Un sábado nunca fue más aburrido, Sophie toma su abrigo y sale a la lechuceria; sin saber que Harry se hallaba ahí.
—¡Sophie! — El azabache suena sorprendido al verla allí.
—¡Harry! — Sonríe ella.
Sophie toma los hombros de Harry y lo aparta delicadamente del camino.
—Ten cuidado arriba. Está resbaloso — Comenta la castaña.
—Claro. Gracias.
Harry se dirige a las escaleras, pero antes de bajar toma un gran suspiro y vuelve a la torre donde estaba Sophie.
—¡Sophie! — Llama él.
—¿Sí? — Pregunta ella.
—Ehm...— Duda él —. Quería saber si te gustaría ir al baile conmigo — Las palabras salen de la boca de Harry como un torbellino, y las lechuzas de fondo no dejaron a Sophie escuchar la petición.
—Lo siento, no te entendí.
—Lo que dije fue que quería saber si te gustaría ir al baile conmigo — Repite él pero esta vez más calmado.
—Harry, perdón — Se disculpa ella — pero otro chico me invitó. Y... pues acepté ir con él.
Harry suelta otro suspiro antes de asentir con la cabeza.
—Descuida, si — Tartamudea Harry —. Te entiendo. Bien, no hay problema. Gracias. Adiós.
Sophie observa como Harry se da la vuelta para irse, y grita su nombre:
—¡Harry! — El azabache regresa esperanzado —. En verdad, lo siento.
•••
En la sala común, un deprimido Harry estaba recostado en el sillón con el huevo que había ganado en la primera prueba en sus manos.
—Tranquilo, cálmate. No pasa nada — Ginny intenta calmar a Ron, el cual parecía estar en un estado de shock.
—¿Qué te pasa? — Pregunta Harry observando a su mejor amigo.
—Es que invitó a Fleur Delacour — Explica Ginny.
—¿Qué te dijo? — Habla Harry.
—Que no, por supuesto — Comenta Hermione, pero al no recibir respuesta lleva ambas manos a su boca —. Te dijo que sí.
—No sean tontos — Suspira Ron —. Ella iba caminando...— Comienza —... con lo que me gusta verla caminar. Y no pude evitar preguntarle.
—De hecho, se lo gritaste y fue un poco aterrador — Corrige Ginny.
_¿Y luego qué hiciste? — Pregunta Harry.
—¿Qué hice? — Murmura Ron —. Salí huyendo. No estoy hecho para eso. Sólo me gusta mirarla.
Las gemelas Patil ríen antes de saludar a Harry; el azabache las ve por un momento antes de animarse:
—¡Hey!