Después de una corta ducha salgo del baño y en la cama se encuentra sentado Andrés.
No se percata de mi presencia, su mirada estaba perdida y tiene el puño cerrado por lo que supongo, tiene algo en ella.
Levanta su puño a la altura de su boca y abre la mano. Una pastilla, cierra los ojos con fuerza y mete la pastilla en su boca para luego tragársela y suspirar profundo.
-Andrés, ¿para qué es esa pastilla?- pregunto.
-Son anticonceptivos- responde ligeramente sorprendido.
-¿Anticonceptivos?- pregunto confundida.
-Sí- responde mientras se levanta de la cama.
-Vale...- musito y preguntas importantes resurgen.
Ríe entre dientes y me da la espalda.
-Andrés, hay algo que no le encuentro explicación- hablo sosteniendo aún más fuerte la toalla alrededor de mi cuerpo.
-¿Qué?- pregunta mientras gira su cuerpo y me mira.
-¿Por que te desmayaste si no te golpearon?, ¿por que estuviste dos días en el hospital si no te hicieron nada?- pregunto recordando el día en que nos tendieron aquella trampa.
-Para revisiones, sí, eso... Revisiones- responde. Pero el bobo no se lo creé ni él mismo.
-Quiero la verdad, Andrés- le pido.
Me siento a su lado y acaricio su espalda.
-Manuela yo... Tengo un tumor y si no lo tratamos con tiempo se puede convertir en algo más grave-
-Vine a tu casa porque en dos días tengo que viajar, me operarán y no se si volveré, por eso vine a disculparme contigo-
Yo sigo aquí, sin movimiento ni expresión, mis ojos comienzan a picar y las lágrimas se asoman.
-No, no llores- suplica mientras toma mi rostro entre sus manos.
Y si el sueño donde lo veo a el morir se cumple, no podría soportar el dolor.
Todo se vuelve oscuro de un momento a otro y ya no escucho nada.
Hola!
Espero que les guste!
Saludos!
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