-Entonces estaré allá a las doce del día ¿bien? -dice Kuroo.
-Si, te espero.
-Bien, nos vemos.
-Nos vemos.
Hoy tendré una cita con Kuroo, somos novios hace 3 días y es la primera vez que salimos como tal, a pesar de todo estoy un poco nerviosa, nunca me había preocupado por como deseo verme o si mi piel está perfecta, pero este día deseo ser hermosa para él.
-Hermanita.. ¿puedo pasar?
-Ah.. si, claro.
Estoy terminando de cambiarme de ropa y me siento para pensar en si ponerme maquillaje o no.
-¿Saldrás? -me dice sentándose en mi cama.
-Ahh.. si, con Kuroo.
-Kuroo-san, eh..
-Si ¿pasa algo?
-No, no, es sólo que ese chico.. como decirlo se ve como alguien que tiene... bueno, experiencia, ya sabes.
-Lo sé pero... a mi no me importa, lo quiero como es.
-Mhh..
-¿Qué?
-Nada, bien, ponte hermosa y -mi hermano se acerca a mi. -cuidate, ya sabes.
-Ya cállate.
Mi hermano se va de la pieza y siento
vergüenza, se muy bien que quizás Kuroo haya estado con otras chicas antes que yo y es obvio, él es bastante atractivo, me gustaría ser lo suficientemente preparada para él.
-Mh... supongo que ahí está bien.
-¡...(N)! ¡Kuroo-san está aquí! -grita mi madre desde abajo.
-Ah.. ¡voy!
¿Tan rápido pasó la hora? me pongo un poco de perfume, tomo mi bolso y bajo.
-Kuroo..
-...
Él se para del asiento y me queda viendo unos segundos, no sé como reaccionar a esa mirada, miro como va vestido y siento que en todo este tiempo nunca lo he visto tan atractivo.
-¿Chicos? -dice mi madre.
-Ah.. lo siento señora, esto.. entonces ¿nos vamos?
-Si, nos vemos mamá.
-Cuídense, pásenla bien.
Salimos de la casa y nos dirigimos quién sabe donde, en ningún momento recuerdo que me haya dicho a que lugar iríamos.
-¿Donde vamos?
-Es una sorpresa.
-¿Tomaremos tren?
-Así es.
Llegamos a la estación y al ser hora punta éste lugar está lleno, Kuroo toma mi mano y yo me agarro de su brazo, no quiero perderme entre la multitud que se hace.
-Es hora punta.. -digo.
-Pues si.. sólo nos subiremos ésta vez, después caminaremos.
-¿Es lejos?
-Solo... un poco.
-Mhh.. ahí viene.
El tren llega y la gente se empieza a mover, las personas que vienen en el tren bajan y nosotros podemos subir, quedamos cerca de la ventanilla y la gente nos comienza a apretar.
-Ahh..
-Ven colocate... por aquí. -me dice poniendo sus manos en mis hombros.
-Si.. es mucha gente.
-Lo sé, solo será un momento.
-No, está bien, lo soportaré.
El tren se cierra y se pone en marcha, me agarro de la cintura de Kuroo y apego un poco más mi cuerpo hacia él, una de sus manos se apoya en la ventanilla y su otro brazo rodea mi cuello, siento el aroma de Kuroo, observó su cuello, la forma de su nariz y él solo mira hacia afuera.
-¿Vas bien? -me dice sin mirarme.
-Mírame.
-¿Ah?
Kuroo me mira y yo aprovecho para darle un beso, entre toda ésta multitud nadie se va a dar cuenta.
-Ahora estoy bien.
-... *risa*
-¿De que te ríes?
-Nada, es sólo que siempre me sorprendes un poco.
-¿Eso es... bueno o malo?
-Excelente.
Me mira por unos segundos y sonríe, esa sonrisa que siempre me provoca un pequeño escalofrío por mi cuerpo, apoyo mi cabeza en su pecho y vamos así durante el resto del viaje.
-Por dios, hacia mucho calor allá dentro. -digo sacudiendo mi blusa.
-Si.. bien ¿vamos?
-Bueno.
Salimos de la estación y caminamos con Kuroo, él toma mi mano y nuestros dedos se entrelazan.
Pasamos la tarde en un parque, almorzamos en un restaurante pequeño cerca de el, comimos algodón de azúcar, vimos una película y hablamos de todo lo que se nos venia a la mente, me comentó sobre su club y los partidos que tenían, los entrenamientos con equipos de otras preparatorias, etc.
Nos sentamos en una banca y seguimos conversando.
-Ahora entiendo porque tu cuerpo es tan.. tan duro.
-¿Duro?
-Si... me refiero a que donde haces actividad física regularmente tus piernas, tu espalda, tus brazos están.. bien.. desarrollados.
-¿Te gusta como es?
-¿Qué?
-Mi cuerpo ¿te gusta como es?
-Si... me gusta.
Como no podría gustarme.
-¿Puedo hacerte mía?
-¿Ah? ¿co-como dices... eso aquí?
-Nadie está cerca.
-Lo sé pero de todas formas.
Kuroo acerca su cuerpo a mi y sus piernas quedan pegadas con las mías, acerca su boca a mi cuello y me da un beso, luego sube a mi oreja.
-¿Puedo hacerte mía? -susurra.
Mi cuerpo tiembla por un segundo, el deseo que tengo de estar con él llena mi cuerpo y lo empuja, empuja a querer darle mi cuerpo y mi alma solo a él.
-Mh.. si..
Toma mi mano y nos dijimos a un hotel, siento vergüenza, a pesar de que ya lo hemos hecho antes, siento como si fuese la primera vez, bueno, después de todo es la primera vez que estamos así como novios.
Subimos a la habitación, es amplia y tiene aroma a vainilla, pongo mi bolso encima de un mesita y me siento en la cama.
-La cama... es blanda. -digo mientras saco mi chaqueta.
-¿Si? dejame ver.
Kuroo se lanza sobre la cama y cae de boca abajo, lo miro y me tiro de espalda sobre la cama.
-¿Estás bien? -me dice mientras juega con mi cabello.
-Si.. ¿tú?
Me doy media vuelta y quedo también boca abajo, apoyo mi mentón en la cama y mi rostro queda a centímetros del suyo.
-Te ves hermosa hoy.
-¿Tú crees?
-Claro que si, siempre lo estás..
Me acerco a él y lo beso, Kuroo se da vuelta y me invita a que me ponga sobre él, acerco mi cuerpo y mi pecho que sobre el suyo, comienzo a besarlo y sus manos tocan mi espalda, desabrocho su camisa y la abro toco su pecho, sus abdominales y con mis uñas rasguño un poco sus costillas.
-Ahh.. no hagas eso. -me dice.
-¿Porqué?
-Me da un poco de cosquillas.
-Bueno, lo siento.
Kuroo me toma de la cadera y se pone sobre mi, se sienta en la cama y saca su camisa, yo me siento y beso su pecho, él toma mi cuello y me besa mientras me pone sobre la cama, saca mi blusa y mi brasier, acaricia mis pechos mientras besa y succiona mi cuello.
-Ah... dejarás marcas.
-Lo sé..
Una de sus manos baja por mi vientre y se mete por mis pantalones, con sus dedos toca mi sexo y bajo un poco mi cadera.
-¿Te gusta?
-Mhh... si.. ahh..
Sus labios bajan por mi cuello hasta mis pechos, Kuroo logra que mi cuerpo se caliente en un par de segundos.
-Sacaré tus pantalones.. -me dice mientras se sienta en la cama.
-Bu-bueno..
Desabrocha mi pantalón y lo saca, desarrolla el suyo y también se lo saca, puedo ver su ereccion a través de su ropa interior, se recuesta sobre mi y siento por completo la presión que provoca en mi su miembro.
-Ah.. te amo Kuroo..
-Mhh.. te amo, niñita.
Vuelve a besarme y mientras lo hace saca mi ropa interior, yo saco la suya, abrazo su espalda, enrredo mis dedos en su cabello y vuelvo a ser solo suya.
-Ahhh... mhhh..
-Nhhg.. mh..
Sus embestidas fueron delicadas al principio pero se volvieron fuertes y profundas a pasar el tiempo, beso mi espalda, apretó mis caderas, mi cuerpo entero estaba entregado solo a él, la dulzura y la lujuria que me hace sentir es tan adictiva para mi.
Estoy recostada en su pecho, me tiene abrazada por los hombros.
-¿Deberíamos.. irnos? -le digo.
-Mhh.. creo que si, se está haciendo tarde.
-¿Crees que alcance a ducharme?
-Si, claro.
-Bien.
Me levanto de la cama y me dirijo al baño, tengo marcas de chupetones por casi todo mi torso, tomo mi ducha y me visto, cuando salgo Kuroo está ya vestido y poniéndose sus zapatos.
-Ten, los tuyos. -estira su brazo para pasarme mis zapatos.
-Gracias.
Mientras pongo mis zapatos, Kuroo se agacha y él me los pone, cuando termina sube su rostro y yo le doy un beso.
Salimos del hotel y tomo su mano, amo cada momento que vivo junto a él, que me hable, que sea solo mio y que nada interrumpa estos bellos momentos. Camino a casa volvemos a conversar con normalidad, de vez en cuando pone un beso en mi mejilla o mi frente, de todo corazón desearía que esto no acabará más.