Se tapó los oídos con las manos, aplicando fuerza. El sonido de las balas le lastimaba. Debía esperar a que se fueran, todos ellos.
El sonido de otros disparos hizo que pusiera mas fuerza. Los agentes estaban demasiado cerca de ella, si se descuidaba aunque fuera un poco, lo más probable era que la atraparan y no se encontrara con los demás.
Hace unos minutos se había encontrado con un grupo de gentes y se encargó de distraerlo, desviandolos de su camino con el uso de sus elementos, fue lo suficientemente llamativo como para que ellos hicieran uso de sus armas.
Esperó unos minutos más, parecían horas ahí sentada sin poder hacer nada, hasta que escuchó a los hombres correr lejos. Colocó su mano en el pomo de la puerta, con sumo cuidado lo giró y se asomó en la entrada.
Bien, los pasillos estaban vacíos.
Salió y cerró en silencio. Avanzó con la vista baja, a pesar de que las cámaras estaban desactivadas, debía de tener cuidado por si se llegaba a encontrar a un científico o un Agente que los estuviera buscando y en ese momento, bueno, todos estaban buscándolos.
Caminó a paso lento, asegurándose de que los pasillos estuvieran solos. Debía de apresurarse ya que tenía el tiempo contado, igual su hermana y los demás podían dejarla ahí dentro, pero no lo harían ¿O si?
Llevaba en la mano el auricular que le había dado la directora, que mantuvo oculto todo ese tiempo.
Angelina había sido clara al momento de dejarla salir.
Pensaba en cómo Sara había sido ingenua al no sospechar de por qué le había dado su ubicación así tan fácil, ni siquiera le preguntó si era cierto o no, eso la molestaba.
Y tal como sospechaba, Angelina se puso en contacto con ella.
-Alba -le llamó.
-Diga -respondió después de unos segundos.
-Espero que no lo hayas olvidado -le recordó.
-No lo hago -sacudió la cabeza, aun cuando ella no podía verla.
-Bien, dime su ubicación -le pidió -Dámela y te dejaré ir.
-Ella... - empezó pero no sabía que decir, la mujer le había mentido desde el inicio, le mintió sobre su libertad y en cambio la usó para sus experimentos, apretó los puños y disminuyó el paso -Ella...
-Alba, no tienes alternativa, Sara es tu única salida.
Mentira.
Sara estaba planeando escapar de ese lugar, y era una salida bien planeada, no podía delatarla.
Ya no importaba si en el fondo la odiaba por robar su vida, ya no importaba lo que ella sintiera al respecto, era cuestión de creer en si lograría salir o no. Y en ese momento contaba con el apoyo de todos los Alterados del laboratorio, claramente tenía laa de ganar.
-Es verdad, ella es mi única salida, la cuestión es... -le dijo a la directora -De si tomaré el camino que me ofrece usted... O ella.
-Alba, ten cuidado con lo que harás o-
-¿O qué? -le interrumpió -No tengo nada que perder, salvo la vida, pero esa me pertenece.
Es lo único que me pertenece, pensó con tristeza.
-Así que no, no le daré su ubicación. Tomaré el camino que Sara me ofrece -dictó, se quitó el auricular de la oreja, lo tiró y lo pisó hasta hacerlo pedazos.
¿Se arrepentía de haberla tratado mal? En parte sí, en parte no, Sara no tenía la culpa de los errores cometidos por su madre, pero le seguía molestando el hecho de que tuvo una vida feliz, rodeada de personas que la amaban y extrañaban su presencia.
Avanzó sin detenerse. Tenía que cumplir con lo que había dicho, peeo a medio camino, cortaron la electricidad.
Ahora sin luz ¿Cómo avanzo? ¿Hacia dónde?, pensó cansada.
No podía darse el lujo de tomar el elemento fuego para ver el camino, no cuando podía ser descubierta. No ahora que le había dado la espalda de manera descarada a la directora.
Se pegó a la pared y guiándose con ella, caminó despacio. Dio vuelta hacia la derecha, en esa área, las luces de las lámparas en el techo, se encendían y apagaban consecutivamente, en esos pequeños lapsos de tiempo dónde se iluminaba el lugar, ella pudo ver los cuerpos de los agentes en el suelo, había sangre en el suelo. Estaban muertos.
Tapó su boca mientras veía con horror como el piso se teñía de rojo. Cayó, terminó sentada en el suelo a la vez que intentaba retroceder.
¿Quién había hecho eso?
.
🌱🔥💧🌪️
William tomo el rostro de Sara entre sus manos, con delicadeza y ternura.
-No vuelvas a decir que estás sola, porque apatir de ahora, me tienes a mí.
Sara todavía estaba aturdida por lo que él había hecho pero aún más por su propia reacción, es decir ¡Le había seguido el beso!
-No me voy a alejar de ti -aseguró William.
-¿De verdad?
-Te lo prometo -le sonrió y dio otro corto y pequeño beso en los labios de ella, la joven sonrio, un poco apenada.
-¿Cómo te encuentras? -quiso saber.
-Bien, pronto estaremos lejos de aquí... Es mi consuelo.
-Y cuando así sea yo... Tengo una sorpresa para ti, para cuando salgamos -dijo, sonriendo, atento a la reacción de ella.
-¿U-una sorpresa? -sus ojos se animaron al escucharlo -... ¿Cuando lo planteaste?
-Tengo tiempo pensando en ello, créeme te encantará.
Con nervios, William tomó la mano de Sara, entrelazando sus dedos.
-Me pregunto... Que hubiera pasado si nos hubiéramos conocido en otro tiempo -susurró Sara.
-¿Otro tiempo?
-Si, otra situación, otro momento... ¿Crees que las cosas resultarían igual? -le preguntó mientras miraba sus manos unidas -Ahora mismo, no quiero que nada cambie.
-Entonces me encargaré de que sea como quieres -sonrió.
Ella le devolvió la sonrisa y continuaron juntos el camino que faltaba por recorrer, pero por lo que sabía, la oficina de la directora ya no estaba lejos.
🔥💧🌪️🌱
Ambos jóvenes giraron en el pasillo más cercano y terminaron en un lugar que daba vista hacia las pistas de aterrizaje del laboratorio.
Ciertamente, si el lugar por dentro era enorme, por fuera lo era mucho más.
El área libre estaba dividido en tres secciones. Mínimo tres kilómetros cuadrados completos, cada uno con aeronaves, camiones y camionetas. En ciertos puntos se podía observar que habían pequeñas estaciones, desde el lugar dónde estaba.
William no podía ver bien de que era, pero él suponía que serían lugares como almacenes o algo parecido. Pero aún viendo el gran espacio que abarcaba todo el terreno del Laboratorio, no podía saber en qué parte del estado se encontraba. Es decir, había mucha maleza y árboles, una parte de ello eran las pistas de aterrizaje del edificio, y si eso ocupada un espacio considerable, significaba que estaban en un lugar con mucho bosque, aunque esa era solo la vista de un lado del Laboratorio.
Lejos, escuchó como la aeronave era encendida y después la vio volar por los cielos.
Suspiró de alivio al verlos a salvo, pero segundos después, explotó un ala en el aire.
Era la izquieraa la que sufrió daños, en segundos el fuego se propagó y al siguiente, descendía mientras giraba en espirales.
Sara cubrió su boca con su mano, sorprendida por el repentino ataque a la aeronave.
-¿Esa... Es...?
-Damian... Y mi hermana -susurró aterrado William.
Colocó ambas manos en el vidrio con desesperación mientras veía como la aeronave caía al suelo en una gran explosión.
Hasta hace apenas unos minutos... Estaban con él y ahora...
Chocó su palma abierta contra el vidrio una y otra vez, sin esperar nada. Solamente su frustración, sin dar crédito a lo que había visto. Sus lágrimas, tibias y llenas de dolor, corrían por sus mejillas, una tras otra.
Tengo... Tengo que saber, tengo... Pensó mientras retrocedía unos pasos.
-¿William? ¿Qué haces?
-¿Hay alguien? -preguntó alguien, a través del auricular.
William se llevó una mano a su oído, sorprendido, limpió su rostro con el dorso de su mano.
-¿Alguien? ¿Sara? ¿William? -era Damian y sonaba cansado.
-¡S-soy yo, William! -respondió con voz temblorosa -¿Damian? ¿Están bien? ¿Qué pasó? ¿Que fue lo que-?
-Estamos bien, Monserrat y yo, estamos bien -repitió -Estamos aún en terreno del laboratorio, no logramos salir ¡Agh! -exclamó con dolor.
-¿Damian?
-Es.. Es mi pierna -se quejó -P-pero estoy bien, Monserrat está ilesa -le avisó.
-¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué la nave...?
-Era un trampa, había una bomba -le explicó y se quejó de nuevo por el dolor -Tu hermana la escuchó y alcanzamos a saltar... Con un paracaídas.
-¿Dónde están? ¡Iré por ustedes! -se levantó del suelo, dispuesto a hacer lo que había dicho.
-No, no, está bien... Nosotros.. -guardó silencio unos segundos, William abrió la boca para preguntar si estaba bien, pero escuchó las camionetas de los Agentes -Mierda, no encontraron ¡Monserrat debemos irnos! -exclamó.
-¿Damian? ¡Hey, Damian!
El otro joven cortó la comunicación después de eso.
¡Mierda!, se quejó y sin más remedio, dejó el auricular, ya no recibiria otro mensaje, al menos no por ahora.
Bien, su hermana estaba a salvo, estaba viva, al igual que Damian, con eso le bastaba.
-¿William? ¿Qué sucedió? -le preguntó Sara, preocupada.
-Ah, ellos están bien, Damian está herido pero está bien -decidió omitir la parte dónde era perseguido por los agentes.
-Están a salvo -asintió para sí misma -William si decides ir con ellos... Ve, es tu hermana después de todo.
-¿Qué dices? He venido hasta ti, no me iré sólo por ello, ella tiene a Damian y sabe defenderse con su elemento, confío en que estarán bien -respondió decidido a continuar con ella.
🌱🔥💧🌪️
Sin importar quién había creado esa masacre, continuó su camino, pero esta vez en busca de Sara.
Si la había elegido a ella, debía ayudarle, no abandonarla.
Se arrepentía de haberla dejado irse sin contarle nada, quizás su hermana podría estar ya en ése lugar de no ser por ella.
Maldijo cuando se dio cuenta de su error, pero nunca sería demasiado tarde para decirle. Sólo tenía que encontrarla.
Alba sabía que perdería tiempo si la busca por su cuenta, así que decidió buscar a un agente.
No tuvo dificultades al hacerlo, encontró a uno, que vigilaba de manera despreocupada una Sala. Se acercó despacio, sacó la pequeña rama que había arrancado de una maceta en alguna sala y la hizo crecer de manera rápida.
El agente notó la gran espesura de ramas y hojas, que levantó el arma y un dedo tembloroso en el gatillo.
Muy tarde.
Alba hizo que las ramas apresaran al hombre, haciendo que éste soltara el arma y quedara atrapado entre hojas, éstas cubrían incluso su boca, evitando que gritara o emitiera algún sonido. Arrancó otras pequeñas ramas más y las guardó, podrían serles útil más adelante.
La gemela se acercó al hombre, revisó sus bolsillos y encontró el objeto que buscaba.
-Aquí está... ¿Tendrá algo más?
De nuevo, rebuscó entre todos los bolsillos, hasta que encontró un par de auriculares.
-Oh... Creo que servirán a alguien más.
No había notado, hasta ese momento, que el agente era sólo un joven, tendría quizás su edad. Temblaba de miedo y sudaba, podría sentir su acelerado corazón latir. Incluso sus ojos estaban vidriosos por el llanto.
-No es justo... -negó con la cabeza -Te dejaré ir. Pero dime ya lo que sabes.
El chico apenas escuchó esas palabras asintió rápidamente, la gemela retiró las plantas de su boca para que él pudiera hablar.
-Yo... -respiró hondo -La directora me dijo que vigilara esta puerta, pero todos se han ido, soy de los pocos que aún siguen dentro.
-¿Has visto a una chica igual que yo?
-¿Igual que tú?... -negó con la cabeza -No la he visto, pero han hablado de alguien.
-¿Que han dicho?
-Los demás agentes han mencionado acerca de los Cuatro Elementos, no entiendo todo eso, ellos me sacaron apenas hoy me dieron estas ropas, un arma y dijeron que dispara a quién fuera que no llevara un uniforme gris.
-¡Ah... esa mujer! -exclamó son frustración, respiró hondo -¿De que hablaban los agentes?
-Mencionaron que estaba en el piso 20.
-Perfecto, es todo lo que necesito saber.
Retiró las ramas que apresaban al joven, éste se sentó y limpió las pequeñas hojas que se habían caído. Alba se puso de pie.
-Me iré sin decir que te he visto, gracias -dijo el chico.
-Sólo sal de aquí antes de que otra cosa suceda, lo ayudó a ponerse de pie.
-Creo... que podrían serte útiles -el joven metió la mano en el bolsillo oculto de su chaqueta y sacó cuatro piedras.
Alba abrió los ojos con sorpresa al verlas.
-¿Que hacías con ellas? -le preguntó al tomarlas.
-Me las dieron... Ellos dijeron "Nunca esperarían buscarlas en un escuálido Alterado" -dijo con la cabeza baja.
Ella notó que las palabras de los Agentes, lo habían afectado, lo sabía por el tono que había utilizado al hablar.
-Oh... -ella colocó su mano en el hombro del chico -Te diré algo, tú no eres lo que otras personas piensan, si no lo que tú piensas, así que, ten en mente la mejor imagen de ti ¿De acuerdo?
-¿Tu crees?
-Lo creo, piensa siempre de esa forma ¿Vale? -el chico asintió varias veces -Además, no eres escuálido -le sonrió y revolvió su cabello -Eres lindo.
Ella juraría que lo vio sonrojarse antes de agradecer y salir corriendo lo más rápido que podía para llegar a la salida.
Tomó el objeto que le había quitado al agente, era un rastreador de alterados, los había visto antes. Estaba segura de que en algún momento, Sara utilizaría los elementos y cuando así fuera, esta cosa le daría su localización. No se detuvo esperando una respuesta por parte del aparato, ella sólo se dedicó a caminar y subir escaleras, porque estaba claro, que ambas se dirigían al mismo lugar.
-karimodelarosa.
Amistades, ustedes sabían de esto?
El libro aparece en una revista del 2017, ahí mismo está el link, y ven eso? Tremenda biblia que tiene de sinopsis, lo bueno es que la acorté
es.calameo.com