CAPITULO N°7: “UNA NUEVA AMIGA Y UNA ANÉCDOTA”
Llegamos a la casa de Nicolás y tocamos la puerta. Nos atiende Katherine.
- Hola chicos pasen- nos saluda alegremente con un beso en la mejilla a cada uno.
- Hola – le contestamos.
Al entrar a la casa me sorprendió lo lujosa que era. Me quede observando embobada el lugar y siento que Tony me susurra al oído.
- Ya sé que la casa es hermosa a la vista pero cierra la boca que te va a entrar una mosca- me dice riendo.
Cierro la boca no me había dado de mi reacción. Menos mal que me aviso sino hubiera pasado una vergüenza fatal frente de todos. Nos dirigimos a un comedor igual de hermoso donde se encontraban los demás chicos. Entonces lo chicos comenzaron a levantarse uno por uno para saludarnos.
Pero estos chicos se toman mucha confianza ya que nos saludan con un beso en la mejilla y por educación también los saludo. Cuando llego el turno de Nicolás de saludarme y me da un beso en la mejilla siento un estremecimiento en cuanto roza sus labios en mis mejillas. Siento que un hormigueo recorrer por todo mi cuerpo.
No sé que me sucede desde que conocí a Nicolás me comienzan a ocurrir reacciones que son desconocidas para mí. Solo espero que no se dé cuenta de mi reacción. Entonces levanto la mirada y veo que Nicolás me mira a los ojos. ¡Qué vergüenza! Se dio cuenta de mi reacción y me empiezo a poner nerviosa. Al parecer también se dio cuenta de mi nerviosismo.
- ¿Qué te sucede? Te veo algo nerviosa- me susurra todavía a mi lado.
- ¿Qué te hace pensar eso? – le respondo con otra pregunta – ¿Yo nerviosa de ti? – me señalo con el dedo- no me hagas reír – le digo tratando de disimular mi nerviosismo.
Por último para salir de esa situación, me doy la vuelta y me dirijo a los demás chicos.
- ¿Chicos ya buscaron algo de información?
- La verdad todavía no buscamos nada- me habla Katherine – ¿ustedes buscaron algo?
- Si. Con Tony buscamos algo pero no nos alcanzo el tiempo así que buscamos por la mitad.
- Está bien. ¿Quieren comer algo antes de buscar información en las computadoras?- nos pregunta educadamente Katherine.
- ¡Sí! Tengo mucha hambre- le contesto Tony entusiasmado.
- Hace unas dos horas comimos. ¿Todavía tenés hambre?- le golpeo en la costilla con el codo y le hablo al oído molesta- sé más discreto.
- No pasa nada. Entiendo que tenga hambre- me sonríe Katherine- Yo estoy rodeada de hombres y comen a cada rato.
- Te ayudo a preparar algo – le digo a Katherine
- Bueno acompáñame a la cocina y me ayudas.
La acompaño por un pasillo y entramos por una puerta. La cocina era hermosa al igual que la casa. Tiene todo de última tecnología en su cocina. Comencé a ver toda la cocina con una mirada de admiración y Katherine se da cuenta de mi reacción.
- Hermosa. ¿Verdad?- me dice Katherine refiriéndose a la cocina.
- Tu cocina es impresionante al igual que tu casa – le hablo todavía viendo la cocina.
- Gracias. A la cocina como al resto de la casa la tuve que decorar sola porque si espero de los demás la casa sería un desastre- haciendo una mueca de disgusto.
- Katherine piensa el lado positivo si los chicos te hubieran ayudado en la decoración de la casa vos crees que hubiera quedado igual o mucho mejor de lo que se encuentra ahora- le digo levantando una ceja.
- Nunca me detuve a pensar de esa manera pero de cualquier modo me reconforta.- me responde alegre- pero solo te pido un favor.
- ¿Cuál?
- Que me llames Kate como me dicen mis amigos- me habla alegremente
- Pero no somos amigas- le respondo confusa.
- Pero podríamos serlo. Solo date una oportunidad podríamos ser las mejores amigas. Además somos vecinas y podríamos pasar tiempo juntas- me habla con más alegría todavía.
Me detuve a pensar en su proposición. Al nunca tener una amiga, no sabía si tomaba una correcta decisión pero no perdía nada si lo intentaba al fin al cabo tendría una amiga del cual podía hablar de temas que no podía hablar con Tony aunque fuera mi único y mejor amigo.
- Podríamos intentarlo. Pero te advierto que no sé nada de cómo ser una amiga – luego agacho la cabeza- para que luego no te desilusiones conmigo.
- Como me vas a desilusionar- pone una mano en mi hombro derecho- ya que somos amigas que no se hable más del tema.
Luego de la conversación comenzamos a preparar unos cuantos sándwiches y los llevamos al salón. Cuando entramos vemos que los chicos no tardaron en hacer amistades y estaban jugando a la play.
- ¡A bueno!- dice Kate- me parece que la reunión de hoy era para hacer un trabajo y no para jugar.
- Si la verdad es que estuvimos pensando con los chicos que nos queda tiempo todavía para hacer el trabajo y no nos tendríamos que apresurar – habla uno de los vecinos.
Me fijo en el chico y parece una copia de Kate pero masculina. Tiene tez blanca, pelo corto cobrizo, ojos castaños pero la única diferencia que se encuentra la vista es en la estatura. Kate es mucha más baja y el chico es de la altura de Tony.
- ¡Hay Samuel, hermanito!- habla dirigiéndose hacia él- no tenemos tiempo para que ustedes anden jugando- pero él ponía cara de triste frente a Kate- ¡está bien! Por hoy dejaremos el trabajo para otro día pero eso si, la próxima reunión hay que trabajar. ¿Están todos de acuerdo?- hablo hacia el grupo
- Entendimos perfectamente- responden al unísono los chicos.
- ¿Y tu Liz?- me pregunta Kate.
- Si no hay otra opción estoy de acuerdo- respondo- ¿pero escuche bien o le dijiste hermanito a Samuel?- me dirijo hacia Kate.
- ¿No sabias? Samuel y yo somos mellizos- me contesta abrazando a su hermano por el cuello.
- ¡Kate muévete! que no me dejas ver la televisión- le habla su hermano molesto.
- ¡Gol! – grita Tony en ese momento. (están jugando al PES)
- ¡Ese gol no se toma en cuenta!- reacciona Samuel enojado levantándose de su asiento a la vez que deshace el agarre de Kate y se dirige al aparato y reinicia el juego.
- No seas mal perdedor – le habla Tony - no importa las veces que reinicies el juego siempre terminaras perdiendo.
- ¡Eso lo vamos a ver! – le contesta Samuel y toma el joystick comenzando a jugar. Ante el comportamiento de Samuel todos comenzamos a reír.
- ¿¡Y ustedes de que se ríen?! ¿¡pueden hacer silencio que no puedo concentrarme?!- grita totalmente enojado Samuel.
- Es solo un juego- le dice Kate levantando la ceja- No es como si fuera el fin del mundo porque perdieras un partido. Puedes ganar la próxima.
- Kate, hermanita. Creo que eres la menos indicada para hablar del tema- habla Samuel poniendo pausa al juego y dirigiéndose hacia Kate- o no te acuerdas de aquella anécdota que sucedió el verano pasado en la casa de Nick.- le habla levantando una ceja.
- No sé de qué me hablas- le responde de inmediato Kate desviando la mirada.
- Al parecer mi hermanita tiene memoria a corto plazo – le responde Samuel con una media sonrisa – pero no te preocupes que tu querido hermanito te va a ayudar a recordar aquella divertida anécdota.
- Mark ayúdame en esto – se dirigió hacia un muchacho sentado en otro sillón. Es un muchacho de tez blanca, cabello castaño, ojos verdes y de la misma altura que Samuel.
- Vos sabes que no meto en las peleas de los hermanos- le habla Mark con una mirada pidiendo perdón.
- Y tu Alex?- se dirige al chico que se encuentra sentado al lado de Mark.
- Yo opino lo mismo que Mark- le dice Alex. Es un muchacho de una altura un poco más bajo que Samuel, de tez morena, de ojos grises y cabello negro.
- Matt?- Kate le habla en tono suplicante que se encuentra sentado al lado de Samuel.
- Sam piensa no hace falta contar aquella anécdota- le habla Matt a Samuel intentando convencerlo de que no hable pero este lo ignoro- Kate lo intente- le dice Matt a Kate. Es un muchacho de la misma altura que Alex, de cabello rubio, de tez blanca y ojos azules.
- Nick eres mi última ayuda- le habla con ojos de suplica- dile a Sam que no hace falta contar aquella anécdota. Por favor- le dice Kate juntamos las manos.
- Hay Kate! Tú sabes que cuando una idea se le mete en la cabeza a Sam no hay nadie que pueda pararlo. Así que me parece que tendrías que ir resignándote a que la cuente- le dice Nicolás.
Kate al escuchar a Nicolás de su resignación, agacha la cabeza de forma resignada.
- Bueno voy a contarles aquella divertida anécdota para que ustedes juzguen quien de los dos es mal perdedor- dice Samuel acomodándose en su asiento- Esto ocurrió el verano pasado en el patio de la casa de Nick. Nos encontrábamos jugando un partido de Vóley de chicos contra chicas. Los chicos ganamos al último minuto y comenzamos a festejar. Pero en el equipo de las chicas a la única que no estaba muy contenta que digamos por el resultado fue a mi hermanita Kate. Ella comenzó a gritar y llorar parecía una loca desquiciada por haber perdido. Le dijimos que se tranquilizara estaba totalmente fuera de sí. Luego de un tiempo se tranquilizo pero yo sabía que tramaba algo porque cuando se calmo no me dijo nada se quedo callada. Después de que se tranquilizara yo me dirigí hacia la entrada de la casa y sentí que alguien me perseguía. Miro de reojo antes de entrar y miro que Kate quería pegarme una piña por detrás y en aquel momento reaccione. Me corrí al costado de ella al mismo tiempo que comenzó a lanzarme el golpe. Pero ella no reacciono y termino golpeando a la puerta. Escucho que algo se rompe y cuando miro a mi hermana se encontraba llorando del dolor porque al parecer se fracturo la muñeca de su mano. Yo en ese momento no le dije nada solamente la ayude a entrar y llamamos a un doctor. Cuando le pusieron el yeso ahí comenzó la diversión. Cada vez que la encontraba me burlaba de su accidente. Estuvimos así por unas dos semanas hasta que le quitaron el yeso- luego coloco una mano en la barbilla quedando pensativo – pero pensándolo bien somos iguales. Creo que es una herencia de familia.
Después de que Samuel haya terminado la historia Tony comenzó a reírse. Kate le dirigió una mirada asesina pero Tony no parecía percibirla entonces para ayudarla me acerque a él le di un codazo en las costillas bastante fuerte. Al recibir el golpe paro de reír debido al dolor que le causo y me miro confundido. Yo solamente le digo: ¡Cállate! Y le dirijo una mirada asesina. Entonces parece que se da cuenta de su error y se disculpa con Kate. Kate me mira susurrando gracias.
- ¡Esto no se queda así Sam! No soy la única que tiene anécdotas divertidas – le dijo Kate y se va a su habitación bastante molesta.
Samuel no le hace caso a su advertencia y sigue jugando. Los chicos también hicieron lo mismo. Yo era la única que sobraba en ese momento. Pero no me podía ir sin Tony así que decido pasar el tiempo yendo al jardín.
Me siento detrás de un árbol y comienzo a escuchar música por el celular. En un momento me canso de la música y la apago. En ese momento siento que alguien se acerca. Pero escucho más de una pisada, venia con compañía. Se ubican cerca del árbol y comienzan a hablar. No me vieron porque me encontraba detrás del árbol.