KyungSoo tenía ya cuatro meses de embarazo, se veía tan radiante que todos lo halagaban por su condición; a estas alturas su Padre ya lo había perdonado por haberse tomado todo lo de su matrimonio tan apresuradamente. Las apariencias aún seguían siendo parte primordial de todo lo que acontecía a su al rededor, por lo que KyungSoo siempre mostraba las mejores de las sonrisas. Aún estaba en proceso de sanar su corazón roto, pero nada le iba a impedir ser feliz por sus hijos.
—Pero te ves muy bien —aquella mujer acaricio la pequeña barriga del KyungSoo, quien a su vez estaba entrelazado con el brazo de JongIn, ya que tenían que aparentar que eran felices frente a toda esa gente.
—Muchas gracias —dijo mientras les dedicaba una sonrisa.
—Mi embarazo fue tan fatal para mí y tú te miras tan bien que me da tanta envidia —alegó aquella mientras seguía paseando su mano por el vientre de KyungSoo—. Me das tanta envidia que me haz hecho extrañar estar embarazada.
—Vaya JongIn, jamás pensé que sentaras cabeza —el marido de esta comentó.
El aludido solo soltó unas risillas nerviosas—. Bueno, KyungSoo me ha hecho recapacitar —dijo mientras miraba al mencionado. En aquella mirada JongIn pudo notar los ojos recelosos de KyungSoo y pese a que tenía una hermosa sonrisa sabía bien que todo tendría que ser apariencia.
—¿En serio? Vaya KyungSoo, haz hecho de este hombre un verdadero ejemplo de marido ejemplar —ChanYeol le dio unos golpecitos a JongIn en la espalda y los cuatro se comenzaron a reír.
—Bueno, yo no creo que haya cambiado mucho —KyungSoo lo volteó a ver y JongIn detectó la burla en su voz, aquello lo hacía sentir mal. Un malestar se acomodó en su estómago y se movió incomodo.
—Yo no conozco a JongIn de mucho, pero creo que ChanYeol tiene mucha razón, ¿no es verdad cariño? —Joy llamó a su esposo y este sonrió montando todos sus dientes.
—Pero qué cosas dicen —KyungSoo se soltó de JongIn y paseo una mano por sus cabellos removiéndolos en el acto—. Si JongIn hubiera cambiado o me hubiese mostrado otra persona que no es, yo ya lo hubiese dejado hace mucho —se comenzó a reír y Joy lo siguió.
JongIn de volvió a remover con incomodidad y solo sigue aquel juego tratando de aparentar que no le herían aquellas palabras llenas de veneno.
—KyungSoo suele ser muy bromista. ¿No les parece?
—A mí me parece tan mono y encantador —dijo ChanYeol mientras ponía una copa al aire—. Un brindis por KyungSoo y los gemelos, eres todo un semental hermano.
—Oh, eres un vulgar cielo —Joy chilló con molestia.
-
Ya eran las once de la noche y KyungSoo sentía los pies hinchados, últimamente el cansancio lo acongojaba y todo lo que quería era acurrucarse en la cama. Ya no quería estar en aquella fiesta, pero al parecer JongIn aún seguía platicando con esos ancianos; KyungSoo se alejó cuando se dio cuenta que solo hablaban de negocios.
Salió un rato al jardín para respirar un poco, estaba acalorado y no quería parecer un esposo molesto con JongIn. Se había percatado de las miradas de lastima que varios le dedicaron, ya que para su mala suerte noto a Baekhyun rondando en aquella fiesta, y al parecer varios que sabían de sus amoríos de aquel con JongIn se dieron cuenta.
KyungSoo ya no se sentía tan mal por él, ahora lo lamentaba por sus pequeños, pensaba que ellos no se merecían esto. Podrían hablar todo lo que quieran, solo esperaría a que la abuela estuviera lo suficientemente bien; para que aceptara lo que tenía planeado decirle; que lo suyo con JongIn no había funcionado y le pediría el divorcio, no esperaba dinero ni nada, solo quería estar bien con todos los Kim.
—Hola —alguien lo llamo de repente y giro asustado.
Frente a él se encontraba alguien que había estado esperando por todo aquel tiempo, los ojos se le humedecieron y se lanzó a sus brazos.
—SeHun —chillo y este lo acuno entre sus brazos.
—Pero que efusivo estas —le respondió mientras le acariciaba la espalda.
Para cuando KyungSoo se hizo para atrás ya tenía los ojos algo llenos de lágrimas.
—Es solo que estoy muy feliz.
—¿Haz pensado en mí?
¿Qué si había pensado en él?, claro que lo había hecho. KyungSoo pensaba todos los días en el y lo cabezota que había hecho por no haberle hecho caso. Alguna vez llego a pensar que JongIn era mucho mejor que SeHun, y no saben ahora cómo se arrepentía de haber pensado aquello.
—Si, te he extrañado un montón —KyungSoo se alejó más y SeHun le tomó de las manos para poder observarlo mejor.
—Estas tan radiante, y mírate, los rumores eran ciertos.
—¿Rumores?
—Si, ya veo que es verdad que estas embarazado
-
Por otro lado JongIn se había topado con Baekhyun y en cuando pudieron se escondieron en un baño para tener algo de diversión; pero por alguna razón JongIn no había tenido ninguna erección, aquellas palabras que KyungSoo había dicho tan despectivamente, eran lo único que cruzaban por su cabeza a la hora que Baekhyun se hincó para mamarsela.
Habían salido de ahí sin nada de diversión y un Baekhyun enfurruñado diciendo que mejor regresaba a casa ya que parecía estar en otro planeta. Lo más alarmante de todo es que varias de las personas allí presentes se dieron cuenta de aquello y comenzaron a murmuran un montón de cosas mientras los miraban. Ahora la velada ya era doblemente incomoda, y no solo por las palabras de KyungSoo, si no por aquellas habladurías que había a su al rededor.
Baekhyun fue la cereza del pastel cuando se colgó de su brazo como si fuese su pareja, giro a ver a todos lados y no vio a KyungSoo por ningún lado.
—Oh, pero mira que rico se ve eso —Baekhyun señaló vulgarmente s la bandeja de aperitivos y se lanzó a ellos, y de nuevo aquella gente de sociedad comenzó a hablar de aquel.
—No hagas eso, todos nos estás viendo.
—Pero tengo hambre, jamás debiste invitarme a esto si no iba a disfrutar bien —le respondió con la boca llena.
«Tienes razón, jamás debí», JongIn se dijo a sí mismo mientras miraba por todos lados.
—Ahora vuelvo —dijo mientras se alejaba de Baekhyun para ir a buscar a KyungSoo.
-
Platicaron de todo lo habían hecho en todos esos meses que no se habían visto.
—¿Así que tienes novia?
—No somos novios aún, apenas estamos comenzando a salir —respondió SeHun aún remarcando más las últimas palabras.
—Oh, ya veo —KyungSoo debía admitir que estaba un poco celoso, ya que la atención de SeHun siempre había sido para él y ahora que había alguien más se sentía desplazado—. Me da mucho gusto.
—¿Y a ti como te va la vida de casado? —el rubio preguntó mientras caminaban hacia un kiosco adornado de pequeñas luces que yacía en medio de aquel jardín lleno de rosas—. Es tan aburrido, me he arrepentido de todo —respondió tratando de ser bromista.
—He visto a Baekhyun por aquí, ¿ya no tiene nada que ver con JongIn?
KyungSoo ya había terminado de subir los tres escalones de aquel Kiosco, se quedo perplejo ante aquella repentina pregunta. No quería decirle que ya sabia que lo habían utilizado, se le llenaba la cara de vergüenza más aún porque había tratado de una forma muy despectiva a su amigo.
—Bueno, verás... —de pronto comenzó a sonar una canción que tanto amaba—. ¡Amo esa canción! —exclamó mientras se giraba a ver a SeHun con los ojos algo humedecidos, cosa que el mayor no pasó desapercibido.
—¿Quieres bailar? —le preguntó mientras extendía los brazos.
—Por supuesto que sí.
KyungSoo pensó que había sido un tonto por seguir enamorado de JongIn, SeHun lo hacía sentir tan dichoso que se golpeó a sí mismo por ser tan cabezota. Se la estaba pasando tan bien ahora mismo y recordó que cuando eran novios, SeHun también lo hacía sentir tan bien. Había sido su primer amor.
—No sabes cuánto amo esa película —declaró el menor mientras SeHun le daba una vuelta al compás de aquella voz.
—Lo sé, ya que aún recuerdo todas las veces que me haz hecho ver Casablanca, tanto que me he aprendido aquella canción.
Ambos rieron mientras seguían bailando y riendo.
—En serio que te he extrañado mucho, dude mucho en mandarte o no un mensaje. Tenía tanta vergüenza de escribirte algo.
—Sabes que para ti siempre estaré disponible —ambos dejaron de bailar y SeHun lo tomo del mentón para que alzara la mirada y poder ver aquellos ojos que tanto le gustaban. Los ojos de KyungSoo ya no eran los soñadores de antes, ahora se miraban tristes. ¿Qué había pasado en su ausencia?—. Aún no me haz respondido lo de hace un rato y pareciera como si estuvieras sufriendo, ¿JongIn es bueno contigo?
—SeHun, yo a ti no puedo engañarte — KyungSoo respondió sin pensar.
—¿Qué es lo que te ha hecho?
KyungSoo se mordió el labio inferior tratando así de contener las lágrimas. No sabía que le estaba pasando pero parecía ser que estaba más sensible que nunca. SeHun estaba embelesado con aquellos labios, que se olvido un momento de su pregunta, se acercó a aquellos belfos despacio y solo un poco los rozó con los suyos.
JongIn había sido partícipe de aquella escena, acababa de llegar al jardín cuando minutos antes la risueña esposa de ChanYeol le había dicho que vio a KyungSoo caminar en aquella dirección. Y fue así como ahora se encontraba viendo aquel beso de esos dos, algo dentro de él que desconocía sé apoderó de todo su ser; era enojo, furia y sobre todo una opresión en el corazón. Era como si se sintiera traicionado.
Camino apresuradamente a esos dos; Do KyungSoo no le iba a faltar al respeto de esa forma. Y para cuando llegó a aquel lugar donde esos dos estaban tan románticamente, grande fue su sorpresa cuando vio a ambos compartir un beso más íntimo y fue ahí donde todos esos sentimientos se aglomeraron dejando unas inmensas ganas de alejar s KyungSoo de aquel y encerrarlo en una jaula donde nadie lo viera.
—¿Qué demonios estás haciendo? —preguntó con furia mientras tomaba a su esposo del codo para alejarlo.
—JongIn —jadeo un KyungSoo asustado.
—Te dejo un rato y estás aquí con este... Haciendo quién sabe qué cosas.
Por un momento KyungSoo se sintió mal ya que esa no era su intención, no quería ser como JongIn; aún que hace tan solo un par de minutos solo se había dejado llevar por el momento, y admitía que había disfrutado se beso.
—¿Por qué KyungSoo no puede pasar un buen rato conmigo? —preguntó con burla SeHun—: si tú hace rato parecía que te la estabas pasando muy bien con Baekhyun.
KyungSoo abrió los ojos por la sorpresa, sabía que ese JongIn jamás iba a cambiar así que se alejó de él caminado en un lado opuesto.
—Maldito —gruño entre dientes mirando a SeHun mientras se dirigía a alcanzar s KyungSoo—. Espera, no puedes irte así.
—Déjame de una vez en paz —dijo KyungSoo al instante que JongIn lo tomo del brazo—. Puedes hacer lo que quieras, pero te dije que no frente a mí ni donde tengamos que guardar apariencias. De ahí en fuera no me hablas ni me toques que me das tanto asco —y JongIn ahora si admitirá que aquellas últimas palabras llenas de veneno lo lastimaron.
—KyungSoo, si tú gustas te puedo llevar a casa —ofreció SeHun que presenció aquello.
—No, creo que así está bien —respondió el menor acercándose a él y tomándolo desprevenido porque le dio otro beso. Y JongIn esta vez se quedo solo mirando sin siquiera rechistar mientras aquella opresión en su corazón aumentaba—. Cuídate mucho y aún tenemos mucho de qué hablar.
—Así lo haré y el espero que nos veamos pronto.
JongIn ya no dijo más porque ahora parecía el mal tercio en aquella pareja, le llenaba de enojo ver lo bien que se veía KyungSoo en los brazos de SeHun. Había querido reprimir a KyungSoo, pero se dio cuenta que se vería ridículo ya que sus actos habían sido peores.
Camino a casa KyungSoo no había dicho una sola palabra. A JongIn le dolía ver cómo el niño lo ignoraba olímpicamente, apretó el volante cuando un miedo lo inundó cuando uña pensamiento atravesó su mente. ¿Y si KyungSoo de iba con SeHun? ¿Y si jamás conocía a su hijo? Se giró a verlo y se percató que estaba acurrucado en el sillón mientras dormía.
Cuando paró un momento porque el semáforo estaba en rojo, le dedico una rápida mirada. Se veía tan vulnerable, frágil y él no había hecho otra cosa más que quebrarlo. Pensó por un momento que haría todo lo posible para que cambiara aquello, si eso haría, cambiaría por él y sus hijos... Quería tenerlos a su lado, ni importaba lo que su madre dijera. Solo faltaba ver que reacción tendría KyungSoo.