—Este es un buen vecindario —digo mirando alrededor mientras subimos en el ascensor hacia el departamento de Asher—. Y el edificio incluso tiene ascensor ¿Estás seguro de que esto no va a salir muy caro? La renta, quiero decir.
—Cálmate ¿Sí? —él rueda los ojos—.Ya te dije que el departamento es mío y solo necesito ayuda con las necesidades básicas, no será una renta como tal, deja de preocuparte —cuando las puertas se abren, él toma una de mis maletas y camina con ella hacia el pasillo, yo lo sigo con las dos restantes—. Tienes pocas cosas ¿eh? —él voltea su cabeza para mirarme con curiosidad.
—Sí, soy un hombre muy simple después de todo —respondo.
—No me identifico, yo necesito al menos dos maletas pequeñas para mis productos para el cabello y la piel —confiesa, luego se detiene frente a la puerta del departamento y trata de sacar las llaves—. Y otras dos grandes solo para mis atuendos combinados.
—Vaya, pensé que todo eso era natural —murmuro apuntando hacia su cara.
—Miles ¿Quién se ve así de hermoso sin esfuerzo? —me pregunta con seriedad—. Nadie, Miles, nadie... yo amo verme bien así que aprecia el poder verlo ¿De acuerdo?
—Yo lo estoy apreciando, hasta quiero documentarlo —escucho decir a alguien detrás de Asher y cuando el voltea el flash de una cámara nos encandila a ambos, cuando abro los ojos de nuevo puedo ver que se trata de un hombre que nos mira con una sonrisa satisfecha—. ¿Cómo te las arreglas para salir así de lindo en todas las fotos, Asher?
Asher resopla y pone una mano sobre su cintura.
—Señor Peters, de todas las personas que quiero que aprecien mi belleza, usted no está invitado —le espeta antes de alzar una mano para terminar de abrir la puerta—. Apresúrate, Miles —me dice, luego entra llevando mi maleta consigo.
—¡Ah! Ese chico, siempre haciéndome lucir como un viejo pervertido —el hombre suspira y me tiende la mano—. Mi nombre es Carlo Peters, puedes llamarme Carlo ¿Eres tú el nuevo compañero de Asher? No te dejes llevar por lo que dice, solo tengo treinta años, no es para tanto.
Yo lo examino con mi mirada antes de darle mi mano en un corto saludo; realmente no luce muy viejo y hasta admito que es un hombre que muchos considerarían atractivo, tiene mi misma estatura pero está bronceado y es más musculoso, encima su cabello es largo y está atado en un moño desordenado sobre su cabeza. Tiene un estilo muy bohemio, la verdad.
—Soy Miles Fairchild —le digo—. ¿Es fotógrafo? —le pregunto apuntando hacia su cámara.
—Oh, sí —él asiente—. Asher es un chico lindo ¿Eh? Es por eso que intento fotografiarlo, pienso que se vería bien en mi exhibición ¿No lo crees?
—Honestamente, soy demasiado egoísta para exhibir algo tan bello —me encojo de hombros y tomo mis maletas—. Fue un placer conocerlo, señor Peters, espero que nos llevemos bien, que tenga lindo día.
Entro en el departamento al fin cerrando la puerta con mi pie sin dejar al hombre contestarme. Asher está parado frente a mí de brazos cruzados, al parecer está enojado pero no puedo entender por qué.
—Honestamente, soy demasiado egoísta para exhibir algo tan bello —se mofa de mi con una voz ridícula y rodando los ojos—. ¿Por qué tienes que hacer eso?
—¿Por qué tú tienes que seducir a todos los hombres del mundo? ¿Qué rayos tienes? ¿Feromonas atrapa-hombres?
—No sé de que hablas —él me da la espalda—. No es como que les guste a todos los hombres.
—Asher, tienes literalmente un club de fans en la universidad —ruedo los ojos—. Incluso si eres un prostituto, le gustas a todos.
—Tú dirías que sé cómo usar mi trasero —él bufa y levanta la barbilla.
—¿Te acostaste con ese hombre?
—¿Qué te parece el departamento? Es bonito ¿Verdad?
—No puede ser...
—Trabajo es trabajo, Miles —él camina el centro de la sala y abre los brazos—. Ahora lo importante ¿¡Qué te parece!?
Finalmente, logro concentrarme en el lugar; es un departamento pequeño pero es elegante e impecable. Todas las paredes son blancas y los muebles son negros en contraste; hay dos puertas más, supongo que una es el baño y la otra es la habitación, hay un pequeño comedor y tiene una cocina americana también. Lo más resaltante es su inmenso televisor. Eso me tomó por sorpresa.
—Hice espacio en mi armario solo para ti, deberías agradecerme —me dice Asher y es cuando mi vista vuelve hacia él—. Ven, te enseño la habitación —él se da la vuelta y abre la puerta justo detrás de él—. Es pequeña pero de todas maneras vamos a dormir juntos así que no importa guardar distancia ¿No?
—¿Tú quieres que te ataque? Dímelo de frente y lo haremos aquí y ahora, no me importa, Asher —le digo, intentando mantener la seriedad mientras entro a la habitación.
Él se echa a reír a mi pesar.
—No te ofendas, Miles, pero no sabrías como hacerlo... eres un bebé en cuanto a sexo gay —Asher se voltea hacia mí y niega con la cabeza—. Hay cosas que tienes que aprender antes de acostarte conmigo, para que yo no me haga daño. Como lastimes mi preciado trasero no te lo voy a perdonar ¿Entiendes?
—Entiendo...
Me quedo pensando desde entonces en que tiene razón; no tengo idea de cómo se tiene sexo gay. Antes no se me había ocurrido tener sexo con un chico por lo que no me molesté en adquirir esa información pero ahora me sería muy útil. No quiero lastimar a Asher, sé cuanto aprecia su trasero —y es un magnifico trasero, me siento obligado a agregar—. Y conste que realmente no sé si alguna vez en esta vida me acostaré con Asher Bullock pero más vale prevenir que lamentar.
Por eso, al día siguiente mientras miro alrededor del campus y trato de no inhalar el humo del cigarrillo de Jules que está a mi lado, intento encontrar una solución. Busqué en internet, por supuesto, pero quiero referencias de alguien que ya lo haya hecho. Sé que pedirle ayuda a Asher es estúpido porque es un pequeño diablillo que no me dirá nada porque sabe lo que le espera si lo hace y la otra persona que conozco que ha tenido sexo gay es Caleb y sinceramente prefiero que Asher me lo meta a mí antes que preguntarle a ese imbécil.
Me volteo hacia Jules entonces y pregunto—: Jules ¿Qué sabes de sexo gay?
Jules me mira como si fuera un fenómeno y luego expulsa el humo por su boca.
—Que se hace por el trasero... eso es todo ¿Por qué preguntas? —él alza las cejas—. No me digas que te obsesionaste con el chico prostituto y ahora quieres experimentar, porque no tengo ningún problema con eso pero... ¿En serio, Miles?
—Bueno, sí, me obsesioné con él pero es diferente —le digo—. Voy a hacerlo mi novio, exclusivo, para mí... pero para ser prostituto el chico es jodidamente difícil ¿Entiendes? Así que él no va a explicármelo, prefiero aprenderlo por mis propios medios y demostrarle que esto va en serio.
—Dios mío ¿Es esto Pretty Woman versión gay? —Jules rueda los ojos—. Como sea, yo no sé nada de sexo gay ¿Qué quieres que te diga?
—¿Tienes algún primo gay? Todos tienen un primo gay —le digo.
—¿Y tu primo gay?
—Creo que yo soy el primo gay, esa es la razón por la que siempre me he preguntado por qué yo no tengo uno.
—Entiendo, eso tiene sentido —Jules le da otra calada a su cigarrillo antes de desecharlo—. Bueno, no lo sé, chico ¿Ya buscaste en internet? Probablemente sí tengo un primo gay pero no hablo con mi familia, así que...
—Busqué en internet pero quiero oír una experiencia real de alguien que conozca en persona, así puedo hacer tantas preguntas como quiera sin tener googlear todo —respondo—. ¿Quién más en el campus será gay?
—Um ¿Los clientes de Asher?
—Me niego.
—Sí que eres del tipo celoso ¿Eh?
—Es una maldición ¿No te parece?
—Es una maldición haberte enamorado de ese tipo siendo tú como eres, eso sí —él me apunta—. Pero no te culpo ¿Sabes? Uno no elige de quien se enamora, eso ya lo tengo claro.
—¿Ya has estado enamorado? —pregunto frunciendo el ceño—. No sabía eso de ti.
—Estoy enamorado —él se recuesta del árbol que está detrás de nosotros y me mira—, de una mujer que me detesta. Incluso estuve casado con ella cuando era mucho más joven pero lo arruiné... o bueno, lo arruinamos. Prefiero pensar que no fue culpa de nadie, Miles, es demasiado doloroso para poner todo eso sobre los hombros de una sola persona.
—¿Qué pasó? —pregunto.
Él desvía la mirada.
—Perdimos lo más importante de nuestras vidas al mismo tiempo, pero cada uno vivió el dolor a su manera... ese fue nuestro error, el no tratar nuestro dolor como iguales porque pensamos que nadie podía sufrir más que nosotros, pero fue exactamente la misma perdida para ambos —él se encoge de hombros—. Eso es suficiente para destruir a cualquier pareja.
—Vaya...
Creo que con esas palabras, incluso si él no mencionó lo que perdió, yo puedo descifrar de lo que se trataba. O más bien de quien. Y jamás pensé que alguien como Jules, un ser que se ve tan despreocupado de la vida y tan sereno tuviese un pasado como ese... pero aquí y ahora estoy aprendiendo a no juzgar a las persona simplemente por cómo se ven. Él, Asher, Caleb... estaba equivocado con todos ellos, aun con mi instintito agudo y todo, supongo que no puedo volver a confiar en él.
—¿Cómo terminamos hablando de eso si empezamos conversando sobre sexo gay? —me pregunta él haciendo una mueca—. Es perturbador.
—Aun no sé qué hacer —echo la cabeza hacia atrás por unos segundos y cuando vuelvo a ver hacia adelante, Asher entra en mi campo de visión.
Está en medio del campus, hablando con un chico alto y delgado que está sonriéndole demasiado. Asher también sonríe, esa es su sonrisa de negocios, la sonrisa que usa para calcular un buen precio entre los servicios estándar y los servicios especiales. Me gusta su sonrisa pero odio que se la dirija a posibles futuros clientes.
—¡Asher! —grito inmediatamente.
Él se voltea a mirarme con cara de pocos amigos.
—¡Asher, ¿Puedes venir un minuto?! —vuelvo a gritar.
—Los celos no son atractivos —aconseja Jules.
—Cierra la boca, ahí viene —espeto yo, Asher se acerca dejando al chico con el que estaba hablando atrás—. Hola ¿Qué tal estás?
—Eres insoportable —él rueda los ojos—. Y para tu información, no estaba negociando nada, solo le dejaba claro que no me vendería más, te dije que lo dejaría porque ya no lo necesito ¿Es mucho pedir un voto de confianza?
—Entré en pánico —susurro.
—Supongo que puedo dejarlo pasar —él se cruza de brazos y hace un puchero—. ¿Qué querías decirme?
—Que te veo en casa y quería preguntarte ¿Qué quieres cenar?
—Quiero cenar pollo.
—¿Pollo?
—Sí, algo con pollo, lo que sea. Cualquier cosa es buena si tú la cocinas.
—Bien, me las arreglaré —asiento pensando en que tantas cosas puedo hacer con el pollo—. ¿Quieres postre?
—Quiero galletas de la tienda en donde trabajas —me dice—. Podemos pasar luego de salir, de todas maneras, nos vamos juntos.
—De acuerdo.
—¡Joder, ¿ya se casaron y no me invitaron?! —interroga Jules soltando una carcajada—. ¿Por qué estabas preguntándome sobre el sexo? Si tienen esa confianza ¿Qué más da? Seguro te dirá como follarlo, parece que está loco por ti y por tu comida, Miles, pareces una esposa de los cincuenta.
—De acuerdo, pero soy yo el que lo va a meter de cualquier forma —le digo, solo para reafirmar mi posición como quien no quiere la cosa.
—Esta conversación no se trataba sobre eso —espeta Asher mirando alrededor—. ¿Por qué tenemos que discutir esto aquí? la gente nos mira.
—¿Realmente te importa que la gente te mire? Porque que yo sepa, siempre has sido muy liberal y eso todos lo saben —dice Jules.
—Por la misma razón, no quiero que se burlen de Miles solo porque tengo una reputación de mierda, es él quien se obsesionó conmigo, sí, pero no quiero que salga perjudicado, Miles es un buen chico —Asher mira Jules con el ceño fruncido mientras habla, sé que de verdad no le cayó para nadie bien ese comentario de su parte—. Miles ¿Podrías soltar mi brazo?
—Nop, eres demasiado tierno para dejarte ir —tiro de su brazo y lo hago caer sentado sobre mi regazo, luego abro mis piernas para acomodarlo entre ellas y pasar mis brazos debajo de los suyos, sosteniendo su cintura, él resopla pero no se levanta—. Aprovechando este momento... ¿Me enseñarías a tener sexo gay?
—Dios mío, ¿Podrías ayudarme aquí? estoy tratando de salvaguardar tu reputación pero parece que el único interesado soy yo —bufa él mirando alrededor, Jules solo se echa a reír.
—No me interesa que piensen de mí, ya te lo dije —beso su mejilla con cariño—. Yo sé quién soy y quien eres tú y eso es todo lo que me importa.
Es cierto que la gente nos está mirando y que algunos están apuntándonos directamente, no porque seamos gays porque eso ya es algo normal sino más bien porque se trata de Asher. Aun así, no estoy mortificado, aunque él sí. Planeo soltarlo para que se tranquilice pero entonces diviso a Caleb caminando hacia nosotros con una expresión de furia contenida y decido entonces que no me importa nadie más en este maldito campus y Asher va a tener que lidiar con ello porque no pienso soltarlo en este momento.
—Eh, Caleb ¿Ya viste esto? —Jules apunta hacia nosotros cuando ve a Caleb acercarse—. Son la nueva pareja feliz del campus ¿Qué te parece? ¿No son adorables? —dice Jules con voz melosa, yo noto como Caleb aprieta los puños.
—Solo están haciendo el ridículo —espeta Caleb.
—¿Y qué? No es tu problema —respondo yo.
—Me quiero ir —susurra Asher bajando la cabeza.
—Caleb, cálmate —advierte Jules.
—Son ridículos, ambos... todos saben que Asher Bullock es como una zorra y solo serás un cornudo si pretendes ser su novio, así que no vale la pena molestarse con alguien como él —Caleb se cruza de brazos.
—Muy bien, ya me hartaste —digo levantándome de golpe y dejando a Asher a un lado.
—¡No, no, Miles, déjalo! —Asher se cuelga del brazo que estoy a punto de levantar para pegarle en la cara a Caleb y no me permite moverlo—. Vamos, no quiero que peleen ni quiero llamar la atención, vámonos, no quiero estar aquí, por favor —me ruega con ojos llorosos, así que me detengo de inmediato.
—Eres un imbécil —le dice Jules a Caleb.
—¿Qué? ¿No estás de acuerdo? ¿Ahora vas a defenderlos? —interroga Caleb con rabia hacia Jules.
—No es que los defienda pero de verdad no es tu problema lo que hagan ellos con su vida y no tienes derecho a decirles algo así, estás siendo un imbécil, Caleb —Jules también se levanta y toma sus cosas—. Los veo en clases.
—¿Por qué no vamos a casa por el resto del día? —le pregunto a Asher acariciando su mejilla, él aun mantiene su cabeza abajo y su corazón ha comenzado a latir muy rápido, parece seriamente afectado por la presencia de Caleb y no en una manera romántica, más bien parece que le tuviera miedo—. No me gusta cuando te alteras de esta manera, después de lo que pasó la última vez tengo miedo de que vuelvas a tener un ataque de pánico ¿Por qué no mejor vas a descansar? Te acompañaré.
—Asher... —oigo la voz de Caleb decir.
—Vamos a casa —Asher toma mi mano y tira de ella—. Llévame a casa, Miles, no quiero estar aquí.
Ambos tomamos nuestras cosas lo más rápido que podemos y nos disponemos a salir del campus dejando a Caleb atrás.
Estoy satisfecho con eso pero más que todo, estoy preocupado, Asher aun tiene muchas cosas que enfrentar y hay mucho que aun yo no sé.
Quisiera saber todo lo que lo aqueja... y voy a descubrirlo, pero todo a su tiempo. Sé que Asher es asustadizo y si me acerco demasiado, solo huirá, él realmente es como un gato, creo que eso es lo que más me gusta de él.