No crees que desde acá se ve todo más hermoso? Preguntó Caroline a su eterno y Leal protector JC. El muchacho apenas si hizo ademán de mirar hacia el crater circular tallado en piedra que hacía las veces de ventana, si, está hermosa, dijo en tono desalentado y sin interés. Habían pasado ya cuatro años desde aquel día en que por azares de la vida, JC, que en teoría debió morir con el resto, milagrosamente sobrevivió al brutal ataque de Crettar; la cicatriz profunda, y que en días como ese de luna llena, le recuerdan el horror que tuvo que padecer, son suficiente motivo para seguir adelante con su objetivo.
Cuando la niebla se disipó aquella mañana, las autoridades locales se sorprendieron al notar el enorme charco de sangre que rodeaba al par de desafortunados que allí se encontraban. Auxiliaron primero a Caroline, que si bien no había recibido mayor daño físico, aún continuaba desmayada, luego a un JC al borde del desangre, pálido, y con el pulso débil. Lograron estabilizarlo, y en cuánto Caroline despertó, su instinto la puso en un estado de shock donde distorsionaba la realidad, hubo la necesidad de aplicarle un fuerte calmante para poder controlarla. Ambos fueron trasladados al hospital más cercano, mientras las autoridades intentaban explicar una mancha color azul obscuro que se extendía por más de tres kilómetros, y que se perdía dentro de un pequeño lago cristalino de aquel lugar. El díctamen de investigación no pudo concluir, qué había provocado aquella mancha, así que pronto aquel lugar fue invadido por legos, y expertos en materia de lo paranormal.
JC se debatía entre la vida y la muerte; sobrevivió a tres pre infartos, y aunque por algún tiempo los doctores pensaron que no tenía salvación, después de cinco largas semanas, por fin pudo estar consciente de su entorno.
Dónde está la niña?
La enfermera de turno, y que no se había percatado del sorpresivo despertar de su paciente, brincó del susto, y quedó allí impertérrita ante la mirada fija de JC.
Yo estaba con una niña pequeña, dónde està?
La enfermera recobró su consciencia y salió disparada en busca de algún doctor. Se fue tan rápido, que aquel hombre no tuvo tiempo ni de intentar detenerla. JC cerró los ojos, e intentó recordar aquellos momentos angustiosos que vivió antes de desmayarse por completo. Recordó a un demonio enojado, irasible, impotente y muy mal herido que se alejó rápidamente por entre los árboles, también recordó a una pequeña pero muy valiente Caroline que no se dio por vencida, y por último su memoria lo trasladó a cada una de las muertes, de los que lo acompañaron en el viaje.
La hermosa kelly, la intrépida claudia, el sabio Doc, la abnegada madre, y el padre amoroso. Esos rostros jamás los olvidaría, así como la forma en que murieron aquellos seres. Pocos minutos después entró un doctor acompañado de la enfermera. Era un tipo de tez oscura, alto, bastante corpulento y su rostro no dejaba ver expresión alguna, ni de felicidad, o tristeza. JC infirió que era una persona de carácter fuerte, y que posiblemente no se iba a andar con rodeos cuando le preguntase alguna cosa. JC no podía estar más cerca de la realidad, incluso no fue necesario preguntar absolutamente nada porque apenas saludó, comenzó a relatar todo lo que necesitaba saber.
- señor, lo encontramos a usted junto con la niña llamada Caroline hace más de cinco semanas. JC se sorprendió al oír aquello, no imaginó que hubiese pasado tanto tiempo.
- Cuándo las autoridades llegaron, ambos se encontraban en medio de aquella carretera, un charco de sangre cubría el lugar, y de momento se pensó que solo la niña había sobrevivido; obviamente se equivocaron bastante no? JC no sabía si tomarlo a modo de burla, o contestar de alguna forma, optó por lo segundo, y en respuesta esbozó una sonrisa que salió algo fingida.
Lograron estabilizarlo, por fortuna para usted, pero temo ser portador de malas noticias. JC volvió a sentir el mismo escalofrío que cuando Crettar lo hirió en aquella desolada carretera.
Qué pasó con Caroline? La voz se le oyó entre cortada, pero el doctor permaneció inexpresivo.
- Aunque fisicamente, se encuentra en excelente estado de salud, su parte psicológica no esta bien. JC sabía a que se refería, pero no podía decir nada.
- Desde que fue rescatada, ha tenido episodios depresivos constantes, alucinaciones, y pesadillas recurrentes con alguna especie de demonio que según ella, quiere arrastrarla al infierno. Pobre Caroline, pensó JC, debe estar asustada y sola. Hemos intentado contactar con sus padres, pero ha sido imposible, esperamos que usted pueda cooperar con nosotros y las autoridades, ya que hay muchas incógnitas sin resolver.
JC no entendía aquello de " hemos intentado contactar a sus padres, pero ha sido imposible" a caso no han encontrado la casa? O los cuerpos? Algo raro estaba sucediendo y tenía que averiguarlo lo más pronto posible.
En algún momento entrará un oficial de policía, para continuar con la investigación del caso, espero que tenga la disposición para ayudar. Dicho esto, el doctor dio media vuelta y se marchó junto con la enfermera.
Las horas siguientes transcurrieron lentamente, y la zozobra de no saber nada de Caroline, lo ponía tenso. Pese a que deseaba con todas sus fuerzas, levantarse de allí, e ir en busca de la pequeña, su estado fisico no era el mejor, y por otra parte, no tenía idea de donde comenzar la búsqueda de la chiquilla. Cerca de las cinco de la tarde, entró un oficial de policía; vestía un sencillo atuendo con corbata, olía a lavanda, y contrario al doctor, sus ojos revelaban una particular alegría.
- Mucho gusto, dijo al tiempo que extendía su mano para saludar, soy el Teniente jimenez, soy el encargado de llevar a cabo la investigación de los sucesos que lo involucran a usted, y a la pequeña Caroline. JC, dubitativo dejó al Teniente Jimenez con la mano extendida pero sin quitar la vista de él. Al teniente pareció no importarle aquello, y comenzó a hablar e indagar acerca de lo que le interesaba.
- Tiene algún parentesco con la niña, señor...JC? Para este, resultaba raro la forma en que se dirigía a él; normalmente, las autoridades suelen llamar a los interrogados por sus apellidos y nombres completos, por qué el doctor y aquel supuesto policía solo lo llamaban JC? lo primero que se le vino a la mente, fue que no sabían nada de él, y que si propalaba con cierta duda su apócope, probablemente era el nombre que les había dado Caroline. JC supo entonces que tenía ventaja, y estaba dispuesto anaprovecharla.
- Dónde está Caroline?
El teniente jimenez, con más de 20 años al servicio de la policía, seguramente estaba acostumbrado a todo tipo de interrogatorios. Pasó por alto el hecho de que ignoró por completo su pregunta,porque supo que no ganaría nada con insistir.
La niña, señor JC está confinada en un centro de reposo, en el centro de la ciudad. JC, sintió pena por la niña, y ahora más que nunca debía hacer algo por rescatarla.
- Cuándo podré verla?
Normalmente las preguntas las hago yo, señor, asi que si quiere saber más, debe cooperar, de lo contrario, todas sus dudas se quedarán allí, en su mente encerradas.
JC sabía que tenía razón, así que no viendo más opción decidió jugar sus cartas, de esa forma sabría hasta que punto podría confiar en él.
Caroline es mi hermana menor, el teniente se quedó viéndole fijamente, y JC en respuesta no parpapdeó ni un solo instante. Ya veo, dijo el teniente mientras sacaba una pequela libreta y un esfero. Por algunos instantes, JC se arrepintió de haber mentido tan apresuradamente, pero al notar que el policía le creía, los miedos se socavaron rapidamente. hablaron durante un largo rato, y JC se sorprendió al enterarse de que no encontraron cadàveres en la casa, ni en los alrededores, según el policía, el bello lugar estaba como si nadie hubiese estado allí hace mucho. al parecer Caroline les contó con lujo de detalles lo sucedido, y al notar que no había nada ni nadie, dictaminaron que la niña sufría de algún trastorno psicológico. por más que insistió el Teniente, de JC no obtuvo mayor detalle de ese día, y lo dicho por este, coincidió perfectamente con la versión de la niña.
En cuanto salga de aquí... podré ir a ver a Caroline?
su voz tenía un tono seguro y fuerte, y al preguntar clavó sus ojos en los del teniente.
- Temo que de momento es imposible; el psiquiàtrico central la tiene aislada y sedada todo el tiempo, ya sabe,por seguridad de ella misma. ! claro, por seguridad! JC se sintió algo decepcionado, pero por lo menos logró saber donde se encontraba exactamente. El teniente jimenez se retiró con una sonrisa débil y sin despedirse formalmente. cerca de las ocho de la noche, la enfermera entró con la cena para el paciente; JC tenía tanta hambre que aquella gelatina sin sabor, el par de arepas sin queso, la sopa baja en sal, el arroz blanco sin sal por supuesto, y aquellas papas apenas pasadas por agua, le supieron a manjar de Dioses. devoró todo con tanta premura, que aquella enfermera silenciosa no tuvo tiempo de sentarse a descansar. retiró la bandeja de inmediato, y aunque JC le suplicó por una porción màs de gelatina, aquella chica se limitó a negarse argumentando que la comida estaba contada. decepcionado, pidió una computadora, a lo cual la enfermera accedió más facilmente. la lapto era algo vieja, pero podía navegar en internet sin ningún inconveniente. averiguó todo lo que pudo acerca de aquel psiquiátrico, memorizó los lugares a través de las fotos que halló, luego buscó noticias relacionadas con el suceso, y la duda de saber que había pasado con todos sus instrumentos y herramientas, lo hacía enojar. accedió a su nube, donde almacenaba todo lo que grababan sus equipos, pero para decepción, solo halló las fotos, videos y audios que grabó él mismo. En algo tenía razón el teniente Jimenez, y era en que la casa estaba intacta. los videos que grabó la policía, no mostraban mayor cosa, la entrada con la enorme reja negra, árboles por doquier, no estaba el trailer, ni mucho menos su auto, no había sangre, y en el interior, todo estaba perfectamente organizado, no hubo cuerpos, ni huellas que dejaran algo de evidencia. JC estaba totalmente confundido, empezaba a dudar de que alguna vez hubiese estado en aquel lugar, pero se mantenía firme en su convicción de que Crettar era el perpetrador de tal acto.
su espalda y piernas le dolían en exceso, y cualquier intento de levantarse o moverse era bastante tortuoso. tocó su pecho, y notó la herida que cicatrizaba lentamente; fue un verdadero golpe de suerte el haber sobrevivido aquel día, cinco personas no contaron con una segunda oportunidad, y pese a que JC jamás fue un hombre de mucha fe, estaba seguro que había sobrevivido con un propósito muy grande. cerró sus ojos, no tenía sueño, pero necesitaba enfocar su mente, aclarar ideas, y generar soluciones rápidas a lo que estaba viviendo. escuchó a las enfermeras reír en el pasillo, el viento soplar al entrar por su ventana, el molesto bip que producía la maquina a la que lo tenían conectado, y el suave soplido que producía el aire acondicionado del techo. revivió aquel día en su mente, pero esta vez no caía desangrandose, no veía a Caroline gritar de miedo, ni a Amanda entrar a la jaula en sacrificio por su hija, no, esta vez Josep no estaba en un charco de sangre, estaban todos de pie, y aquel demonio de obscuridad y maldad, yacía de rodillas, muriendo lentamente, intentando huir a hurtadillas, gritando en tono gutural algo inentendible, y con total dominio de la situación entre todos lo devolvían al infierno del que jamás debió salir.
aquel final era mucho mejor que el real, JC sonrió, abrió sus ojos, giró un poco y observó por la ventana aquella luna llena, los cerró de nuevo y dijo en voz alta... que bonita luna.