Jimin estaba sentado en el suelo frío mientras abrazaba sus propias piernas para mantener algo de calor, aunque no era del todo mentira, la verdadera razón era ocultar sus mejillas húmedas por las lágrimas de tristeza que inútilmente había tratado de mantener.
Realmente odiaba llorar, no lo hacía muy seguido porque nunca había tenido razones para hacerlo, hasta este momento.
Había logrado mantener ese nudo en la garganta durante una semana, porque sí, Jimin extraña mucho a Yoongi. Pero ya no sabe qué hacer para no pensar en lo mucho que le gustaría escuchar la voz de su hyung, o sentir sus cálidos y esponjosos labios sobre los suyos; como ya alguna vez habían estado.
Sintió unos brazos envolverlo por la espalda, y el aroma a vainilla de su hyung lo invadió por completo. Una tranquilidad conocida se hizo presente en el ambiente, y pensó que estaba delirando.
No podía ser verdad, estaba imaginando a Yoongi. Había llegado al punto en el que tenía que imaginárselo para no dejarse consumir por sus propios sentimiento de anhelo a su hyung.
-Minie...- sintió cosquillas en su pancita al escuchar la voz que tanto necesitaba. -¿Me volví loco?- preguntó aunque no esperase respuesta alguna.
-Lo siento, lo siento, lo siento tanto. No quise dejarte, lo juro. No llores Minie, es todo mi culpa, pero por favor no llores.
-¿Realmente estás conmigo ahora?- Yoongi envolvió aún más el cuerpo de su Minie, y depositó pequeños besitos en su cuello, tratando así de responder la pregunta del menor.
El sollozo de Jimin no tardó en hacerse notar, y Yoongi se sintió la persona más idiota en el mundo porque Yoongi había dejado de lado a la persona que más amaba.
-T-te... extrañé... mucho hyung- Jimin logró decir ente el sollozo que no se detenía.
-Lo siento tanto Minie, es mi culpa. Realmente te amo pero yo... no sé qué me pasó, no quise dejarte solo. Simplemente no sé, no lo entiendo, lo único que sé bien es que te amo mucho.
Jimin dejó escapar una pequeña sonrisa, y se liberó con delicadeza del abrazo de su hyung para voltear y así poder verlo al rostro. Los ojitos de su hyung estaban cristalizados y sus mejillas rojas.
-También te amo Yoongi hyung- murmuró Jimin, y dio un besito en la mejilla de su hyung haciendo que éste levantara el rostro que había inconscientemente bajado.
-¿No estás enojado?
-Lo estoy, pero el amor que te tengo y lo que te extrañé superan eso hyung.
-¿Por qué eres tan bueno conmigo Minie? Me haces sentir como si te mereciera, y por lo que hice no estoy ni cerca de estarlo.
-¿Aunque te quiera mucho?
-Aunque me quieras mucho.
-¿Aunque te ame mucho?
-Aunque me ames mucho.
-Hyung... ¿puedes besarme?
Yoongi no esperó para pasar sus manos por el cuello de su Minie, y acercarlo aún más para besar los dulces labios de su pequeño. Llevaría a practica el darle muchos besitos a su Minie porque lo merecía, y quería que se sienta querido.
Ese día aprendió que no podría vivir sin Jimin, no podría vivir sin su amado piano. Nunca más volvería a dejar de lado lo que más deseaba porque simplemente el amor que Yoongi siente por Jimin no se puede remplazar, no se puede olvidar, ya que es su primer amor.
Fin.