solo pienso en mis chiquitos.

— Súbete, tu manejas. —ordena.

¡Ay no! este chico quiere volver a gritarme.

— ¡No! maneja tu. —declaro, y paso de él con dirección al copiloto pero me detiene sujetando mi brazo.

— ¿Por qué? —cuestiona.

Mmm ¿todavía pregunta?

— Es que tu nada más me haces gritar, hasta me haces creer arañarte y tirar de tu cabello. Me desesperas. —gruño, frustrada. 

Nathan me suelta, con una gran sonrisa y me quita las llaves de las manos —que no era consciente de que las tenia— y camina hacia el lado del piloto, aceptando mi petición, abre la puerta y antes de entrar añade

— Si, suelo causar ese efecto en las mujeres frecuentemente. 



✈ ✈ ✈ ✈ ✈

Nota de autora: Primero que nada disculpen los errores, bueno más bien horrores ortográficos y tiempos verbales mezclados; los primeros 10 capítulos los escribí desde el móvil y (aunque no es excusa) muchas veces se me pasaba corregir o simplemente lo dejaba para después y al momento de subirlo lo olvidaba totalmente sin embargo, como dije, conforme van leyendo la historia va subiendo su calidad visual, pero eso no quiere decir no vaya a corregir estos errores, si lo hare pero al terminar la novela para no fastidiarlos. Por otro lado LES AGRADECERIA QUE SEÑALEN MIS ERRORES ORTOGRAFICOS, no tengo problema en ello, todo lo contrario me ayudarian mucho.

Que tenga un bello día, noche o madrugada<3. Nos leemos pronto, xo!

Fortsett å les

You'll Also Like

980K 86.2K 43
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...
107K 6.5K 26
"Mírame solo a mi Jungkook" "¿Acaso no lo hago Taehyung?" "No,solo la miras a ella" Porque amarte es lo más bonito y doloroso que me ha pasado. #kook...
74.2K 6.8K 51
Júlia Fort García es la hermana mayor del joven lateral del Fc Barcelona Héctor Fort,el club invita al equipo a un partido de la sección femenina,est...
59.6M 1.1M 13
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...