El celular sonó, me tomó unos segundos encontrarlo, contesté a tientas. Una atemorizada voz se escuchó del otro lado.
-James.
-Abba ¿Qué ocurre?
Miré la hora, las 3:00 a.m.
-¿Puedes venir por mí?
Fruncí el ceño sin entender ¿Qué hacía ella afuera en la madrugada ? -¿Dónde estás?
-Averigüé.
-No lo sé. –Sollozaba, podía oír por el celular el acelerado repiqueteo de su corazón.
-¿Cómo que no sabes?
-Te digo la verdad, me fui a dormir y cuando desperté estaba en el bosque. Por suerte traía puesta mi chaqueta y en el bolsillo se encontraba mi celular, pero no tengo idea dónde estoy. No quise llamar a papá, solo pensé en ti.
-Está bien, trata de calmarte, mira a tu alrededor, ¿Qué reconoces?
-Está muy oscuro. ¡Oh por Dios!
–Exclama alterada.
-¿Qué sucede? –Inquiero preocupado.
-No estoy sola, escucho pisadas, James tengo miedo.
-No te asustes, iré a buscarte, ¿Tienes el GPS conectado?
-Sí. –Podía sentir su temor.
-Quédate ahí, no te muevas.
-Hay algo aquí.
-Trepa a un árbol ¿Puedes?
-Creo que sí. –Contestó vacilante.
-Hazlo, si es un lobo no podrá subir.
-Y si es aquella criatura. –Su voz se quiebra.
-Todo estará bien, voy de camino ya capté tu señal.
Eso era cierto pero muy débil y de vez en cuando se perdía. Debía estar muy adentro en el bosque para que esto pasara, no entendía cómo tenía señal.
-Abba.-La llamo.
-Sí. –Puedo oír que está escalando, me ha hecho caso.
-No permitiré que nada te ocurra, escala lo más alto que puedas.
-Lo haré, debo cortar, la batería esta baja.
-Te encontraré. –Le digo con seguridad.
Marqué otro número y me contestaron entre susurros.
-¿Deberías estar durmiendo?
–Royner parecía sorprendido de mi llamada.
-Lo estaba pero ha ocurrido una situación.
-Tiene que ser seria para que me llames a mí y no a Thompson.
-Thompson no me sirve de mucho en este momento, tú sí.
-Pues dime.
-Acaba de contactarme Abba.
-Abba –Repite. –Tu novia.
-Así es, no te puedo dar explicaciones porque ni yo las tengo, pero se encuentra en el bosque.
-¿A esta hora? –Inquiere con exaltación.
-Sí, le ha pasado algo malo y tardaré mucho en llegar, sin embargo tú estás más cerca de su posición, te mandaré sus coordenadas para que vayas por ella.
-¿Ya hablaste con Thom sobre esto?
-Lo haré, ella cree que no está sola y me preocupa que sea el recién convertido o su creador, o incluso algún animal salvaje, puede ser peligroso.
-¿Qué hace tu chica en el bosque a estas horas?
-Ahórrate las preguntas por el momento, es un favor especial que te pido.
-Está bien, avísale que voy por ella, no me conoce.
-Claro, gracias Roy.
Corto la comunicación y llamo a Thompson, se tarda un poco en contestar.
-Espero que sea bueno para que me despiertes muchacho.
-Una emergencia. –Le digo.
-¿El licántropo? –Indaga.
-No, otra cosa. –Rápidamente lo pongo al tanto, comentándole lo que le pedí a Royner.
-Esto no me gusta, si tus sospechas son ciertas y el convertido resulta ser el hijo de la señora Wolf, por lo que me contaste, él tuvo una relación sentimental con Abba, los lobos son muy territoriales, y puede que sienta que ella le pertenece, aunque Abba sea tu mate, él la puede manipular mentalmente sin siquiera enterarse, tal como lo hizo con la anciana. –Me aclara Thompson.
-No voy a permitir que se le acerque.
-Pues vas a tener que amarrarla a la cama, porque si ya pudo conectarse con ella, lo seguirá haciendo.
-Hablaré con Aldana mañana, quizás ella pueda impedir que esto suceda.
-Tú también puedes, su unión es más fuerte, deben aprender a ver dentro del otro, así podrás bloquearlo.
-Lo haces sonar como algo sencillo.
-Lo es, una vez que lo dominas. Y dime, ¿Quieres que vayamos a buscarla también?
-No estoy seguro, sé que Royner la encontrará.
-Sé que lo hará, pero si de verdad ella está siendo vigilada, Roy necesitaría refuerzos.
-Tienes razón, nos veremos en la entrada del bosque en cinco minutos.
-Entendido.
Me cambié, y tratando de no hacer ruido salgo de la residencia, pero para mi desventura no estoy solo. Percibo su presencia, el alfa está aquí. Me acerco a la motocicleta dispuesto a irme, no perderé tiempo con él, pero antes de llegar me cierra el paso, mostrando sus colmillos y erizando su vello en forma amenazante.
-Ahora no. –Pronuncio más para mí que para él.
Me gruñe y sé de antemano que atacará. Tal como lo predigo se lanza sobre mí y apenas soy capaz de esquivarlo. Aprovecho que cae al otro lado y subo a la motocicleta. Él no está dispuesto a dejarme ir, de nuevo trata de embestirme pero me apresuro a encenderla, y me tranquilizo un poco al escuchar el sonido del motor, la pongo en marcha y a toda velocidad me alejo. Sé que está detrás de mí, es rápido, y mucho, se me acerca por un costado e intenta morderme pero ladeo la motocicleta, avanzando a máxima velocidad. Para mi alivio desiste en la persecución, con el rabillo del ojo observo que ha dejado de seguirme.
-¿Te has tardado? –Me reclama Thompson quién ya se encontraba en el lugar de encuentro.
-Sí, tuve una desagradable visita.
-¿Quién de los dos?
-El principal.
-¿Distracción? –Thom arquea una ceja.
-Posiblemente, le está ayudando a su pupilo.
-Al menos tienen una buena relación. –Dice Thompson en tono jocoso, pero no sonrío, por el contrario lo fulmino con la mirada. -Ya relájate chico, la encontraremos. ¿Le mandaste el mensaje a tu novia?
-¡Maldición lo olvidé!
-Royner me avisó que está por llegar al lugar, mejor comunícate con ella.
Subo al auto y nos adentramos por el improvisado sendero, marco el número de Abba.
-James. –Responde en voz baja.
-Abba escúchame, tengo un amigo que está por la zona, él llegará en cualquier momento, nosotros vamos de camino.
-Nosotros, ¿Quién más viene contigo? -¿Los vampiros?
–Consulta.- Papá me habló de ellos.
-Sí, son los vampiros, no te muevas, ni bajes hasta que Royner esté ahí.
-Lo prometo.
La comunicación se pierde, me imagino que la batería se le descargó pero he grabado su localización por lo que aún tenemos ventaja. El sendero finaliza y tenemos que continuar a pie. Con paso presuroso nos adentramos, no puedo evitar estar preocupado, hasta que no la tenga conmigo a salvo, esta intranquilidad no desaparecerá. Después de unos minutos el celular de Thompson suena, es Royner.
-¿Encontraste a la chica? –Le pregunta.
-Estoy en el lugar que indica la señal, no la veo, aunque percibo su aroma. Abba. –La llama en voz alta. –Soy amigo de James.
-Arriba. –Una débil voz le contesta y el alma me vuelve al cuerpo.
-Ya tengo contacto visual con ella, y si hubo alguien merodeando, se ha ido.
-Estamos por llegar. –Le avisa Thompson.
Nos demoramos quince minutos más, hasta que los diviso. Al verme Abba corre a mi encuentro, trae puesta su pijama y una chaqueta, está descalza.
-James. –Me abraza.
-Aquí estoy, como lo prometí. –Su cuerpo temblaba, no sé si del frío o del temor que aún se apoderaba de ella.
Estuvimos abrazados unos segundos más, hasta que acuné su rostro en mis manos.
-¿Estás bien? –Quise saber.
-Ahora lo estoy.
-Gracias. –Le agradecí a Royner, que me sonrió.
-Ellos son tus amigos los vampiros.
-Sí, él es Thompson, y él Royner.
-Muchas gracias por venir por mí.
-Lo que sea por el chico enamorado. –Añade Thom y veo a Abba sonrojarse.
-Regresemos, pronto amanecerá y esta niña necesita entrar en calor. –Sonríe Thom ya que sus palabras van con doble sentido.
Intercambio una mirada con él, y Abba se vuelve a sonrojar.
-¿Cómo están tus pies? –Averiguo.
-No muy bien, me he lastimado al caminar descalza.
-Lo arreglaremos.
La subo a mi espalda, alejándonos poco a poco, ya que no podemos ir más aprisa por ella. El amanecer nos saluda al acercarnos donde dejamos el coche.
-Parece que tenemos un lobo rencoroso.
Royner examina las llantas, todas han sido desinfladas, pronunciados hoyos hechos posiblemente con sus colmillos.
Thompson suspira, colocando sus manos sobre cada lado de su cadera.
-Estos licántropos están agotando mi paciencia. –Agrega ladeando su boca con desaprobación.
-¿Y ahora qué? –Coloco a Abba al suelo.
-Caminar. –Responde Thom con disgusto. -Yo la llevaré desde aquí. –Se ofrece.
Abba está de acuerdo y sube a su espalda. El sol se asoma por las montañas, y la claridad lo va iluminando todo a su paso, es de verdad hermoso. El canto de las aves inundan el entorno, se respira un ambiente de paz.
Divisomi motocicleta, por suerte en una pieza, no se han desquitado con ella. Le hago un chequeo rápido pero todo parece estar en orden.
-Llévala a su casa o a la tuya.
–Emite Thompson otra vez con doble sentido.
-Creo que será mejor a su hogar. ¿Estás de acuerdo?
Abba asiente sin ganas, se nota el cansancio, además debo conversar con sus padres.
-Tendrán que regresar a pie al pueblo. –Les señalo.
-Aprovecharemos para cazar algo. Nos vemos luego chico.
Los veo alejarse, de verdad me alegra que estén aquí. El ronroneo de la moto me vuelve a la realidad y vamos con rumbo a la residencia de los Charpentier. Al aproximarnos diviso a Han conversando con el comisario, su patrulla está parqueada a un costado del enorme galerón que utilizan como bodega. Cuando nos ve su rostro se relaja pero casi al mismo tiempo, sus facciones se tensan. Detengo la motocicleta y vamos a su encuentro.
-Abba. –La llama al tiempo que la abraza. –Gracias a Dios, me asuste cuando fui a tu habitación y no estabas.
-Lo lamento papá.
-Tú.-Me señala y camina hacia mí con paso presuroso, me toma del cuello de la camisa y me levanta unos centímetros del suelo. -¿Qué hacías con mi hija?
-Tranquilo Han. –El comisario Wilson trata de calmarlo.
-Espero que tengas una buena excusa, de lo contrario juro que te mataré.
-Suéltalo papá, él me ayudó.
-¿Te ayudo? –Inquiere.
-Alguien quiere explicarme ¿Qué está pasando aquí? –El comisario Wilson se rasca la nuca.
-Vamos adentro, les contaré todo.
–Añade Abba mirando a su padre con súplica.
Los cuatro ingresamos, Aldana no tarda en unírsenos.
-Oh hija. –La abraza. -¿Está bien?
-Sí mamá.
-¿Por qué estás descalza? –La mira con extrañeza.
-Eso es lo que todos queremos saber. –Han me ve de forma acusatoria.
Abba les cuenta una versión distorsionada de los hechos, que se levantó sonámbula y que término en el bosque sin darse cuenta. Que cuando despertó, me llamó para no preocupar a sus padres y que gracias al GPS del celular pude encontrarla.
-Debiste llamarme a mí. –La acusa Han.
-No era mi deseo inquietarlos, lo siento.
-Eso no importa Han, ella está bien. Ven cariño. –Se dirige a su hija.
–Vamos a verte esos pies. –Ambas se alejan.
-Bueno, entonces yo me retiro. –El comisario extiende la mano hacia Han despidiéndose.
-Estoy muy apenado Samuel, te hice madrugar para nada.
-No pasa nada, despiertas y tu hija no está en su recámara, de haber sido la mía, yo me hubiera inquietado también. Me alegro que al final no fuera nada grave, pero deberías de llevarla con el médico, no es normal que ande sonámbula por la noche y menos en el bosque, con un animal salvaje rondando por los alrededores.
-Lo sé, gracias Samuel.
Los hombres se despiden y Han lo acompaña hasta la puerta, tan pronto como el ruido del vehículo se escucha alejarse, mi suegro me toma del brazo con algo de rudeza y me lleva a la cocina, donde Aldana cura los pies de su hija.
-Muy bien ustedes dos, no me tragué en ningún momento una excusa tan absurda ¿Qué ocurrió de verdad?
Abba y yo intercambiamos una mirada, ella trata de sonreír sin concretarlo, baja la cabeza y yo empiezo a hablar.
-Recibí una llamada a las 3:00 a.m. me di cuenta que era Abba lo cual me extrañó, me dijo que estaba en medio del bosque y que no tenía ni idea de cómo había llegado ahí. Se encontraba muy asustada y me pidió la fuera a buscar, así que llamé a Royner que se encontraba cerca para que fuera por ella.
-¿Llamaste a un vampiro para buscar a mi hija? –Espeta furioso.
-¿Y qué querías que hiciera? No estaba sola, debíamos apresurarnos.
-¿A qué te refieres con que no estaba sola?
Vuelvo a ver a Abba, quién continúa el relato.
-Cuando desperté del ensueño en el cual me encontraba, sentí una presencia, tenía mucho miedo, creo que era esa criatura, así que James me recomendó subirme a un árbol y lo hice, ahí esperé hasta que su amigo vino por mí. A los pocos minutos James y el otro vampiro estuvieron con nosotros. Ellos son personas muy amables papá, me ayudaron, te ruego por favor no te expreses de forma tan despectiva al mencionarlos. El hecho de que su naturaleza sea distinta, no significa que tengas que discriminarlos. Mamá es una bruja, y no se lo reprochas ¿Oh sí?
Supe que Abba de manera indirecta también hablaba de mí, y sé que Han comprendió el mensaje, porque no agregó nada más y guardó silencio.
-Creemos que el convertido se comunicó con Abba mentalmente e hizo que ella fuera a su encuentro.
-¿Te refieres a que ese hijo de perra manipuló a mi niña? –Ahora sí que Han estaba molesto.
Asentí con la cabeza mientras contraía los labios, esta situación me era tan preocupante como para él.
-Pensé que tal vez tú Aldana, puedas hacer algo para romper el vínculo. Sospechamos que ahora que Abba lo dejó entrar, intente contactarla de nuevo.
-Hay algo que no entiendo.
–Pronuncia ella con sospecha.
–James podemos conversar afuera unos minutos, a solas. –Le indica a Han de una vez, cuando él trata de seguirnos. Aunque no le gusta la decisión, se queda con su hija.
Salimos al patio trasero, nos alejamos unos pasos y me miró directo a los ojos.
-¿Qué no nos estás diciendo? –Va al grano.
Dejé salir el aire rezagado y decidí contarle todo.
-Creemos que el convertido es James Wolf y por eso puede contactar a Abba, por la relación que ellos alguna vez tuvieron.
-¿Qué? James está muerto.
-Todo apunta que no, también estuvo donde Abigail.
-¡Eso es imposible! –Exclama alterada.
-¿Por qué? enterraron un ataúd vacía.
-Pero el lleva más de un año muerto, y si lo que dices es cierto, no tiene mucho de haber sido mordido, hay piezas que no encajan.
-Lo sabemos, pero es la única explicación.
-Ella no debe saberlo, ni Han, es tan impulsivo que si se da cuenta que persiguen a nuestra hija, sería capaz de armarse hasta los dientes y cazar a esa criatura, y ambos sabemos que no es rival. –Se cruza de brazos. –Tú puedes romper esa unión, tu vínculo con ella es más fuerte.
-Eso me dijo Thompson, pero no sé cómo hacerlo.
-Aprenderás, y te aconsejo que sea pronto, si algo le pasa a Abba te haré responsable y no te gustará tenerme como enemiga.
Sonreí sin ganas, no sé por qué lo vi venir, esperaba poder lograrlo, de lo contrario Aldana se encargaría de mí, pero era obvio que no permitiría que ese licántropo se acercara a mi chica.
Ingresamos, Abba tenía los pies vendados, comía algo.
-¿Todo bien? –Nos mira a ambos.
-Sí. –Respondí besando su cabeza.
–Tengo que marcharme, dentro de dos horas entro a trabajar. –Vi con el rabillo del ojo a Han.
-Tómate el día, descansa un poco y después quiero que tú y esos....
–Calla unos segundos. –Y tus amigos. –Continúa . –Rastreen a ese maldito.
-Lo haremos.
-Estaremos arriba si nos necesitan. –Aldana toma de la mano a Han quién entiende la indirecta. Nos dejan solos.
-Gracias por haber ido por mí.
-Es lo menos que podía hacer, jamás permitiré que nadie ni nada te lastimen.
-Tengo el presentimiento que me ocultas información. –Profiere bajando la cabeza.
-Todo a su tiempo. –Jalo una silla y lo coloca al frente de ella, tomando sus manos. –Tengo que irme. –Le hago saber.
-Lo sé, pero preferiría que te quedaras.
-Si quiero seguir con vida, mejor me voy.
Una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro.
-No entiendo por qué se comportan así, me enfada su actitud.
-No les reproches, ponte en su lugar.
-¿Vendrás a verme más tarde? –Me mira suplicante.
-Lo haré, lo prometo.
Me voy acercando hasta que atrapo sus labios, los acarició despacio, son tan suaves al tacto, me encuentro con su lengua y dejo que se enredé con la mía. Lo que Abba me hace sentir no se puede comparar con nada, nos pertenecemos, ella es mía y yo soy suyo. Me separo con disgusto, pues aunque no lo desee debo marcharme, encontrándome con sus ojos turquesa que me miran con adoración.
-Hasta la tarde. –Coloco un beso casto sobre su boca.
Ella sonríe y antes de que me sea imposible retirarme, me pongo de pie y por la puerta trasera, me dirijo a la motocicleta.
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De ahora en adelante seguiré actualizando los lunes, besitos. 😘