Hoy era el día que me iba de la casa en la que había vivido catorce años.
¿Por qué? Por el simple hecho de que mi madre prefiere irse con un hombre que estar con su propia hija, ahora mi tío Simón se haría responsable de mi.
Mi padre fallecio años atrás, el avión en el que iba llevaba un bomba. Después de ir a dejarlo al aeropuerto mi madre y yo tuvimos un accidente, yo fui la mas afectada, estuve dos semanas en coma.
Me bañé y cambié. Acomodé en una maleta algunas cosas de mis pertenencias importantes. Días antes mi "madre" me había dicho que era lo que iba a pasar, si fue un golpe duro saber que tu propia madre te abandona, pero si algo aprendí de mi padre era jamás derumbarse por algo y mucho menos llorar, pero lo último era algo que tendria que aprender.
Si tan solo el viviera todo seria muy diferente.
Unas lágrimas rodaron por mi mejilla recordar que hace tiempo dejamos de ser una familia "feliz" y unida que solíamos ser, las limpie rápidamente y bajé las escaleras con mi maleta en la mano, pestañeé varias veces tratando de reprimir las lágrimas nuevamente.
Mi hogar, mi vida, todo se iría a la basura por una simple calentura.
¿Qué clase de madre era? La peor seguramente.
- Kendall, apurate Simón no tarda en llegar, si que sigues siendo una maldita carga- Me vio de arriba abajo con desprecio- Pero me alegró ya no tendre que soportarte más, eres identica al maldito mal nacido de Adam, hubiera preferido mil veces aportarte- Se giro dándome la espalda para después seguir mensajeando con su futuro "esposo".
Mordi mi labio inferior y este empezo a temblar, tenía ganas de llorar, pero no lo iba hacer, no, ya no más, con eso no solucionare las cosas.
El timbre sonó y una gran sonrisa se formo en su rostro de inmediato corrió abrir la puerta.
- Simón, que bueno que llegas- Eliza intento besarlo en la majilla pero él solo aparto la cara.
- ¿Dónde esta Kendall?- Preguntó y Elizabeth volteo a verme, camine hacia ellos, Simón me abrazo no dije nada solo correspondí a su abrazo tenia tiempo que no veía al Tío Simón. Años anteriores siempre venía en fechas importantes, pero todo cambio ahora solo me envía mensajes o llamaba de ves en cuando para preguntar como estaba.
Nos separamos y miro a mi madre.
- No tienes por que hacer esto, es tu única hija- Ella no tenia expresión alguna en su rostro, era como si nada estuviera pasando.
~*~
Ya había llegado a casa de mi Tío, tenia que empezar de nuevo.
Solo espero que mi vida no vuelva hacer una mierda como lo era al lado de mi madre.
- Kendall- Hablo mi Tío sacándole de mis pensamientos.
- Si..- Murmuró viéndolo.
- Te mostraré donde esta tu habitación- Tomo mi maleta guiándome hasta una de las habitación de la segunda planta giro la perilla de la puerta y esta se abrió.
- Esta es tu habitación- Era grande las paredes estaban pintadas de blanco, la cama estaba cubierta con sábanas grises y algunas almohadas del mismo color.
- Tendrás que recordarla a tu estilo.
- Prefiero que se quede así.
- Segura porque mañana, podemos ir a comprar unos muebles..
- No así esta..- Su celular comenzó a sonar miro la pantalla tornandose serio.
- Tengo que atender que descanses- Me dio un beso en la frente y salio corriendo de la habitación.
Falta un mes para empezar mi último año de secundaria, faltan unos días para mi cumpleaños y sera el primero que pase prácticamente "sola"
Me dolía que mi madre me dejara a merced de mi tío. Es mi mamá, se supone que tiene que estar conmigo y apoyarme siempre o almenos eso pensaba
Empezaré una nueva vida, una nueva yo, cambiare la rutina y no ser más la patética chica de problemas mentales.
~*~
Los días pasaron muy rápido en toda la semana anduve acompañado a mi Tío a todos lados lo cual me ayudaba a distraerme de todo lo que paso.Además tenia tiempo para mi, a pesar de ser un hombre muy concentrado en su trabajo.
Mañana era mi cumpleaños y tenia la esperanza de que mi madre me llamará para felicitarle o me enviara un mensaje.
Pero yo sabia eso no iba a pasar, a quien engaño ni siquiera le importó.
niña estúpida e ingenua.
Terminen de bañarme, me vestí y baje a la cocina.
- Kendall- Me llamo Simón, salí de la cocina, el estaba en la puerta esperándome.
- Tengo que salir, arreglar unos asuntos de trabajo no llegare en toda la noche así que no me esperes, mañana cumples quince años y quiero pasar todo él día contigo- Me dijo y sonreí, tomo su saco y salio.
Fui a la cocina y prepare palomitas de maíz, saque una soda del refrigerador.
Hoy era día libre de Noah la señora que se encarga de la limpieza, además es la cocinera, puse las palomitas en un plato y me senté en uno de los sillones de la sala.
Prendí la tele, estuve cambiándole de canal hasta que vi que estaba pasando Harry Potter Y La Piedra Filosofal.
Genial, era mi saga favorita.
Termine con las palomitas y no iba ni media película, me levante y fui a la cocina a preparar más palomitas.
Así estuve toda la tarde, comiendo y viendo películas hasta que vi la hora en mi celular 3:25 A.m.
Tenia un mensaje de Simón
"Feliz cumple años". Me lo había enviado a las 12:00 am, guarde mi celular, apague la televisión y después subi a mi habitación me puse la pijama y me acosté no sin antes lavarme los dientes, solo basto un par de segundos para quedar profundamente dormida.