Secretos a voces (AU)

By LauraMGuzmanW

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La vida en el Instituto era complicada: pasar exámenes, estar constantemente alerta sobre no ser el centro de... More

Prologo
Esos chicos que causan impresión
El chico orgullo de sus logros
El raro que lo vio primero
El chico que dejo a todos con la boca abierta
Ese chico primo de otro
Los pensamientos de un chico ojiazul
La pelirroja que comienza a entender
Esos ojos dorados esconden muchos secretos
La venganza de la chica perfecta
Cuando las rubias caen
Los antisociales son mejores que las putas
La Historia detrás de una familia
Los rubios saben como disculparse
Que amigos tan peculiares
Alguien que comprende
Los Lightwood son chicos complicados (excepto Isabelle, que es mujer)
Aquella primera cita
Aquel chico postrado en una cama
Nota
Los rubios que no quieren a sus padres
La verdadera historia
Los Hermanos Chismosos
Soluciones fáciles a problemas difíciles
El pequeño que abrió los ojos
El padre, el hermano y la novia
Resultados y Nuevos Proyectos
Un paso hacia el Futuro
La Música del Corazón
El pelinegro que lo sabía todo
El apoyo de una familia
Lo que bien empieza, bien termina
Epílogo
1. El cuento de Celine
2. Las primeras veces
3. No hay lugar como el Hogar.
4. Viviendo Juntos
5. La vida de Max Lightwood
Agradecimientos
Nota 💙

El Geek que se enamoro

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By LauraMGuzmanW

Gracias a todas las personas hermosas que leen esta historia. 😍

Las mejores cosas de la vida, surgen del amor y la aceptación.

Simón estaba ensayando con la banda cuando Isabelle lo llamo.

-Hola- saludo al descolgar.

-Hola, tengo algo que decirte- Isabelle hablo rápidamente, poniendo nervioso a Simón, Isabelle era la clase de chica que se tomaba su tiempo para hablar pues le gustaba ser escuchada-. Vendrás hoy en la noche a cenar.

-¿Está bien?- afirmó Simón algo dudoso.

-Bien, ponte algo que te haga ver atractivo porque mis padres estarán- Isabelle colgó tan rápido que Simón apenas pudo pensar una respuesta minutos después.

-¿Qué?

-Oye, ¿todo bien?- Jordan se acercó a él-. Parece que te acaban de dar la peor noticia del mundo.

-No estoy seguro de que acaba de pasar- confesó Simón mirando su teléfono confuso-. Creo que Isabelle acaba de ordenarme conocer a sus padres.

-Vaya, eso es un gran paso- Eric se unió a la conversación-. Conocer a los padres de tu pareja implica una gran responsabilidad, es como un contrato que te ata a esa persona y a su familia.

-Bueno...- Simón se encogió de hombros algo incómodo por la mirada de sus amigos-, ella conoce a mi madre y a mi hermana, así que... no me parece tan malo conocer a sus padres.

-Espera, ¿la chica Lightwood conoce a tu madre?- Eric se veía impresionado-. ¿En que momento paso eso?

-Bueno, hemos estado pasando mucho tiempo juntos últimamente- les respondió, Jordan lo miraba con aprobación después de todo el fue el primero en decirle que se arriesgara con la chica-: pasamos tiempo en mi casa, vemos películas, escuchamos música, esas cosas.

-No me esperaba que fueran tan en serio- su amigo se sorprendió-, digo se que la chica es sexy pero...

-Eric- lo riño Jordan-, no puedes juzgar a una chica sin conocerla.

-Chicos, estamos hablando de Isabelle Lightwood, La Isabelle Lightwood- Eric acentuó el nombre de la chica-. La misma chica que nos ignoro junto a sus hermanos por años, no podemos esperar que se tome esta relación en serio.

-Oye- Simón lo miro con aprensión y enojo-, no conoces las razones por las que Isabelle se cerró a sí misma, de hecho, no la conoces en absoluto, así que no hables de esa forma de ella.

-Tienes razón- Jordan dejo la guitarra en su asiento y miró a sus amigos-, nosotros no conocemos a Isabelle. Ojala pudiésemos conocerla de la forma en la que tu la conoces, saber que es lo que tanto amas de ella.

-Entonces, ¿es oficial?- pregunto Eric mirando al castaño.

-¿Qué cosa?

-¿Estas enamorado de Isabelle Lightwood?- los dos chicos se fijaron en Simón que estaba estático en su lugar, el tenía claro que Isabelle se había convertido en alguien sumamente importante para el, pero amor...

La única persona de la que Simón se había enamorado alguna vez fue Clary: era apenas un niño, lo que llaman un amor de la infancia; pero Simón comprendió que veía en Clary a una confidente más que una novia. Pero Isabelle..., Isabelle era encantadora y aunque no lo demostrase, alguien era protectora y cariñosa. Simón agradecía todo el tiempo podría conocer a la verdadera Isabelle Lightwood, una Izzy que el amaba.

-Yo...- Simón sintió su voz temblar pero al mismo tiempo sentía un calor instalándose en su pecho-, si, la amo. Porque es maravillosa y aunque no lo crean, creo que es magnífica.

-Vaya- sus amigos hablaron a la vez.

-Entonces, espero que logres impresionar a sus padres- Jordan le regalo una sonrisa alentadora, lo cual le subió bastante el ánimo.

Fue ese momento en el que Simón recordó un detalle importante que había mencionado Isabelle.

-Díganme que alguno de ustedes tiene un traje que me preste.

-¿Traje?- Eric frunció el ceño-. Vaya, si que son exigentes.

-Ninguno de mis trajes te quedará bien, mis hombros más anchos que los tuyos- dijo Jordan evaluándolo con la mirada.

-Yo ni siquiera tengo uno de esos- informó Eric.

-Genial, ¿qué voy a hacer ahora?- pregunto él suspirando.

-De hecho, se de alguien que podría a prestarte un traje- afirmó Jordan con una sonrisa que, sinceramente, le dio escalofríos a Simón-. Si, estoy seguro de que eres de la misma talla que Raphael.

***

Simón supo, desde el momento en el que Jordan lo dijo, que esa era una mala idea.

Estaba frente a la puerta del apartamento de Raphael Santiago evaluando los pro y los contra de tocar el timbre, antes de darse cuenta ya lo había hecho.

Sobra decir que no fue una sorpresa que Ragnor Fell fuese quien le abrió la puerta.

-¿Qué haces aquí? - le pregunto el hizo al verlo, Simon supuso por la expresión de su cara que no le gustaba que otros chicos visitasen a su novio.

-Necesito un favor de Raphael- le dijo con algo de miedo.

-Pasa.

El apartamento de Raphael era pequeño pero acogedor a diferencia del de Magnus, era algo oscuro y estaba rodeado de fotografías familiares.

-¿En qué puedo ayudarte?- Raphael estaba sentado frente a la televisión y no había levantado la vista para verlo.

-¿Cómo sabes que soy yo?- le pregunto Simón, Ragnor se sentó al lado de su novio que aún tenía la vista fija.

-Escuche tus pasos- contesto el chico-, te apoyas con más fuerza en el pie izquierdo cuando caminas.

-¿En serio?- Simón frunció el ceño mirando sus pies.

-No- Raphael por fin lo miro, tenía una sonrisa burlona en la cara-. Te escuche en la puerta, tengo un buen oído pero no lo suficiente para oír tus pasos. ¿Qué puedo hacer por ti, Simon Lewis?

-Me preguntaba, ¿si tienes un traje que puedas prestarme?- miro al chico.

Raphael siempre lo había intimidado, no porque se viese como un chico malo, sino porque Raphael siempre había sido un líder nato.

-¿Un traje?- Raphael se puso de pie-. Si, creo que usamos la misma talla. Sígueme.
Los dos entraron a la habitación que Simón supuso era de Raphael, tenía una habitación organizada para un adolescente y bastante oscura, pues sus paredes estaban pintadas de negro y tenia unas cortinas gruesas.

-¿Para que quieres un traje?- pregunto él latino mientras sacaba varias prendas de ropa.

-Isabelle me invito a conocer a sus padres- respondió un poco apenado-. Me dijo que tenía que verme bien para ello.

-¿Y no tienes un traje propio?

-No soy de los que usan trajes, el único que tenía lo use para una boda hace cinco años- le contó-. Oye, ¿a Ragnor no le molesta que estés aquí conmigo?

-No, sabe que no eres mi tipo- Simón arrugó las cejas-, no te ofendas.

-Está bien.

-Pruébate este- el chico le paso unas prendas de color negro, Simon paso la mano por la tela, era bastante suave y se veía costosa.

Simón se cambio mientras Raphael volvía con su novio, la forma del traje le quedaba bastante bien y se sentía bastante cómodo dentro de él.

-¿Qué tal?- pregunto frente a los dos chicos, no esperaba una reacción positiva de esos dos, después de todo eran... ellos, la única emoción que les había visto cruzar sus rostros era entre ellos.

-No esta nada mal- acepto Raphael, eso de parte de él era un excelente-. Como suponía te queda bastante bien.

-Gracias por prestármelo.

-De hecho quédatelo- Simón miro impresionado al chico, Raphael no había levantado la vista del televisor-. Tengo varios, y ese no lo he usado en mucho tiempo, además creo que te va a hacer falta.

-Oh...- Simón se quedó sin palabras, los dos chicos lo ignoraron- muchas gracias.
-Sólo hazme un favor a cambio- Raphael lo miro, hay estaba otra vez su sonrisa burlona-: piensa lo que te dije de unirte al grupo de debate, estoy seguro de que tienes buenos argumentos bajo esos tontos lentes.

-¿Tontos?

-Piénsatelo- le pidió el latino-, mientras tanto, espero que no sea necesario acompañarte a la puerta porque quiero pasar un tiempo de calidad con mi novio.

-Gracias por prevenirme.

Simón se pregunto si su día podría ponerse más extraño.

***

Claro que podría.

Eso lo supo desde el momento en el que Isabelle tocó su puerta: después de todo Isabelle no estaba usando su típica ropa sino una... más recatada y su cabello estaba recogido.

-¿Izzy?

-Hola- la chica movía sus manos nerviosamente, el vestido azul resaltaba sus curvas-. Lamento haberte lanzado lo de la cena tan de repente, no sabia como decírtelo sin que sufrieras un ataque.

-Está bien- Simon apartó la vista de su novia e hizo que se sentara en el sillón-, me sorprendió pero lo haré si es por ti.

-Gracias- Isabelle le sonrió con alivio.

-Pero me sorprende más verte con un vestido tan largo- comentó el castaño sacándose otra sonrisa a la chica.

-Lo se, es algo que usaría mi madre- se formó una mueca en los labios rojos de la chica-, supuse que seria lo mejor para una cena como esta. Para la cual tu deberías estar arreglándote, porque debemos ir pronto.

-Yo... si- Simón asintió rápidamente-. No tardaré mucho.

Simón se apresuro a su habitación para tomar un baño, lo ponía un poco nervioso que la chica estuviese en su sala aún más saber que faltaba poco tiempo para que pudiese conocer a sus padres.

Peino su cabello hacia atrás y se puso el traje, Simón no era la clase de chico que se arreglaba para esa clase de eventos o fiestas pero quería lucir bien, pues en lo poco que había convivido con los Lightwood sabía que eran algo... exclusivos.

Cuando volvió con Isabelle, ella estaba con Raquel tomando café y conversando.

-¿De que hablan?- Simón llamó la atención de ambas chicas, estas voltearon a verlo y se quedaron calladas-. ¿Qué?

-Wow- exclamó su hermana-, no te había visto usar algo tan elegante desde... nunca.

-Tan graciosa.

-Te ves...- Isabelle lo miro atentamente, Simon espero que a su novia le gustase- muy bien. No pensaba que te pudieses ver tan bien solo con un traje.

-¿De donde lo sacaste?- Raquel se acercó a su hermano y lo miro sorprendida-. Estoy totalmente segura de que eso no estaba en tu armario esta mañana.

-Te contare la historia luego- Simón le tendió su brazo a Isabelle-, ahora tengo una amiga cena a la que ir.

***

Los nervios lo atacaron en el momento en el que estaba en la puerta de los Lightwood.

-Hey, tranquilo- Isabelle apretó su mano-, no estarás sólo.

Simón asintió y ambos entraron en el hogar Lightwood, la casa se veía más limpia que de costumbre y en el aire había un aroma delicioso.

-¡Izzy!- Simón reconoció al niño, era Max Lightwood, se veía mayor que en el cuadro del pasillo y su rostro se veía lleno de vida.
Max Lightwood tenía un increíble parecido con su hermano mayor: su cabello negro se dirigía a todos lados, sus ojos grises brillaban de la misma forma detrás de los lentes y sus pestañas eran igual de largas; pero la forma en la que su sonrisa iluminaba su rostro era igual a la de Isabelle.

-Simón, este es Max- presentó la chica, se agachó frente a su hermanito y le sonrió-. Max, Simón es un chico muy importante para mi, se amable con el.

-¿Cómo con Magnus?- Simón miro al pequeño con intriga.

-Si, como a Magnus- pidió la chica parándose derecha-. Solo se el chico encantador que eres siempre.

-Es un placer conocerte por fin, Max- Simón le sonrió al pequeño que le devolvió la sonrisa inmediatamente.

-Igualmente- cuando el menor de los Lightwood se enderezó Simón se dio cuenta de que el niño ya no era tan pequeño, de hecho podía suponer que dentro de unos años daría un estirón que alcanzaría a Alec-. Espero que nunca lastimes a mi hermana.

-Puedo jurarte que si esta en mis manos, Isabelle nunca saldrá herida- el rostro de Max se iluminó con una sonrisa y Simón supo que había dicho lo correcto cuando vio el modo en que brillaban los ojos de la chica.

-Vamos- Isabelle tomó su mano y lo guio hasta el salón de los Lightwood-, es hora de que conozcas a mi padre.

Simón trago saliva nervioso cuando vio al hombre, tenía un porte similar al de Alec pero mas recto, su rostro era severo y sus ojos eran oscuros. Simón agradecía totalmente que su mirada estuviese concentrada en Magnus Bane.

Espera, ¿qué?

Magnus estaba sentado frente al padre Lightwood, no estaba vistiendo su acostumbrado vestuario brillantes, sostenía la mano de Alec entre las suyas bajo la mirada atenta de Robert.

-Isabelle- Robert se levanto y abrazo a su hija, mirando a Simón por encima de su hombro-, que bueno que llegaste.

-¿Estas intimidando a Magnus?- pregunto Max inocentemente acercándose al chico.

-No- negó su padre sonriéndole a sus hijos con cariño-. Yo no sería capaz de encontrar hacer eso.

-Aja.

Magnus sentó a Max su lado, el menor de los Lightwood parecía llevarse muy bien con el.

-Papá, deja de intimidar personas- pidió Isabelle separándose de su padre-, no te queda alguna el papel de padre sobreprotector.

-Claro que me queda.

-Detesto tener que decírtelo, pero ese es el papel de mamá- indicó Alec, levantándose-, tengo que ayudarla a preparar la mesa.

-¿Vas a dejarme sólo?- pregunto su novio haciendo un puchero con sus labios.

-Créeme no quieres venir conmigo- se dirigió a la cocina donde Simón supuso estaba el miembro faltante de la familia, Simón se estremeció al ver que Robert tenía la mirada fija en el.

-Mucho gusto señor Lightwood- saludo tragando saliva y tendió la mano que el hombre apretó fuertemente-. Mi nombre es Simón Lewis.

-Un placer, Simón- Robert volvió a sentarse y señaló el lugar libre al lado de Magnus-. Siéntate al lado de Magnus y hablemos, mientras se Isabelle va a ayudar a su madre a la cocina.

-Mamá dijo que tenía prohibido acercarme a la comida- le recordó la chica.

-Isabelle...

-Bien, ya voy.

Isabelle salió de la sala dejando a Simón bajo la mirada atenta de su padre, se sentía como volver al Instituto y la presión social, al menos Robert sólo era una persona.

Error.

Era el padre de Isabelle. El padre de la chica que amaba.

-¿Cómo pasas el tiempo Simón?- pregunto.

Max parecía concentrado leyendo un cómic, a Simón se le aceleró el corazón al pensar que el chico se parecía a bastante a sí mismo: pequeño, reservado, interesado en la cultura actual, hasta podía deducir que seria capaz de componer su propia música cuando fuese más grande.

-Estoy en una banda- contesto con un poco de temor, adoraba tocar en la banda pero eso no significa que a todo el mundo le gustase.

-¿Qué clase de música tocan?

-Un poco de todo, pero sobretodo Rock- sonrió cuando se fijo en el modo en que los ojos de Max brillaron.

-¿Cómo se llama tu banda?- le pregunto el joven.

-Estamos en una discusión por eso- comentó Simón avergonzado, de ningún modo iba a mencionarles los ridículos nombres que la banda tenía-, nos cuesta elegir sólo uno.

-Siempre es difícil tomar una decisión- el tono comprensivo de Robert lo desconcertó un momento y cuando se fijo en Magnus se dio cuenta de que a él también.

Max sonrió ante el desconcierto que los dos chicos mostraban.

-Robert- se escuchó desde la puerta.
Parada allí estaba la madre Lightwood, tenía un parecido sorprendente con Isabelle pero la forma de su rostro le recordaba más a Alec.

-Acompaña a nuestros invitados a la mesa- ordenó para luego volver a desaparecer por la puerta.

Padre e hijo se colocaron de pie, mientras que el y Magnus iban detrás de ellos hacia donde Simón sabía estaba el comedor.

-¿Hace cuánto estas aquí?- pregunto en voz baja al chico a su lado.

-Llegue unos cuantos minutos antes que tu- respondió-. Tengo entendido que Clary Jace están perdidos por ahí.

-¿Clary esta aquí?- la voz de Simón sonó más alta y se reprendió al instante-. ¿Por qué esta ella aquí?

-¿Isabelle no te contó de la razón de esta cena?- le pregunto el mayor, Simón sólo negó con la cabeza confundido-. Cuando sus padres llegaron decidieron que querían conocernos, es una especie e de castigo.

-¿Castigo? ¿por qué?

-Alec no me lo dijo.

Los dos detuvieron su andar para observar con sorpresa el comedor de la familia, lucia todo tan perfecto que a Simón se le fue el aliento el solo pensar que tenía que sentarse, Isabelle le hizo una señal de que se sentara a su lado, y al otro lado se encontraba su mejor amiga que le dirigió una sonrisa nerviosa. Clary se veía hermosa con el vestido verde y Jace a su lado parecía admirar esa belleza.

-Adelante- indicó Maryse una vez que todos estuvieron sentados-. Espero que disfruten de la comida.

Simón se llevó el primer bocado de comida a la boca al mismo tiempo que todos, el silencio roto únicamente por el sonido de los cubiertos era abrumador.

Maryse analizaba a Simón con la mirada: la forma en la que comía, se sentaba, como Isabelle enredaba sus dedos con los suyos de vez en cuando. Simón se daba cuenta de que el no era el único que era Maryse tenia en vista: Clary a su lado se removía incómoda de vez en cuando y Magnus parecía no inmutarse ante los ojos azules de la Lightwood.

-Magnus, ¿por qué no nos cuentas sobre ti?- pregunto Maryse rompiendo el silencio.

-Mamá.

-¿Qué? Sólo quiero conocerlo- explicó la madre ante la mirada de su hijo mayor, ahora que lo pensaba Alec era muy similar a su madre-. Ver como es.

-¿No viste mucho ya?- pregunto Jace con ironía, Simón detestaba cuando usaba ese tono.

-¡Jace!- lo riño la mujer mientras sus se mejillas se ponían rojas-. No se hacen comentarios como ese en la mesa.

-Dijiste que querías que fuese como una cena normal, en familia- interrumpió Isabelle en defensa de su hermano-. Bueno, en familia antes de que ustedes se fuesen.

-Isabelle.

-¿Qué?- la chica se encogió de hombros-. Lo que era una cena normal para nosotros antes de que volvieran: éramos solo los tres viendo alguna película comiendo lo que Alec preparaba.

-Isabelle, no es momento para hablarlo- Robert le dirigió una mirada de comprensión a su hija-. Te prometo que lo hablaremos después, ahora solo queremos conocer a estos chicos y ver que los hacen felices.

-Hubiese querido ver películas con ustedes- comentó Max distraído, el chico comía bastante lento pero Simón supuso que después de estar alimentándose de un tubo por tanto tiempo era difícil volver a comer con normalidad.

-Haremos un maratón de películas otro día- prometió Alec sonriéndole a su hermano menor.

-De acuerdo- el pelinegro más joven asintió con la cabeza-. Se que tengo que ponerme al día con muchas películas, ni siquiera se como continúa los vengadores, ni las nuevas películas de Star Wars.

-Si quieres ponerte al día con películas, Simón es el indicado para ello- confesó Isabelle sonriéndole con cariño a su novio.

Simón se sonrojo cuando varias miradas se dirigieron a él. Su novia era una de las pocas personas que sabía que Simón era un coleccionista de películas: tenía las clásicas películas en blanco y negro, las sagas de películas como Harry Potter o el señor de los anillos.

-Si alguien puede ponerte al día es el Geek de la escuela- afirmó el rubio ganándose una mala mirada del castaño.

-¡Jace!- Alec miro fijamente a su hermano dándole una reprimenda.

-Ya, lo siento.

-Yo quiero ver películas con Simón.

La sonrisa del Lightwood más joven lleno el corazón de Simón de alegría.

Todo valía la pena para ver a ese niño feliz.

Nota:
Arriba agradecí a los lectores, pero también quiero agradecer a todos los que comentan y votan, me hacen el día feliz cada vez que leo sus comentario y veo sus notificaciones. Los adoro a todos.

Bueno, he hecho Muchas cosas últimamente: entre a la universidad, inicie a escribir otras historias aparte de esta, estoy obsesionada con Shadowhunters (comenten si les ha gustado la segunda temporada, a mi me ha encantado 💙).

Hace poco hice un test para saber que clase de escritor de Fanfiction era y quería comentarles la respuesta. Solo les digo que soy muy distraíble, esa es mi justificacion. 😳

Eso es todo, espero que les haya gustado el Sizzy, me esforcé mucho en el y en Max (lo amo). Subí el capítulo hoy, porque capítulo nuevo de Shadowhunters, no para nosotros pero capítulo nuevo es capítulo nuevo.

Y por si se lo preguntan nos quedan sólo 6 capítulos de esta novela.

Les dejo un gif de Magnus pues, porque si, estoy feliz. 😉

Alguien más piensa que Raj esta enamorado de Alec? Si no lo hacen en la serie lo incluiré en alguna de mis novelas futuras.

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