Había estado esperando casi todo el día para el regreso de su papá, ya era de noche y necesitaba hablar con él sobre el piano. No quería hacerlo, pero tenía que hacerlo, por su piano, y por Jimin; Yoongi no se rendiría jamás.
-¿Cómo te ha ido en el trabajo amor?- Yoongi escuchó que su mamá recibía a su papá en la puerta de entrada, y decidió que esperaría un poco más, no quería interrumpir.
-Bien, como siempre.
-Oh, ¡me alegra mucho! Ya preparé la cena, en unos minutos pongo la mesa y estará todo. ¿Tienes hambre?
-Sí, mucha, ya que la comida que me diste hoy para comer en el trabajo no me llenó nada, pero bueno, gracias por tu esfuerzo.- A Yoongi le daba rabia que su papá le hablara de esa manera a su mamá, pero sabía bien que no tenía que meterse en esas cosas.
Escuchó unos pasos, y supo que su papá y mamá estaban moviéndose. Yoongi sintió los latidos de su corazón acelerarse, estaba listo, pero nervioso hasta las yemas frías de los dedos.
Quería lograr que su papá le dejara tocar el piano de vuelta, lo lograría.
O eso pensó.
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-Papá, ¿podría hablar contigo? Es sólo un momento.
-Si es sobre el piano, no me interesa escuchar nada al respecto. Es más, hijo, ¿cómo te va en los estudios? Tu madre me dijo que tus calificaciones y promedio en general bajaron.- Yoongi tragó en seco, tal vez se había estado divirtiendo un poco con el piano y por eso había dejado de lado un poco sus estudios. Pero ese no era motivo como para que no lo dejasen tocar ¿no?
-Yoongi.- La voz gruesa y áspera de su padre hizo que Yoongi pegara un pequeñito saltito en su lugar.
-¿S-si... papá?
-Tu única responsabilidad es estudiar, no trabajas y por ende, vivís de MI dinero, en MI casa, y bajo MIS reglas. ¿Lo entendés?- Yoongi asintió con la cabeza gacha, sentía un nudo formarse en su garganta, y él no se perdonaría volver llorar frente a su papá.
La última vez que lloró frente a él, obtuvo un golpe en su cachete que se convirtió en hematoma.
-Papá... S-si... yo aumento mis calificaciones, ¿podrías dejarme tocar el piano otra vez? Por favor, sólo... Sólo eso te pido.
-Aunque aumentes tus calificaciones, cosa que TENDRÁS que hacer igual, no voy a dejar que vuelvas a tocar ese piano. Ahora, alejate de mi vista.
Yoongi quiso seguir hablando, lo intentó, pero no hubo caso alguno.
Corrió a su habitación, y se encerró. Se acostó en su cama, y mordió sus pequeños labios en frustración, no había podido hacer nada.
Él sólo quería a su piano y a Jimin ¿tan difícil era lograrlo?