The Last Virgin Standing / Ti...

By Blakeisavampire

218K 11.6K 1.7K

Charlotte Summers es la última virgen en su escuela; una escuela donde tomar la virginidad es un deporte. El... More

Sobre la autora - The Last Virgin Standing by laughterandjynx
Capítulo 1. Mi manzana es verde, pero su envidia lo es más
Capítulo 2. Sé como Alice y acósame
Capítulo 3. ¡Boxers, Calzoncillos, y Oh-Mi-Biología!
Capítulo 4: Linguine y Luke el Desagradable
Capítulo 5: Un libro, Dos libros, Un chico, Tres chicos.
Capítulo 6: Bolas a la canaleta, Bolas de bolos y Bolas de Newton.
Capítulo 7: ¿Apunta a los desagradables clásicos y no a los pétalos de rosa?
Capítulo 8: Llévame al juego - Eso también funciona.
Capítulo 9: Cualquiera puede tener talento con las chicas
Capítulo 10: En Walmart puedes encontrar cosas exóticas
Capítulo 11: Humpty Dumpty
Capítulo 12: Comida Post-Sexo
Capítulo 13: Club de Fans de Luke: Parte de Uno
Capítulo 14: Cuatro por cuatro: Cuatro al cubo
Capítulo 15: Los condones son las nuevas cincuenta sombras
Capítulo 16: La curiosidad mató al gato y el gato atrapó al ratón
Capítulo 17: Abrazos
Capítulo 18: Los ogros son como las cebollas
Capítulo 19: Juegos de palabras
Capítulo 21. Una olla de Jambalaya revuelta, por favor.
Capítulo 22. Balanceándose con el enemigo
Capítulo 23. De corazón a bragas con Sr. Chico Malo
Capítulo 24. Choux à La Crème, Escargort, y encantos de príncipe
Capítulo 25. Pavo para el pensamiento; tal vez Benjamín estaba en el camino
Capítulo 26. Más terca que un demócrata y más brillante que un flamingo
Aclaraciones y reclutamiento de staff
Capítulo 27. Fe, confianza y polvo de hadas.
Capítulo 28. A las doce en punto

Capítulo 20. No me dijeron que jugar a Cupido tenía sus consecuencias

4.3K 253 64
By Blakeisavampire

Imagen de Anna Sophia Robb como Emma Roscoe.

---

Capítulo 20. No me dijeron que jugar a Cupido tenía sus consecuencias


—Siento que no he tenido una noche de chicas en demasiado tiempo —me lamenté.

Emma pincha mi hombro, riendo.

—Eso es porque has estado con tus amantes. Ya no tienes tiempo para mí. —Hizo un puchero.

—Ah, Emma –canturreé, rodeándola con mis brazos y envolviéndola en un abrazo rompe-huesos—. Siempre tengo tiempo para ti. Tú solo llámame y yo cancelaré todo.

Palmeó mi espalda gentilmente, como si yo fuera una incómoda persona que acabara de abrazarla de la nada. Y lo soy, pero somos amigas así que está bien.

—No. Puedo. Respirar.

La dejo ir y me río burlonamente.

—Lo siento.

—Realmente te estás tomando todo este asunto muy en serio. Espera, ¿no estás desarrollando sentimientos por esos chicos, verdad? A parte de Luke, claro. Todos sabemos que estás demasiado atraída por él. —Me guiñó un ojo.

Me sonrojé un poco por las crudas palabras de Emma.

—Yo... yo...

Por mucho que me gustaría decir que no tengo sentimientos que no sean malos hacia ellos, no puedo porque estaría mintiendo. Y no me gustaba mentirle a Emma. Ella siempre era abierta conmigo. Me gustaba nuestra relación, nos podíamos contar cualquier cosa.

Disfrutaba estando alrededor de Ian y Tyler, realmente lo hacía. Su compañía era única en comparación con Luke y Emma; ellos no sabían mis más oscuros y profundos secretos. No es que realmente tuviera, pero si lo hiciera, ellos dos los sabrían. Ahora, si eran románticos o no, no estoy segura. Me había gustado besar a Ian, pero, ¿eso caería en un romance o en la categoría de ''amigos con beneficios''? Necesitaba clasificar bien las cosas antes de continuar con el juego. Jugar sin prioridades era como improvisar tus votos en tu boda; era muy probable que terminara en desastre.

—¡Oh por Dios! —chilló, tirando de mi brazo agresivamente—. Lo has hecho.

—¿Y qué si lo he hecho? —mascullé.

–Te estás poniendo en peligro a ti misma —dijo en voz baja. Su rostro estaba completamente serio, como si fuera a decirme que iba a asesinarme. Rompió en una sonrisa antes de comenzar a reírse—. ¡Lo siento! No puedo no sonreír.

De pronto me sentí culpable por haber estado alejándola. Hasta ese momento no me había dado cuenta de cuánto la extrañaba. Ella era tan dulce y graciosa como para no tenerla cerca. Hice una nota mental de despejar mi horario al menos una vez a la semana para tener tiempo de calidad juntas.

—Eres ridícula, Em.

—¿Por qué? Gracias —dijo con una mirada sensual, resultando de nuevo en otro par de risas por parte de las dos—. Bueno cuéntame cómo estuvo tu verano en California, ¿conociste algún chico lindo en la playa?

Arrugué mi nariz.

—¡Ojalá! Estuve atascada en la casa de mis abuelos la mayoría del tiempo. A mi abuela no le gustaba que la dejaran sola mientras cocinaba, pero se sentía obligada porque piensa que mi abuelo ama sus galletas de avena. En realidad él odia las galletas de avena con las pasas, pero se las come porque la mantiene ocupada mientras el mira deportes.

–¡Quiero conocerlos! ¡Suenan tan genial!

—No lo son... especialmente cuando ella insiste en que le frote bloqueador. —Temblé con el terrorífico recuerdo de frotarle su bloqueador oloroso en su piel arrugada—. Cree que si viste bikini, hará a abuelito juguetón.

—Eso es... perturbador.

—Demasiado —coincidí—, abuelita es muy abierta acerca de su apenas no-existente vida sexual.

—¡¿Por qué me dices esto?!

—Me preguntaste cómo había sido mi verano —me defendí.

—Te pregunté acerca de chicos lindos en la playa. No acerca de qué tan extraños, y aun así grandiosos, eran tus abuelos.

—Sabes que me gusta detallar.

—Apenas y respondiste mi pregunta —bufó.

Rodé los ojos.

—No pasó nada remotamente interesante. Fue un verano increíblemente aburrido sin ustedes.

—¿No vas a preguntarme acerca de mi verano?

—¿Quieres decir que te divertiste sin mí?

—Claro que no. Estuve aburrida y sola todo el verano, esperando a que regresaras.

—No voy ni siquiera a preguntar... así que dime qué clase de traviesas hazañas has estado haciendo últimamente.

Puso la mano en su pecho, falsamente lastimada.

—¿Por qué asumes que he estado haciendo cosas malas? Tal vez como ya no estás cerca de mí, he cambiado, convirtiéndome en una mejor persona.

—Sí, claro. —Me reí escépticamente—. ¿Cuántas parejas has separado?

–¡Ninguna! Y desearía que dejaras de hablar de eso. Fue solo una vez. Aparte, ellos ni siquiera se gustaban tanto. Los puse con sus respectivas almas gemelas.

—Eres toda una santa, jugando a Cupido.

Se encogió de hombros.

–Es lo que hago.

—Hay que conseguirte un novio.

–No quiero un novio.

–Oh, vamos, Emma. Has acomodado a media escuela con alguien, pero no a ti misma, ¿por qué no?

—Estoy perfectamente feliz siendo soltera.

–Hablando de ser soltera, ¿te enteraste de quién fue el idiota que robo tu virginidad?

Sacudió su cabeza.

—Nop, pero no he estado buscando...

—¿Por qué no? ¿No quieres saber?

—No particularmente.

—¿Por qué no?

—Porque prácticamente todos los chicos en nuestra escuela son, como dijiste, idiotas.

—¿Pero no quieres solo gritarles por haberse aprovechado de ti?

—Está bien, Char. En serio.

Suspiré.

—Está bien, supongo que si tú estás bien con eso, yo también debería estarlo.

—¡Bien!

—Pero si alguna vez me entero de quién lo hizo, lo mataré, ¿está bien?

Se rió nerviosamente.

–Estás bromeando, ¿cierto?

–Eso quisieran.

—No tienes las suficientes agallas para sostener un arma homicida. Charlotte, te asusta jugar Clue porque probablemente puedes ser quien mató al señor Boddy.

–Eso es totalmente diferente.

–Sí, ¡en el modo más gallina posible!

–¿Sabías que la mayoría de los pollos no son asesinados humanamente?

—¿Quién no sabe eso?

–Yo...

—¡Miramos un video acerca de eso en bio!

Me burlé.

—No pongo atención en biología.

—Todos lo sabemos.

Le di un empujón en broma.

—Lamento que no todos aquí seamos genios.

—Nunca dije que fuera un genio. En todo caso, tú deberías serlo. Has salido con Beckett demasiado tiempo.

—Tienes problemas.(1)

—De Teen Vogue —exclamó.

—Largo, Emma...

—Preferiría no hacerlo.

—Estoy hambrienta —dije, colapsando dramáticamente en su esponjosa almohada.

—¿Cuándo no?

Le lancé una mirada.

—¡Hablo en serio! Podría morir justo ahora por falta de comida.

—¿Quieres ordenar pizza una hora antes?

—Lo siento, mis punzadas hambrientas no tienen horario.

—Tampoco las mías, hermana.

Me reí.

—¿Quieres jamón, correcto?

—¡Sí!(2)

—Me alegra saber español básico.

—Todo mundo sabe lo que ''sí'' significa, Char.

—¡Y eso es por lo cual es básico!

—Realmente estoy feliz de que no lo estés llevando.

—Probablemente estaría reprobando.

—¡No hay una probabilidad para eso!

—Gracias —dije inexpresivamente—, tu fe en mí es sobrecogedora.

—¡Lo intento! —gorjeó.

Encontró un anuncio con un cupón. Cortó cuidadosamente siguiendo las líneas punteadas, recortándolo como un cuadrado. Marqué a Pizza-Hut y ordené. Estarían aquí en aproximadamente veinte minutos. Era mi turno de pagar por la cena, así que le extendí a Emma un billete arrugado que había encontrado en mi bolsillo.

—¿Por qué estás dándome dinero? No es que me esté quejando.

—¿Para pagar nuestra comida?

—Puedes abrir la puerta. Yo solo voy a estar plantada en este sillón.

—¡Pero yo voy a pagar!

—La persona que paga atiende la puerta, ¿o ya lo olvidaste?

Suspiré. Supongo que puedo hacer esto; me haría sentir menos culpable.


El timbre de la puerta sonó. Emma me echó una mirada petulante mientras se relajaba en el sillón a propósito, poniéndose más cómoda. Rodé los ojos y me balanceé para abrir la puerta.

—Serían $15.60. Oh, hola, Charlotte.

Le sonreí incómodamente a la estrella de béisbol de Adison. Aún no me acostumbraba al hecho de que Alec fuera padre, pero no era como que lo necesitara. Nosotros como que nos dejamos de hablar después de aquel incidente.

—Hola, ¿cómo estás?

Asintió.

—Estoy muy bien. Tu cambio es de $4.40.

Esperaba que se diera la vuelta y se fuera, pero se quedó en la puerta por unos segundos más de lo necesario. Estaba callado, y estaba segura de que Emma tenía su atención en nosotros. No le había dicho ninguna de las razones por las que había terminado con Beckett y Alec. Solo dejé que asumiera lo que quisiera.

—¿Cómo está Maddy?

Se animó.

—Ella está bien, muy lista y linda.

—Eso es bueno.

—Sí... bueno, que tengan una linda noche, chicas. ¡Disfruten la pizza!

—Diviértete en el trabajo —dije, empezando a cerrar la puerta.

—Lo haré —gritó por encima de su hombro.

Golpeé mi cadera contra la puerta para que se cerrara completamente. Anticipaba muchas preguntas por parte de Emma acerca de Alec, pero no hubo ninguna. Ella parecía estar actuando más extraño que antes, más nerviosa. Cualquier otra persona no lo hubiera notado, pero yo conocía sus pequeños hábitos.

—¿Qué ocurre, Emma? —pregunté, mis cejas surcándose con preocupación.

—Tengo que decirte algo, pero tienes que prometerme que dejarás que me explique.

Asentí, curiosa.

—Está bien.

—Te mentí. —dijo bruscamente.

—¿Acerca de...? —pregunté cautelosamente.

—Sé quién tomó mi virginidad. Siempre lo he sabido.

—¿Quién?

—Recuerda que prometiste que me dejarías explicar todo.

—¡Solo escúpelo y ya! —estaba comenzando a ponerme impaciente y nerviosa. Su expresión era tan grave que debía ser serio.

—¡Luke!

Juro que mi corazón se detuvo por cerca de tres segundos antes de que comenzara a ponerse ruidoso y rápido progresivamente. Mi respiración se volvió más profunda como si necesitara más aire de lo normal. Mi visión se puso borrosa antes de volverse nítida. Estaba congelada, en completo shock. Me atreví a mirarla, con mis manos cubriendo mi boca. Las lágrimas comenzaban a asomarse por mis ojos, amenazando con derramarse en cualquier segundo, como cuando tienes que ir al baño, pero todos los sanitarios están ocupados.

—¿Cuál Luke?

Emma mordió su labio, bajando la cabeza avergonzadamente.

—Tu Luke —murmuró.

—¿Lucas Chandler? ¿Como mi vecino de al lado? ¿Cómo el chico del que estoy enamorada?

–Ese mismo...

—Oh, ya veo.

—¡Pero fue un completo accidente!

—¿Cómo pudo pasar esto? Mis dos mejores amigos haciendo el acto sucio —chillé disgustada— ¿cuándo pasó eso?

—Este verano que estuvimos saliendo, estando deprimidos porque te extrañábamos. Estábamos bebiendo y como que pasó. Yo estaba hablando acerca de las cosas que haríamos si estuvieras aquí y luego hubo un silencio incómodo, ambos nos inclinamos y voilá, no más Emma la pura.

—¡Tienes más fuerza de voluntad que eso!

—¡No pasan cosas buenas cuando combinas hormonas, sentimientos y alcohol!

—Obviamente —mascullé, levantándome y cerrando mi chaqueta.

—¡Lo siento en serio, Char! Me retractaría en un instante si pudiera.

—Tú y yo. Pero no se puede.

—¿Te vas, cierto? —susurró.

—Solo... solo necesito tiempo para pensar, ¿bien?

Asintió de mala gana.

—Supongo que no tengo opción, ¿estás enojada?

—Honestamente, sí. Incluso si no le dije que me gustaba, tú lo sabías.

—¿Hay alguna manera en la que podamos superar esto?

—Eventualmente, pero justo ahora necesito irme.

—Él también te ama, lo sabes.

—¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Estaba... estaba asustada.

—Adiós, Emma. —Suspiré mientras cerraba la puerta gentilmente, escuchando únicamente un débil ''click''.

Conduje a casa, deseando que hubiera un limpia parabrisas para mis ojos. Era muy inseguro conducir mientras lloraba, pero necesitaba hablar con Luke. Sabía que no era inteligente hablar con él mientras la herida estaba fresca aún, pero necesitaba sacar mis sentimientos.

Era una idiota.

Amar a Luke era frustrante al máximo. Venía con demasiadas sorpresas escondidas, no importaba realmente que supiera todo sobre él —o al menos creía que lo hacía—. Me preguntaba si había algo que no me hubiera contado.

Aparqué mi carro en la entrada y caminé a la casa de Luke. Toqué el timbre. Normalmente solo entraría, pero sentí la necesidad de ser formal.

El señor Chandler abrió la puerta.

–¡Hola, Charlotte! ¡Qué grata sorpresa! Luke está arriba. —Se movió a un lado para dejarme pasar.

Sonreí huecamente y mis pies automáticamente me llevaron a la habitación de Luke. Estaba sentado frente a su escritorio haciendo lo que asumí era su tarea. Él no hacía nada más ahí porque decía que arruinaba su ''espacio de genio''. Sus palabras, no mías.

Toqué su hombro. Brincó un poco y se dio la vuelta, saludándome con una pequeña sonrisa.

—¡Hey, Charlie! ¿Qué haces aquí? ¿Teníamos planes?

Negué con la cabeza.

—¿Hay algo que quieras decirme?

Pareció confundido.

—Uh... ¿te amo?

—Hablo en serio, Luke.

—¡Yo también! —sonrió, parpadeando.

—¿No hay absolutamente nada que quieras decirme?

—¿Cómo qué?

—No lo sé... ¿algo que pasó este verano?

Tenía su cara de pensamiento (que era básicamente una versión más tierna de ''El Pensador'') por cerca de cuarenta y cinco segundos hasta que la comprensión brilló en su rostro.

—Oh... eso.


~~~~~~~~~~~

(1) En inglés, Issues que puede traducirse como volúmenes o ejemplares. En este caso Charlotte menciona que tiene ejemplares de la revista Teen Vogue.

(2) En español en su versión original.

Traducido por @AnleeFuentes

Corregido por @Blakeisavampire

Continue Reading

You'll Also Like

10K 368 28
Emma harries llega a california pensando que con ser ella misma bastaba, pues no sabia nada. Jake Walker vuelve de sus vacaciones como una persona nu...
5.6K 218 21
La inmortalidad no lo es todo hasta que consigues a tu verdadero amor. [Saga Olympia] ______________.... TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS©
96.3K 5.7K 18
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...