Cuando llegaron al pantano, todos sacaron impacientes sus bocadillos y se sentaron a comer en corros. Todos lo pasaban bien aún sin hacer nada.
Jungkook se alejó del grupo y se sentó solo sobre el césped. Se quitó la mochila y sacó su bocadillo.
-¿Puedo sentarme contigo?
Jimin agarraba su pesada mochila con las manos, al parecer uno de los asas se había roto.
Jungkook se encogió de hombros.
-Si te sientas a mi lado no podrás ver las luciérnagas, seguro que las espanto por ser ruidoso.
Jimin dejó su mochila en el suelo, junto a él y se sentó a su lado.
-No eres ruidoso.
-Pero esta mañana dijiste que si.
-Lo sé...perdón. Es que quería estar solo.
-Oh...tambien en el bus?
Jimin suspiró.
-No...pero...no sé. Me daba verguenza. Los niños de mi curso no hablan con los del tuyo.
-¿Te doy vergüenza entonces?
-No! No pero...no sé, a veces haces que me ponga nervioso. Y mi corazón late tan fuerte que me asusta. Perdón.
Jungkook sonrió ampliamente.
-A mi tambien me pasa!
Comieron sus bocadillos y la profesora llamó a todos para moverse de sitio, donde encontrarían, con suerte, las aclamadas luciérnagas.
Mientras esperaban a ver a alguna, esperanzados, muchos se tumbaron en la hierba, y Jimin y Jungkooknles imitaron, tumbados uno junto al otro.
Desde esa zona de la ciudad, las estrellas podían verse con claridad y eran hermosas.
-Jimin, ¿imaginas que el cielo es un enorme pantano azul y las estrellas luciérnagas gigantes?
Jimin sonrió ante el inocente comentario de Jungkook y le miró como quien mira un cuadro.
Jungkook acababa de cerrar sus ojos, cuando sintió algo en su nariz.
Los abrió y una enorme estrella le cegaba la visión.
-Jimin!!
Jimin reía, la primera luciérnaga se había posado sobre su naricita.
-Espera Jungkook, no te muevas, avisaré a la profe!
De pronto todo el mundo había formado un círculo alrededor de Jungkook, observando asombrados el extraordinario insecto, que por
desgracia fue el único que lograron ver en toda la noche.
Aún estaban tumbados observando las estrellas cuando Jungkook agarró la mano de su amigo.
-Jimin, creo que me gustas mucho.
Jimin miró a Jungkook con el pulso latiéndole fuertemente.
-¿Que dijiste?
Jungkook se incorporó.
-¿Si fuese una niña con un bonito vestido me querrías?
Jimin se coloró.
-Su...supongo que sí.
Jungkook sonrió.
-Entonces compraré uno, para que me quieras tanto como a tus bichos.
-Jungkook, no debes comprar nada, me gustas asi.
Esta vez fue Jungkook quien se sonrojó.