Con molestia lanzó el pañuelo que ocupaba para limpiar los vehículos de la familia Cabello, que por cierto debía tratar con cuidado por su alto valor económico. Sentía que le ardía la piel, el sudor corría desde su frente hasta sus mejillas pasando por cuello también. Estaba de pie observando los modelos mientras jadeaba, ni siquiera reuniendo todo el dinero que ganaría en su vida podría comprar uno. Podía identificarlos, en el enorme garaje habían un Rolle Royce, Ferrari, Lamborguini, Audi, Bugatti y un Aston Martin, eso sí ni siquiera contaba la limusina blanca y negra. Le dolía el estómago pensando en todos los millones que debía tener el señor Cabello en su cuenta, quizás si él un día quería cumplir una fantasía podía bañarse en una piscina con dinero, pero no Lauren, ella sólo debía quedarse a mirar y limpiarlos.
Caminó hacia la piscina de la mansión, una de sus tareas era limpiar y le gustaba hacerlo, siempre aprovechaba de darse un baño sin que los demás se lo prohibieran. Pero llegando allí se dio cuenta de que había una sirena en el agua, una mujer que sabía nadar muy bien y que parecía disfrutarla. Sí, debía ser una sirena porque se quedó absorta en su belleza hasta que ella se dio cuenta de su presencia.
Camila: ¡Me asustaste! –Flotaba sin problemas- ¿Qué haces aquí?
Lauren: -le mostró la libreta- "Vengo a limpiar el agua de la piscina, además quien sabe, quizás te vuelves a pegar y necesitarás de mi ayuda." –Camila observó su cabello despeinado, las mejillas rojas producto del esfuerzo, parecía una niña que había jugado con tierra y por alguna razón le causó ternura.
Camila: Ya quisieras que me ahogara, pero no, eso no sucederá. –Sonrió antes de seguir nadando.
Lauren había quedado descolocada, no era usual que la heredera le dedicara una sonrisa, una sonrisa sincera y espontánea además. Pero de pronto la muchacha se sumergió bruscamente captando su atención. Pensó que empezaría a nadar bajo el agua por toda la piscina pero no, de hecho se había quedado un minuto así y seguía sumergida inerte.
¡Santa mierda! ¡Por eso no había que escupir al cielo! Sacarse los zapatos fue todo lo que alcanzó a hacer antes de lanzarse para sacarla a flote mientras la muchacha se quejaba sorprendida. Ambas flotaban, ella la abrazaba por la cintura con el ceño fruncido y la morena, bueno, Camila estaba con los labios abiertos por el asombro.
Camila: Estaba haciendo una prueba para ver cuánto podía aguantar la respiración. ¡Lo arruinaste! –Pero sus ojos se concentraron en el cuerpo de la ojiverde, llevaba la ropa puesta y de seguro en el bolsillo de su pantalón la libreta que usaba que quedó destruida- Yo uhh, tengo una libreta de notas que te puedo dar, no quise ¿Preocuparte?
Lauren no sabía si sentirse estúpida o afortunada. Ambas estaban pegadas la una a la otra, las manos de la heredera estaban en sus brazos para sujetarse de ellos. Disimuladamente repasó el cuerpo de ella en lo que sobresalía a flote, pero sólo duró un segundo porque había recordado el cuerpo que había tras ese bikini.
Camila parpadeaba apenas, la ojiverde era muy fuerte y a pesar de estar en la piscina podía sentir el calor que irradiaba todo su cuerpo. Sus ojos verdes eran asombrosos, tenían una historia que contar y era fácil perderse en ellos. Le sorprendía ver que los ángulos de su rostro y cuerpo en general eran muy bien definidos. Después de unos segundos absortas en la otra reaccionaron.
Camila: Hoy viene a cenar mi novio –susurró- sería bueno que por favor no le mencionaras lo del accidente del lunes.
Una sonrisa traviesa apareció en los labios de la sirvienta muda, Camila captó el mensaje ¡Se estaba imaginando su cuerpo sin ropa! No podía negar que tenía una dentadura muy linda y una sonrisa perfecta. ¡Estaba sonriendo por primera vez!
Cerca de la orilla la soltó antes de afirmarse del reborde de piedras y salir de allí con fuerza. La camiseta de The 1975 se pegaba a su cuerpo y marcaba sus pechos, así como también el pantalón mojado que destacaba lo generoso que había sido Dios con su trasero. La morena se quedó dentro del agua hasta que Lauren había desaparecido, no había sido buena idea jugar a sumergirse y aguantar la respiración porque el contacto con ese cuerpo femenino la había descolocado, hacía mucho tiempo que no le atraía una mujer. Sus padres, al igual que la mayoría de sus amigos sabían de su bisexualidad, y nadie tenía problema alguno con ello. Más le era extraño el pensar de esa manera sobre su empleada, pero ¿por qué preocuparse de lo que pensara su novio si supiera que ésta la vio desnuda? Sí a fin de cuentas era algo completamente normal entre mujeres.
Esa noche estaba la familia Cabello reunida a la mesa para cenar con Logan como invitado. El chico era adorado por sus suegros, además de tener muy buenos modales, poseía conocimientos muy amplios de economía, política y la sociedad. Lauren ingresó con el carrito que llevaba las bandejas de plata y los diferentes platos, se sentía más observada de lo normal y por eso levantó la vista para saber que estaba pasando. Le sorprendió ver que Logan Lerman no dejaba de mirarla, pero no era una mirada despectiva sino más bien cálida. No sabía que el chico tenía conocimiento de su estado.
Sinu: ¿Cocinaste todo esto tú sola? –se dirigió hacia Lauren.
Lauren: -mostró la hoja de la pequeña libreta rosa- "Las cocineras se veían muy agotadas, espero sea de su agrado."
Logan: ¿Esa libreta no es tuya? –Entrecerró los ojos divertido- Es rosada. –Lauren se sintió fugazmente ridícula.
Camila: Oh lo que sucede es que sin querer –no podía decirle lo que había pasado en esa piscina- llevaba jugo en mi mano, tropecé con ella y le arruiné su libreta, por eso le he pasado esa. ¿Qué tiene que sea rosa? Que a ti no te guste no quiere decir que sea un mal color.
Alejandro: -se dio cuenta de que Lauren tenía las mejillas rojas pero no era por vergüenza, la muchacha se había quemado seguramente cuando limpió los vidrios. Era una chica de esfuerzos, no podía estar haciendo toda su vida trabajos menores y pronto comenzarían las clases- Lauren quisiera preguntarte algo ¿Cuándo entras a clases?
Lauren: "En 2 semanas señor." –Alejandro asintió pensativo. Lauren Jauregui al principio no había sido una buena opción para tenerla como reemplazo de su madre, pero estos días demostró que era una mujer con capacidades increíbles, un talento oculto.
Alejandro: Puedes irte si quieres, tienes la piel irritada y luces muy cansada, toma –sin que nadie viese la cantidad exacta, le entregó un billete- cómprale unas flores a tu madre para que se recupere totalmente y un pastel a tu hermana, esa niña es muy dulce.
La sonrisa instantánea en el rostro de Lauren volvió a dejar aturdida a Camila, lucía tan contenta cuando se trataba de su familia. No era tan fría ni tan idiota como la creyó los primeros días que estuvo en la mansión, y es que era cierto que aun quería saber que había detrás de su mudez, pero además quería saber que significaba esa pulsera que traía siempre y cómo era su mundo.
Camila: El mundo detrás de cenicienta. –Susurró perdida en sus pensamientos.
Logan: -besó fugazmente su cuello sin que sus suegros lo vieran- ¿Soñando con cuentos de Disney, amor? –murmuró.
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Lauren llegó más temprano de lo que creía, en la mesita cerca de la entrada había una nota escrita por su madre, habían ido donde su abuela y por lo tanto podía decir que tenía unos minutos de "absoluta libertad". No parecía muy alegre como cualquier chica de su edad cuando le dicen que tiene la casa para ella sola, a Lauren desde siempre le gustaba compartir con su familia y mucho más después de que ocurrió el accidente.
Lauren POV
Lancé mis zapatos a cualquier sitio de mi habitación, me quité la ropa y me metí a la ducha con agua caliente para poder relajarme un momento. El día había sido curiosamente satisfactorio, todo se mantuvo en orden excepto porque me había lanzado al agua cuando Camila nadaba en la piscina. Era una mujer que me perturbaba porque a veces podía ser tan detestable como su amiga, pero otras podía ser alguien que inspiraba amabilidad.
Tenerla pegada contra mi cuerpo en el agua, observar su mirada confundida, y su cabello mojado que le llegaba hasta la cintura, me había confundido un poco, es decir, a mí me gustaban las mujeres. Pero nunca pensé que podría verla de esa manera. Esa morena podía tener personalidad fuerte si lo quería pero era menuda, cualquiera podría hacerle daño si aplicaba fuerza bruta.
Salí de la ducha, acomodé la toalla alrededor de mi cuerpo y me senté a la orilla de la cama para reflexionar. ¿Qué habrá querido averiguar Alejandro Cabello con el día que ingresaba a clases? Había dejado muy claro el día que hablé con él que sólo trabajaría hasta dos días antes de iniciar el periodo escolar, pero había algo en su pregunta y su mirada, algo que no me termina de cuadrar. Iba a vestirme pero la puerta de mi habitación se abrió de par en par para dar paso a una imagen que hizo mi noche. Con el cabello liso, seco y cayendo de una forma muy sensual sobre sus hombros, estaba Camila caminando hacia mí, con la vista fija, jugaba con un mechón de su pelo. Mis ojos bajaron de inmediato a sus pies, sus tobillos y pantorrillas, mi análisis era completo y tan lento que comencé a sentir ansiedad. No alcancé a mirar más porque las manos de la heredera descansaban en mis hombros, haciéndome reaccionar para mirarla fijamente, sonreía, estaba desnuda abrazada a mí y me sonreía. La yema de sus dedos acariciaba mi labio inferior, su pequeña caricia calentaba todos mis músculos, pero en aquel instante que tenía esa ferviente necesidad de tocar sus pechos, sentí un golpe en mi cabeza.
...............
Lauren despertó cuando se dio un cabezazo contra la pared de baldosas delante suyo. ¡Santo cielo! Se había quedado dormida mientras se duchaba, al menos ya no tenía jabón sobre su cuerpo. El corazón le latía más acelerado, sus puños estaban apretados al igual que su dentadura.
Lauren: Agh –un quejido ronco salió de su boca. No podía haber soñado con ella, menos con su cuerpo desnudo que había visto por accidente. Era precioso y deseable en todos los sentidos, ella era una mujer que apreciaba la belleza femenina, y claramente sentía, pero esa chica era su opuesto en varias maneras, desde la clase social y el sentido de ver la vida, además de que la morena tenía un novio y meterse con mujeres comprometidas no era su estilo, mucho menos con heterosexuales.
Con molestia se secó el cuerpo, caminó hasta su habitación y se metió a la cama para hundir el rostro en su almohada. No le había gustado para nada el sueño ni la dulce sensación de ella estando desnuda. Había sido un maldito error haberla visto sin ropa porque había roto los límites que su clase social les daba.
Quería gritar pero no saldría nada más que lamentos patéticos ¿Por qué le enojaba tanto su sueño?
Quizás Lauren Jauregui no era capaz de admitir que era imposible quitarse la imagen de la morena desnuda, que en estos últimos días era lo que más pasaba por su mente y que la falta de una compañía femenina tenía a sus sentidos más vivos que nunca.
Volteo su cabeza para mirar el techo y ponerse a reflexionar. De todas formas ¿Qué tanta importancia debía darle a lo sucedido? Camila era la hija bonita de los ricos jefes de su madre, tenía un lindo cuerpo pero nada más. A cualquier persona en su lugar le habría pasado lo mismo así que no debía alarmarse, era la reacción natural de su ser, luego dejaría de trabajar allí y todo volvería a su lugar. Sí, eso era y con aquel pensamiento se quedó más tranquila para conciliar el sueño después de un día tan agotador.
Pobre cenicienta, esto sólo era el comienzo.
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Próximo capítulo mañana o el lunes, gracias por leer :)