SUN MI
Hoy regresé a casa temprano, ya que no acepté la invitación de Sol Bin de ir a la discoteca y tampoco veré a Nam Joon.
Mi madre me preguntó dónde dormí anoche y le dije que a la casa de Hae In porque tuvimos que hacer un trabajo. Por supuesto ella me creyó y me dijo que debería avisarla la proxima vez.
Estaba haciendo los deberes en mi habitación cuando de repente mi móvil sonó y me levanté para cogerlo encima de la cama.
Era un mensaje de Nam Joon: Ven a mí casa a las siete. Al final se ha cancelado nuestra cena familiar.
Pues vale, iré. Miré el reloj de pared y son a las seis y media.
Me olí a mi misma. ¡Mierda! No huelo para nada seductiva. Entré en en baño, me puse una camiseta, shorts y los zapatos.
Ya son casí a las siete y a está hora hay tráfico.
Le made un mensaje a Nam Joon: ¿Puedo llegar tarde?
Agarré mi mochilla y metí mis deberes y el móvil. Terminaré los deberes en su casa o le pediré que me ayude.
Salí de mi habitación y justamente mi madre va hacia su habitación.
—¿Dónde vas tan tarde?
—Ah... es que Hae In me ha llamado porque hay un problema con nuestro trabajo y que hay muchos errores —mentí. Que Dios me perdone.
—¿Ah sí? ¿Vas a dormir allí?
—Sí, dicelo a papá. ¡Adiós!
Salí enseguida de la casa. ¡Son a las siete! Paré un taxi para que me lleve a casa de Nam Joon.
Mientras estaba en el taxi comprobaba mi calendario en el móvil, parece que hoy fértil.
Antes de llegar a casa de Nam Joon pasé primero por la farmacia para comprar más píldoras.
Llegué exactamente a las siete y veinte a su casa y toqué la puerta. Estaba jadeando, ¡jo! ¿Por qué tanta prisa si puedo llegar tarde?
Abrió la puerta. Le miré y no llevaba nada más que unos shorts, enseguida aparte la mirada.
—¡Lo siento llego tarde! —dije y me dejó pasar.
—No importa... —y se va directamente a la cocina y cierro la puerta.
—¿Por qué se canceló? —pregunté sobre su cena familiar.
—Mi padre tiene un viaje de negocios y su vuelo sale esta noche —contestó y me senté al comedor cerca de la cocina.
—Ahh... ¿puedo hacer los deberes primero? —pregunté y miré hacia él aunque estaba de espaldas. Traté de no mirar su cuerpo pero parece tener un imán que me atrae para que lo mire.
Cuando se volvió, disimule estar rebuscando algo en la mochilla.
—Puede que se me olvidé hacerlo otra vez...
—¿Tienes clase el sábado? —preguntó. ¿Por qué pregunta si tengo clase el sábado, acaso nos vamos a ver?
—No... ¿por?
—Mañana es sábado. No hay clase.
Ah es verdad, se me olvidó que mañana es sábado. Por eso Sol Bin quería que fuéramos a la discoteca. ¡Sun Min de verdad!
Me reí.
—¡Se me olvido! Pero de todas formas lo voy a hacer, ya que he empezado —Sonreí y él también me sonrió.
Justo terminé cuando él estaba poniendo platos en la mesa.
Dice que ha hecho spaguetti, que ha intentado cocinar por primera vez en la vida.
Está bueno... le ha echado sangre, sudor y lágrimas. ¡Jajaja!
Después de comer me ofrecí a lavar los platos pero me dijo que me fuera a duchar.
Entré a su habitación, esta limpio, organizado y huele a él.
Cuando terminé de ducharme me puse la camisa de Nam Joon, la misma que me puse está mañana y mi short. Salí de la habitación y él estaba sentado en el sofá viendo la televisión.
—¿Puedo ponerme así no? Tus amigos no estan... —dije y me senté a su lado dejando algo de espacio. Él asintió y se me quedó mirando.
Sus ojos parecían decir algo que no logro entender. Miré sus labios, ¿a que sabran? ¿son suaves? Pero en el momento que le bese puede que ya no nos veamos más y dejaremos está relación que tenemos.
¿Y qué si lo dejais, Sun Mi? Desde un principio no teneis relación, ¿verdad? Vuestra relación no es legal. Deberías dejarlo.
Nam Joon acercó su rostro en la mía sin dejar de mirarme directamente a los ojos. Tragué saliva y cerré los ojos creyendo que me besaría en los labios. Pero sentí sus labios por mi cuello, parece que me frustré.
—Nam Joon... —susurré mientras me recostaba despacio en el sofá.
NARRADOR OMNISCIENTE
—¿Dónde es tu casa? Te llevaré a tu casa... —dijo Nam Joon hacia Sun Mi mientras la ayudaba a salir de la discoteca. Él no había bebido mucho porque debía conducir.
Sun Mi le abrazó por el cuello.
—No... no me lleves... —decía entrecortada—. Aún no... no... estoy... ¡borracha! Quiero más... ¿vale? —miró al chico directo a los ojos. Ella gruñó.
—Tengo... hmm... calor... Nam Joon —dice ella y abre su chaqueta, dentro llevaba un top ajustada. Nam Joon arrastra a Sun Mi fuera y enseguida busca el sitio donde ha aparcado su coche. Con cuidado mete a Sun Mi que ahora quería quitarse el top.
Nam Joon entró y detuvo a Sun Mi para que no se desnudara.
—¿Dónde es tu casa? —preguntó de nuevo fríamente.
—¿Ca... sa? En... —Y Sun Mi le dijo su dirección, Nam Joon la llevó a su casa enseguida.
Él esperó que Sun Mi entrara a su casa antes de marcharse.
Al día siguiente, se encontraron en el pasillo de las taquillas como si el destino quisiera juntarlos, estaban solo los dos.
—Nam Joon... —habló Sun Mi—. Siento lo de anoche... gracias por llevarme a casa.
—No te preocupes —contestó Namjoon. Los dos caminaron hacia el edificio donde está la clase que tienen a esa hora. Sun Mi estaba avergonzada sobre lo que sucedió anoche, porque apenas se conocen pero Nam Joon ya la ha visto en ese estado.
—Siento haberte una molestia anoche... de verdad que lo siento. ¡Lo siento! —dijo e hizo una reverencia delante del chico.
—No te preocupes Sun Mi. No tienes que hacer eso... —dijo Nam Joon. Sun Mi levantó la cabeza y sonrió al chico.
Parece que Sun Mi es algo pesada e insistía a Nam Joon que estaban como destinados.
—¡Sabes! ¡Podemos ser novios! —rió la joven Sun Mi y Nam Joon se sorprendió por lo que ella había dicho. —¡Pero novios sin serlo de verdad! Sin compromiso. Seremos como novios hasta tener de nuevo una vida amorosa. ¿Algo así? Pero mi idea es mala —rió Sun Mi como una tonta por haber tenido esa idea.
—Me gusta. ¿Cómo pasatiempo? —dijo mirando a Sun Mi y ella paró de andar y apretó el libro que llevaba.
—¡Solo es una broma! —dijo Sun Mi retirando lo que dijo antes—. ¡Es broma!
—A mi no me dicen bromas... —Nam Joon se inclinó acercandose a la cara de Sun Mi, por lo que ella se echó atras y él sonrió de lado—. Nos vemos luego... ¿al mismo lugar? —dijo Nam Joon antes de girar por el pasillo hacia su clase. Sun Min se quedó allí parada y arepentida, por qué ha pensado en esa clase de sugerencia.
Sun Mi no sabía si iría al lugar dónde fue con Nam Joon ayer. ¿Qué va a hacer? Vio a Joo Heon acercandose mientras que ella estaba pensando que hacer. Ella quería hablar con él pero está dudando. A ella le duele lo que él hizo, la dejó solo porque su ex volvió con él.
Ella iba a acercarse a Joo Heon pero alguién la rodeó por los hombros de repente.
—¡Yah! —gritó.
—Shhh... —susurró en su oído. ¿Pero quién es? Ella se volvió y se encontraron de nariz a nariz, muy cerca.
—¡Nam Joon! ¡¿Qué haces?! —Enseguida se alejó de él y se arregló el pelo aunque no había ningún problema con ello.
—Tu ex... —murmuró Nam Joon—. Te está mirando... a lo mejor esta celoso y quiere volver contigo.
—¿Pero qué cosas dices? —rió falsamente Sun Mi mientras caminaban.
Nam Joon la jaló hacia el aparcamiento.
—Vamos a la discoteca... ¡Segunda parte! —dijo Nam Joon e hizo que Sun Mi se subiera.
Los dos fueron de nuevo al mismo lugar dónde estuvieron bebiendo.
—¿En serio? ¿De verdad creíste en mi plan? —preguntó Sun Mi mientras agarraban unas bebidas. Nam Joon tomó un trago antes de contestar.
—Sí. ¿Has visto a tu ex? Está celoso de mí, ¿no lo pensaste? A lo mejor quiere volver contigo porque está celoso de mí... eso sería una buena estrategia. Piensalo...
Sun Mi lo pensó. Es verdad. Quiere que Joo Heon vuelva con ella, ¿pero es esta la manera correcta? ¿Tener una relación de pasatiempo con Nam Joon?
Sun Mi seguía pensando cuando de repente Nam Joon la arrastra para bailar en la pista. Ella solo le miraba y de repente una canción lenta suena.
Nam Joon se acercó y la rodeó por la cintura haciendo que ella la tocara por el pecho.
—¿N-Nam Joon?
¿Por qué tartamudea? ¿Es porque se siente atraída por él? ¿O solo esta nerviosa como él?
Nam Joon fue acercando su rostro. Ella cerró los ojos al sentir la respiración de él bajo su nariz. ¿La besara en ls labios? Eso es lo que no sabe.
Él susurró: —Regla importante.
—¿Regla?
—No besarse en los labios —dijo y Sun Mi sonrió.
—¿Y realmente piensas que besaré a mi amigo? —preguntó Sun Mi— No beso a mis amigos en los labios.
—Puede ser...
—¡Juguemos! —dijo Sun Mi y los dos se rieron.
Los dos ya estaban ebrios así que Nam Joon no pudo llevar a Sun Mi a su casa. Sun Mi tampoco puede conducir. Dejaron el coche y los dos se fueron en taxi a casa de Nam Joon.
Nam Joon rodeaba a Sun Mi por los hombros entrando a su casa.
Entraron a la habitación y ambos cayeron a la cama. Nam Joon cayó encima de Sun Mi y la miró en los ojos, le brillaban. Es hermosa, pensaba el chico ebrio. Ella también le miró y tocó el pecho del chico.
Nam Joon miró los labios rojizos de Sun Mi pero de repente se acordó de su regla "No besarse en los labios". ¿Por qué pensó en eso si él quería saborear los labios de la joven?
Se acercó al rostro de Sun Mi. La chica creyó que él iba a romper su propia regla, pero la beso en la mejilla y fue deslizando por su cuello.
Pasaron una noche caliente que comenzó el juego. Hasta que se repitió una y otra vez porque ambos querían que sucediera.
SUN MI
—Ah... —gimía mientras sus manos recorrían mi cuerpo bajando encima de mis pechos. Su boca seguía el camino de sus manos. Me chupaba suavemente los pezones. Puedo oír su respiración, es pesado.
—Nam Joon... ¿de verdad qué en el sofá? —pregunté cuando bajó hacia mi vientre. Se arrodilló bajo el sofá, me agarró ambos tobillo y separó más mis piernas.
Su cara estaba entre mis piernas, su lengua comenzó a moverse en círculos sobre mí mientras que su manos agarraban mis piernas.
—Aah... —gemía perdiendome la cabeza. De repente desliza un dedo dentro y le escucho gemir al mismo tiempo que yo. Sacaba y metía sus dedos y sentía mis rodillas temblando con sentimiento embriagador.
Perdí todos mis sentidos al llegar al climax.
Lentamente coloca su erección en mi entrada y empieza a embestirme. No puedo creer que estamos haciendo esto en el sofá. Apoyó el peso de los brazos en los lados de mi cabeza y envolví mis brazos alrededor de su cuello.
La verdad es que quiero besar sus labios, quiero sentirlos en mis labios, pero en el momento que haga eso, todo se acabará... incluyendo nuestra amistad.
Comienza a moverse más sobre mí, rápido y duro, embistiendo profundamente y noto que estoy cerca de explotar. Me corro alrededor de él mientras que sigue moviendose dentro.
Jadeaba mientras da unas cuantas embestidas más y llega a su cumbre.
Cerré los ojos del cansancio y sentí sus labios sobre mi frente, era la primera vez que lo hacía.
Abrí los ojos por lo que hizo y nos encontramos la mirada. Él me sonrió haciéndose notar sus hoyuelos.
—Gracias... Sun Mi-ah —susurró.