Hace un año vine aquí.
Solamente cuatro personas asistieron a tu funeral. Incluyéndome.
Hoy son seis más los que vinieron.
No es una multitud, pero al menos sabes que es real todo aquel sentimiento existente hacia ti.
¿Te había mencionado ya lo mucho que te amé?
Pues es demasiado. Ese sentimiento no ha sido desplazado por nadie.
Lloro por ti, pero no por que ya no estas. Si no por que no sé aún como agradecerte lo mucho que me ayudaste, estando y no estando.
Quizás esta no era la vida a la que pertenecías. Pero me gustaría encontrarte en otra, y hacer bien las cosas contigo.
Vamonos Kookie.