14 mayo, 2014.
Juliette.
Jackson suele pasar las clases oliendo mi cabello, y otras trenzándolo. (Aunque le queda como un nido de pájaros)
Jack siempre me presta su abrigo en las mañanas frías, aun él tenga que temblar todo el resto del día.
Sus cartas son de lo más cursi y empalagoso del mundo, pero me gusta.
Cada día de la semana llega con una nueva canción para que la escuchemos juntos. No sé de dónde saca tantas que le recuerden a mí.
Aunque la mayoría del día estamos molestándonos entre sí, ya tenemos apodos amorosos entre nosotros.
Yo por mi parte, que nunca he sido partidaria de lo cursi le llamo come mocos.
El me llama "amorsito" porque decirme "amor" le sonaría de mayores.
No dejo de repetirme la suerte que tengo de tenerlo a él.
Jackson.
Juliette es única en todos los aspectos.
Es arte por donde quiera que se le vea. Desde la forma de reírse, de cantar desprevenida, de todo lo que escribe, de cuando dibuja y nadie lo nota, hasta la forma en la que suspira, en la que parpadean sus largas y curvas pestañas.
Amo cada parte suya. Se me es imposible no mirarla todo el día si pudiera. Estamos haciendo planes para un futuro lejano. Queremos vivir en una casa cerca de la playa, y tener dos hijos. (esa última fue idea mía, pero ella aun no lo sabe)
Quiero estar todo el día con ella, quiero estar siempre con Juliette.
Debe ser esa cosa del enamorado que no me permite verle ningún defecto. La voy a cuidar mucho, voy a cuidar su corazón siempre.