Joder.
Joder.
¡Joder!
No había forma de que quitara la mirada de ella, había algo en esa chica. Algo que me estaba volviendo loco por no saber que es. Ella es la jodida enemiga, tenía que recordarlo. Ella quiere quitarme lo que me llevo tres años obtener, pero primero muerto antes de que eso pase.
Quizás sea la enemiga, pero diablos, estaba muy buena.
—Deberías cerrar la boca antes de que inundes la pista, Bieber —me dijo ella, haciendo que volviera a la realidad.
—¿Acaso no entendiste? No te quiero ver en mi territorio —dije con voz ronca.
—Deberías acostumbrarte a verme aquí, cariño —me dijo tratando de sonar inocente.
—Tú deberías acostumbrarte a que no ganarás siempre, pequeña —sonreí por el costado.
Se giró molesta dejándome ver su hermoso y parado culo.
—¿Justin? —dicen atrás mío, me giré y la ví.
—¿Paso algo Bárbara? —le pregunté.
—Yo debería preguntártelo, ¿Qué pasa? —sus ojos mostraban preocupación.
—Ni yo sé lo que me pasa Bárbara —le respondí.
—¿Es por esa chica? ¿Verdad? —mi mirada se fijó es unos ojos celestes, que me miraban con confusión.
Negué.
—No lo niegues Justin. —me regaña— Soy tu mejor amiga y te conozco más que tu mismo.
—¡La carrera está por comenzar! —interrumpió alguien desde el otro lado de la pista.
—¡Ya tenemos un competidor! ¡Terens Anderson! —los gritos de la gente retumbaban en mis oídos.
Alcé mi cabeza para mirar a Bárbara, estaba tan sorprendida, solté una risa.
—¿Sabías que corre? —me preguntó un poco molesta.
Asentí.
—¡¿Quien será el retador?! —preguntó el chico con Terens a su lado izquierdo.
La miré a ella, ella estaba quieta apoyada contra un auto.
—¿Por qué no sale ella, Justin? —me preguntó bárbara en susurro.
—Se trata de lealtad, es una carrera Bárbara todo puede pasar —respondí serio.
—¿A qué te refieres? —preguntó confundida alzando la ceja izquierda.
—Sí dos amigos compiten por "diversión", esa diversión y esa amistad se volverá rivalidad entre ellos.
—Oh —alargó.
—¡Yo seré el retador! —gritó alguien entre la multitud de la gente, la gente se dispersa para poder ver el retador. Su acento me llamo la atención.
Era un chico, sus ojos eran verdes y su cabello negro oscuro una cicatriz resaltaba en su ceja derecha. Su cara me era familiar, ¿pero dónde lo había visto?.
Subieron a sus respectivos autos, la ví nuevamente su cuerpo se veía tenso.
—¡Las carreras son caminos al verdadero infierno! —avisó la chica entre medio de los competidores. Era una pelirroja.
—¡Uno! —levantó su mano izquierda— ¡Dos! —después su mano derecha a la misma altura de la izquierda—. ¡Tres! —gritó finalmente, se sintió en sonido de los autos rechinar.
—Justin —llamo Bárbara, su voz estaba temblorosa.
—¿Qué pasa Bárbara? —pregunté preocupado.
—Era...era Tyler Belikov —le tembló la voz.
—Mierda —susurré, caminé hacía los chicos.
—Creo que llego tú mejor amigo, Justin —me dijo Thomas riendo.
—Cállate imbécil. —gruñí— Dame un arma.
—Toma —dijo Ian dándome un revólver.
—No creo que haya venido sólo, no creo que arriesgaría su vida así —reflexionó Damon, lo miré y sacó un rifle—. Me pondré en uno de los tejados para cuidarles sus culos, será mejor separarse.
Asentí.
—Prepárense chicos, aquí correrá sangre —les dije mientras cargaba el arma.
Bárbara me miraba aterrada, le di un arma, ella la cargo y se la puso en el pantalón.