1990.

By nicollase

1.6K 140 69

En 1990 todo venía de sorpresa. Las calificaciones, el clima y hasta la moda. Para la clase de los noventa n... More

C está aquí.
La fiesta de Otto.
Rumores.
Aretes de sol.
Rey de la selva.

El rincón de los ochenta.

146 18 19
By nicollase


              | Marlon en galería |





El olor a fritura era bastante fuerte. Pero al mismo tiempo delicioso y hasta relajador. Eran las ocho en aquella tarde del viernes. Marlon y Cody habían quedado para juntarse. "El rincón de los ochenta" siempre fue su lugar. Por una parte había un sector de videojuegos, también una barra de comida, bolos y hasta una pista de danza. Era un pack completo. Para ellos y para el resto de la escuela.


Marlon saboreó el último sorbo de su refresco y se levantó a donde Cody estaba. Como siempre, en la máquina traga monedas.
Puso una mano en su hombro y el castaño gruñó de rabia.


—Marlon, amigo. ¿Has visto lo que hiciste? —casi gritó, apuntando con su cabeza el puntaje en la pantalla —Cien puntos y todo era mío.


—¿Ahora la culpa es mía? —tenía razón. Él y los puntajes de Cody no tenían nada en común.


—No, pero tu mala vibra me tiene igual. Sea por lo que sea que estés así, detente. No se ve ni se verá lindo nunca.



Todo tenía una razón; Cleo. Marlon odiaba el hecho de sentirse así por una mujer. Más si era por Cleo. Pero no lo podía evitar. Desde que él y toda la escuela se enteraron del beso hacia Otto, prácticamente era un caminante muerto. Lucía frío, sin ganas de nada y hasta se ponía calcetines desiguales.


«¡Bendita Cleo! Mira lo que has logrado en mí», se decía. Y eso que no eran ni amigos.




—Pero tranquilo, tengo algo para tí —para Marlon eso era realmente malo. Cody podía darte cosas realmente extrañas y aterradoras. Sabía que era un buen amigo, pero con un "Estarás bien" se conformaba —Invité a los chicos.


—¿A los chicos? —se preguntó Marlon. En su mundo sólo eran ellos dos.


—Sí, a nuestros amigos.



Y, como si todo estuviera sincronizado, la puerta se abrió. Ahí venía un grupo de personas. Vio la cabellera rulienta de Alma. La sonrisa de Bruna. Los ojos únicos y llamativos de Cleo. Y a Otto.




—¿Otto? Cody, él no es mi amigo ni le tengo buenas intenciones —siseó, apegado al castaño.


—Si lo invitaba tenía beneficios con ya tú sabes qué —alcohol. Pero Marlon pensaba que en el fondo, él importaba más que unas botellas dañinas.


—Me largo —mordiendo su labio inferior estaba decidido en irse. Pero no podía. No podía dejar a Cleo con Otto como si nada. Algo en él le gritaba una gran advertencia —O mejor me quedo.



Cody le sonrió y sacudió su cabello. Cody sólo quería que pasara un buen rato. Porque a pesar de que su amigo no le contara nada, tenía fe en que esa mala espina se le vaya.


Y claro, tenía fe en superar su récord de igual manera.





*




Otto y Cleo estaban como chicle en un videojuego de autos. Él le sacudía el cabello y ella respondía con pequeños besos en su mejilla. Sin duda eran la pareja de una película del momento. Sólo que no era muy querida por el público. Y en eso entra Marlon.


Le sorprendía que aún no se dieran cuenta de su mirada en ellos. ¿Qué tenía Otto? Quizás era una parte de algún negocio. O quizás era simplemente la realidad que no quería asumir.


Cuando ellos celebraron el primer lugar en la carrera, alguien puso una soda al lado de Marlon.


Bruna se sentó a su lado y dirigió su mirada al punto que él veía. Era obvio, no esperaba menos de Marlon y su extraño amorío.



—¿Debo asumir que te gusta Otto? —preguntó, burlesca.


—Me fascina, no puedo negarlo.



La rubia soltó una pequeña risa. Aunque realmente no se sentía así. Sabía que no miraba a Otto, claramente. Y sabía que reírse no cambiaría nada en su ser. Pero en situaciones así realmente extrañaba a Marlon, quien a pesar de ser un sin humor ella se reía siempre de lo que decía.



—¿Caíste de nuevo por Cleo?


Marlon volteó y la observó. Estaba seria y podía ver como se mordía su labio inferior —No lo sé, Bruna. Realmente no lo sé.


—Sí lo sabes, Marlon. Los ojos nunca mienten —desvió su mirada a los tórtolos frente a ellos —Y como la miras es admirable.


—No es ninguna ciencia —volvió a la rubia —¿Ves? Te estoy viendo de la misma manera.



Para Bruna eso fue devastador. Sabía que Marlon era algo incapaz de reconocer las cosas y que quizás el haber estado con él no haya sido lo mejor. Pero lo quería. Demasiado para dos meses.


La chica se levantó y movió el mechón de cabello que caía por su rostro.



—Hay una diferencia en esto, Marlon.



Tragó fuertemente. Bruna tenía su cabeza en un lío. Pero al menos ya tenía uno de sus problemas resueltos. Problema llamado Marlon. Aunque en el fondo no sabía si quería solucionarlo. Era ese tipo de situaciones en donde podías lidiar con el problema. Pero Marlon se lo tenía más difícil de lo esperado.



—Tú jamás me miraste así.





*





—Entonces le dije que prefería unirme al equipo de fútbol antes que comerme cinco cucharadas de mostaza —dijo Alma, tomando un sorbo de refresco —No es que no me guste la mostaza. Sabe muy bien con patatas fritas, pero es un no rotundo para mí. ¿Qué dices tú?



El chico que atendía el sector de la comida se quedó atontado con lo recién dicho. Alma solía hablar mucho sin que le dijeran nada. Y ese era el caso.



—¿Con qué quieres tus patatas? —preguntó tratando de evitar lo recién dicho. La verdad es que la rubia era bastante divertida. Quizás la cliente más extraña en su turno.


—¿No es obvio? Con mostaza.



Irónico. El chico sonrió y se aproximó a realizar el pedido. Estaba bastante contenta aquel día. Todo por el simple hecho de haber sido invitada al Rincón de los ochenta. Podría haber más unión y más horas de conversa con, ahora, sus quizás nuevos amigos. Excepto por Otto.


Alma pensaba que él no debería estar ahí. Pero por más que pensara, era algo adorable que lo hiciera por Cleo.


Con las patatas frente ella, no demoró en empezar a comerlas. Realmente la mostaza le daba un toque y podía calcular exactamente cinco cucharadas. Una por una, como un pequeño ratón.


Cody se aproximó y robó una de ellas. Eso para Alma fue un golpe bajo, pero no del todo al notar al castaño. Le frunció el ceño y atrajo las patatas hacia ella.



—Mías. Sí quieres me pides y si te digo que no, no insistas. A menos que me ganes en las carreras.



Ambos eran muy competitivos y muchas veces tuvieran encuentros negativos por los videojuegos. Alma iba ganando únicamente por diez puntos. Diez puntos que para Cody fueron culpa de un pequeño error en el juego.


No era así. Alma lo superaba.



—'Soy Alma y me creo mucho por ganar un bobo juego' —imitó su voz aguda, haciendo unas cuantas muecas —Como sea, rulitos. Hoy pienso hacerlo.


—¿Cien por cien seguro, cometa? —cometa era el apodo que Alma le puso a Cody por el personaje que ocupaba en la mayoría de los juegos de lucha.


—Así es. Pero si no es con mi cómplice no puedo.



Alma sonrió y se puso a su lado. Asintiendo y bebiendo una vez más de su soda.



—Recuerda los tres puntos. No mirar al lado, seguir los patrones y sentirte en el juego. ¿Lo tienes?


—Lo tengo.




Lo siguiente fue como el inicio de una película tétrica. Faltaban los trajes de neón, los peinados extraños y el truco sorpresa. Caminaron por el sector de la comida hasta llegar al famoso juego mortal. "Troksis" decía en luces rojas. Cody miró a Alma y asintió. Segundos después el grupo de amigos se puso alrededor para ver.


Cleo estaba junto a Otto en una de las mesas.



—¿Qué se trae tu hermana con Cody?


Otto alzó sus hombros —Sea lo que sea no es nada serio. Créeme, son como niños.



Marlon, por otro lado, se unió y se apegó a Cody con una sonrisa enorme. Finalmente una, se decía el moreno. 




—Cody si ganas esto, la consola es tuya —le dijo con una mano en su hombro —Con el juego que quieras.


—Marlon, amigo. ¿En serio? Ten —de su bolsillo del pantalón sacó una cámara filmadora. Aquella que fue un obsequio en una de las Navidades pasadas. Era su joya —Mis hijos tienen que ver esto.


Con un caramelo en la boca, Bruna se acercó a Alma. Venía saliendo del sector de los bolos. La verdad es que no había jugado, pero estaba alejada al menos.



—¿Qué están haciendo?


Alma, al escucharla, volteó a verla —Cody hará historia.


—¿Cody? —Bruna alzó la mirada hacía donde, efectivamente, estaba el recién mencionado —Veamos si es así —y sonrió. Realmente sonrió.



Cody se puso en forma. La campana que daba inicio al juego sonó y consigo trajo al enorme grupo que seguía sus pasos. Serían tensos veinte minutos. Puso ambas manos en los controles e inició. Todos lo miraban. Cody era el show en ese momento.



*



  — ¿Aún quieres mostrarle esto a tus hijos? — dijo Marlon con un tono de broma en sus palabras.


— Ya no sé que hacer con mi vida — resopló — Mi vida se fue con el "juego perdido".



Y sí, Cody había sido derrotado una vez más. Su récord estaba ahí, y a pocas penas pensaba que saldría. Para el resto de los chicos seguía siendo el vencedor, estuvo a muy poco y ha sido el único. No había por donde ver lo malo, excepto para él. Él veía todo al revés. 


Mientras Marlon ponía su mano en el hombro de su amigo, Bruna apareció junto a Cleo y Alma.


  —Cometa, eso fue asombroso, ¿no creen? — empezó Alma. Traía una enorme sonrisa y no parecía de mentira.


  — ¡Exacto! Deberíamos venir seguido a verte, deslumbras —siguió Cleo, quien no vio mucho por estar con Otto, pero lo que vio fue oro. 


Bruna soltó una pequeña risa y ladeó su rostro —Iremos por unas malteadas gloriosas. Y no puedes faltar tú, sería muy aburrido —al decir eso, Cody levantó su mirada y se contagió de la sonrisa que traía la rubia. Definitivamente había ganado el premio mayor y se llamaba Bruna. 


  — ¿Saben qué? — miró a Marlon, sonriendo. Luego al trío de chicas — Esas malteadas sí que no podrán contra mí.



Y así, todos rieron. 

Continue Reading

You'll Also Like

13.8K 955 21
Un día te llaman de ese programa que te cambio la vida y te ofrecen el trabajo de tus sueños, ser profesor de la academia de OT, con tu pareja, la cu...
26K 5.2K 41
Marcus juró que nunca volvería a amar. Luego de regresar a Nueva York por petición de su padre, Marcus intenta retomar su vida, intentando ignorar la...
25.1K 838 40
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"