Ha pasado una semana desde que mi madre había aparecido en la casa de Luke, y mentiría si dijera que no había estado, toda la semana, pensando en lo que ella dijo. No se quería ir de mi mente. Cada pensamiento mío era consumido por lo que ella podría haber querido decir, posiblemente. Me había partido el cerebro, intentando llegar una explicación posible de lo que ella podría haber llamado "error".
Sabía que me volvería loca si no encontraba pronto una respuesta. Necesitaba ir a ver a mi padre.
"¿Crees que podríamos ir a ver a mi papá?" Le pregunté a Luke mientras yacíamos en su cama.
Michael se había ido a la casa de Cora así que, afortunadamente, teníamos el día para nosotros.
"¿Creí que ya iríamos a verlo?" Luke preguntó mientras enredaba mi pelo.
"Quiero decir, ahora. No en este segundo pero en algún momento de esta semana." Dije.
"Seguro pero ¿Qué hace que quieras ir tan pronto?" Cuestionó.
"Es que necesito saber cual fue el error. Si no lo hago, me volveré loca. Es todo en lo que pensé en la semana. Necesito descubrirlo así mi mente puede concentrarse en otra cosa que no sea mi madre ebria y sus secretos." Expliqué.
"May, probablemente te estés rompiendo el cerebro por nada. Te estás convirtiendo a ti misma en una loca por algo que una borracha dijo. Pero, si eso te hará feliz, compraré tres pasajes lo más pronto posible." Luke dijo.
Sonreí y me incliné para darle un beso corto y pequeño. Luke siempre me entendía. No importaba cuan loca yo sonara o cuan molesta podía estar siendo, él siempre se plantaba a mi lado.
"¿Sabes lo que esto significa, cierto?" Preguntó y yo asentí.
Le ibamos a tener que decir a Michael sobre nosotros antes de que nos fueramos.
"Pero, quizás no tenemos que decirle." Dije.
"May." Luke gimió.
"No pero solo piénsalo. Yo podría decir que te estamos llevando solo porque no quieres estar a solas en la casa. Tu madre extendió su viaje a la casa de tu hermano, por todo el verano, entonces, si Michael y yo nos vamos a lo de nuestro papá, tú estarás solo por unos días. Tú solo puedes decir que no quieres estar sin compañía. Además, Michael ya cree que tú y yo somos buenos amigos, así que no será raro. Solo háblale a Michael más que a mí. Actúa como si fueras por él y no por mí." Dije.
"No lo sé, May. No parece una buena idea."
"Lo sé pero, no estoy lista para decirle, aún. Podemos contarle cuando volvamos. Necesito pensar que decir, exactamente."
"Okay. Le diremos cuando volvamos." Luke dijo.
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"Estoy en casa." Michael dijo mientras entraba.
"Estoy aquí." Llamé desde la cocina.
"¿Qué huele tan rico?" Michael preguntó mientras entraba en la habitación.
"No lo sé, porque estoy haciendo comida fría para todos nosotros." Reí, al igual que él.
"¡Wow, May, no soy de la realeza! ¡No te metas en tantos problemas por mí!" Dijo sarcásticamente mientras reía.
"Siéntate a la mesa, llama a Luke, también." Dije.
"Suenas como una madre." Michael dijo.
"¿Quieres cenar o no?" Bromeé.
Michael aclaró su garganta. "Lo siento, yo eh-llamaré a Luke para que baje."
"¡Luke! ¡A cenar!" Michael gritó.
"Yo pude hacer eso." Reí.
Tomé los platos y los serví con comida en cada uno. Me senté frente a Michael, esperando que Luke se sentara a mi lado, cuando bajara.
"Gracias por cocinar, May." Luke dijo mientras se sentaba al lado mío, haciéndome sonreír instantáneamente.
"Solo puse tres entradas congeladas en el microondas, pero de nada." Reí.
"Mi hermana, la chef." Michael rió y yo rodé los ojos.
"Así que, Michael em-Yo pensé que podríamos ir a lo de papá más pronto que antes. Como, en la semana." Sugerí.
"¿Por qué?" Preguntó.
"Porque." Levanté los hombros.
"¿Por qué porque?" Insistió.
"Porque este tema del error está rompiéndole las pelotas." Luke se metió.
"¿Todavía? ¿Por qué te interesa tanto?" Michael preguntó.
"Es solo eso. ¿Vienes o no?" Rugí.
"Si, claro que voy."
"Bien. Oh, y Luke viene, también." Dije, rápidamente.
"¿Vienes?" Él le preguntó a Luke.
"Si, si eso está bien." Luke dijo.
"Obviamente, bro. ¿Por qué quieres venir? ¿Para conocer a nuestro otro loco padre? Menos loco, pero aún así." Michael rió.
"Papá no está loco." Defendí a mi padre.
Por más que mi padre hubiera sido molesto e imperioso, era el único buen padre que teníamos. No era tan cercana con mi papá como a mí me gustaría por el tema de ser tan rebelde buscando la atención de mis padres pero, mientras más tiempo pasaba con Luke, más me percataba de que todo ese tema era una absoluta joda. Luke real y verdaderamente me hacía una mejor persona. Incluso en el mes que pasé con él, soy mejor de lo que he sido en meses.
"Solo quise ir ya que estaré solo, de otra forma." Luke usó la excusa que yo dije antes.
"Awww ¿El pequeñín Luke está asustado de quedarse solo por unos días?" Michael bromeó en una voz de bebé.
Quise defender a Luke pero me mordí la lengua.
"¡Jódete!" Luke rió mientras lanzaba un trozo de brócoli a través de la mesa, golpeando a Michael. Reí ante su comportamiento infantil.
Michael lanzó múltiples trozos devuelta a Luke.
"Chicos ¿Tienen 10 años? Coman su comida, no la lancen." Dije.
"Dios, suenas como una mamá." Luke rió.
"¡Eso es lo que yo dije!" Michael carcajeó.
"No pero de verdad, puedes venir, obviamente, bro." Michael dijo.
"Gracias, hermano." Luke respondió.
"Encargaré los pasajes de avión, esta noche." Dije.
"Ya está hecho." Luke contestó.
"¿Ya los has ordenado? ¿Incluso sin saber si venías?" Michael dijo, sonando sospechoso.
"Oh-eh-bueno, hablé con May sobre esto antes, hoy, y ella dijo que estaba bien si iba, así que los encargué." Luke dijo.
"Okay. Bueno, gracias, hermano. Nos has ahorrado un problema." Michael dijo.
"¿Cuándo nos vamos?" Pregunté.
"Mañana."
"¿¡Mañana!? ¡Necesito empacar!" Dije y salí disparada de mi silla para apresurarme a limpiar la mesa antes de subir las escaleras y armar la maleta.
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"¡Necesitamos estar en el aeropuerto en una hora, chicos! Apúrense." Grité desde el baño, peleando para tener juntas mis necesidades de último minuto.
"¿Has visto mi camiseta de Panic! At The Disco?" Escuché como Luke le preguntaba a Michael.
"Nah, hombre, no la vi." Michael dijo.
"¡Oh! May la tiene." Luke dijo despreocupadamente, posiblemente, sin darse cuenta lo que había dicho y A QUIEN se lo había dicho. Mis ojos se abrieron rápidamente y jadeé. Gracias Dios que no me pueden ver.
"¿Por qué la tiene May?" Michael preguntó.
"Oh-yo-eh-yo se la ofrecí para dormir el primer día que ustedes vinieron." Luke tartamudeó mientras explicaba, probablemente se estaría golpeando en su mente.
"Oh, okay." Michael dijo.
Honestamente, estoy impactada de que Michael no nos haya descubierto todavía. Siempre tenemos demasiados resbalones.
"Hey ¿Tú tienes mi camiseta que te presté la primera noche que te quedaste aquí?" Luke asomó su cabeza dentro del baño, para preguntarme.
"Eh, si. Está en mi habitación. Quiero decir, tu habitación. Digo, la habitación de invitados." Dije.
"Es tu habitación, May." Luke rió mientras me siguió hasta allí para tomar su remera.
"Bueno, no quería sonar como una acomodada." Dije mirando dentro del armario, buscando la camiseta.
"¿Por qué? Acomódate. Vives aquí también. Le hablé a mi mamá sobre todo esto. Ella ama tenerte aquí y a Michael." Luke dijo.
"Gracias." Sonreí. "¡Oh! La metí en la maleta." Dije mientras caminaba hacia mi maleta abierta, saqué la camiseta.
"Te gusta usar mi ropa, veo." Luke sonrió atrevidamente.
"¡Shh!" Lo callé.
"Está bien, te ves sexy en mi ropa." Luke susurró y me dio un suave beso pero me eché hacia atrás.
"¡Luke!" Dije en un grito susurrado.
"¿Qué?" Preguntó.
"¿Estás loco? Michael está en la habitación de al lado. Y la puerta está abierta, nos pudo haber visto."
"Si pero no lo hizo."
"Pero pudo." Dije.
"Pero no." Luke respondió mientras presionaba nuestros labios juntos, esperando que yo lo besara también.
"Fuera." Dije mientras lo empujaba para que saliera de la habitación.
Sonrió y volvió a su habitación.
Él se está volviendo más descuidado con este secreto. Es como si ya no le importara que Michael lo descubra. Quizás es así, pero a mí si me importa.
Prendí el cierre de mi maleta y la llevé abajo, dejándola a un lado de la puerta. Me puse los zapatos y tomé mi celular de la mesa del living. Oí una bocina desde afuera, debía de ser el taxi.
"¡Apúrense, chicos, el taxi está aquí!" Llamé.
Michael y Luke bajaron con sus maletas en la mano.
"Muy bien, vámonos." Michael dijo.
"¿Cuánto tiempo planeas quedarte?" Luke rió y le preguntó a Michael.
"Cinco días. Como ustedes ¿Por qué?" Michael dijo.
"Jesús, suenas como May." Luke respondió.
"No, ni siquiera yo sueno de esa forma." Reí. "Vamos, tenemos que irnos."
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"No vas a ver a ninguno de tus amigos mientras estemos allá ¿Cierto?" Michael preguntó mientras cargábamos nuestras maletas por el aeropuerto de Melbourne.
"¿Qué amigos?" Medio reí. "Ian debe haber hecho que todos me odien."
"¿Ni siquiera Aubrey?" Michael preguntó, ajeno a lo que pasó entre ella e Ian.
"No somos amigas, exactamente." Dije.
"¿Qué? ¿Por qué?"
"No quiero hablar sobre eso." Respondí.
"Pero ustedes dos-"
"En serio, Mikey. No quiero hablar sobre ella." Dije, sin siquiera atreverme a decir su nombre.
Él no la siguió más, por lo cual le agradecí. Subimos al taxi, nos dirigimos a la casa de mi padre, y silenciosamente rogué porque esta semana no fuera un total desastre.