Escenas extras de Los Miedos...

Da darlis_steff

9.4M 762K 647K

Ethan Jones es el hombre que siempre debió ser: Es feliz. Tiene esperanza. Venció sus miedos. Y tiene... Altro

Ethan Jones
La decisión de Samantha
Rubia Bonita
Unos buenos segundos
Su favorito
Otro tipo de hombre
Un paso a la vez
No todas las rubias, solo una
Más que un beso
¿Te gusta?
Más razones para caer
De frío a caliente
Demasiado bueno para ser verdad
Malo para el juego
Primeras Veces
Flores para Ethan Jones
Fallando en la prueba
Recuperando a Grace
Dolor
Avanzando
Pasos a la felicidad
Positivismo
Planes a Futuro
Alcanzando la Felicidad

Pasado

278K 30.3K 27.8K
Da darlis_steff


Pasado.

14 de marzo, 2003.

No entiendo por qué me sorprende estar recibiendo todos estos gritos. No entiendo por qué aún está clase de mierda me hace daño.

—Te estamos hablando, Ethan Abrahams— asegura mamá y siento sus dedos en mi barbilla obligándome a observarla. Mi mandíbula se tensa— ¡No ibas al club de debate! Te dedicabas a toda esta basura musical.

—No me gusta el club de debate.

— ¡Eres un adolescente! ¿Qué vas a saber tú lo que quieres? —pregunta papá con calma tomando la guitarra del abuelo. Eso me alerta.

—Papá...

—Hazlo Isaac, de algún modo Ethan debe aprender.

—No.

Es como si lo viera en cámara lenta. La guitarra acústica, algo desgastada, sube y baja con fuerza estrellándose contra el suelo. Casi puedo jurar que siento algo dentro de mi crujir.

—No. No. ¡No! — grito y por instinto empujo mi brazo hacia adelante olvidando a mamá. Ella cae al suelo y estoy impactado—...Lo siento, yo...

—Destruye esa basura, Isaac.

— ¡No! ¡Para! ¡Detente! — veo las veces en las que la guitarra golpea contra el suelo. Mamá me sostiene porque no hay manera en la que sea capaz de empujarla de nuevo— ¡Por favor! Papá, para...

—No te estamos criando para esto. Ve al club de debate.

—Sube a tu habitación.

Me siento entumecido viendo los trozos de mi guitarra. Aclaro mi garganta, enderezo mi espalda y camino hacia las escaleras en absoluto silencio.

»Y no seguirás yendo a esas clases de música— dice mamá. No me detengo, sigo subiendo las escaleras sin darles el gusto de verme derrumbarme—. Y por supuesto que estás castigado.

Estoy tentado a gritarles que se jodan. Que se vayan al puto infierno, pero logro contenerme. Cuando llego a mi habitación, siento que me falta el aire. Que las paredes me asfixian.

Este no es mi hogar. Esta no se siente mi casa.

Esta no puede ser mi familia.

Me siento rechazado, despreciado y odiado. Soy su error, el más grande. Lo sé.

—Lo siento abuelo— murmuro caminando de un lado a otro. No lo conocí, pero era su guitarra y mamá Victoria asegura que saqué su don para la música.

Siento mis hombros estremecerse, muerdo mi mano hecha puño, pero no sirve. Malditamente un sollozo escapa y luego mi vista es borrosa. Me están destruyendo.

Cada vez la lista de mis defectos crece, cada vez estoy más lejos de ser lo que todos consideran perfecto. Presiono los dedos de mis ojos.

—No eres tan malo, Ethan. No puedes ser tan malo—me digo sintiendo la humedad pasar por mis dedo. No puedo llorar. No puedo.

»Eres un gran chico. Tu instructor ha dicho hoy que tienes una voz potente y agilidad para los instrumentos musicales. Mamá Victoria te ama y April dice que vas a triunfar...Eres bueno...

La voz me va fallando y mis hombros tiemblan una vez más. Me dejo caer en mi cama boca arriba viendo el techo.

—Eres un tipo genial, las chicas quieran estar contigo...Para solo tener sexo. Tienes un hogar...Pero no te quieren.

» ¡Mierda, mierda! ¡Ah! — lanzo las almohadas. No puedo contenerlo más. Comienzo a llorar y eso me llena de tanta ira—. No siempre seré un adolescente dependiente. No siempre estaré abajo. Estaré arriba. Seré un tipo genial y nadie podrá detenerme.

»No soy tan malo. No puedo ser tan malo ni tan defectuoso. Estoy rodeado de falsedad, solo debo...Huir, quiero escapar...

Me incorporo y paso mi mano por mi rostro húmedo. No pueden quitarme la música. Ellos no pueden.

Tomo profundas respiraciones ordenándome calmarme. No todo está mal conmigo, puedo ser bueno en la música. En eso nunca podré fallar. En eso no estoy condenado.

—Haz de una situación mala, algo bueno—cito a mamá Victoria—Mentiras...escapar...Hay una salida...

Golpeo mis dedos de mi pantalón. Abro el cajón de la mesita de noche y tomo un marcador. Aquí va otra frase, otra letra con melodía que un día hará más que ocupar mi pared.



"Mentiras, fantasías, engaños, falsedad.

Despertar, caminar, huir, escapar.

Soledad, el vacío, ese espacio que quieres llenar.

Hay salida, despierta.

No estás solo, esta es la realidad.

14/03/2003

No estás solo Ethan. No lo estoy"



—No estoy solo. No lo estaré. No lo haces tan mal—tomo profundas respiraciones—. Todo estará bien.

***

29 de marzo, 2003.

— ¿Qué hace mi Ethan?

—Estudio— le respondo a mamá Victoria, ella besa mi frente y se sienta a mi lado en la mesa.

— ¿Qué estudias?

—Debo debatir, me toco derechos humanos. No está difícil, pero mejor no lucir como un tonto.

—Escuché que tus padres irán.

—Ajá. Nunca faltan—me encojo de hombros y sigo leyendo de un libro de derecho—. Debería acostumbrarme a estos libros, es todo lo que veré según las pauta de ellos.

—Ethan el abogado.

—O podría optar por abrirme paso en una de las cámaras y luego llegar a primer ministro. Podría ir a la de los Lores, ya sabes, decimos que tengo ascendencia aristócrata.

—Seguro, viéndote nadie lo pondría en duda.

—Exacto.

— ¿Cómo estás realmente, cariño?

—No puedo quedarme llorando. Debo crecer, lamento que dañaran la guitarra del abuelo.

—Yo lamento que se hayan llevado tu perseverancia y ganas de hacer música.

—No se lo llevaron.

— ¿Ah, no? Eso quiere decir que si te diera una guitarra, justo ahora, ¿Dejarías de leer todos estos libros de derecho para tu debate?

—Posiblemente. Puedo aprender esto muy rápido, tengo buena memoria.

—Entonces cierra tus ojos.

Le doy una amplia sonrisa que la hace reír. Siento que ya estoy sintiendo felicidad porque intuyo lo que se avecina.

—No sonrías así que me derrites como madre amorosa. Ahora, cierra tus ojos.

—Muy bien. Aquí, los cierro.

Cuando cierro mis ojos la escucho movilizarse, estoy muy tentando a abrirlos, pero entonces arruinaría su sorpresa.

— ¿Ya?

—No seas impaciente— grita a lo lejos, pasan largos segundos—. Listo, abre tus ojos.

Lo hago y de inmediato tengo una guitarra acústica verde agua con los bordes negros frente a mí. Observo la sonrisa de mamá Victoria y luego a la preciosura que me ofrece.

—Deja esos libros. Ya tienes buenos argumentos para tu debate. Estrena esta belleza y cántale a tu vieja abuela.

— ¡Joder! ¡Amo esto! ¡Amo este momento! ¡Te amo, mamá! — tomo la guitarra y abrazo a mi persona favorita en todo el mundo.

—También te amo mi Ethan y todo lo que siempre querré es verte feliz.

***

8 de diciembre, 2006.

—Dime que estás bromeando.

—No lo estoy— grandes lágrimas caen por su rostro y mi vista se torna borrosa.

—Pero eres April, mi April. Y eres invencible. ¡Y he estado todo este tiempo fuera! Lejos de ti...

—No te culpes ¡Ni se te ocurra! Es mi cuerpo, es una estúpida enfermedad. No eres tú.

— ¡Has estado enferma! Y yo estaba en Londres y otros lugares jugando a una estrella.

—No seas imbécil, no juegas. Cumples tus sueños y no vuelves porque tus padres te cerraron las puertas, lo entiendo. No te digo esto para que seas un jodido mártir culpándote. Te lo digo porque eres mi mejor amigo y nunca te ocultaría nada, y todo lo que quiero es que me abraces y me digas que todo estará bien.

Excepto que no sé cómo decirlo. Sé cómo pronosticar que las cosas pueden ponerse malas y terribles. Pero no sé cómo tener esperanzas.

Sin embargo sí puedo darle el abrazo más sincero y fuerte. La estrecho entre mis brazos y ella comienza a llorar. Siento un puto nudo en mi garganta mientras mi cuerpo se mantiene asustado de simplemente un día no poder sostenerla.

Tengo un año y medio en BG.5 lo cual es el mismo tiempo que llevo fuera de casa, no había venido a Bolton en 6 meses, porque mamá Victoria iba a Londres a visitarme, y ahora me entero que mi amiga desde hace 3 meses fue diagnosticada.

—La opción viable es un trasplante de médula.

—No importa cuánto cueste, hazlo. Yo lo pago, no importa si tengo que vender todo lo que tengo. Lo material que se joda, me importas tú mucho más.

—No es tan fácil. Es muy costoso y debo someterme a tratamientos. Internarme y estar en lista de espera para un trasplante. Solo somos la abuela y yo...

—No. También me tienes a mí y a mamá Victoria. Estoy haciendo una cantidad de dinero que ni siquiera soñé tener. Y sí, sé que en realidad mis padres son de dinero, pero este es mío y es mucho más por lo que no me importa si tengo que dejarlo todo. Vamos a hacer esto April, por favor, tú eres la optimista aquí. Dime que vas a luchar, por favor.

—Va a ser duro.

Leo en sus palabras que va a dolerle mucho, que será muy duro todo el proceso. Pero soy egoísta y me aterra un día saber que mi amiga podría no estar.

—Estaré contigo. Tienes tanta vida por delante, por favor.

—Es tu dinero...

—No me importa. Es tu vida y tu vida no tiene precio.

Me abraza más fuerte y besa mi mejilla. Aquí es donde Dexter podría aplicar una de sus tantas frases. No es justo que esto le pase a April.

—No importa cuántas veces te digan que eres malo o no eres suficiente. Tú eres asombroso Ethan.

— ¿Vas a rendirte?

—No es una opción para nosotros ¿Verdad?

—No, no la es.

***

25 de mayo, 2008.

Observo cada cosa en la habitación, sí que la ha sabido ambientar. No parece una habitación de una clínica, pero supongo que llevar prácticamente un año acá lo ha hecho adaptarlo a su casa.

— ¡Ethan!

Me giro y sonrío abriendo mis brazos.

—Lo sé, lo sé. Es demasiado emocionante verme aquí.

Todo lo que hace es reír mientras me abraza. Su cuerpo se siente algo delgado, su piel está un poco pálida y su cabello está a la altura de su barbilla. Pero es mi mejor amiga y me hace feliz verla.

—Te eché mucho de menos.

—Imposible vivir sin mí.

—Seguro.

Me suelta y se sienta en la cama. La sigo sentándome a su lado. Una enfermera que siempre parece muy feliz entra.

—Ah, aquí está tu chica.

—Aquí está, gracias por encontrarla por mí.

— ¿Ella está bien? —pregunta April.

—Sí, está intentando de nuevo armar su rompecabezas y llegó su amigo.

—Genial.

La enfermera, Roanda, se acerca e inyecta algo a April antes de conectar su vía al suero. April suspira y toma mi mano, le sonrío.

— ¿Qué tal estuvo Alemania y Australia?

—Asombroso. Son países hermosos.

— ¿Hiciste muchos desastres?

—Sabes que no engañaría a Sam.

—Nunca hablé de engaños— ríe—. Por cierto ¿En dónde la dejaste?

—No vamos a hablar de ella, terminas rara luego.

—Ya te lo dije, mucha belleza y elegancia vienen acompañada de frialdad.

Ruedo mis ojos. No es algo que venga solo de April, Samantha tampoco es la mayor fan de April, de hecho creo que le genera celos, solo que trato de no darle importancia y ella sabe que no hay manera en la que simplemente yo me aleje de mi mejor amiga.

April es la única que le tiene recelos, no digo que mis amigos y mamá Victoria la tengan como la mejor mujer del mundo, pero no se molestan por tenerla alrededor o pasar el rato con ella.

Creo que Samantha fue una genial coincidencia en una fiesta. Si ella no hubiese derramado su bebida en mí creo que esa noche pude haberme ido sin haberla conocido. Desde el primer momento me sentí atraído y aunque por ahora los sentimientos no son nada muy profundo, le tengo muy buenos sentimientos.

Creo que en cierta forma me ayuda a esperar más de la vida. A tener la oportunidad de ser más de los que muchos dijeron que yo sería.

—Pero no hablemos de tu dulce novia, mejor háblame de tus conciertos y toda esta pequeña gira—pellizca mi mejilla—. No puedo creer que mi amigo sea toda una estrella.

Comienzo a contarle todo sobre la gira. Desde los desastres que involucran a Dexter y Doug, hasta haber soportado la presencia de Isla porque fue nuestra fotógrafa oficial y por la tanto estuvo siempre junto a Andrew.

—La desprecias.

—Con fuerza. No es nada del otro mundo, solo sé que no es de confiar. No me agrada, ninguna persona que exija a otro cambiar para aceptarlo, va agradarme alguna vez.

—Y te ha robado a tu mejor amigo, incluso en las giras te lo ha quitado. Pobre bebé.

—No seas tonta. Cuéntame de ti.

—No hay mucho que contar. Excepto que soy la maldita campeona de ajedrez aquí y que hay un nuevo enfermero con un culo divino de ver. Quizás pueda decirle que necesito que pinche mi nalga derecha y consiga algo de acción.

—Suerte con eso.

—Pero estoy bien, paso mucho tiempo con todas estas personas y me siento optimista. Sé que en algún momento obtendré mi trasplante y si para esperarlo tengo que seguir aquí, pues entonces que así sea.

—Eres fuerte.

—No hay que ser cobardes. Además, hice una nueva amiga.

— ¿Ah, sí?

—Sí, la chica que te dije que todas las noches lloraba.

—Creo recordar.

—Bueno, no lo ha tenido fácil y hemos estado hablando. La hice fiver.

—Qué bueno que te encargues de decirle que tu amigo es genial.

—Sí, ella se siente realmente dueña de una de sus canciones y es especialmente una que...

Mi celular suena y lo saco notando que Samantha está llamando, April resopla.

—No voy a responder, es mi momento con April. No llamadas.

—Bueno, te decía que Gra...

Una vez más suena y está vez ni lo miro, pero April frunce mucho más el ceño.

—Contesta o dile algo, seguirá llamando.

—No...

—Contesta o te haré tragarte ese celular o aun peor, contestaré yo.

—Una amenaza efectiva. Ya vuelvo.

Salgo y contesto la llamada y casi quiero colgar cuando se trata de algo tan simple como la equivocación de un pedido, sin embargo trato de responder con tranquilidad, porque realmente intento no ser un mal novio y ser paciente. La química sexual con Samantha es muy buena, tenemos buenas conversaciones y entendemos nuestras agendas de trabajo.

Pero, hay una especie de vacío. Hay ciertos momentos en los que la observo como si buscara más, como si esperara sentir más. He tenido momentos en los que realmente pienso que quizás solo deberíamos dejarlo, pero luego ella es este hermoso ángel diciendo y haciendo las cosas correctas. Y nuestra relación es bastante estable si lo analizas, no siento necesidad de engañarla y no sufro de ataque de celos.

Puedo vivir sin verla unos días, puedo irme de gira y no sentir que me falta el aire y luego puedo estar con ella y sentirme bien. Le tengo mucho cariño, incluso puedo decir que la quiero, pero a veces preferiría durar al menos un día sin saber lo que es su definición de "problemas".

Finalizo la llamada prometiendo que iremos a cenar, apago mi celular para darle todo mi tiempo a April.

—Lo siento, Anthony, pero ella no quiere que vengas.

Volteo y un chico habla por teléfono, parece afligido. En el mundo hay tantas personas con tantos problemas.

»Está bien, le diré una vez más, pero no podemos obligarla. Realmente, ella necesita sanar y si no verte ayuda, entonces debes esperar...Está bien.

Finaliza la llamada y suspira, asiento con la cabeza hacia él y entro a la habitación de April.

— ¿Ya?

—Soy todo tuyo.

—Eso espero, sin interrupciones.

—Ahora dime ¿Tu vecina de habitación...?

—Oh, olvídalo...Oh ¡Espera! Vamos a darle una sorpresa, no sabe que te conozco.

—Me usas.

—Porque eres genial.

Se pone de pie muy rápido y se tambalea, la ayudo y me apremia a seguirla a la habitación de al lado. Se detiene frente a la puerta.

—Cuando yo diga: aquí está mi regalo, entras cantando alguna canción ¿Vale?

— ¿Me vas a regalar?

—Cállate y obedece.

Río y ella golpea mi costado haciéndome reír aún más. Abre la puerta anunciándome y entro fingiendo algún solo, pero no hay nadie.

—Oh, April, olvidaste decirme que tu amiga nueva es invisible, no me digas que la estoy pisando.

—Ella estaba aquí hace unos 40 minutos y... ¡Oye! — Detiene a una enfermera pasando— ¿Dónde está la chica de aquí?

— ¿Quién?

— ¿La paciente Spear?

—Está siendo atendida de emergencia, posible infección en una de las heridas.

—Mierda ¿Estará bien?

—Vuelva a su habitación, señorita Nowell.

La enfermera no dice más nada mientras se retira, April está pálida luciendo preocupada.

—Seguro solo es un susto, April.

—Ella estaba bien. Es una buena chica, es tan joven y sufre tanto.

—Va a estar bien.

—Quería que te conociera.

—Habrán más oportunidades.

—Sí, porque ella va a estar bien.

—Sí, estoy muy seguro que así será.




Holaaa, aquí el inicio de todo, pobre de mi Ethan. Me consuela saber que ahora es feliz. Y bueno, ya sabemos que de algún modo u otro, Ethan y Grace iban a conocerse alguna vez.

Espero les guste.

Un beso.

Continua a leggere

Ti piacerà anche

200K 9.9K 40
Todos tuvimos un día un crush. Todos creímos que eso era amor. Sofía una joven que ya está por terminar el colegio y es seducida por el aspecto físi...
4.8K 151 9
extrañamente hormonal
5.8K 493 7
Él es como.. un ángel El chico perfecto a los ojos de la sociedad Alguien con la capacidad de hacer que cualquier persona se hunda en su mirada mist...
2.8K 163 23
en dónde los dos son guardias en el centro comercial, pero nunca han intercambiado palabras pero, cuando Mike lo cambian de trabajo, ella lo tiene qu...