Semana de las elecciones del 20D, sede de C's, Sala Naranja
Albert había convocado a la plana mayor de Ciudadanos en reunión urgente. Mariano y Soraya querían chantajearle, pero él no estaba dispuesto.
-Si disuelves C's y nos devuelves nuestros votos –había murmurado Soraya con tono maligno, entrelazando los dedos de las manos y soltando una risa demoníaca-, te ayudaremos a conquistar a tu senpai.
Albert había intentado hacerse el tonto pero Soraya era demasiado astuta y no se había dejado embaucar.
-Sabemos de buena tinta que estás enamorado de Pablo.
Mandarino maldijo por dentro. Seguro que Inda-chan se había chivado. Era la única posibilidad. Se planteó por un momento acabar con ellos en aquel instante usando su doble salto mortal patentado y un par de fuets-nunchaku, pero la muerte del presidente del gobierno a golpe de fuet habría puesto en peligro sus planes. Así que había terminado la conversación diciendo que se lo pensaría.
Ahora estaba en la sede, rodeado por Villegas e Inés Arrimadas, su fiel escudera.
-¿Cómo que quieren que disolvamos C's? –gritó Ines, alarmada, retocándose frenéticamente los labios con un gloss marca Channel de color rosita-. ¡Esto es inaceptable, Albert! Tenemos que contraatacar –añadió, sacando un pintalabios laser y blandiéndolo amenazadaromente contra el techo.
Villegas miró a ambos, a uno con cada ojo, más concretamente.
-No nos aceleremos, es imposible que le declaremos una guerra abierta a Mariano.
Albert tenía sus pensamientos divididos en dos frentes: lo de Mariano era una afrenta imperdonable, pero lo que de verdad le preocupaba es que ya debería estar en casa de Alberto Garzón, comprobando que todos los componentes de su maquiavélica trampa estuviesen correctamente sincronizados.
Inés seguía barruntando.
-¡Albert! ¡Necesitamos que hagas gala de tus poderes de liderazgo! ¿Albert? ¿ALBERT?
Pero Rivera no estaba por ninguna parte. Lo único que había dejado tras él eran una ventana abierta y una naranaja con un post-it pegado que rezaba:
"Tengo asuntos que atender, no me esperéis despertados. Mandadle a Mariano un soborno en mandarinas y habanos y un bolso del top-manta a Soraya, a ver si cuela.
Con amor, vuestro Supremo Líder Naranja Albert"
Inés cayó de rodillas y alzando la mirada no pudo evitar gritar.
-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.
CONTINUARÁ...