Se dirigió hasta el estudio, cogió el teléfono con esperanzas de que fuera él quien estuviese llamando, y de manera muy sensual contestó:
—¿Buenas noches?
—Hola, preciosa —Saludó, se dio cuenta de que él estaba sonriendo —Soy Adam.
Jenna hizo una expresión de decepción al percatarse de que no era su príncipe gruñón. Apenas él la había saludado se dio cuenta de que no era Alex. Pero eso no le iba a impedir disfrutar de su trabajo ¿cierto? Además, Adam tenía una linda voz.
—Caliente bebé —Le respondió — ¿sabes? Ahora estoy quitándome la blusa — Se mordió el labio inferior, mientras se desabrochaba la blusa y caminaba en dirección a la habitación.
—Ay, así bebe, sigue —Dijo Adam, con deseo.
—Me quitare la falda. Lástima que no estás aquí para ayudarme —Esbozó una sonrisa pícara. Le encantaba tentarle a sus clientes.
Se puso de pie sobre la cama, con los pies descalzos. Siempre se emocionaba cuando tenía que hacer una de sus llamadas.
—Abriré el cierre de mi falda y la deslizaré muy lentamente hacia abajo — Jenna colocó el teléfono sobre su hombro y lo pegó por su oído mientras intentaba bajar el cierre, pero este se atascó. —Mierda... —Susurró.
— ¿Mierda? —Preguntó confundido, Adam.
—Me estoy meneando para ti —Dijo mientras se meneaba queriendo distraerlo de lo que acababa de decir.
El maldito cierre seguía sin querer bajar, se le estaba queriendo poner difícil el amiguito ¿eh? Con los intentos de querer bajar el cierre y la meneada que estaba haciendo comenzó a desequilibrarse, llegando en un momento hasta la orilla de la cama.
—Quítate la falda, cariño — Su voz sonó con una pizca de irritación y cansancio.
—Ya me lo estoy...
— ¡Jenna! —Exclamó alguien, entrando a la habitación, dándole un susto de muerte.
Jenna se tropezó con sus propios pies por la sorpresa, cayéndose al suelo boca para abajo.
— ¿Pero qué rayos hacías sobre la cama? —Preguntó, aguantándose las ganas de reír. — ¿Te has lastimado fuerte? —La ayudó a colocarse de pie.
—Auch... un poco —Se quejó Jenna, mientras cortaba la llamada y se sobaba la frente, sentía un pequeño ardor— ¿Pero qué haces aquí, Nicolas? — Frunció el ceño, observándolo.
—Es mi departamento —Dijo lo obvio mientras rodeaba la cintura de Jenna con sus brazos y la pegaba a él —. Además, si tengo viviendo conmigo a una mujer tan sexy como tú —Comenzó a besar su cuello con suavidad —, es muy difícil que no aparezca.
Él la empujó suavemente a la cama y Jenna cayó de espaldas sonriendo. Nicolas era un hombre guapo y tierno.
—Ya comenzaba a pensar que te olvidaste de mi... —Fingió tristeza, Jenna, haciendo un puchero tierno mientras le desabrochaba los botones de su camisa.
—Eres una chica muy especial para mi ¿sabías? —La miró con ternura — y por eso deberías sentirte muy halagada —Bromeó haciendo que Jenna sonriera —Te quiero, Jenna.
Él besó su frente con cariño.
***
Era domingo por la tarde y Alex caminaba por los suelos del gran shopping, en compañía de Ryan. Su amigo lo había obligado para que lo acompañase a escoger un regalo costoso para su Zoey, la recepcionista de su empresa. Se había quedado flechado con aquella mujer, al parecer.
— ¿No era que no creías en el amor? —Preguntó de forma irónica Alex mientras lo miraba de reojo.
—No creo —Sonrió con picardía, observando a las tantas chicas hermosas que pasaban por ahí —, pero Zoey no es como una de estas —Dijo señalando discretamente a las chicas que los miraban con picardía y lujuria y hambre por el dinero que ambos tenían.
— ¿Cómo lo sabes? No la conoces. Ni siquiera has salido con ella para afirmar tal cosa —Frunció el ceño pensando en que ninguna de esas mujeres se les hacía más atractiva que... Jenna.
—Simplemente lo sabes, por la primera impresión. Ella no me siguió la corriente cuando la coqueteé.
—Absurdo.
—No lo es, además... ¡Oye! —Exclamó fascinado frente al expositor de latienda, sujetando a Alex por el codo para que no siguiera caminando. Detrás del vidrio había varios maniquís con vestidos extravagantes, enespecial uno, el que estaba mirando fijamente su amigo; era un vestido negro,ajustado y bastante atractivo con un profundo escote en V y mangas largas.
— ¡Me lo llevo!
—¿Estás seguro? ¿No crees que sea algo muy...?
—¿escandaloso? —Terminó la frase de Alex, alguien, a sus espaldas.
Ambos hombres dieron un pequeño respingo y se giraron para observarla, llevaba dos bolsas de cartón en las manos. Visiblemente había estado haciendo compras también.
—¿Jenna? ¿Pero qué haces aquí? —Preguntó, Alex, notablemente sorprendido.
Jenna levantó las manos, mostrando las bolsas y alzando las cejas. ¿Era obvio lo que estaba haciendo ahí o no?
—¡Señorita Jenna! —Exclamó Ryan, acercándose a ella y besando ambas partes de su cara sin darle tiempo a la muchacha de reaccionar —Que agradable sorpresa volver a verla, ¿cómo ha estado? —Sonrió realmente feliz de verla.
—Muy bien ¿señor...? —Indagó mirándolo con los ojos entrecerrados, no recordaba su nombre, ni siquiera recordaba si se lo había dicho.
—Por favor, ¡nada de señor! Me hace sentir viejo —Frunció los labios hacia abajo —llámame Ryan.
—Ryan —Le dijo sonriendo —. Dime Jenna, nada de señorita porque me hace sentir... me hace sentir — ¿Qué le hacía sentir? — nada, simplemente Jenna.
Ryan rió con entusiasmo.
— ¿Están buscando un regalo para Zoey? —Preguntó emocionada.
Alex la fulminó con la mirada. Esa chica sí que no tenía vergüenza para meterse en donde no la llamaban.
— ¿Cómo sabes eso? —Preguntó alterado, Alex — ¿Desde cuándo estas siguiéndonos?
—Desde ¿no era que no creías en el amor? —Imitó su pregunta y sonrió.
—Eres una cotilla —Refunfuñó y Jenna bajó la mirada avergonzada —Metiche y desubicada, esas cosas no...
Ryan puso una mano sobre el hombro de su amigo para calmarlo un poco.
—Tranquilo, Alex. ¡Que no ha hecho nada malo! Al contrario —Se acercó a Jenna y la rodeó por los hombros —, ¿quién mejor que ella para ayudarme a conseguir el vestido perfecto para Zoey? —Miró a Jenna — ¿estás sola?
—Estaba con alguien hasta hace un momento. ¡Fue quien me llevó a hacer las compras! Es un hombre muy dulce.
Alex se puso alerta cuando escuchó la palabra <<hombre>> y <<dulce>> pero lo disimuló bastante bien. ¿Por qué se sentía decepcionado al saber que ella...?
— ¿Tienes novio? —Preguntó Ryan.
—Si —Contestó con toda la sinceridad del mundo. Aunque Jenna bien sabía que aquello no era del todo cierto.
Alex frunció el ceño y miró otro lado. Eso no le había gustado escuchar para nada.
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¡¡¡Aquí está lo prometido!!! Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, cualquier sugerencia que tengan para mejorar los siguientes capítulos me lo pueden decir en los comentarios!!! ¿piensan que le faltó algo al capitulo de hoy? ¿que les pareció? ¡¡LAS ADORO!!
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