Pov Shay.
Por más que me negara, las nalgadas se detuvieron. Pero eso no fue el final, le tocaba a ella, y ser una inexperimentada no me haría fallar en mi única puta tarea de hoy: hacerla venirse.
Retirando su cabeza que estaba apoyada en mi espalda, la miro y estaba dormida. Maldecí en 100 idiomas y 100 colores, pero ese no sería el final. Agarre mi teléfono y miré la hora, las 11:30, veo que la deje cansada, fui al reloj y puse una alarma a las 5 de la mañana, yo sabía que ella iba a seguir dormida, pero la iba a despertar de la mejor manera.
Sexo matutino, ¿qué mejor? Ese fue mi último pensamiento antes de quedarme completamente dormida.
Como no, me desperté a las 5 de la mañana y apague la alarma rápido para que ella no se despierte. Me paré muy despacio, hice pis, tomé agua de la canilla del baño y me lavé los dientes.
Volví a la cama deseosa y ya caliente, abrí la frazada por la parte del final de la cama y me metí ahí cual serpiente a punto de atacar. Con mi mano derecha empecé a hacer suaves masajes en su zona, aun sin estar despierta su boca se abrió inmediatamente dando señales calentitas. Me arrastré por su cuerpo hasta quedar encima de ella y besé sus labios suavemente, nombrándola en pos de que se despertara. Luego de unos minutos, unos cuantos besos y con mi mano aun en su vagina, conseguí que se despertara. Estuvo un poco confundida por unos 3 segundos y luego cedió. Bajé desde su cara hasta su zona, que cabe aclarar ya estaba húmeda, pasando por sus pechos y depositando suaves besos en su abdomen y su zona púbica. Deposite un beso en su clítoris y proseguí a masajear su vagina con mis dedos, frotando por los costados mis dedos pude notar su humedad y su deseo. La miré pidiendo permiso para introducir mis dedos en su centro y ella replicó:
¿Que estas esperando? -preguntó con una sonrisa
Mi dedo índice entro en su agujero central penetrándola por primera vez, ella se estremeció, mientras mi pulgar continuaba masajeando su clítoris. Luego de unos minutos cuando ella empezó a arquear su espalda, de apoco, acelere el proceso e introduje mi dedo del medio y mi dedo anular, aumente la velocidad de la embestida y me propuse a hacerla llegar en esa vuelta. Mientras mis dedos hacían el trabajo interno, mi boca reemplazo a mi pulgar y con mi lengua empecé a dibujar círculos y a succionar en su clítoris. Levante la vista y ya que antes no podía porque estaba muy concentrada, logre ver la mejor imagen jamás vista, Ashley con sus ojos entrecerrados, su boca entreabierta y su cuello duro, se le marcaban los músculos del cuello, ya incorporada estaba apoyada en sus brazos e inclinada hacia atrás, con la espalda curva a punto de quebrarse, resoplando y suspirando.
Sus piernas logran entender la situación y empieza a tener reflejos, cual soñado, se estaba viniendo, retire mis dedos de su coño para dejarle espacio y puse mi lengua en su agujero recogiendo cada gota de su delicioso elixir. Sus piernas temblaban sin control y yo subí a darle una probada de su propio ser, nos besamos apasionadamente y nos hicimos caricias hasta caer dormidas.