***Lia
El sueño fue raro, era de noche y todo estaba oscuro, reconocí la calle donde estaba, a dos cuadras de mi casa. De las sombras salieron tres personas y un dinosaurio.
Al acercarse a la luz de un faro, los pude ver mejor, eran dos chicos, el mayor de unos 18 o tal vez 19 años con una camiseta naranja, unos vaqueros gastados, su cabello negro alborotado por el viento y tenía unos ojos verde-azules, más verdes que azules, era lindo.
El segundo chico era más bajo, de unos 15 o 16 tanteándole, vestía una chamarra negra de aviador, unos vaqueros y botas del mismo color que combinaban con su cabello revuelto negro azabache y su tez blanca pálida, sus ojos marrones tan oscuros que con tanto negro a su alrededor parecían del mismo color, era un chico atractivo a decir verdad.
También con ellos venía una chica, se veía de la edad del chico más grande, rubia, con sus cabellos chinos arreglados en un moño, delgada, camiseta naranja y ceño fruncido, era obvio que tenía mal genio.
Y luego estaba el presunto dinosaurio, que a la luz de las farolas era un perro gigantesco, no sabía si era un dinosaurio chiquito o una vaca grande, era negro... o negra ya que llevaba un lazo rosado amarrado en el collar, de donde colgaba una placa con el nombre "Señorita O'Leary" así que era una perra monstruosamente grande.
Al acercárseme ni siquiera me hablaron era como si yo no estuviera allí, así que los comencé a seguir, muy tarde reaccioné y me di cuenta de que se dirigían a mi casa, pero en mi zona había casas sin número, al parecer comenzaron a discutir cuál era la correcta, como no podían verme tomé el brazo al más alto y lo jalé hacia mi casa, no sé por qué sentía la necesidad de hacerlo, pero algo me decía que lo llevara.
Al llegar a las rejas, me pregunté como entrarían, yo era como un fantasma y las podía atravesar, pero ellos no. Cuando menos pensé los dos chicos se habían disuelto en las sombras de las rejas, dejando a la chica rubia de brazos cruzados, con el ceño aún más fruncido.
Los seguí por el caminillo hasta la puerta de mi casa, allí discutieron.
Cuando me di cuenta de que discutían en inglés me sorprendí, yo había estudiado el inglés desde hace más de diez años, y solo así capté retazos de la conversación, al final el chico más joven entró a mi casa disolviéndose en la sombra de la puerta y yo lo seguí atravesandola (ser fantasma en tu sueños tenía sus ventajas), el otro chico se quedó esperando apoyado en la puerta.
Dejamos atrás el primer piso y el chico abrió la puerta de mi cuarto, me pregunte qué pasaría cuando no me encontrara allí, ya que yo estaba atrás de él siguiéndolo.
Pero yo estaba allí, durmiendo, con la misma ropa que llevé al escuela (no me había quitado ni las botas), el chico soltó un suspiró y sacudió la cabeza de lado a lado.
-Damn it, Percy, you idiot- exclamó el chico- It's just little girl...
Yo carraspee, ¿Percy? ¿Señorita O'Leary? ¿Cómo no lo noté antes? Ellos eran los personajes de unos libros, Percy Jackson, la chica ceñuda era Annabeth Chase, y el chico de negro era Nico Di Angelo.
Además ¿Qué tenía de malo que yo fuese una chica? ¿A quién esperaba? ¿A Batman acaso? ¿Darth Vader? Me desesperé. ¡Pero que sueños tan raros tenía!
En fin.
Nico se me acercó, me tomó en brazos y me arrojó a su espalda al estilo costal de papas, de repente yo fantasma sentí una presión en el estómago, solté el aire que había estado conteniendo.
Nico se dio vuelta, bajo las escaleras, se reunió con Percy y Annabeth, y montaron en la señorita O'Leary conmigo durmiendo colgada de la espalda de Nico.
Yo solo pensaba una cosa:
¿Qué demonios fue eso?